Las movilizaciones antirracistas sofocan las marchas violentas en Inglaterra

Las movilizaciones en contra del racismo y de la violencia neutralizaron en la noche del mi¨¦rcoles en gran parte del Inglaterra el riesgo de escalada de los disturbios instigados desde hace m¨¢s de una semana por radicales ultranacionalistas. Despu¨¦s de que plataformas de extrema derecha hubiesen convocado a trav¨¦s de la Red un centenar de movilizaciones, fundamentalmente frente a centros de atenci¨®n a personas migrantes, la t¨®nica dominante fueron las protestas promovidas en defensa de la convivencia y el reforzado despliegue policial apenas registr¨® incidentes.

M¨¢s de 6.000 agentes del orden p¨²blico ¡ª1.300 tan solo en Londres¡ª, entre los que se encontraban unos 2.000 antidisturbios, fueron movilizados ante la alarma por potenciales altercados como los registrados desde el martes de la semana pasada, tras el apu?alamiento m¨²ltiple en la localidad de Southport (noroeste de Inglaterra), en el que tres ni?as de entre seis y nueve a?os hab¨ªan muerto la jornada anterior. Pese a la posibilidad de que se produjesen enfrentamientos y la recomendaci¨®n policial de permanecer en casa, miles de brit¨¢nicos se echaron a la calle en distintos puntos del pa¨ªs para condenar la violencia y transmitir su apoyo a la comunidad migrante, con pancartas que dec¨ªan ¡°unidos contra el racismo¡± o ¡°refugiados bienvenidos¡±, banderas de Palestina y profiriendo c¨¢nticos como ¡°las calles son nuestras¡±, o ¡°fuera los nazis¡±.

Los disturbios registrados en d¨ªas anteriores en ciudades como Londres, Liverpool, Middlesbrough, Birmingham o Bristol se han saldado hasta el momento con m¨¢s de 420 detenidos y un centenar de polic¨ªas heridos. Pero en la noche del mi¨¦rcoles por la noche, las concentraciones contra las ideas extremistas que alimentan estos altercados se celebraron donde supuestamente estaban previstas las protestas de los radicales, formando, en muchos casos, un escudo humano ante los centros de migraci¨®n.

En la mayor¨ªa de emplazamientos, la protecci¨®n result¨® innecesaria, puesto que en muchos casos no aparecieron los extremistas de derechas. Y en los pocos lugares donde s¨ª aparecieron los ultras, como Brighton o Southampton, estos se vieron ampliamente superados en n¨²mero por los activistas contra la violencia. El saldo de arrestos fue, por tanto, residual, y tan solo hubo un pu?ado de detenciones en Northampton y en Blackpool.

Por primera vez desde que comenz¨® la crisis, el Gobierno laborista, que lleva menos de cinco semanas en el poder, detecta signos de abatimiento de la violencia, tras dos jornadas consecutivas en las que apenas se han registrado altercados. Su esperanza era que el palpable refuerzo del dispositivo policial, la justicia expr¨¦s, con sentencias que ya han comenzado a circular, y la difusi¨®n de la identidad de quienes participaron en los disturbios actuasen como factor de disuasi¨®n. El primer ministro, Keir Starmer, ha advertido repetidamente de que los promotores afrontar¨¢n ¡°todo el peso de la ley¡± y las primeras condenas ya se han hecho p¨²blicas, entre ellas, penas de tres a?os por propinar un pu?etazo a un agente, o por desorden p¨²blico en una mezquita.

La mayor¨ªa de los detenidos tiene antecedentes penales, seg¨²n el jefe de la Polic¨ªa Metropolitana, Mark Rowley, que ha informado de que hasta el 70% de ellos tiene un historial criminal. En su primera reacci¨®n tras las contramanifestaciones del mi¨¦rcoles, el responsable del mayor cuerpo policial del pa¨ªs habl¨® de una ¡°noche muy exitosa¡± y atribuy¨® la ausencia de violencia al notable incremento de agentes en las calles y a la ¡°demostraci¨®n de unidad de las comunidades¡± que se levantaron contra los radicales.

El optimismo, de momento, es prudente. La secretaria de Estado de Seguridad, Diana Johnson, ha dado una ¡°cauta bienvenida¡± a las escenas del mi¨¦rcoles en una ronda de comparecencias en los medios de comunicaci¨®n brit¨¢nicos, pero ha confirmado que las fuerzas de seguridad cuentan con evidencias de que se organizan protestas para los pr¨®ximos d¨ªas.

El objetivo m¨¢s inmediato ahora es acelerar la imputaci¨®n y las sentencias para quienes han participado en los disturbios, pero el Ejecutivo tiene un problema a?adido en internet, acicate de la desinformaci¨®n y el enaltecimiento de la violencia. Esta semana, mantuvo una reuni¨®n con algunos de los gigantes tecnol¨®gicos para instarlos a actuar ante los contenidos incendiarios que han circulado en las redes, pero carece de los mecanismos necesarios para obligar a las plataformas a reaccionar.

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