L¨ªbano: una invasi¨®n lenta sin objetivos claros
Los combates en torno a la frontera dejan muchas bajas en poco territorio, con ataques intencionados de Israel a cascos azules y dudas sobre sus planes reales
El pasado martes, los medios israel¨ªes difundieron un v¨ªdeo de sus militares colocando una bandera nacional dentro de territorio de L¨ªbano, por primera vez desde el inicio de la incursi¨®n terrestre, el pasado d¨ªa 1. ¡°Atenci¨®n a la promenade (paseo) iran¨ª, frente a [la cooperativa agr¨ªcola israel¨ª] Avivim¡±, se oye decir a uno de ellos. En la grabaci¨®n se ven los escombros del Jard¨ªn Iran¨ª, una especie de parque de atracciones propagand¨ªstico en Marun al Ras que inaugur¨® en 2010 el entonces presidente iran¨ª, Mahmud Ahmadineyad, y en el que una figura de Qasem Soleimani (el poderoso general iran¨ª asesinado por la CIA y el Mosad en 2020) se?alaba desde un alto hacia el enemigo, Israel, que puede verse con claridad precisamente porque est¨¢ muy cerca. La geolocalizaci¨®n del v¨ªdeo muestra que los soldados penetraron 700 metros en suelo liban¨¦s, a casi 200 de la primera casa del pueblo. El ministro de Energ¨ªa, Eli Cohen, anunci¨®, en cambio, que las tropas hab¨ªan ¡°ocupado¡± Marun al Ras (muy simb¨®lico para los israel¨ªes por su impotencia all¨ª ante Hezbol¨¢ en la guerra de 2006) y ¡°destruido casas desde las que lanzaba proyectiles antitanque contra civiles israel¨ªes¡±.
Es imposible saber si es cierto. La informaci¨®n en el terreno sobre lo que sucede en la casi desierta zona de los combates proviene de los medios de Hezbol¨¢, del ej¨¦rcito de Israel y de los corresponsales militares israel¨ªes que ha empotrado. Pero el izado de la bandera y el debate sobre la toma del pueblo muestran las ganas de Israel de presentar a su p¨²blico logros en la invasi¨®n y ha abierto un debate entre los expertos sobre si avanza con lentitud por decisi¨®n o incapacidad, dada la resistencia armada que est¨¢ encontrando.
Andreas Krieg ve ¡°un poco de ambas¡±. Es analista de riesgos geopol¨ªticos en Oriente Pr¨®ximo y Norte de ?frica y profesor asociado en la Escuela de Estudios de Seguridad del King¡¯s College de Londres, y considera ¡°sorprendente¡± que las Fuerzas Armadas israel¨ªes hayan sido ¡°incapaces¡± en casi dos semanas ¡°de tomar los principales feudos de Hezbol¨¢ justo al lado de la frontera¡±, incluso a apenas medio kil¨®metro de la L¨ªnea Azul, la divisoria reconocida internacionalmente que vigilan las tropas de la ONU.
El ej¨¦rcito, que ha intentado penetrar tambi¨¦n por el suroeste, tiene desplegadas ya cuatro divisiones (entre ellas, la primera de reservistas), lo que se calcula en unos 15.000 soldados. De momento, ha avanzado cientos de metros por el centro, en Odeiseh, Marun al Ras y Yarun, donde las im¨¢genes revelan un patr¨®n de destrucci¨®n similar al de Gaza.
¡°Nadie esperaba una r¨¢pida toma de territorio, porque el terreno no lo permite¡±, pero el ej¨¦rcito israel¨ª ¡°solo ha logrado hacerse con dos peque?as aldeas entre el Mediterr¨¢neo y el Gol¨¢n¡±, se?ala Krieg. La zona, de verdes picos, es tan dura para el movimiento de los blindados como ideal para las emboscadas que vienen tendiendo los milicianos: una mezcla de ataques sorpresa durante horas, impidiendo incluso la evacuaci¨®n de los heridos. Es ah¨ª donde se diluye la abrumadora superioridad a¨¦rea y tecnol¨®gica que Israel despliega en otras partes de L¨ªbano ¨Dcon decenas de bombardeos diarios¨D, Gaza, Siria o Yemen.
Para Krieg, se libra m¨¢s bien una ¡°guerra de desgaste¡±. Es decir, muchas bajas, poco territorio. Israel asegura haber matado a 450 milicianos de Hezbol¨¢ (que no est¨¢ revelando el n¨²mero) y perdido ocho soldados. Fue un n¨²mero muy alto para los dos primeros d¨ªas, pero no ha sufrido bajas desde entonces. ¡°Est¨¢ avanzando de forma extremadamente cuidadosa, porque entiende que la voluntad de combatir por parte de Hezbol¨¢ no est¨¢ rota y est¨¢ priorizando proteger a sus fuerzas¡±. Como saben las madres que se manifestaban en los a?os noventa pidiendo la retirada del sur de L¨ªbano, el regreso de soldados es ata¨²des puede laminar f¨¢cilmente el mayoritario apoyo social que tiene hoy la invasi¨®n.
David Wood, analista s¨¦nior de L¨ªbano del think tank International Crisis Group, recuerda que las tropas israel¨ªes se est¨¢n moviendo m¨¢s lentamente que en la guerra de 2006, que dur¨® 34 d¨ªas, ¡°lo que muestra que Hezbol¨¢ tiene a¨²n capacidad para combatir, pese a haber sufrido golpes militares significativos¡±. Israel se ha visto obligado a hacer repliegues t¨¢cticos (que Hezbol¨¢ celebra en sus comunicados), sin hacerse con objetivos en el territorio de gran valor estrat¨¦gico.
Wood recuerda tambi¨¦n un aspecto que suele olvidarse. Hezbol¨¢ nunca hab¨ªa sufrido golpes tan duros desde que naci¨® en la d¨¦cada de los ochenta, pero cuenta en 2024 con una estructura, infraestructuras y entrenamiento en combate en Siria de la que carec¨ªa en la guerra de 2006, en la que ¨Dcon menos hombres y arsenal¨D logr¨® cantar victoria. ¡°Est¨¢n adem¨¢s su red de t¨²neles, cuya dimensi¨®n es una inc¨®gnita, y los misiles de largo alcance, que puede decidir emplear m¨¢s adelante¡±.
Al debate en torno a cu¨¢nto hay de impotencia y cu¨¢nto de elecci¨®n en el avance israel¨ª contribuye la bruma en torno a sus intenciones reales. Al iniciar la campa?a terrestre, el ej¨¦rcito habl¨® de ¡°incursiones limitadas, localizadas y selectivas¡±, sin intenci¨®n de llegar a Beirut ni de penetrar en las ciudades del sur. El objetivo: alejar a Hezbol¨¢ de la frontera y minar sus capacidades para que los 60.000 evacuados de las localidades fronterizas en Israel pueden regresar a sus hogares. Algunos se ve¨ªan ya estos d¨ªas de vuelta a casa tras la festividad jud¨ªa de Sucot, que concluye el pr¨®ximo d¨ªa 23.
Descabezamiento de Hezbol¨¢
Pero el entusiasmo por el descabezamiento de Hezbol¨¢ (y en particular el asesinato de su l¨ªder, Hasan Nasral¨¢) ha generado en Israel una sensaci¨®n de ¡°ahora o nunca¡± que va m¨¢s all¨¢. De que ha llegado el momento de aprovechar el impulso militar y el contexto pol¨ªtico para cambiar el equilibrio de fuerzas con Ir¨¢n. Lo permite en particular la carta blanca de Estados Unidos, al menos hasta el 20 de enero, cuando tomar¨¢ posesi¨®n el vencedor de las elecciones que celebra el pr¨®ximo mes: Kamala Harris o Donald Trump.
El presidente de EE UU, Joe Biden, no solo defiende la incursi¨®n terrestre, sino que apenas impulsa ya los 21 d¨ªas de alto el fuego que propuso con Francia. Adem¨¢s de seguir enviando a Israel miles de millones de d¨®lares en armamento y blind¨¢ndole diplom¨¢ticamente para la invasi¨®n de Gaza y, ahora, de L¨ªbano, ha abrazado una ret¨®rica de apoyo cerrado que no empleaba meses atr¨¢s.
En el estamento pol¨ªtico y militar israel¨ª impera la sensaci¨®n de que toda victoria hoy ser¨¢ hambre para ma?ana si no va acompa?ada del establecimiento de la ¡°franja de seguridad¡± al sur del r¨ªo Litani, como la que mantuvo entre 1982 y 2000. Yosi Yehoshua, el comentarista militar del diario israel¨ª Yedioth Ahronoth, preve¨ªa este mi¨¦rcoles que la operaci¨®n durar¨¢ ¡°algunas semanas m¨¢s, despu¨¦s de las cuales Israel podr¨¢ comenzar a permitir cautelosamente que los residentes regresen a sus hogares, con un acuerdo que no se parecer¨¢ en nada a la resoluci¨®n 1701 de la ONU, sino m¨¢s bien en la l¨ªnea de limpiar de poblaci¨®n el sur de L¨ªbano. En otras palabras, crear una especie de zona segura m¨¢s all¨¢ de la frontera con Israel asegurando su cumplimiento¡±.
Uno de los problemas es que ¡°el apetito se despierta comiendo¡±, como se?alaba Ghasan Salam¨¦, exministro liban¨¦s y negociador de la ONU en Irak y Libia, en una entrevista publicada este jueves por el diario liban¨¦s L¡¯Orient Le Jour. ¡°El objetivo inicialmente puede ser ¨²nicamente degradar lo m¨¢s posible el arsenal de armas de Hezbol¨¢, en particular, de los 600 a 700 misiles de largo alcance que los israel¨ªes creen que est¨¢n en su poder, y poder llevar de vuelta a los habitantes de la Alta Galilea. Pero si los medios de la resistencia en L¨ªbano se degradan en gran medida, si la pasividad ¨¢rabe ante la campa?a sigue siendo la misma que durante las ¨²ltimas tres semanas y la presi¨®n internacional sigue siendo inexistente, entonces puede ser que los israel¨ªes se envalentonen y se vean tentados a dominar de una manera u otra la parte meridional de L¨ªbano [¡] o transformar sus logros militares en ventajas pol¨ªticas a largo plazo¡±.
Es a lo que apuntan tambi¨¦n los hechos y declaraciones de esta semana. Por un lado, los tres d¨ªas consecutivos de ataques a los cascos azules, en algunos casos ¡°intencionados¡±, en palabras de la propia misi¨®n de la ONU, cuyo repliegue a cinco kil¨®metros de la frontera acaban de pedir las autoridades israel¨ªes tras a?os tild¨¢ndolas de ineficientes. Un casco azul recibi¨® este mismo viernes un disparo de bala y otra posici¨®n result¨® da?ada significativamente por un bombardeo cercano. Es el quinto herido en 72 horas. El martes, el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, fue m¨¢s all¨¢, en un ¡°discurso a los libaneses¡±, exhort¨¢ndoles a levantarse contra Hezbol¨¢. Es, b¨¢sicamente, un llamamiento al cambio de r¨¦gimen que supera los objetivos formales de la campa?a.
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