La ultraderecha acapara la atenci¨®n de los candidatos a las europeas pese a estar ausente en el ¨²ltimo debate electoral

La ultraderecha se ha convertido en la protagonista de estas elecciones europeas. Lo ha hecho por m¨¦ritos propios, pero tambi¨¦n porque sus rivales no dejan de darle protagonismo. Los cabezas de cartel del resto de formaciones no han tenido empacho en situarla en el centro del debate que han mantenido este jueves en la Euroc¨¢mara pese a que no han estado representados en el encuentro. Desde la conservadora Ursula von der Leyen, del Partido Popular Europeo (PPE), hasta el austriaco Walter Baier, de La Izquierda, todos le han dedicado su atenci¨®n: para pedir que no se pacte con ellos, para lamentar que sus opiniones marquen la agenda o para defender que con una parte de los populistas de derechas s¨ª que puede llegarse a acuerdos, como ha hecho Von der Leyen.

La ausencia ultra se explica porque al debate han acudido los spitzenkandidaten, es decir, aspirantes a presidir la Comisi¨®n Europea despu¨¦s de las elecciones del 6 al 9 de junio. Pero Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, donde se sienta Vox o Hermanos de Italia, de la primera ministra Giorgia Meloni) e Identidad y Democracia (que acoge a las formaciones m¨¢s ultras desde Alternativa por Alemania al Reagrupamiento Nacional de Marine le Pen) no creen en la f¨®rmula de un cabeza de cartel electoral para la convocatoria europea a las urnas y, por tanto, no designan uno. Eso ha hecho que hayan quedado formalmente descalificados.

Su ausencia, no obstante, no ha sido ¨®bice para que los dem¨¢s les dieran el protagonismo que, en teor¨ªa, no les correspond¨ªa. Ha abierto el fuego el candidato socialista, el luxemburgu¨¦s Nicholas Schmit, quien ha puesto al PPE la l¨ªnea roja de no pactar con la ultraderecha si quiere reeditar la hist¨®rica coalici¨®n centrista que ha construido el proyecto de la Uni¨®n Europea desde su inicio. Lo ha hecho en el momento de la realizaci¨®n en que se deten¨ªa el debate para hacerle una peque?a entrevista -todos han tenido su espacio en las casi dos horas que ha durado el programa- y lo ha mantenido hasta el final: ¡°Nuestras l¨ªneas rojas son claras: ninguna alianza ni ning¨²n acuerdo con la extrema derecha, en esto necesitamos claridad, no ambig¨¹edad¡±. Y ha sido espec¨ªfico incluyendo en su veto a Meloni.

La conservadora alemana, actual presidenta de la Comisi¨®n Europea y gran favorita a repetir tras las elecciones de junio, ha recogido el guante, pero no lo ha hecho para darle la raz¨®n, al contrario. Primero no la ha incluido en su lista de grupos ultras con los que no pactar¨ªa (el Reagrupamiento Nacional de Marine le Pen, Alternativa por Alemania, AfD, o Konfederacja, la formaci¨®n extremista polaca que est¨¢ m¨¢s a la derecha todav¨ªa que Ley y Justicia). Despu¨¦s incluso ha afirmado abiertamente que tiene buena relaci¨®n con la italiana. ¡°Ella es claramente proeuropea, est¨¢ contra Putin, ha sido muy clara en eso, y est¨¢ a favor del Estado de derecho¡±, ha resumido, personificando en la transalpina las tres condiciones que pone el PPE para plantearse pactar con una formaci¨®n pol¨ªtica.

Tampoco se ha librado de los ataques por aproximarse a la extrema derecha el liberal Sandro Gozi, un italiano que vive en Francia y opta a ser eurodiputado por este pa¨ªs, donde la extrema derecha amenaza con ser la primera fuerza votada en junio. En este caso, Baier, de La Izquierda, le ha atacado por los pactos que los liberales holandeses de VVD (formaci¨®n del todav¨ªa primer ministro Mark Rutte) han alcanzado con la formaci¨®n ultra de Geert Wilders para armar un gobierno en La Haya con una agenda muy pr¨®xima a esta formaci¨®n y con claras posiciones euroesc¨¦pticas. El liberal se ha defendido atacando a su derecha: ¡°No comprendo por qu¨¦ el PPE y Von der Leyen est¨¢n dispuestos a abrirse a ECR (Conservadores y Reformistas Europeos), a [el ultra franc¨¦s Eric] Zemmour, a Meloni¡­ Son absolutamente anti-Europa, quieren destruir Europa desde dentro, no puedes abrirte a ellos, tienes que combatirlos¡±.

La representante de Los Verdes, Terry Reintke, tambi¨¦n ha recurrido al miedo a los ultras como herramienta de movilizaci¨®n: ¡°Vengo de un pa¨ªs que subestim¨® la amenaza de la extrema derecha¡±, ha recordado la alemana, para agregar: ¡°No podemos permitirnos tener el brazo extendido de Putin en el Parlamento Europeo. Tenemos que frenar a la extrema derecha¡±.

Durante la cita de casi dos horas, que ha tenido como escenario el hemiciclo en Bruselas, han tenido poco hueco las propuestas concretas. Ni el formato de intervenciones muy cortas permit¨ªa bajar mucho al detalle ni los candidatos han respondido a varias de las preguntas que planteaban moderadores, p¨²blico presente en el hemiciclo, convertido en plat¨® televisivo para la ocasi¨®n, y ciudadanos que entraban en directo a la emisi¨®n desde sus pa¨ªses.

A¨²n as¨ª, algo se ha podido escuchar. Por ejemplo, Von der Leyen ha planteado que se utilicen impuestos europeos ¡ª¡°recursos propios¡±, en el argot de Bruselas¡ª para financiar el desarrollo de la industria de defensa. El socialista Schmit, ahora comisario de Empleo, ha tratado de defender su gesti¨®n esta legislatura, en la que se ha aprobado la directiva que fija criterios para establecer el salario m¨ªnimo en la UE y de esgrimir que hay que luchar contra la pobreza. Bauer, el candidato de La Izquierda, ha pedido una directiva que imponga topes al alquiler de viviendas en toda la UE. Reintke, de Los Verdes, ha planteado que no es el momento de frenar en la transici¨®n energ¨¦tica y clim¨¢tica.

Poca confrontaci¨®n de propuestas y posturas ha podido verse en estos temas clave. Ha sido Oriente Pr¨®ximo y el drama humanitario que se vive en Gaza, con la amenaza de Israel de invadir la ciudad meridional de Rafah, la que ha provocado un nuevo choque entre los candidatos. Esta vez Von der Leyen ha evitado ser dura con Israel como fue en el primer debate que hubo. Ha recordado que el comienzo de la tragedia se sit¨²a en los atentados de Ham¨¢s del 7 de octubre pasado. Aun as¨ª, ha enfatizado que Israel tiene derecho a defenderse ¡°seg¨²n las normas internacionales¡±, sin llegar a aclarar si ahora act¨²a dentro de ellas o no. Esta misma semana, el fiscal del Tribunal Penal Internacional, con sede en La Haya, ha pedido que se emita una orden de detenci¨®n contra el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu por indicios de cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad.

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