Estados Unidos acusa a agentes rusos de una campa?a global de ciberataques entre 2015 y 2019

Seis miembros de la agencia de espionaje militar rusa (GRU, por sus siglas en ruso) han sido acusados este lunes por el Departamento de Justicia norteamericano de varios ciberataques globales, que incluyen asaltos a la red el¨¦ctrica de Ucrania, las elecciones presidenciales de Francia en 2017 y los Juegos Ol¨ªmpicos de invierno de 2018 en Corea del Sur. Seg¨²n el fiscal general adjunto de Seguridad Nacional, John Demers, ¡°ning¨²n pa¨ªs ha utilizado sus capacidades inform¨¢ticas de forma tan maliciosa o irresponsable como Rusia, lo que ha provocado de manera deliberada da?os sin precedentes para lograr ¨ªnfimas ventajas t¨¢cticas, pero satisfaciendo venganzas¡±.

Los cargos presentados contra los seis hombres en un juzgado de Pittsburgh (Pensilvania) son de conspiraci¨®n, pirater¨ªa inform¨¢tica, fraude, robo de identidades y registro falso de un nombre o dominio. Es bastante improbable que los agentes se enfrenten a un tribunal en EE UU por los delitos anteriores. No es nada probable que Mosc¨² los entregue a Washington. Lo que s¨ª pueden acarrear los cargos es la limitaci¨®n de sus movimientos al extranjero y la posibilidad de que sean detenidos si entran en un pa¨ªs que se preste a entregarlos a EE UU. El anuncio llega a dos semanas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos entre Donald Trump y Joe Biden.

Los seis miembros -en activo o en la reserva- de la GRU han sido acusados tambi¨¦n de lanzar el ataque de malware conocido como NotPetya, que en junio de 2017 infect¨® a ordenadores de todo el mundo. En principio, NotPetya iba dirigido contra Ucrania pero acab¨® teniendo un efecto bumer¨¢n alrededor del mundo, paralizando algunas de las mayores corporaciones de Europa y Estados Unidos con un coste superior a los 10.000 millones de d¨®lares (unos 8.400 millones de euros). Se trata del acto de pirateo m¨¢s caro de la historia. Por ejemplo, al fabricante de las galletas Oreo y Ritz le supuso p¨¦rdidas por m¨¢s de 100 millones de d¨®lares.

Presuntamente, este grupo de inform¨¢ticos rusos y agentes del Directorio de Espionaje boicotearon las investigaciones sobre el envenenamiento con un agente nervioso del exesp¨ªa doble ruso Sergei Skripal y su hija en el Reino Unido en 2018. Tambi¨¦n atacaron a medios de comunicaci¨®n de la rep¨²blica de Georgia en 2018 y 2019.

El grupo de hackers rusos, conocido como Sandworm, ha sido acusado anteriormente por Washington de ataques a la infraestructura electoral de Estados Unidos y de filtrar correos del Partido Dem¨®crata en 2016, cuando fue elegido Donald Trump como presidente de Estados Unidos. De hecho, uno de los acusados entonces por el fiscal especial Robert Mueller dentro de la investigaci¨®n de la trama rusa, Anatoliy Sergeyevich Kovalev, figura de nuevo entre los responsables de esta campa?a de ciberataques.

Para John Hultquist (citado por el diario The New York Times), director de amenazas de espionaje de FireEye, una firma de ciberseguridad con sede en Silicon Valley, ¡°si alguien estaba bajo la impresi¨®n de que despu¨¦s de 2016 iban a abandonar y frenar su conducta agresiva, el hecho de que fueran capaces de asaltar los Juegos Ol¨ªmpicos deber¨ªa de haberle hecho cambiar de opini¨®n¡±. ¡°Fue un acto de venganza¡±, asegura Hultquist en el diario neoyorquino. ¡°No hab¨ªa ninguna raz¨®n geopol¨ªtica concreta para ello¡±, prosigue el experto, quien concluye que lo que Sandworm logr¨® fue ¡°impactar a la comunidad internacional en su total¡±.

El director adjunto del FBI, David Bowdich, quiso por su parte insistir en que Mosc¨² ¡°es un adversario inform¨¢tico con gran capacidad y la informaci¨®n revelada muestra lo generalizado y destructivas que son sus acciones¡±.

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