Avi Shlaim, historiador israelo-brit¨¢nico: ¡°Netanyahu quiere arrastrar a EE UU a una confrontaci¨®n con Ir¨¢n¡±
El ensayista ¨¢rabe jud¨ªo afirma que el actual Gobierno israel¨ª tiene como objetivo ¡°la limpieza ¨¦tnica de Gaza y la anexi¨®n real de Cisjordania¡±
Avi Shlaim, nacido hace 78 a?os en el seno de una familia jud¨ªa en Bagdad, la capital de Irak, es uno de los historiadores sobre Oriente Pr¨®ximo m¨¢s respetados. ?rabe y jud¨ªo, como ¨¦l mismo se describe, profesor em¨¦rito de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, donde reside, cuida mucho su discurso, medido. Su sonrisa rasga los ojos hasta dibujar una l¨ªnea fina tras las gafas. De pelo cano y ensortijado, Shlaim, ...
Avi Shlaim, nacido hace 78 a?os en el seno de una familia jud¨ªa en Bagdad, la capital de Irak, es uno de los historiadores sobre Oriente Pr¨®ximo m¨¢s respetados. ?rabe y jud¨ªo, como ¨¦l mismo se describe, profesor em¨¦rito de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, donde reside, cuida mucho su discurso, medido. Su sonrisa rasga los ojos hasta dibujar una l¨ªnea fina tras las gafas. De pelo cano y ensortijado, Shlaim, que emigr¨® junto a su familia a Israel en los a?os cincuenta, reflexiona unos segundos antes de contestar a cada pregunta durante la entrevista, celebrada por videoconferencia el pasado viernes. Iniciada su exposici¨®n, dura, argumentada, este ensayista parece tirar de un hilo construido sobre la marcha, pero de una gran consistencia.
Autor de ensayos como El muro de hierro: Israel y el mundo ¨¢rabe, y su ¨²ltima obra, Tres mundos: memorias de un jud¨ªo ¨¢rabe, Shlaim forma parte de ese colectivo de nuevos historiadores israel¨ªes ¨Dcomo se les llam¨® en el siglo pasado¨D que desaf¨ªan la versi¨®n tradicional de los hechos. Hace casi un a?o, a finales del pasado octubre, un centro universitario de Liverpool cancel¨® su conferencia ante las presiones de la comunidad jud¨ªa.
Pregunta. En alguna ocasi¨®n ha dicho que todav¨ªa espera que Israel empiece a actuar de un modo racional. ?A¨²n es as¨ª?
Respuesta. Israel ha cambiado mucho. En las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, desde la segunda Intifada [2000-2005], ha estado movi¨¦ndose constantemente hacia la derecha. El actual Gobierno, encabezado por Benjam¨ªn Netanyahu, es el m¨¢s derechista, xen¨®fobo, expansionista, islam¨®fobo y racista de la historia de Israel. Hay extremistas como Itamar Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional y l¨ªder del Partido Poder Jud¨ªo, y [el ministro de Finanzas] Bezalel Smotrich, l¨ªder del Partido Sionista Religioso, que ocupan puestos clave en el Gobierno. Son mesi¨¢nicos, supremacistas jud¨ªos. Su objetivo final es la limpieza ¨¦tnica de Gaza y la anexi¨®n real de Cisjordania. Las directrices pol¨ªticas de este Gobierno establecen que el pueblo jud¨ªo tiene derecho exclusivo sobre toda la tierra de Israel. Pero no me atrever¨ªa a decir que Israel ha dejado de ser racional. El ataque de Ham¨¢s del 7 de octubre del a?o pasado transform¨® la sociedad israel¨ª por completo. Desde entonces, el p¨²blico israel¨ª ha clamado venganza, y la venganza no es una pol¨ªtica. Aunque Netanyahu es impopular, la destrucci¨®n en Gaza fue popular, y tambi¨¦n lo es su ataque a Hezbol¨¢ en L¨ªbano.
P. La popularidad de Netanyahu ha vuelto a crecer.
R. Despu¨¦s del ataque sorpresa de Ham¨¢s a Israel, Netanyahu estaba en su punto m¨¢s bajo. El 80% de los israel¨ªes lo desaprobaban. No ha logrado los objetivos declarados, que son la destrucci¨®n de Ham¨¢s y la recuperaci¨®n de los rehenes israel¨ªes. Asesin¨® a Ismail Haniya, el l¨ªder de Ham¨¢s, pero luego ha desplazado el centro de gravedad al frente norte al atacar a Hezbol¨¢, un aliado clave de Ir¨¢n, y asesinar a su l¨ªder, Hasan Nasral¨¢, s¨ªmbolo de la resistencia ¨¢rabe al imperialismo israel¨ª y estadounidense. No hay duda de que Israel ha logrado una serie de ¨¦xitos t¨¢cticos, como el asombroso ataque con buscas y walkie talkies. Parece que ha pasado a la ofensiva contra todos los aliados [de Ham¨¢s] y lo est¨¢ haciendo muy bien. Es por eso que la popularidad de Netanyahu ha ido aumentando. Pero estos son ¨¦xitos t¨¢cticos: se han anotado victorias, han infligido da?o a los enemigos de Israel, pero no se trata de un logro estrat¨¦gico porque Ham¨¢s sigue all¨ª, disparando cohetes, y Hezbol¨¢ tambi¨¦n, ofreciendo resistencia a las fuerzas terrestres israel¨ªes.
P. En efecto, hay victorias t¨¢cticas, pero en medio de una estrategia muy amplia que tambi¨¦n ha golpeado en Ir¨¢n, Yemen y Siria. ?Cu¨¢l cree que es el objetivo final de Israel?
R. El objetivo ¨²ltimo de Israel es cambiar el equilibrio de poder en Oriente Pr¨®ximo. Y su principal oponente es Ir¨¢n, el patrocinador del eje de la resistencia a Israel, que incluye a aliados como Ham¨¢s, Hezbol¨¢, los hut¨ªes en Yemen y varias milicias proiran¨ªes en Siria e Irak. Ir¨¢n ha evitado un enfrentamiento directo con Israel, pero ha estado presionando a trav¨¦s de todos sus aliados. Israel est¨¢ tratando de debilitar todo este eje de resistencia, expandiendo constantemente el conflicto. El objetivo de Estados Unidos es contener el conflicto, el de Israel es extenderlo y escalarlo con sus oponentes. Libra una guerra por frentes en Gaza, L¨ªbano, contra los hut¨ªes en Yemen y atacando objetivos en Siria. Pero ese no es el fin. Israel quiere realmente enfrentarse a Ir¨¢n, abrir ese frente, porque es la clave. Durante dos d¨¦cadas, Netanyahu ha estado exigiendo sin ¨¦xito la intervenci¨®n estadounidense del lado de Israel para atacar las instalaciones nucleares iran¨ªes. El primer ministro israel¨ª es quien manda y su objetivo es arrastrar a EE UU a una confrontaci¨®n con Ir¨¢n con el objetivo de destruir las instalaciones nucleares iran¨ªes.
P. ?Qu¨¦ papel desempe?an EE UU y Occidente en la extensi¨®n de esta ofensiva israel¨ª?
R. Es una paradoja: Israel depende totalmente de EE UU, mientras EE UU tiene muy poca influencia en la pol¨ªtica de Israel. El apoyo estadounidense a Israel es incondicional. As¨ª que EE UU suministra armas, dinero y protecci¨®n diplom¨¢tica. Le da a Israel 3.800 millones de d¨®lares al a?o en cr¨¦ditos militares. Durante la guerra en Gaza, el Congreso vot¨® otros 14.000 millones y otros 20.000 millones. Subsidia a Israel en un grado muy alto. En segundo lugar, usa el veto para derrotar resoluciones que no son del agrado de Israel. El apoyo estadounidense a Israel no est¨¢ condicionado a que respete los derechos humanos palestinos o el derecho internacional. Y es por eso que Israel se sale literalmente con la suya. Estamos viendo a Joe Biden tratando de negociar con Netanyahu un alto el fuego en Gaza y L¨ªbano, pero sin ¨¦xito. Este est¨¢ tratando deliberadamente de ofender y humillar a Biden porque le gustar¨ªa que su amigo Donald Trump ganara las pr¨®ximas elecciones estadounidenses.
P. Este conflicto no empez¨® el 7 de octubre de 2023; ha habido muchas guerras vencidas por Israel, que, no obstante, no ha ganado la paz. Al contrario, el conflicto se agrava, ?por qu¨¦?
R. El conflicto comenz¨® hace un siglo como un choque entre dos movimientos nacionales: el sionismo y el nacionalismo palestino. La cuesti¨®n palestina es el coraz¨®n y el n¨²cleo del conflicto. Y sin una soluci¨®n a este problema, nunca habr¨¢ paz, seguridad ni estabilidad en Oriente Pr¨®ximo. Israel, desde 1967 [a?o en el que se libra la Guerra de los Seis D¨ªas], ha tenido que elegir entre ceder territorio a cambio de la paz o quedarse con ¨¦l. Con sus acciones, ha demostrado una y otra vez que prefiere el territorio a la paz. No tiene una soluci¨®n pac¨ªfica al conflicto, solo utiliza la fuerza militar. Hay un dicho israel¨ª que dice que si la fuerza no funciona, usa m¨¢s. Sobre la soluci¨®n de dos Estados existe el m¨¢s amplio consenso internacional, pero est¨¢ muerta porque Israel la mat¨® con asentamientos, una barrera de seguridad y la anexi¨®n de Jerusal¨¦n Este. Adem¨¢s, ning¨²n Gobierno estadounidense desde 1967 ha empujado a Israel hacia una aut¨¦ntica soluci¨®n de dos Estados.
R. Es decir que, como su buen amigo Mustaf¨¢ Barguti, exministro palestino de Informaci¨®n, defiende la soluci¨®n de un Estado.
P. Ham¨¢s no es una organizaci¨®n terrorista. Es un partido pol¨ªtico que adopt¨® la v¨ªa parlamentaria para llegar al poder en enero de 2006. Obtuvo una mayor¨ªa absoluta en una elecci¨®n justa y libre, pero Israel y sus aliados occidentales se negaron a reconocer aquel gobierno. As¨ª que Ham¨¢s intent¨® una v¨ªa diplom¨¢tica, pero no se le permiti¨® seguir adelante. La OLP [Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina] firm¨® los Acuerdos de Oslo con Israel; renunci¨® a su pretensi¨®n de liberar por la fuerza el 78% de la Palestina hist¨®rica a cambio de un Estado palestino en el 22%. Pero eso no fue suficiente para Israel. Sigui¨® expandi¨¦ndose. Mientras hablamos, sigue confiscando m¨¢s tierra en Cisjordania y llevando a cabo la limpieza ¨¦tnica. Yo sol¨ªa apoyar la soluci¨®n de dos Estados, pero es una f¨®rmula vac¨ªa. Ahora defiendo la ¨²nica soluci¨®n democr¨¢tica a este conflicto, que es un Estado, del r¨ªo [Jord¨¢n] al mar [Mediterr¨¢neo], con derechos iguales para todos sus ciudadanos, independientemente de la religi¨®n y etnia.
P. ?Qu¨¦ opina de la respuesta contenida de los vecinos ¨¢rabes de la regi¨®n?
R. Es sorprendente el silencio que han mantenido los Estados ¨¢rabes cuando Israel ha estado llevando a cabo un genocidio en Gaza, limpieza ¨¦tnica en Cisjordania y una ofensiva militar masiva en L¨ªbano. Algunos de ellos han firmado tratados de paz con Israel: los Acuerdos de Abraham. Netanyahu siempre se ha jactado de que Israel puede hacer la paz con los Estados ¨¢rabes sin hacer concesiones a los palestinos, y estos acuerdos lo justificaron. Hay una posici¨®n colectiva en el conflicto, la Iniciativa de Paz ?rabe, que fue adoptada por la cumbre de la Liga ?rabe en Beirut en marzo de 2002. Y ofrece a Israel la paz y la normalizaci¨®n con los 22 miembros de la Liga ?rabe a cambio de un Estado palestino independiente en Cisjordania y Gaza con una capital en Jerusal¨¦n Este. Este es el acuerdo del siglo. No se puede pedir m¨¢s que eso. Netanyahu lo ha rechazado una y otra vez. Los Acuerdos de Abraham fueron una retirada de esta oposici¨®n colectiva y una pu?alada por la espalda a los palestinos.
Una de las razones del ataque de Ham¨¢s el 7 de octubre fue que Arabia Saud¨ª estaba a punto de firmar un tratado de paz con Israel. Tuvo el efecto deseado porque Arabia Saud¨ª suspendi¨® las negociaciones, y ahora repite una y otra vez que un Estado palestino es una condici¨®n previa. Netanyahu parec¨ªa tener raz¨®n al afirmar que Israel no ten¨ªa que hacer concesiones a los palestinos y aun as¨ª lograr la paz con los Estados ¨¢rabes. Pero este ataque de Ham¨¢s ha dado a los ¨¢rabes motivos para detenerse y pensar si realmente quieren seguir adelante.
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