Trump y Biden se miden en el ¨²ltimo debate antes de las elecciones

Donald Trump y Joe Biden se ver¨¢n las caras este jueves por la noche en Nashville (Tennessee) para su segundo y ¨²ltimo debate antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. De la mayor o menor influencia de estos cruces en los resultados electorales se han escrito en Estados Unidos hasta tesis doctorales, pero cuesta determinar el peso de este: ya han votado por adelantado m¨¢s de 42 millones de estadounidenses, seg¨²n datos de Associated Press, y hay muy pocos indecisos, pero en un tiempo polarizado como este, a la victoria se llega por peque?os m¨¢rgenes, y un pu?ado de decisiones cambian el resultado. El debate comenzar¨¢ a las 21.00 hora de Washington (20.00, de Ciudad de M¨¦xico; 22.00 de Buenos Aires; y 03.00 en la Espa?a peninsular) y ser¨¢ transmitido por streaming en la web de EL PA?S, con apoyo de un directo cubierto por nuestra red de corresponsales, adem¨¢s de an¨¢lisis-flash, v¨ªdeos, chequeo de datos y cr¨®nicas de nuestros especialistas.

El primer debate, el 29 de septiembre, se convirti¨® en un espect¨¢culo tan rudo y ca¨®tico que los organizadores han decidido cambiar el funcionamiento de este y, al menos durante la exposici¨®n inicial, silenciar el micr¨®fono de quien no tenga el turno de palabra para dejar que el rival d¨¦ su discurso sin incidencias. En ese segmento, cada candidato dispondr¨¢ de dos minutos por bloque tem¨¢tico, pero a partir de ah¨ª, en las r¨¦plicas y contrarr¨¦plicas, puede repetirse la pelea desordenada de la primera vez, en la que el presidente republicano cort¨® tantas veces al aspirante dem¨®crata que este le lleg¨® a espetar: ¡°?Te vas a callar, hombre?¡±.

Trump es una criatura televisiva, experto en reality shows y rudo en los debates. A Biden, pese a las tablas de 50 a?os de carrera pol¨ªtica, no se le dan especialmente bien, como se vio durante las primarias dem¨®cratas y transmite menos energ¨ªa que su oponente. Al dem¨®crata le conviene centrar la atenci¨®n en la pandemia, que ha causado ya m¨¢s de 222.000 muertes en Estados Unidos, y a la que Trump ha respondido de forma err¨¢tica, rest¨¢ndole importancia e incluso contraviniendo las directrices de sus propios expertos. Al republicano, en cambio, le conviene desviar la atenci¨®n a cualquier otra parte.

El debate incluir¨¢ preguntas sobre la pandemia de coronavirus, la situaci¨®n de las familias estadounidenses, la tensi¨®n racial, el cambio clim¨¢tico, la seguridad nacional y el liderazgo. Seg¨²n ha publicado la prensa estadounidense, Trump piensa atacar a Biden por los negocios de su hijo Hunter en Ucrania, donde estuvo a sueldo de una importante empresa gasista cuando el padre era vicepresidente de Obama.

Nunca ha habido indicios de ilegalidad alguna, m¨¢s all¨¢ de las cr¨ªticas que en su d¨ªa suscit¨® el fichaje por conflicto intereses, pero el republicano est¨¢ tratando de asociar al dem¨®crata con la corrupci¨®n, del mismo modo que hizo un su d¨ªa con Hillary Clinton, a la que se pas¨® la campa?a llamando ¡°Hillary, la corrupta¡±. Biden, por su parte, tratar¨¢ de se?alar a Trump como el responsable de un estado de crisis permanente. Llega a la cita con 7,5 puntos porcentuales de ventaja en el promedio nacional de encuestas (50,6% frente a 43,1%, seg¨²n Real Clear Politics), pero el pa¨ªs que hace cuatro a?os vio ganar a Trump con los sondeos en contra no estar¨¢ esta noche pendiente de esos n¨²meros, sino de la pantalla.

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