Un grupo de pa¨ªses llevar¨¢ a la justicia internacional a los talibanes por discriminar a las afganas
Canad¨¢, Reino Unido, Australia y Pa¨ªses Bajos afirman en Naciones Unidas que iniciar¨¢n un caso ante el Tribunal Internacional de Justicia si la situaci¨®n de las mujeres del pa¨ªs no mejora en seis meses
¡°Una gata tiene m¨¢s libertad en Afganist¨¢n que una mujer. Puede sentarse en la entrada de su casa y sentir el sol en la cara o perseguir a una ardilla en un parque. Esa ardilla tiene tambi¨¦n m¨¢s derechos que una ni?a en Afganist¨¢n hoy en d¨ªa, porque los talibanes han cerrado los parques p¨²blicos a mujeres y ni?as. Un p¨¢jaro puede cantar en Kabul, pero una ni?a, no¡±. La actriz Meryl Streep resumi¨® el martes, en un acto paralelo a la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, la persecuci¨®n, la privaci¨®n de derechos, la ¡°jaula¡± ¡ªel t¨¦rmino utilizado por muchas afganas¡ª en la que est¨¢n recluidas las mujeres bajo el r¨¦gimen talib¨¢n en Afganist¨¢n. Streep resum¨ªa as¨ª un clamor al que la comunidad internacional ha hecho hasta ahora o¨ªdos sordos, en los m¨¢s de tres a?os transcurridos desde el retorno al poder en Afganist¨¢n de los talibanes en agosto de 2021. Los ministros de Exteriores de Canad¨¢, Australia, Alemania y Pa¨ªses Bajos anunciaron este mi¨¦rcoles en ese mismo foro de Naciones Unidas que, si la situaci¨®n de las afganas no mejora en seis meses, iniciar¨¢n un caso en el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) de La Haya contra los talibanes por discriminaci¨®n de g¨¦nero.
Si ese anuncio se hace realidad, esta ser¨ªa la primera iniciativa de Estados para llevar a los fundamentalistas afganos ante un tribunal internacional. Nunca hasta ahora un Estado ha llevado a otro ante el TIJ por discriminaci¨®n de g¨¦nero. Esta demanda ante los jueces de La Haya se plantear¨ªa porque los talibanes han infringido la Convenci¨®n para la eliminaci¨®n de todas la formas de discriminaci¨®n contra la mujer (CEDAW por sus siglas en ingl¨¦s), adoptada por Naciones Unidas en 1979, y ratificada por Afganist¨¢n en 2003, antes de que los fundamentalistas afganos recuperaran el poder.
Este anuncio se queda corto respecto a las demandas de las afganas, de las ONG de derechos humanos y de mujeres de todo el mundo. Primero, porque el caso se pospone para dentro de seis meses, un per¨ªodo en el que deber¨ªa producirse una hipot¨¦tica mejora de la situaci¨®n de las afganas. Tambi¨¦n porque las afganas aspiran a que los talibanes respondan por un crimen mucho m¨¢s grave que el de violar una convenci¨®n de la ONU. Las mujeres de Afganist¨¢n reclaman que otra instancia internacional, basada tambi¨¦n en La Haya ¡ªel Tribunal Penal Internacional¡ª juzgue a los talibanes por cr¨ªmenes contra la humanidad por persecuci¨®n de g¨¦nero. En Espa?a, un grupo de mujeres ha iniciado una recogida de firmas para que el Gobierno tome precisamente esa iniciativa.
Una vez aceptado el caso que han anunciado esos cuatro pa¨ªses, los talibanes tendr¨ªan seis meses para responder antes de que se celebre una vista y los jueces decidan si proponen medidas provisionales. Esa respuesta es muy improbable. El r¨¦gimen fundamentalista no reconoce a ninguna instancia judicial internacional. Nada m¨¢s derrocar al Gobierno del presidente Ashraf Ghani, que gozaba de apoyo occidental, los talibanes anularon la Constituci¨®n del pa¨ªs aprobada en 2004, en los primeros a?os de la veintena que dur¨® la presencia de tropas internacionales en el pa¨ªs.
Una ¡°jaula¡±
El expolio de derechos de las afganas empez¨® en septiembre de 2021 con la prohibici¨®n a las mujeres de ejercer muchas profesiones y el cierre de los institutos de secundaria, que dej¨® a las ni?as sin educaci¨®n a partir de los 12 a?os. Los talibanes expulsaron despu¨¦s a las mujeres de la universidad, les vetaron el acceso a parques y ba?os p¨²blicos, cerraron sus negocios, les prohibieron salir de casa sin la vigilancia de un guardi¨¢n masculino y trabajar en ONG y agencias de la ONU. Las afganas no pueden ni asomarse a las ventanas.
Solo entre junio de 2023 y marzo de 2024, el r¨¦gimen afgano aprob¨® 52 reglamentos contra los derechos de las mujeres y las ni?as, describe un informe del relator especial de Naciones Unidas para los derechos humanos en Afganist¨¢n, Richard Bennett. El relator considera que la situaci¨®n de las afganas constituye un ¡°apartheid de g¨¦nero¡±. Afganist¨¢n ha reinstaurado la flagelaci¨®n p¨²blica y la lapidaci¨®n de mujeres por adulterio y, en agosto, prohibi¨® el sonido de la voz de las afganas y que se vieran sus rostros en los espacios p¨²blicos.
Mientras, a principios de julio, Naciones Unidas celebr¨® la tercera cumbre sobre Afganist¨¢n de Doha, la capital catar¨ª, en la que participaron los talibanes, pero las afganas, no. Muchas afganas y organizaciones de mujeres y de derechos humanos interpretaron ese hecho como un paso hacia la normalizaci¨®n de los fundamentalistas.
Los defensores de la v¨ªa de la justicia supranacional creen que una sentencia de un tribunal internacional tendr¨ªa un efecto disuasorio sobre esos Estados que se plantean reconocer a los talibanes, dado que esos otros pa¨ªses s¨ª estar¨ªan en teor¨ªa obligados a acatar las sentencias de La Haya.