Una base latina, urbana y sindical otorga a Biden la victoria en Nevada y ventaja en Arizona
Las elecciones confirman el avance dem¨®crata en los Estados del Oeste aupados por los cambios demogr¨¢ficos en las grandes ciudades
La victoria en el Estado de Nevada termin¨® de redondear el s¨¢bado los n¨²meros que otorgan la presidencia de Estados Unidos a Joe Biden. Despu¨¦s de cuatro d¨ªas de ag¨®nico recuento, el mundo estaba pendiente de unos pocos miles de votos de los alrededores de Las Vegas. Con Nevada y Arizona, que varios medios otorgan tambi¨¦n a Biden pero a¨²n est¨¢n en duda, el exvicepresidente sella una victoria que ampl¨ªa el avance de los dem¨®cratas en el Oeste de Estados Unidos, impulsado sobre todo por una s¨®lida base de voto latino, urbano y sindical.
La noche electoral termin¨® con Biden por delante en Nevada (tres millones de habitantes) por apenas 8.000 votos. La mayor¨ªa de los votos que quedaban por contar estaban en el condado de Clark, que comprende la ciudad de Las Vegas y alrededores, donde viven m¨¢s de dos tercios de poblaci¨®n de Nevada. La autoridad electoral del Estado no empez¨® a actualizar esos resultados hasta el viernes. En el momento en que lo hizo, la ventaja de Biden empez¨® a subir. El s¨¢bado por la ma?ana hab¨ªa llegado a 34.000 votos (2% con el 94% escrutado) y los sistemas de proyecci¨®n de los medios certificaron que Donald Trump ya no ten¨ªa forma de ganar.
El condado de Clarck es una regi¨®n urbana que est¨¢ creciendo muy r¨¢pido, donde los latinos son m¨¢s del 30% de la poblaci¨®n y llevan una d¨¦cada moviliz¨¢ndose para elegir candidatos dem¨®cratas. Barack Obama gan¨® Nevada a los republicanos en 2008, despu¨¦s de que este Estado tradicionalmente republicano y asociado a la mafia y los cowboys votara dos veces por George Bush. Obama repiti¨® en 2012 y dej¨® en Nevada una importante base de movilizaci¨®n latina que tambi¨¦n apoy¨® a Hillary Clinton en 2016.
La transformaci¨®n del Estado en un feudo dem¨®crata culmin¨® en 2018, cuando eligi¨® un gobernador dem¨®crata y dos senadoras de ese mismo partido. El ataque de Trump a los indocumentados, mexicanos y centroamericanos en general no hizo sino acelerar esas tendencias. El sindicato de hosteler¨ªa de Las Vegas, que en cada ciclo lanza una gigantesca operaci¨®n de registro y movilizaci¨®n de los trabajadores latinos que sostienen la industria tur¨ªstica de Las Vegas, se ha convertido en el verdadero fact¨®tum electoral de Nevada. Desde la noche electoral hab¨ªa pocas dudas de que Nevada ser¨ªa para Biden.
Pero quiz¨¢ la gran novedad de estas elecciones sea el vuelco en Arizona (siete millones de habitantes), donde Biden le ha dado la vuelta a una de las ¨²ltimas joyas republicanas del Oeste norteamericano. Hasta el s¨¢bado, Biden iba por delante en Arizona con el 1,4% (20.000 votos), una diferencia m¨ªnima pero significativa de los profundos cambios que ha sufrido este Estado en la ¨²ltima d¨¦cada y que la presidencia de Trump parece haber acelerado sin remedio. Desde la noche del martes, Associated Press, Fox News y The Wall Street Journal consideran a Biden ganador en Arizona. Otros medios a¨²n no hab¨ªan lanzado su proyecci¨®n el s¨¢bado por la ma?ana, pues entre los cientos de miles de votos que quedan por contar Trump parec¨ªa a¨²n tener una oportunidad de empatar el resultado.
Arizona no votaba por un presidente dem¨®crata desde Bill Clinton en 1996. En aquella ocasi¨®n, Clinton gan¨® por la m¨ªnima despu¨¦s de que un tercer candidato, Ross Perot, le quitara el 8% de los votos al republicano Bob Dole. En realidad, Arizona no vota claramente por un dem¨®crata desde Harry Truman, en 1948. El martes, el condado de Maricopa (que incluye el ¨¢rea metropolitana de Phoenix y el 60% de la poblaci¨®n del Estado), vot¨® dem¨®crata en todos los niveles de Gobierno, desde la alcald¨ªa hasta la Casa Blanca.
La tendencia que ha culminado con el vuelco en Arizona se lleva gestando una d¨¦cada. Comenz¨® con una movilizaci¨®n de los latinos, que siempre han sido un tercio de la poblaci¨®n en este Estado fronterizo con Sonora, ante las leyes racistas. A trav¨¦s sobre todo de sindicatos, comenzaron a registrarse masivamente para votar. A la vez, los hijos de una gran poblaci¨®n de indocumentados crecieron sintiendo la discriminaci¨®n y el miedo de sus padres. En esta elecci¨®n, los latinos (mayoritariamente mexicoamericanos y centroamericanos) eran el 23% del electorado, y m¨¢s del 70% de ellos ha votado a Biden, seg¨²n las encuestas.
Los cambios en Nevada y Arizona vienen definidos tambi¨¦n por el crecimiento desorbitado de sus grandes centros urbanos, Las Vegas y Phoenix, respectivamente. Dos ciudades que el resto del mundo sigue viendo como paradas para cowboys, con un sal¨®n de juego y un abrevadero de caballos, pero que est¨¢n entre las ¨¢reas urbanas de crecimiento m¨¢s r¨¢pido del pa¨ªs, y donde se est¨¢n mudando j¨®venes de las costas a trabajar y formar familias. El Oeste salvaje se est¨¢ convirtiendo en el Oeste urbano y, con ello, en dem¨®crata.
El vuelco en Arizona viene a confirmar el avance dem¨®crata por el Oeste de Estados Unidos, que hace apenas tres d¨¦cadas era el gran caladero de votos de los republicanos, cabalgando sobre tres patas: voto mexicoamericano, voto urbano y voto sindical. La tendencia que comenz¨® en Los ?ngeles en los a?os noventa ya ha llegado hasta Phoenix y no se intuye c¨®mo se puede frenar. Un tercio de los votos electorales que har¨¢n presidente a Joe Biden vienen del Oeste de Estados Unidos: California, Washington, Oreg¨®n, Nevada, Arizona, Nuevo M¨¦xico y Colorado.
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