Muere una activista turco-estadounidense de un disparo en la cabeza en una manifestaci¨®n en Cisjordania
Aysenur Ezgi, de 26 a?os, participaba en una protesta cerca de Nablus contra la expansi¨®n de los asentamientos. La agencia palestina de noticias Wafa responsabiliza del ataque a militares israel¨ªes
Una activista de 26 a?os con doble nacionalidad estadounidense y turca ha muerto este viernes de un disparo en la cabeza cuando participaba en una manifestaci¨®n en el territorio ocupado de Cisjordania. Aysenur Ezgi, de 26 a?os, protestaba contra la expansi¨®n de los asentamientos en Beita, cerca de la ciudad de Nablus, cuando recibi¨® el disparo, que la agencia oficial palestina Wafa atribuye a las fuerzas de seguridad israel¨ªes. Un activista palestino result¨® herido tras el impacto de otra bala en una pierna.
¡°Fue un disparo mortal¡± realizado por un militar israel¨ª que ten¨ªa perfecta visi¨®n, describe el activista israel¨ª antiocupaci¨®n Jonathan Pollak, de 42 a?os, testigo del balazo que atraves¨® la cabeza de Ezgi y con dos d¨¦cadas de experiencia en este tipo de protestas. Con su mano derecha todav¨ªa ensangrentada de haber tratado de frenar la hemorragia al sujetar la cabeza, Pollak explica en el hospital Rafidia de Nablus, donde fue trasladado el cuerpo, que el soldado se encontraba a unos 150 metros y que en el momento de disparar no ocurr¨ªa ning¨²n tipo de incidente en el lugar. A media tarde del viernes, varios polic¨ªas y sanitarios extrajeron el cad¨¢ver de uno de los cub¨ªculos de la morgue del centro m¨¦dico para que los forenses le realizaran la autopsia. Pollak, mientras, trataba de coordinar por tel¨¦fono la informaci¨®n para que le llegara a la familia.
Todo ocurri¨®, seg¨²n el relato del activista israel¨ª, unos 20 o 30 minutos despu¨¦s de que se hubiera intentado celebrar una oraci¨®n de protesta delante de un asentamiento jud¨ªo, ante la presencia de efectivos del ej¨¦rcito israel¨ª que la disolvieron en medio de algunos enfrentamientos con j¨®venes palestinos. El grupo fue expulsado hacia las primeras casas del vecino pueblo de Beita mientras los soldados tomaron posiciones sobre una casa del monte de Sabih. Pollak, que estaba a solo 10 metros de la activista cuando le alcanz¨® una bala, est¨¢ convencido de que la muerte de Ezgi supone un asesinato. En el momento del disparo, ¡°no estaba ocurriendo absolutamente nada. Fueron dos incidentes distintos¡±, a?ade refiri¨¦ndose a la dispersi¨®n de la protesta y a la muerte de la activista un rato despu¨¦s. ¡°Hasta dormido puedo distinguir el sonido de los proyectiles de gas, las balas de goma, el disparo de un francotirador o el fuego real¡±, agrega.
En im¨¢genes distribuidas por los servicios de emergencia palestinos se ve a los sanitarios atendiendo a la activista en un primer momento en el interior de la ambulancia mientras le colocan un vendaje en la cabeza. Poco despu¨¦s, ya en el hospital de Nablus, han confirmado su muerte. ¡°Tratamos de hacerle una maniobra de reanimaci¨®n, pero desagraciadamente muri¨®¡±, ha se?alado a la agencia Reuters el director del hospital, Fouad Nafaa.
La joven trabajaba como voluntaria en el Movimiento de Solidaridad Internacional (ISM, por sus siglas en ingl¨¦s) en una campa?a destinada a proteger a los agricultores palestinos de los colonos israel¨ªes. Su muerte es la tercera de un activista de ISM en los territorios palestinos; la m¨¢s conocida, Rachel Corrie, fue aplastada por una excavadora militar en Rafah en 2003. Seg¨²n sus compa?eros, Ezgi hab¨ªa llegado este mismo martes, el mi¨¦rcoles recibi¨® una instrucci¨®n en Ramala y este viernes ha fallecido mientras participaba en su primera acci¨®n con ISM.
Tanto la diplomacia estadounidense como la turca han confirmado la muerte, aunque en tono bien distinto. ¡°Somos conscientes de la tr¨¢gica de una ciudadana estadounidense, Aysenur Ezgi, hoy en Cisjordania. Damos nuestro m¨¢s sentido p¨¦same a su familia y seres queridos¡±, ha indicado Matthew Miller, el portavoz del Departamento de Estado en Washington, que est¨¢ ¡°recopilando urgentemente m¨¢s informaci¨®n sobre las circunstancias de la muerte¡±. En cambio, el Ministerio de Exteriores en Ankara ha acusado directamente al Gobierno de Benjam¨ªn Netanyahu de ¡°asesinar¡± a su nacional y de ¡°intimidar a quien acuda en ayuda de los palestinos y luche pac¨ªficamente contra el genocidio¡±.
El monte de Sabih, donde se produjeron los disparos, es donde los colonos de Eviatar, un radical asentamiento cercano, han agredido a la poblaci¨®n local, y alberga protestas regulares de activistas internacionales en solidaridad con Palestina. En la de este viernes, seg¨²n vecinos, el n¨²mero de activistas fue mayor, las fuerzas de seguridad israel¨ªes acudieron al lugar y se produjeron escaramuzas. El ej¨¦rcito israel¨ª ha asegurado que est¨¢ ¡°investigando¡± los ¡°detalles del incidente¡±, y que sus tropas abrieron fuego contra ¡°el principal instigador¡± del lanzamiento de piedras a los soldados, que ¡°representaba una amenaza¡±.
Junto al cad¨¢ver de Ezgi, Ghassan Daghlas, el gobernador de Nablus (la regi¨®n a la que pertenece Beita), se ha dirigido en ¨¢rabe a los medios para subrayar que la activista participaba en una ¡°protesta pac¨ªfica¡± y decirle al presidente de Estados Unidos, Joe Biden: ¡°Estas son balas estadounidenses [¡] Han matado a una ciudadana estadounidense como matan a los ni?os en Gaza, Yen¨ªn o Tulkarem¡±.
En medio de las c¨¢maras y los periodistas locales e internacionales, el activista ha declarado: ¡°Todos ustedes est¨¢n aqu¨ª porque es ciudadana estadounidense, pero 17 personas murieron en manifestaciones desde 2021¡å en esta misma zona, pero ¡°nadie oy¨® hablar de ellos porque eran palestinos, no estadounidenses. Pero fueron asesinados en las mismas circunstancias por los mismos soldados, con las mismas armas proporcionadas por los estadounidenses que ahora han matado a estadounidenses¡± porque ¡°hace apenas unas semanas, otro ciudadano estadounidense fue herido en el mismo lugar, con munici¨®n real¡±, ha a?adido. ¡°Y todo esto sucede en el contexto de creciente violencia israel¨ª en Cisjordania¡± y ¡°ante el genocidio de Gaza¡±, ha concluido indignado y triste.
Jonathan Pollak relata que en cuanto escuch¨® el disparo corri¨® hacia el olivo en el que hab¨ªa ca¨ªdo Ezgi desplomada. Su relato sobrecoge: ¡°Puse mi mano bajo su cabeza en un intento de que dejara de sangrar, pero hab¨ªa un orificio de entrada y otro de salida. Le tom¨¦ el pulso, que estaba ya muy d¨¦bil. Empez¨® a palidecer y se le volvieron los ojos. Empezamos a llamar hist¨¦ricos a una ambulancia. Trataron de reanimarla, pero no fue posible¡±.
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