Meloni, ¨²nica l¨ªder de la UE en la toma de posesi¨®n de Trump, busca ser su nueva ¡°relaci¨®n especial¡± en Europa
La primera ministra italiana hace valer su papel de l¨ªder de la ultraderecha en el continente y aspira a ser la interlocutora privilegiada de los Veintisiete, tanto con la Casa Blanca como con Elon Musk
La ¡°relaci¨®n especial¡± es un t¨¦rmino que fue acu?ado tras la II Guerra Mundial por Winston Churchill para definir la amistad privilegiada entre Estados Unidos y el Reino Unido. Un lazo que hace, por ejemplo, que el primer jefe de Gobierno europeo que recibe el nuevo presidente de la Casa Blanca siempre sea el brit¨¢nico. Pero quiz¨¢ esa tradici¨®n se interrumpa. Donald Trump la respet¨® en su primer mandato, en 2017, con la l¨ªder conservadora brit¨¢nica Theresa May, pero este lunes la ...
La ¡°relaci¨®n especial¡± es un t¨¦rmino que fue acu?ado tras la II Guerra Mundial por Winston Churchill para definir la amistad privilegiada entre Estados Unidos y el Reino Unido. Un lazo que hace, por ejemplo, que el primer jefe de Gobierno europeo que recibe el nuevo presidente de la Casa Blanca siempre sea el brit¨¢nico. Pero quiz¨¢ esa tradici¨®n se interrumpa. Donald Trump la respet¨® en su primer mandato, en 2017, con la l¨ªder conservadora brit¨¢nica Theresa May, pero este lunes la ¨²nica jefa de Gobierno europea presente en la toma de posesi¨®n del magnate en Washington es Giorgia Meloni, y la diplomacia italiana trabaja para un encuentro cara a cara con el nuevo presidente. Aprovecha el contexto de otra tradici¨®n rota, hasta ahora no se invitaba a mandatarios extranjeros a esta ceremonia.
La primera ministra italiana busca una foto poderosa y un mensaje claro a Europa mientras, por otro lado, Elon Musk se entretiene atacando al primer ministro brit¨¢nico, el laborista Keir Starmer, y exaltando a la extrema derecha alemana antes de las elecciones. Varios pa¨ªses han reaccionado contra el propietario de la red social X y el propio Ejecutivo comunitario le ha pedido neutralidad, pero Meloni lo defiende y negocia con ¨¦l un contrato en Italia para su red de sat¨¦lites Starlink.
La l¨ªder de la ultraderecha italiana saca as¨ª beneficio del vac¨ªo de poder en Alemania y de la agon¨ªa de Emmanuel Macron en Francia para ser la nueva amiga especial en Europa de Trump y, tambi¨¦n, de Musk. Aspira a ser la interlocutora y mediadora de la UE con ellos en todos los asuntos espinosos que, se prev¨¦, van a surgir a partir de ahora (aranceles, un posible acuerdo de paz en Ucrania en t¨¦rminos no compartidos por la Comisi¨®n, equilibrios en la OTAN). Ha llegado para Meloni la hora de hacer valer su papel de jefa reconocible y presentable de la ultraderecha europea, que en la UE le obliga a hacer tantos equilibrios. Est¨¢ haciendo con Estados Unidos lo mismo que ha hecho en la UE: presentarse como puente.
Meloni es la ¨²nica personalidad de la UE invitada al acto del Capitolio, junto con el primer ministro h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n, que finalmente no ha acudido. Y est¨¢ manejando esta oportunidad con tacto y t¨¢ctica. Ya hizo un viaje rel¨¢mpago el pasado 5 de enero a EE UU para reunirse con Trump y resolver el secuestro de la periodista italiana Cecilia Sala en Ir¨¢n, algo que logr¨® tres d¨ªas despu¨¦s, el 8 de enero. Se hizo ver como la ¨²nica l¨ªder europea capaz de coger un avi¨®n, plantarse en Palm Beach y cenar con el nuevo presidente en un ambiente informal y en medio de vistosas muestras de afecto. El ¨¦xito de la liberaci¨®n de la reportera le dio muchos puntos en Italia y tambi¨¦n en la UE, como alguien con los contactos necesarios para desatascar una crisis tan compleja. Incluso la oposici¨®n le reconoci¨® el m¨¦rito, hecho llamado a convertirse en efem¨¦ride en Italia.
Consciente de que es una maniobra delicada, Meloni no aclar¨® hasta hace dos d¨ªas si acudir¨ªa o no al acto de este lunes en Washington. Seg¨²n medios italianos, guard¨® silencio mientras lo hablaba con la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, para preparar el terreno y evitar susceptibilidades. De todos modos, la propia Von der Leyen tambi¨¦n ha sido la primera en levantar el cord¨®n sanitario a la ultraderecha con Meloni lo justo para que le sea ¨²til. Precisamente, porque ¡°trabaja bien¡± con ella y quiere endurecer la pol¨ªtica migratoria. Esa utilidad puede estar llamada a crecer a partir de ahora.
Tambi¨¦n hay una lectura italiana en toda la operaci¨®n. Meloni ha dejado fuera de juego a Matteo Salvini, l¨ªder de La Liga, que hasta ahora presum¨ªa de ser el aliado en Italia de Trump. Hasta se puso corbata roja el d¨ªa que gan¨® las elecciones. Es cierto que la primera ministra hab¨ªa mostrado buena sinton¨ªa con Joe Biden y esto la hab¨ªa alejado del mundo de Trump, pero tambi¨¦n que, a cambio, manten¨ªa una estrecha relaci¨®n con Elon Musk, que al final ha sido su hilo directo con el nuevo presidente. Con uno y con otro, Meloni ya lleva ventaja a todos los gobiernos europeos.
Orb¨¢n llama a "ocupar" Bruselas ante la llegada de Trump
Líderes y partidos ultraderechistas de toda Europa aguardan el desembarco de Donald Trump en la Casa Blanca para impulsar sus políticas populistas y nacionalistas, reivindicadas en el triunfo del republicano. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha asegurado este lunes, pocas horas antes de la toma de posesión del magnate neoyorquino en Washington, que la “edad de oro” para los conservadores europeos y para las relaciones entre Hungría y Estados Unidos está al llegar. “El gran ataque puede comenzar. Desde aquí lanzo la segunda fase con el objetivo de ocupar Bruselas”, ha dicho en una rueda de prensa en Budapest. La retórica de Orbán es que la UE está gobernada por “izquierdistas” y burócratas.
El líder húngaro no asistirá a la jura del cargo de Trump, con el que ha cultivado relaciones durante los últimos años como uno de los adalides de esa política ultraconservadora, populista y nacionalista que ahora se reivindica en Europa. Orbán, el socio más díscolo de la UE, aliado del ruso Vladímir Putin y al cargo de un país multado millonariamente en Bruselas por sus incumplimientos del Estado de derecho y las políticas migratorias comunitarias, cree que los ultraconservadores deben aprovechar la ola trumpista para revertir algunas medidas impulsadas por el proyecto europeo.