Cajero autom¨¢tico o comunidad de valores: el reto de frenar las agresiones al Estado de derecho en Europa
El previsible aumento de la ultraderecha tras las elecciones europeas pone a prueba, junto a los procesos de ampliaci¨®n, las herramientas de Bruselas para vetar el desembolso de fondos comunitarios cuando los pa¨ªses vulneran los pilares democr¨¢ticos
Conforme la Uni¨®n Europea ha ido sumando miembros, los desaf¨ªos al Estado de derecho de varios socios han ido ganando terreno. El mayor ha llegado desde Hungr¨ªa, una ¡°autocracia electoral¡±, seg¨²n una declaraci¨®n de la Euroc¨¢mara aprobada con el rechazo de las fuerzas de ultraderecha que, probablemente, crecer¨¢n en las e...
Conforme la Uni¨®n Europea ha ido sumando miembros, los desaf¨ªos al Estado de derecho de varios socios han ido ganando terreno. El mayor ha llegado desde Hungr¨ªa, una ¡°autocracia electoral¡±, seg¨²n una declaraci¨®n de la Euroc¨¢mara aprobada con el rechazo de las fuerzas de ultraderecha que, probablemente, crecer¨¢n en las elecciones que se celebran entre el jueves y el domingo. ¡°La situaci¨®n se ha deteriorado en la ¨²ltima d¨¦cada¡±, certifica el Tribunal de Cuentas de la UE en su ¨²ltimo informe sobre la materia. Para frenar esas amenazas, la UE se ha dotado en los ¨²ltimos a?os de un arsenal de sanciones que apuntan a donde m¨¢s duele: el dinero. Se trata de dejar claro que la Uni¨®n ¡°no es un cajero autom¨¢tico¡±, una idea que surge de parafrasear al primer ministro belga Alexander de Croo.
La amenaza de perder el derecho de voto ¡ªel mecanismo que activa el art¨ªculo 7 de los tratados¡ª en el Consejo de la UE nunca funcion¨®. Los Estados miembros jam¨¢s se atrevieron a pulsar ese bot¨®n nuclear, pese a que la Comisi¨®n lo propuso en 2017 para Polonia ¡ªla semana pasada cerr¨® el expediente¡ª y el Parlamento Europeo, en 2018, para Hungr¨ªa, opci¨®n que sigue abierta. La falta de decisi¨®n de las capitales ha generado impotencia en Bruselas. No fue el miedo a ser un mero oyente en la UE lo que llev¨® a Varsovia a claudicar; ha sido un cambio de Gobierno, que se ha comprometido a devolver la independencia a los jueces y respetar el derecho comunitario. Y el desaf¨ªo a esos valores puede aumentar con la pr¨®xima integraci¨®n de nuevos pa¨ªses. Un ejemplo de estas semanas: Georgia ha aprobado una ley de agentes extranjeros de inspiraci¨®n rusa ¡ªy pretende tramitar otra restrictiva con el colectivo LGTBI¡ª apenas unos meses despu¨¦s de ser declarado candidato, pese a las advertencias de Bruselas de que con ella se alejaba de los valores de la Uni¨®n.
Para superar esa impotencia se han desplegado ¡°una serie de herramientas suficientemente amplia que deja a la Comisi¨®n sin m¨¢s excusas para que siga apaciguando a los Gobiernos nacionales que infringen la ley¡±, reclama Sophie in ¡®t Veld, eurodiputada holandesa liberal. La tambi¨¦n candidata por el partido paneuropeo Volt se refiere al mecanismo de condicionalidad, que puede llevar al Ejecutivo de Bruselas a suspender la entrega de fondos cuando tiene pruebas de que est¨¢ en riesgo el presupuesto de la Uni¨®n (algo que ya ha sucedido con Hungr¨ªa). Tambi¨¦n se puede activar cuando est¨¦ en peligro la exigencia de cumplir con la carta de Derechos Fundamentales de la UE ¡ªPolonia y Hungr¨ªa ya han estrenado este castigo¡ª y obliga al cumplimiento de requisitos en que se cristalizan en reformas si hay deficiencias en el Estado de derecho para recibir recursos del plan recuperaci¨®n. Los casos de Varsovia y Budapest han demostrado que, cuando hay voluntad pol¨ªtica, la defensa del Estado de derecho es viable.
Pero, ?qu¨¦ puede pasar si flaquea la voluntad pol¨ªtica? ¡°No soy pesimista. No creo que el panorama se pueda atenuar, como con el Pacto Verde. El Estado de derecho est¨¢ protegido¡±, explica Daniel Sarmiento, profesor de Derecho Europeo en la Universidad Complutense, que recuerda que hace solo cinco a?os ¡°este arsenal era impensable¡±. ¡°Se aplicar¨¢n las normas. No creo que haya un giro radical¡±, responde a la pregunta de qu¨¦ puede suponer el previsible incremento de fuerzas de extrema derecha en el Parlamento Europeo, ¨®rgano que siempre ha abanderado las denuncias contra las quiebras del Estado de derecho, o el aumento de los gobiernos ultranacionalistas. ¡°Con la vigilancia de hasta el ¨²ltimo c¨¦ntimo, todos tienen incentivos para pasar por el aro si quieren tener fondos¡±. Sarmiento razona que en pa¨ªses que son contribuyentes netos a las arcas de la UE, como Pa¨ªses Bajos, Suecia o Finlandia, donde las fuerzas extremistas est¨¢n o condicionan los Gobiernos pero no se pone en cuesti¨®n el Estado de derecho, s¨ª que se prestar¨¢ atenci¨®n al uso que se da a los fondos europeos y a la lucha contra la corrupci¨®n.
Bloqueo ultra
El eurodiputado alem¨¢n de Los Verdes y candidato, Daniel Freund, no lo tiene tan claro. ¡°Partidos como Vox, la Liga, Reagrupamiento Nacional o, incluso, AfD, si miras c¨®mo votan en asuntos como la corrupci¨®n en Hungr¨ªa y el bloqueo de fondos por la corrupci¨®n, siempre votan en contra de actuar. Ellos votaron contra el mecanismo de condicionalidad y contra su activaci¨®n cada vez que han podido. As¨ª que ante la decisi¨®n de seguir alimentando con dinero de sus contribuyentes el sistema corrupto de [el primer ministro h¨²ngaro, Viktor] Orb¨¢n o no, ellos han optado por seguir dando fondos a Orb¨¢n¡±.
In ¡®t Veld, por su parte, apunta a la Comisi¨®n, porque defiende que si el Ejecutivo de la Uni¨®n no ha sido m¨¢s contundente con los gobiernos de Italia o Grecia, ¡°se debe directamente a su deseo de seguir siendo amiga de los respectivos primeros ministros: [Kyriakos] Mitsotakis y [Giorgia] Meloni¡±. Menciona solo dos pa¨ªses, pero en una resoluci¨®n de este a?o en la que ella fue ponente, aparecen citados otros como Bulgaria, Malta, Eslovenia, Eslovaquia o Rumania, como Estados en los que ¡°el Parlamento ha abordado la situaci¨®n del Estado de derecho en sus resoluciones¡±. Tambi¨¦n est¨¢n Polonia y Hungr¨ªa, donde la situaci¨®n ha sido ¡ªo es¡ª m¨¢s grave.
Esa resoluci¨®n analiza otra de esas herramientas puestas en marcha desde 2020 para controlar el Estado de derecho, los informes anuales que se publican todos los a?os sobre la situaci¨®n individual en los 27 pa¨ªses. Este no es un mecanismo sancionador. Se trata m¨¢s bien de un examen p¨²blico que pretende estimular las mejoras a base de sacar a la luz las verg¨¹enzas de cada Estado. Pero lo cierto es que en las cuatro ediciones que van, no se han visto cambios sustantivos. Hungr¨ªa sigue con sus grav¨ªsimos problemas. El Gobierno ultraconservador de Polonia solo rectific¨® cuando se vio presionado por el bloqueo de los fondos y el pa¨ªs gir¨® definitivamente con el cambio de Ejecutivo en diciembre. Y, por poner un ejemplo muy conocido en Espa?a, en las cuatro ocasiones en que se ha hecho hasta ahora el informe se ha afeado, de forma creciente, el bloqueo en la renovaci¨®n del Consejo General de Poder Judicial, que continua.
¡°El informe no es suficiente, ya que el seguimiento de la situaci¨®n no es adecuado¡±, explica esa resoluci¨®n de la Euroc¨¢mara, en la que se pide a la Comisi¨®n que este examen ¡°forme parte de todo un proceso dentro del ¨¢mbito del mecanismo del Estado de Derecho en su conjunto, y que garantice el pleno uso del arsenal de herramientas a su disposici¨®n, incluido el art¨ªculo 7, en los casos en que el informe siga detectando infracciones continuas a?o tras a?o en determinados Estados miembros¡±.
M¨¢s acci¨®n
Lo que subyace en esta redacci¨®n es la demanda de pedir a la Comisi¨®n Europea m¨¢s acci¨®n. Lo dice expl¨ªcitamente In ¡®t Veld, con fuertes cr¨ªticas a Ursula von der Leyen, la presidenta del Ejecutivo comunitario, por ¡°vender el alma de la Comisi¨®n Europea¡±, al no haber recurrido m¨¢s veces a herramientas como el mecanismo de condicionalidad que retiene fondos europeos cuando se percibe un riesgo para el presupuesto europeo, algo que hasta ahora solo ha hecho con Hungr¨ªa y Polonia. ¡°Ha hecho una elecci¨®n pol¨ªtica consciente para apaciguar al Consejo Europeo¡±, apunta.
Con menos dureza, Eulalia Rubio, investigadora del Instituto Delors, tambi¨¦n apunta que uno de los elementos que limita la acci¨®n del Ejecutivo de la Uni¨®n es que es un ¨®rgano pol¨ªtico: ¡°El problema con estas herramientas, como el mecanismo de condicionalidad, es que lo eval¨²a la Comisi¨®n, que no es un ¨®rgano 100% independiente. Tiene presiones y adem¨¢s debe sacar adelante otras iniciativas, con lo que es vulnerable al chantaje de los Estados¡±.
El Tribunal de Cuentas, por su parte, recomienda al Ejecutivo de Von der Leyen ¡°seguir evaluando las lagunas potenciales que socavan la eficacia del marco del Estado de Derecho¡± e incidir en la v¨ªa monetaria, cuando aconseja que se desplieguen ¡°medidas de protecci¨®n adicionales¡± al presupuesto europeo cuando se elabore el pr¨®ximo presupuesto plurianual. El que empezar¨¢ a prepararse al d¨ªa siguiente de que la pr¨®xima Comisi¨®n tome posesi¨®n.