La campa?a de las europeas deriva en un todos contra todos
La pugna dentro de los bloques ideol¨®gicos se solapa con el habitual combate entre derecha e izquierda. Vox responde con dureza al PP y Sumar intensifica las cr¨ªticas al PSOE
Las figuras de Alberto N¨²?ez Feij¨®o y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar aparecen rodeadas de un elenco de bestias negras de la extrema derecha y de gobernantes autoritarios: de Joe Biden a Xi Jinping, de Lula da Silva a Vlad¨ªmir Putin, de Gustavo Petro a Fidel Castro. El extra?o mosaico ilustra un comentario titulado Lo que esconde la obsesi¨®n con Vox en el que Disenso, la fundaci¨®n del partido de Santiago Abascal, replica en su p¨¢gina web al ataque del pasado lunes de FAES, la fundaci¨®n creada por Aznar. En una idea que repiten los dirigentes de Vox, el art¨ªculo arremete contra la coalici¨®n de socialistas y populares en Bruselas y ¡°el 90% de acuerdos entre ambas formaciones¡±. El cabeza de lista del partido a las elecciones europeas, el exfalangista Jorge Buxad¨¦, lo adorn¨® con los tenebrosos caracteres marca de la casa: hay que acabar con la ¡°tiran¨ªa¡± de las pol¨ªticas ¡°radicalmente de izquierdas¡± que dominan el continente.
Desde las ant¨ªpodas ideol¨®gicas de Vox y con prop¨®sitos diametralmente opuestos, la l¨ªder de Sumar, Yolanda D¨ªaz, tambi¨¦n comenz¨® la campa?a del 9-J desmarc¨¢ndose de la entente europea entre conservadores y socialdem¨®cratas. M¨¢s a¨²n: Irene Montero, cabeza de lista de Podemos, denunci¨® este martes en RNE que en Europa impera ¡°un gran consenso desde la socialdemocracia a la extrema derecha para contribuir a la escalada b¨¦lica¡±.
Un a?o atr¨¢s, el camino hacia las elecciones generales se presentaba como un choque entre los dos gran¨ªticos bloques ideol¨®gicos. Los integrantes de cada uno de ellos procuraban no mostrar disensiones. La confrontaci¨®n vuelve a ser la misma en esta campa?a, sobre todo ante el gran tema que recorre el continente: el auge de la extrema derecha y la posibilidad de que condicione la pr¨®xima Comisi¨®n Europea. La diferencia estriba en que ahora han estallado los reproches dentro de cada bloque. Y se producen escenas como las de este martes, con los dirigentes populares lamentando que ¡°Vox se equivoca de adversario¡± y los dirigentes de Vox lamentando exactamente lo mismo del PP, aunque con la palabra ¡°enemigos¡± en lugar de ¡°adversarios¡±.
Las ¨²ltimas generales alimentaron las aspiraciones de restaurar el viejo bipartidismo. PP y PSOE sumaron el 64% de los votos, 20 puntos por encima de lo que hab¨ªan reunido en 2016, en plena crisis del sistema. Desde entonces, han crecido las ambiciones en cada uno de los dos grandes partidos por arrinconar a aquellos que les han comido espacio y con los que se ven obligados a compartir el poder. Pero las elecciones europeas no son el mejor escenario para ese prop¨®sito. Al celebrarse en circunscripci¨®n ¨²nica, se castiga menos la dispersi¨®n de voto y puede resultar m¨¢s asequible un esca?o en Bruselas que en Madrid. De ah¨ª que las apelaciones al voto ¨²til, la eterna arma de los dos grandes, encuentren menos eco y que sus socios menores compitan con ellos de forma m¨¢s desinhibida.
La campa?a, que prosigue en medio de un inter¨¦s p¨²blico perfectamente descriptible, estuvo acaparada este martes por el reconocimiento del Estado palestino. A menos de dos semanas de las urnas, Pedro S¨¢nchez se apunt¨® un tanto en un asunto muy grato al electorado progresista. Para no perder pie, las formaciones a su izquierda, Sumar, Podemos y los coligados en Ahora Rep¨²blicas ¡ªERC, EH Bildu y BNG¡ª se lanzaron a exigir m¨¢s, en este caso, represalias diplom¨¢ticas contra Israel. Dentro del Gobierno, la vicepresidenta segunda, Yolanda D¨ªaz, lleva d¨ªas elevando la voz cr¨ªtica en varios asuntos. El ¨²ltimo, la decisi¨®n unilateral del PSOE, sin comunicaci¨®n previa a sus socios, de entregar armas a Ucrania por valor de 1.000 millones de euros. En una entrevista en TVE, D¨ªaz acus¨® al PSOE de actuar con ¡°falta de lealtad¡± y una ¡°muy grave falta de transparencia¡±.
Los socialistas evitaron hinchar la pol¨¦mica. Su candidata, la tambi¨¦n vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, esquiv¨® la cuesti¨®n y, en una comparecencia ante la prensa en la agencia Efe, prosigui¨® con las alertas sobre la extrema derecha y las cr¨ªticas al PP por su connivencia con ella. Ribera pidi¨® a Alberto N¨²?ez Feij¨®o que rompa sus pactos con Vox. ¡°A la ultraderecha no la frena meterla en las instituciones, la alimenta¡±, aleccion¨®.
El PP inaugur¨® el d¨ªa enviando un mensaje a los periodistas para subrayar que S¨¢nchez ¡°est¨¢ c¨®modo hablando de Palestina (o de Argentina) para no hablar de Espa?a¡±. En estas elecciones en las que, seg¨²n diagn¨®stico general, se dirime la viabilidad del proyecto europeo, los populares prefieren hablar de la amnist¨ªa y de la trama de corrupci¨®n que est¨¢n empe?ados en atribuir al PSOE. Su candidata, Dolors Montserrat, estuvo en Ceuta, donde los periodistas le preguntaron por cuestiones como el reconocimiento de Palestina o la aspiraci¨®n de la ciudad de ser declarada ¡°regi¨®n ultraperif¨¦rica¡± en la UE. En cada respuesta, Montserrat acababa colocando la misma coda: ¡°S¨¢nchez ha entregado a Puigdemont las llaves de La Moncloa¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.