Los evang¨¦licos progresistas de Brasil reaccionan contra la homofobia y se lanzan a la pol¨ªtica
Rechazan el uso de pasajes b¨ªblicos para criticar a los homosexuales y ultiman candidaturas de cara a las elecciones municipales de noviembre
La semana pasada, el clan de uno de los templos evang¨¦licos m¨¢s tradicionales del pa¨ªs, fundado en Belo Horizonte, en el coraz¨®n de Brasil, fue noticia por sus declaraciones p¨²blicas de intolerancia contra el colectivo LGBT. Primero, el pastor Andr¨¦ Valad?o, de la Iglesia Baptista da Lagoinha, afirm¨® en una publicaci¨®n que las iglesias no son para los gais porque ¡°la pr¨¢ctica homosexual es pecado¡±. Despu¨¦s, en las redes sociales circul¨® un v¨ªdeo de 2016 de su hermana mayor, Ana Paula Valad?o, en el que afirma que el HIV ¡°demuestra que la uni¨®n sexual entre dos hombres provoca una enfermedad que lleva a la muerte¡±. No llegan a ser declaraciones excepcionales en el Brasil del ultraderechista Jair Bolsonaro. Pero ahora hay un reacci¨®n y desde dentro de las propias filas religiosas lanzar¨¢n nombres para disputar las elecciones municipales de noviembre.
Tras las reiteradas manifestaciones homof¨®bicas provenientes de l¨ªderes religiosos, varias corrientes de evang¨¦licos progresistas defienden la igualdad de g¨¦nero y se oponen a la mercantilizaci¨®n de la fe en las grandes iglesias. En un manifiesto divulgado en esa semana, la Alianza Nacional LGBTI+, movimiento que re¨²ne a entidades pol¨ªticas y religiosas, inform¨® que ha denunciado a Ana Paula Valad?o por homofobia, y compara las declaraciones de la pastora con los discursos de Adolf Hitler. ¡°Ana Paula ofende a todo el colectivo LGBTI+ y, principalmente, a la dignidad de las personas que viven con HIV/sida, poni¨¦ndolas como responsables de la proliferaci¨®n de un virus y equiparando de forma vergonzosa, anticuada y delictiva una expresi¨®n leg¨ªtima de amor y cari?o con un crimen¡±, dice la organizaci¨®n.
El pastor Gregory Rodrigues, de 29 a?os, coordinador de la Alianza en Minas Gerais, observa que la discriminaci¨®n de g¨¦nero es una conducta predominante entre la comunidad protestante en Brasil. Por otro lado, dice que hay una creciente resistencia por parte de sectores progresistas de diferentes corrientes de la iglesia. ¡°En medio de la ola de conservadurismo, este tipo de pensamientos [como el de los hermanos Valad?o] est¨¢n expres¨¢ndose sin tapujos. Por fuera, vemos un discurso de amor y aceptaci¨®n. Pero, a las primeras de cambio, los pastores no dudan en tachar a los miembros de la comunidad LGBT de seres impuros y pecadores.¡±
Gregory Rodrigues, graduado en Teolog¨ªa e Historia, supo que era gay a los 16 a?os. Tuvo que enfrentarse al rechazo de su familia y al de la iglesia a la que iba por aquel entonces. Despu¨¦s de que su padre le diera una paliza intent¨® suicidarse, pero una iglesia inclusiva de Belo Horizonte acab¨® acogi¨¦ndolo. ¡°Me atacaron por defender la idea de que Dios no distingue a las personas por su orientaci¨®n sexual¡±, cuenta el pastor, recalcando que los grupos de fieles progresistas no son una exclusividad de los templos inclusivos. ¡°El miedo al infierno es una forma de manipular a la gente. Dentro de las iglesias tradicionales de tinte conservador, tambi¨¦n hay gente de mente m¨¢s abierta. Pero existe una represi¨®n de esas ideas por parte de las altas instancias. O, en algunos sitios, la defensa de lo que llamamos inclusi¨®n de cabestro¡±, afirma.
Seg¨²n el religioso progresista, inclusi¨®n de cabestro alude a los movimientos que aceptan a los fieles declarados LGBT siempre y cuando renuncien a su sexualidad y cumplan el voto de castidad. La Iglesia Bautista de Lagoinha, por ejemplo, aunque niegue imponerles esta condici¨®n a sus seguidores, mantiene el Movimiento Colores, destinado al p¨²blico LGBT, que, en los cultos, dan instrucciones sobre c¨®mo ¡°transformarse¡± y alejarse del ¡°pecado de la homosexualidad¡±. Otras iglesias operan ministerios m¨¢s expl¨ªcitos, que proponen tratamientos espirituales y procesos de conversi¨®n conocidos como ¡°curaci¨®n gay¡±. Uno de ellos, el Movimiento de exgais de Brasil, apoyado por la ministra de Derechos Humanos y Familia, Damares Alves, busca estrechar lazos con los pol¨ªticos, en particular con aquellos ligados al presidente Bolsonaro, para legitimar esta pr¨¢ctica.
Contra la ¡°bancada de la Biblia¡±
En contraparte, varios movimientos de evang¨¦licos progresistas, como Cristianos Contra el Fascismo y Evang¨¦licxs por la Diversidad, articulan candidaturas colectivas en varias ciudades en su intento de plantarle cara al fundamentalismo religioso. Es el caso del grupo de izquierdas que se presentar¨¢ a las elecciones municipales de Belo Horizonte con el partido Unidad Popular (UP). El objetivo de la candidatura es representar a los evang¨¦licos que no se sienten atendidos por la ¡°bancada de la biblia¡± y resignificar la idea de c¨®mo se manifiesta la religi¨®n en las esferas de poder.
¡°Somos una minor¨ªa [en la iglesia] que no se puede ignorar. Los movimientos de los evang¨¦licos progresistas ya est¨¢n en pr¨¢cticamente todas las capitales del pa¨ªs¡±, dice Jonatas Aredes, uno de los miembros del colectivo, recordando que el frente del progresismo protestante empez¨® a materializarse en 2016, despu¨¦s de que el bloque evang¨¦lico apoyara el impeachment de Dilma Rousseff.
Seg¨²n una encuesta de Datafolha de abril, el 41% de los evang¨¦licos aprueba el Gobierno de Jair Bolsonaro, quien durante un servicio religioso en la C¨¢mara de Diputados lleg¨® a afirmar que pretend¨ªa nombrar a un magistrado ¡°terriblemente evang¨¦lico¡± para el Tribunal Supremo Federal.
Aredes pondera que, aparte de los que rechazan a Bolsonaro, la comunidad evang¨¦lica se compone mayoritariamente de mujeres, negros y pobres, que no estar¨ªan representados en la bancada religiosa. ¡°Nuestra percepci¨®n es la de que los evang¨¦licos no est¨¢n representados, porque los mandamases de la fe persiguen a las minor¨ªas. No podemos seguir aceptando que nuestra fe se asocie al fundamentalismo y a la intolerancia.¡±
Para el te¨®logo LGBT, las declaraciones de los hermanos Valad?o ¡ªque viven en Estados Unidos, manifestaron su apoyo a Bolsonaro en las ¨²ltimas elecciones presidenciales y no se han disculpado por las ofensas homof¨®bicas¡ª sintetizan los discursos de otros l¨ªderes religiosos que a¨²n consideran la diversidad sexual un comportamiento pecaminoso.
¡°Los fundamentalistas utilizan la Biblia contra las personas LGBT seleccionando de forma irresponsable media docena de pasajes descontextualizados¡±, asegura Aredes. ¡°As¨ª, la concepci¨®n de pecado se perpet¨²a en lo que siempre fue: una categor¨ªa de juicio, sin ninguna base, que busca justificar la discriminaci¨®n por parte de un determinado grupo de personas que creen estar haciendo la voluntad de Dios, cuando el pecado, en realidad, es el prejuicio de la iglesia.¡±
Perd¨®n a las deudas
El lunes de la semana pasada, Bolsonaro vet¨® parte de un proyecto de ley que pretend¨ªa perdonar las deudas de las iglesias, escud¨¢ndose en que, si sancionase el texto completo, correr¨ªa el riesgo de sufrir un impeachment de acuerdo con la Ley de Responsabilidad Fiscal. No obstante, en redes sociales, el presidente le sugiri¨® al Parlamento que tumbe su propio veto. ¡°Confieso que, si fuera diputado o senador, con motivo del an¨¢lisis del veto que tendr¨¢ lugar de aqu¨ª a octubre, votar¨ªa para tumbarlo¡±, escribi¨®. Con la propuesta, las iglesias estar¨ªan exentas de la Contribuci¨®n Social sobre el Beneficio Neto (CSLL, por sus siglas en portugu¨¦s), as¨ª como de las multas por el impago de este tributo, que ascienden a m¨¢s de 1.000 millones de reales (unos 183 millones de d¨®lares).
Corrientes progresistas de evang¨¦licos se oponen a la concesi¨®n de otro beneficio fiscal a las instituciones religiosas que, en Brasil, ya tienen garantizada por ley dicha inmunidad. ¡°Estamos en contra la exenci¨®n fiscal sobre utilidades y cargas laborales¡±, afirma Jonatas Aredes, en nombre de la candidatura colectiva de Unidad Popular. ¡°Obispos como Edir Macedo, R.R. Soares y Silas Malafaia son millonarios, no necesitan m¨¢s beneficios. Ese dinero de las multas hace falta en los presupuestos. El Gobierno recort¨® a la mitad la renta de emergencia. En esa coyuntura es indefendible perdonar las deudas de iglesias y l¨ªderes religiosos.¡±
El pastor Gregory Rodrigues tambi¨¦n critica al presidente por su incoherencia de vetar el perd¨®n de las deudas y, a la vez, recomendar que se tumbe el veto. Cuenta que ya abri¨® un templo inclusivo en Belo Horizonte, pero que tuvo que cerrarlo por falta de recursos financieros. ¡°No es f¨¢cil mantener una iglesia predicando la fe de forma responsable, sin un discurso tan enf¨¢tico del diezmo¡±. Gregory ve la exenci¨®n de los impuestos sobre las ganancias de las iglesias, defendida por el bloque parlamentario evang¨¦lico en el Congreso Nacional, como una afrenta a los principios del Estado laico. ¡°Millones de brasile?os no pueden trabajar por la pandemia, y mientras el Gobierno se plantea perdonarle 1.000 millones de reales a las iglesias. ?A cu¨¢ntas familias se podr¨ªa ayudar con esa cantidad? La mezcla de militarismo, religiosidad y pol¨ªtica es nefasta para el pa¨ªs.¡±
En la misma l¨ªnea, el pastor Ricardo Gondim, presidente de la Iglesia Betesda, de inclinaci¨®n progresista, se posiciona en contra de la medida favorable a las grandes corporaciones evang¨¦licas. A sus 66 a?os, recuerda que, al revisar los valores de los mandamientos b¨ªblicos que profesaba, se arrepinti¨® ¡°de haber promovido una religi¨®n que condena, excluye y prefiere castigar en lugar de comprender¡±, en referencia a la intolerancia contra los seguidores LGBT. ¡°La iglesia no puede hacer como si los homosexuales no existieran. Jes¨²s los acoger¨ªa. Nunca le correspondi¨® a los cristianos el rol de reprobar, condenar y hostilizar¡±, argumenta el pastor, que hoy defiende la separaci¨®n de Iglesia y Estado y acciones para desmitificar las relaciones homosexuales entre la comunidad evang¨¦lica. ¡°Estar en contra de la homofobia es ser cristiano¡±, dice.
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