Los republicanos del Senado de EE UU preparan una confirmaci¨®n ¡®expr¨¦s¡¯ de la nueva juez del Supremo
El partido de Donald Trump fuerza cuatro d¨ªas de audiencias y un proceso r¨¢pido para ratificar a Amy Coney Barrett antes de las elecciones del 3 de noviembre
En la recta final de una campa?a llena de sobresaltos, el Senado de Estados Unidos se prepara para echar m¨¢s gasolina sobre el debate pol¨ªtico con la confirmaci¨®n expr¨¦s de la candidata de Donald Trump a cubrir la vacante abierta en el Tribunal Supremo, la ultraconservadora Amy Coney Barrett. Entre protestas de los dem¨®cratas, la C¨¢mara alta ha abierto este lunes las sesiones para la ratificaci¨®n de la magistrada a tan solo 22 d¨ªas de las elecciones a l...
En la recta final de una campa?a llena de sobresaltos, el Senado de Estados Unidos se prepara para echar m¨¢s gasolina sobre el debate pol¨ªtico con la confirmaci¨®n expr¨¦s de la candidata de Donald Trump a cubrir la vacante abierta en el Tribunal Supremo, la ultraconservadora Amy Coney Barrett. Entre protestas de los dem¨®cratas, la C¨¢mara alta ha abierto este lunes las sesiones para la ratificaci¨®n de la magistrada a tan solo 22 d¨ªas de las elecciones a la presidencia del pa¨ªs. Barrett, cuyo discurso de presentaci¨®n ante el Comit¨¦ Judicial fue adelantado este domingo por medios locales, abogar¨¢ por la independencia del tribunal.
Salvo sorpresas, la elecci¨®n urgente para cubrir la plaza de la progresista Ruth Bader Ginsburg, fallecida a mediados de septiembre, acabar¨¢ con una nueva foto de familia con Barrett, de 48 a?os, entre los jueces de la m¨¢s alta instancia judicial del pa¨ªs.
Todo est¨¢ perfectamente coreografiado para que los republicanos logren sentar en el tribunal a la magistrada, que inclinar¨¢ la balanza del lado de los conservadores, antes de las elecciones del 3 de noviembre. Una confirmaci¨®n para un cargo vitalicio a una velocidad sin precedentes, en menos de 22 d¨ªas.
La confirmaci¨®n del juez Neil Gorsuch tard¨® 66 d¨ªas; la de Brett Kavanaugh 89. Ambos jueces fueron elegidos por Donald Trump. Su predecesor, Barack Obama, nombr¨® a las magistradas Sonia Sotomayor y Elena Kagan. El comit¨¦ judicial del Senado tard¨® en confirmarlas para el cargo 72 y 87 d¨ªas, respectivamente. George Bush hijo ¡ªquien debi¨® su primera victoria electoral al Tribunal Supremo al no poder decidirse el resultado frente a Al Gore en las urnas¡ª, tuvo tiempo y oportunidad para nombrar al actual presidente de la m¨¢xima Corte, el juez John Roberts y a Samuel Alito, cuyas confirmaciones tambi¨¦n exigieron decenas de sesiones, al igual que en el caso de Ginsburg y Stephen Breyer, nombrados por Bill Clinton. Y solo pas¨® del centenar de d¨ªas la de Clarence Thomas, nominado por Bush padre.
Los dem¨®cratas acusan a los republicanos de doble rasero e hipocres¨ªa por forzar una confirmaci¨®n que ellos mismos dijeron que era imposible de realizar en ¨¦poca electoral. A Barack Obama se le present¨® la oportunidad de nombrar a su tercer miembro para el Supremo cuando en febrero de 2016 mor¨ªa a los 79 a?os el icono conservador Antonin Scalia. Faltaban nueve meses para las elecciones presidenciales. Pero incluso antes de que Obama tuviera tiempo de poner sobre la mesa el nombre del juez Merrick Garland, el l¨ªder de la mayor¨ªa republicana en el Senado, Mitch McConnell, rechaz¨® un nombramiento antes de los comicios. McConnell, que ahora ha orquestado una confirmaci¨®n en tiempo r¨¦cord, declar¨® entonces que el nuevo juez para el Supremo deb¨ªa ser elegido por el pr¨®ximo presidente. Result¨® ser Trump.
El l¨ªder de la mayor¨ªa republicana en el Senado ha sido inflexible y ha insistido en que las audiencias se abran hoy a pesar de que haya tres senadores republicanos diagnosticados con coronavirus, dos de los cuales, adem¨¢s, son miembros del Comit¨¦ Judicial que decidir¨¢ la suerte de Barrett. Esos dos senadores enfermos, Mike Lee (Utah) y Thom Tillis (Carolina del Norte), acudieron al acto de presentaci¨®n de la juez Barrett en la Casa Blanca el 26 de septiembre, despu¨¦s del cual varios asistentes dieron positivo de covid-19. Las audiencias durar¨¢n en principio cuatro d¨ªas y debido al coronavirus se permitir¨¢ a los senadores que lo deseen participar de forma virtual. Ser¨¢ el caso de Lee y Tillis, confinados por el contagio.
Los republicanos saben que cuentan con el n¨²mero de votos necesarios para que Barrett se convierta en la quinta mujer en sentarse en el Supremo. Los republicanos tienen una mayor¨ªa de 53 senadores frente a 47 (45 dem¨®cratas y dos independientes) en la C¨¢mara alta ¡ªsolo es necesaria una mayor¨ªa simple de 51 votos¡ª. Las audiencias de confirmaci¨®n est¨¢n encabezadas por el presidente del Comit¨¦ Judicial del Senado, Lindsey Graham, quien se ha negado a una prueba de coronavirus.
Cuando las audiencias en el Comit¨¦ Judicial concluyan el jueves, los republicanos tienen prevista la fecha del 22 de octubre para la votaci¨®n que permita pasar el nombramiento de la juez Barrett al Senado. Si todo sale como est¨¢ previsto por McConnell, Barrett recibir¨ªa la bendici¨®n de la mayor¨ªa republicana hacia finales de octubre, con lo que los republicanos se asegurar¨ªan una Corte escorada hacia los conservadores que puede verse en la situaci¨®n de tener que decidir sobre el resultado electoral. El presidente Trump no deja de cuestionar la validez del voto por correo y rechaza comprometerse con un traspaso de poder pac¨ªfico en caso de perder ante el dem¨®crata Joe Biden.
En cuatro d¨ªas, los republicanos se preparan para presentar el retrato m¨¢s favorable posible de una juez fiel a la filosof¨ªa conservadora del derecho que encarnaba su maestro, Antonin Scalia. Presentar¨¢n una imagen de una mujer de reputaci¨®n impecable, trabajadora incansable a la vez que esposa y madre de familia de siete hijos (dos adoptados en Hait¨ª, y uno con s¨ªndrome de Down). Barrett, seg¨²n el adelanto de su discurso en el Comit¨¦ Judicial divulgado este domingo por medios estadounidenses, incidir¨¢ en la independencia del tribunal. ¡°Creo que los estadounidenses de todos los or¨ªgenes merecen un Tribunal Supremo independiente que interprete nuestra Constituci¨®n y leyes tal como est¨¢n escritas¡±, afirma. A juicio de Barrett, ¡°las decisiones de pol¨ªtica y los juicios de valor del Gobierno deben ser hechos por los poderes elegidos por el Pueblo y responsables ante ¨¦l¡±.
Los dem¨®cratas insistir¨¢n en que su devoci¨®n religiosa (es cat¨®lica) es susceptible de afectar a su objetividad a la hora de sentenciar. Tambi¨¦n ven en peligro el futuro del derecho al aborto, consagrado en la Constituci¨®n, ante la posici¨®n de la juez claramente contraria a la interrupci¨®n del embarazo. Adem¨¢s, est¨¢ en juego la ley sanitaria de la era de Obama, as¨ª como asuntos relacionados con la inmigraci¨®n.
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