El dilema de los cascos azules en el sur de L¨ªbano
Los mandos de la Unifil niegan que Hezbol¨¢ utilice a sus militares de escudos humanos, como alega Israel. La misi¨®n no tiene capacidad ni voluntad para entrar en combate pese a los ataques que sufre.
Los mandos de la Unifil (Fuerza Interina de Naciones Unidas para L¨ªbano, por sus siglas en ingl¨¦s) han recibido con estupor la excusa del ej¨¦rcito israel¨ª de que ha atacado repetidamente a los cascos azules desplegados en el sur del pa¨ªs, con un balance hasta ahora de casi una veintena de heridos, porque Hezbol¨¢ los utiliza como ¡°escudos humanos¡±. ¡°Es mentira¡±, replica un militar espa?ol de alto rango en t¨¦rminos poco diplom¨¢ticos. ¡°En todo caso¡±, a?ade, ¡°ser¨¢ al rev¨¦s¡±. Se refiere a que, en la primera semana de octubre, las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) emplazaron carros de combate y blindados junto a la posici¨®n 6-52 de la misi¨®n de la ONU, a cargo del contingente irland¨¦s. Las tropas israel¨ªes solo se retiraron despu¨¦s de que, a trav¨¦s de los cauces habituales, la misi¨®n de Naciones Unidas advirtiera de que estaban convirtiendo a los cascos azules en blanco de una eventual represalia de la milicia libanesa. Sucedi¨® junto a la aldea de Marun al Ras, donde los soldados israel¨ªes hab¨ªan izado una bandera con la estrella de David sobre las ruinas de un parque patrocinado por Ir¨¢n.
Los expertos militares barajan dos hip¨®tesis para explicar los ¡°repetidos y deliberados¡± ataques de Israel contra las fuerzas de paz de la ONU, 10.500 soldados de medio centenar de pa¨ªses, cuyo comandante en jefe hasta febrero del a?o pr¨®ximo es el teniente general espa?ol Aroldo L¨¢zaro. La primera es que quiere forzar a los cascos azules a retirarse, para que no haya testigos de sus operaciones. El pasado 30 de septiembre, v¨ªspera del inicio de la invasi¨®n terrestre de L¨ªbano, las FDI instaron a las fuerzas de Naciones Unidas a evacuar sus puestos de observaci¨®n a lo largo de la L¨ªnea Azul, que sirve de separaci¨®n entre los dos pa¨ªses, con la advertencia de que iban a convertirse en zona de combate contra Hezbol¨¢ y no pod¨ªa garantizar su seguridad.
El jefe del departamento de Operaciones de Paz de Naciones Unidas, Jean-Pierre Lacroix, rechaz¨® de plano el emplazamiento de Israel, siguiendo las recomendaciones del general L¨¢zaro. La retirada no solo supon¨ªa dejar de tener informaci¨®n de primera mano sobre lo que suced¨ªa en una de las zonas m¨¢s calientes del mundo, sino tambi¨¦n perder unas posiciones que ser¨ªa muy dif¨ªcil recuperar en el futuro. Lo que s¨ª hizo el cuartel general de la Unifil es reducir al m¨ªnimo el personal en esas instalaciones, ya que al cancelarse las patrullas se recortaba dr¨¢sticamente su actividad, y adoptar las m¨¢ximas medidas de seguridad. Tambi¨¦n se ha evacuado, en este caso hacia el norte del pa¨ªs, al personal civil que trabajaba para la Unifil, unas 800 personas.
Este domingo, carros de combate Merkava israel¨ªes irrumpieron por la fuerza en el puesto avanzado de la ONU en Ramya, en el sector bajo responsabilidad italiana, y una quincena de cascos azules resultaron intoxicados por proyectiles de humo, mientras que el s¨¢bado fue bloqueado un convoy log¨ªstico ¡°de importancia esencial¡± cerca de Marjay¨²n, base de la brigada espa?ola. En un mensaje televisado, el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, ha instando al secretario general de Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres, a retirar ¡°ya, inmediatamente,¡± a los cascos azules ¡°de los feudos de Hezbol¨¢ y zonas de combate¡±, con el argumento de que se han convertido en ¡°rehenes¡± del grupo ch¨ªi.
Fuentes militares apuntan otra explicaci¨®n para los ataques israel¨ªes, compatible con la anterior. El ej¨¦rcito israel¨ª ha recurrido a reservistas para nutrir las fuerzas desplegadas en L¨ªbano y estas adolecen de una acusada falta de profesionalidad. A¨²n peor: sus cuadros de mando est¨¢n exhaustos por la intervenci¨®n en Gaza, que se prolonga ya un a?o, y, sobre todo, acostumbrados a actuar con total autonom¨ªa e impunidad.
Reglas de combate
Las reglas de enfrentamiento empleadas por el ej¨¦rcito israel¨ª en la Franja, explican las mismas fuentes, se basan en dos principios: la misi¨®n debe cumplirse sin importar los da?os colaterales, y la vida de un soldado israel¨ª vale m¨¢s que la de 100 civiles palestinos. Eso explica el alt¨ªsimo n¨²mero de muertos en Gaza, m¨¢s de 42.000, pese al uso de tecnolog¨ªa avanzada e inteligencia artificial. En cambio, en L¨ªbano, los militares israel¨ªes no pueden atacar indiscriminadamente, sino que est¨¢n obligados a diferenciar entre los milicianos de Hezbol¨¢, los miembros de las Fuerzas Armadas de L¨ªbano y las tropas de la ONU, protegidas por el derecho internacional. En teor¨ªa, no pueden disparar primero y preguntar despu¨¦s.
En realidad, quienes s¨ª tienen atadas las manos son los soldados de la ONU. El ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto, cuyo pa¨ªs tiene 870 soldados en L¨ªbano, se preguntaba la semana pasada si los cascos azules deber¨ªan responder a las agresiones de Israel y entrar en combate con las FDI. Se trataba de una pregunta ret¨®rica y una ¡°provocaci¨®n¡±, seg¨²n ¨¦l mismo reconoci¨®, pero que puede no estar tan lejos.
La resoluci¨®n 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU de 2006 (que ampli¨® las resoluciones 425 y 426 de 1978, por las que se cre¨® Unifil) autoriza a su misi¨®n en L¨ªbano a ¡°que tome todas las medidas necesarias y que estime que est¨¢n dentro de sus capacidades¡± para ¡°proteger al personal, los servicios y las instalaciones y el equipo de Naciones Unidas¡±, ¡°resistir los intentos de impedirle por medios coercitivos cumplir sus funciones¡± y velar ¡°por la seguridad y libertad de circulaci¨®n¡±, tanto del personal de la ONU como de los trabajadores humanitarios. Adem¨¢s, insta a los cascos azules a que protejan, ¡°sin perjuicio de la responsabilidad del Gobierno de L¨ªbano, a los civiles que se encuentren bajo amenaza inminente de sufrir violencia f¨ªsica¡±.
No obstante, las capacidades de la Unifil y la voluntad de los pa¨ªses que aportan tropas a la misma est¨¢n muy lejos de contemplar su entrada en combate. La misi¨®n se puso en marcha bajo la premisa de que exist¨ªa un alto el fuego entre Israel y Hezbol¨¢ que se trataba de verificar. El papel de los cascos azules se concibi¨® como subsidiario de las Fuerzas Armadas de L¨ªbano, para apoyar su despliegue en el sur del pa¨ªs. Cuando los miembros de la misi¨®n de Naciones Unidas sospechan de la presencia de una instalaci¨®n de Hezbol¨¢ en su zona, avisan a los militares libaneses para que la registren. Y estos pueden acudir o no; la mayor parte de las veces, no.
El papel de la Unifil se ha limitado hasta ahora a tomar nota de los incumplimientos del alto el fuego, a ser meros notarios de la realidad. Sin embargo, las Fuerzas Armadas libanesas se han retirado del sur, el alto el fuego que vinieron a verificar ha saltado por los aires y los ataques de Israel han convertido a las fuerzas de paz en protagonistas involuntarias de la guerra. Antes de Navidad, muchos contingentes de Naciones Unidas, incluido el espa?ol, deben ser relevados. Algo que en las actuales condiciones, seg¨²n fuentes militares, resulta inviable. Ser¨¢ el momento de plantearse si continuar y en qu¨¦ condiciones. Con 326 fallecidos en sus 46 a?os de existencia, Unifil es una de las misiones de la ONU m¨¢s costosas en vidas de cascos azules.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.