El miedo a la deportaci¨®n se extiende entre los inmigrantes de Chicago: ¡°Estamos encerrados en casa¡±
El pastor de una iglesia que acoge a 17 sin papeles responde a la ofensiva contra la inmigraci¨®n de Trump asegurando que solo dejar¨¢ pasar a los agentes si presentan una orden judicial
El estado de ¨¢nimo de los residentes en los barrios de inmigrantes de la periferia de Chicago ante la ofensiva de la Administraci¨®n de Donald Trump contra los sin papeles abarca todas las escalas del miedo: del recelo al p¨¢nico que paraliza. En Hermosa, de mayor¨ªa hispana, no se ve un alma por las calles, ni un transe¨²nte, esos nuevos parias de la civilizaci¨®n, los que carecen de carro en un pa¨ªs construido para el autom¨®vil. Tambi¨¦n est¨¢n vac¨ªas las marquesinas de las paradas del autob¨²s, los contados parques, de c¨¦sped ra¨ªdo y quemado por la nieve, y los negocios: taquer¨ªas y pupuser¨ªas que parecen transparentes al trasluz de sus escaparates desiertos.
Mar¨ªa, mexicana sin papeles pese a llevar 30 a?os en Estados Unidos, confiesa que sale a comprar o a la lavander¨ªa a primer¨ªsima hora, y que evita desde hace una semana los centros comerciales y ¡°los lugares con gran concentraci¨®n de gente, porque los agentes del ICE [siglas en ingl¨¦s del Servicio de Inmigraci¨®n y Control de Aduanas] se centran ah¨ª¡±. Cada comisar¨ªa del ICE, 25 en todo el pa¨ªs, ha recibido ¨®rdenes de efectuar al menos 75 detenciones diarias. La primera semana de Trump en la Casa Blanca se ha saldado con m¨¢s de 3.500 arrestos, de los que 1.179 fueron practicados en 24 horas.
Para Mar¨ªa, los agentes del ICE, encargados del registro e identificaci¨®n de extranjeros en la primera parte de la ofensiva ¡ªte¨®ricamente dirigida a migrantes con antecedentes penales¡ª, ¡°no distinguen entre buenos y malos¡±. ¡°?Sabe usted? Yo no veo mal que expulsen a los delincuentes, pero somos muchos los que nos ganamos la vida honradamente y contribuimos a la econom¨ªa de este pa¨ªs con nuestros impuestos¡±, a?ade. Como ¨²nica salvaguarda, Mar¨ªa dispone de su carn¨¦ de identidad del Estado de Illinois, su n¨²mero de la Seguridad Social, el permiso de conducir y una licencia de VTC, renovada anualmente, pero todo esto, reconoce, no le servir¨ªa de nada ¡°si se ponen las cosas feas¡±. ¡°Porque papeles, los de verdad, no tengo, ni yo ni ninguno de mis hermanos¡±, explica.
De ah¨ª su encierro, por miedo a un encuentro fortuito con los migras, los agentes de inmigraci¨®n: el azar acrecienta la sensaci¨®n de miedo. ¡°Gracias a la pandemia aprendimos a mantener la despensa surtida, por eso no nos est¨¢ costando estar encerrados en la casa. Si nos falta algo, salimos a la calle como si fu¨¦ramos de perfil, procurando que nadie nos vea¡ Yo tengo que seguir trabajando, pero empiezo mi jornada a las seis de la ma?ana y no creo que a esa hora me vaya a encontrar al ICE, aunque nunca se sabe¡¡±.
Canales de informaci¨®n
Mar¨ªa asegura que desde la victoria electoral de Trump, las redes vecinales echan humo, con canales de informaci¨®n sobre registros en tal o cual casa, consejos para burlar el encuentro o la presencia sospechosa de autom¨®viles en el vecindario, ¡°porque en algunos lugares los agentes no vienen en furgonetas identificadas, sino en carros negros, peque?os y discretos¡±, explica. Eso explica que el mero intento de preguntar por una direcci¨®n desde la trasera de un veh¨ªculo oscuro, al caer la tarde, empuje al interpelado a apretar el paso. Los pocos que se aventuran por las calles lo hacen por v¨ªas traseras y callejas.
A dos cuadras de distancia de donde vive Mar¨ªa, el pastor Marvin del R¨ªos, de la iglesia baptista Starting Point, asegura que no le quedar¨ªa m¨¢s remedio que obedecer las leyes si un d¨ªa una patrulla del ICE se presenta en su iglesia en busca de un sospechoso. ¡°Pero con orden judicial, y con el nombre expl¨ªcito de quien buscan. No voy a permitir un registro general, aleatorio, y mucho menos dejarles pasar si se presentan sin una orden de b¨²squeda¡±, asegura.
Porque la iglesia del pastor Del R¨ªos, que ofrece servicios biling¨¹es y uno espec¨ªfico para migrantes, es tambi¨¦n un refugio, ahora con 17 hu¨¦spedes, todos varones. Es uno de los albergues que alivi¨® la presi¨®n de los municipales cuando a Chicago, ciudad santuario gobernada por los dem¨®cratas, empezaron a llegar migrantes de la frontera, en la primavera de 2022. ¡°En 18 meses han pasado por aqu¨ª unos 70, y ahora viven con nosotros 17, de distintas procedencias y edades¡±.
Durante la acogida en la parroquia, explica el pastor, reciben, adem¨¢s de una cama y comida, la ayuda necesaria para tramitar el permiso de trabajo. ¡°Hoy [por este martes] est¨¢n todos fuera, gracias a Dios, en sus trabajos. Ya tra¨ªamos a la gente de los albergues municipales, pero desde que cerraron, el ¨²ltimo en diciembre, vienen directamente a nosotros¡±, explica.
Erbin Escalona, un abogado venezolano que tras cruzar el Dari¨¦n lleg¨® a Chicago en noviembre de 2023 ¡ªen el punto ¨¢lgido de la ¨²ltima crisis migratoria¡ª, conoci¨® la existencia de la iglesia de Starting Point en un albergue municipal, y no tard¨® en sumarse a la comunidad como feligr¨¦s y voluntario. Hoy, con permiso de estancia temporal, tramita en sus horas libres, las que le deja un trabajo como vigilante en un colegio, las solicitudes de asilo de los beneficiarios de la parroquia: mexicanos que arguyen persecuci¨®n por alg¨²n cartel de la droga; una colombiana por discriminaci¨®n LGTBI, haitianos, hondure?os, ¡°de todas partes de Am¨¦rica Latina¡±, explica, mientras muestra un pu?ado de formularios. ¡°Yo nunca hab¨ªa llevado asuntos de inmigraci¨®n, pero mi experiencia como abogado aqu¨ª sirve de ayuda¡±.
Los acogidos en la iglesia est¨¢n de acuerdo, como la mexicana Mar¨ªa, en la repatriaci¨®n de delincuentes, ¡°porque dicen que les est¨¢n dando mala fama¡±, asegura el pastor, ¡°pero nos est¨¢ llegando informaci¨®n de que cuando los agentes van a un negocio o una empresa a detener a uno en concreto, se llevan a todos los que encuentran: gente con faltas y delitos menores, como una multa por conducir sin licencia¡±. El ¡°todos¡± a que se refiere Del R¨ªos apunta a caracter¨ªsticas concretas: piel morena, figuras chaparras, de baja estatura. Una identificaci¨®n racial que suena a eso, a racismo, conviene el pastor sin querer utilizar la palabra.
Tampoco habla de pol¨ªtica, pero s¨ª de leyes: ¡°Si [los agentes] vienen a la iglesia sin una orden y no les dejo pasar, adelante, que me denuncien, conozco mis derechos. Porque no estamos ayudando a criminales, sino a perseguidos. Dicen que est¨¢n buscando a criminales, pero est¨¢n pagando justos por pecadores¡±. Los 17 hu¨¦spedes de la iglesia salen mientras tanto a la calle haciendo profesi¨®n de fe de sus derechos, por endebles que sean: el derecho a una llamada, a mantenerse en silencio, a llamar a un abogado.
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