Trump recurre a sus poderes presidenciales para tratar de subvertir las elecciones

Donald Trump y sus aliados se han metido de lleno en un territorio alarmante y sin cartografiar. Lo que hacen ahora no es solo impugnar el recuento de las presidenciales, sino tratar de subvertir el proceso utilizando el poder de la Casa Blanca. Agotada pr¨¢cticamente la v¨ªa judicial, y certificada este viernes por la tarde la victoria de Joe Biden en Georgia, Trump orquesta una campa?a de presi¨®n para persuadir a las autoridades republicanas de los Estados que perdi¨® para que reviertan la voluntad del voto. Un intento sin precedentes de forzar una manipulaci¨®n del sistema.

En una iniciativa absolutamente ins¨®lita, este viernes el presidente convoc¨® a una reuni¨®n en la Casa Blanca a una delegaci¨®n de legisladores estatales de Michigan, Estado en el que Joe Biden se impuso en las elecciones. La idea, seg¨²n fuentes citadas por diversos medios, era directamente presionar a los legisladores republicanos que tienen la mayor¨ªa en un Estado con gobernadora dem¨®crata para subvertir el resultado de las elecciones. La cosa termin¨® en un nuevo fracaso para Trump. Los legisladores republicanos del Estado de Michigan dijeron, tras la reuni¨®n, que no ten¨ªan conocimiento ¡°de ninguna informaci¨®n que pudiera cambiar el resultado de las elecciones de Michigan¡±, seg¨²n informa la cadena NBC. Seguir¨¢n, dijeron, ¡°el proceso normal¡± en la certificaci¨®n de los votos.

En otro giro de un guion de tintes no menos surrealistas, este viernes al mediod¨ªa Georgia certificaba la victoria de Biden en el Estado, solo para rectificar a continuaci¨®n atribuyendo el anuncio a que un empleado se hab¨ªa precipitado al enviar el comunicado. Hacia las cinco de la tarde, las autoridades certificaban, ahora s¨ª, el resultado: despu¨¦s de volver a contar a mano cinco millones de votos, el recuento m¨¢s grande en la historia del pa¨ªs, se ha corroborado que el presidente electo Joe Biden se impuso en ese territorio por m¨¢s de 12.000 votos, una variaci¨®n de un 0,0099% respecto el primer recuento.

Con la confirmaci¨®n de Georgia, la posibilidad de disputar los resultados del 3 de noviembre se esfuma para Trump. Pr¨¢cticamente descartada pues la v¨ªa matem¨¢tica, la Casa Blanca puso en marcha una nueva fase en su estrategia de deslegitimar la elecci¨®n. La de presionar directamente a los legisladores para subvertir las elecciones. Una ofensiva de una audacia sin precedentes, cuyas posibilidades de ¨¦xito son tan escasas como colosal es el potencial da?o a la democracia.

Los Estados votan por el presidente a trav¨¦s de una lista de electores que se re¨²nen en el Colegio Electoral y que representa el voto ciudadano. De acuerdo con el resultado, Biden tiene en total 306 de esos electores y Trump, 232. Trump parece apostar por la idea de que los resultados no sean certificados y que sea el Legislativo el que presente su propia lista. Ya ha conseguido en parte el primer paso, cuando dos miembros republicanos de la junta de certificaci¨®n de los resultados en Michigan se negaron a firmar los resultados. Trump llam¨® personalmente al menos a uno de ellos.

Es decir, Trump parece estar explorando la posibilidad de que los legisladores republicanos de Michigan subviertan el voto de sus ciudadanos y presenten electores que voten por ¨¦l. Aunque es una teor¨ªa muy dif¨ªcil de poner en pr¨¢ctica, ya que esas listas tienen que pasar el filtro de los gobernadores y de la C¨¢mara de Representantes, se trata de un ataque al proceso electoral inaudito por parte del presidente de EE UU.

Alterar el resultado en Michigan tampoco bastar¨ªa a Trump para proclamarse presidente. Necesitar¨ªa presionar al menos a otros dos Estados para que tambi¨¦n den la espalda a sus votantes y le apoyen. Los dos candidatos m¨¢s l¨®gicos ser¨ªan Georgia y Arizona, ambos con gobernadores y c¨¢maras legislativas republicanos. Pero la posibilidad de que las autoridades de tres Estados decidan saltarse el sentido del voto de sus ciudadanos, y que el Congreso lo tolere, se antoja remota.

Sucede que los mandos republicanos, hasta la fecha, asisten al espect¨¢culo sin rechistar. Solo unos pocos habituales rebeldes, como el senador y excandidato presidencial Mitt Romney, han denunciado p¨²blicamente la deriva autoritaria. ¡°Habiendo fracasado en construir siquiera un caso plausible de fraude o conspiraci¨®n ante cualquier tribunal, el presidente recurre ahora a la presi¨®n abierta a los oficiales estatales y locales para subvertir la voluntad del pueblo y revertir la elecci¨®n. Es dif¨ªcil imaginar una acci¨®n peor y m¨¢s antidemocr¨¢tica de un presidente de Estados Unidos en activo¡±, defendi¨®.

Trump cuenta con poco tiempo para concluir esta ofensiva. La fecha l¨ªmite para resolver cualquier disputa en torno a las listas de electores es el pr¨®ximo 8 de diciembre, y la mayor¨ªa de los Estados que Trump necesitar¨ªa arrebatar a Biden deben certificar sus votos a principios de la pr¨®xima semana. El Colegio Electoral se reunir¨¢ el 14 de diciembre para elegir a Joe Biden presidente de Estados Unidos. Biden tomar¨¢ posesi¨®n del cargo el 20 de enero.

¡°Estoy convencido de que sabe que no ha ganado¡±, dijo el presidente electo Biden el jueves. ¡°Es intolerable lo que est¨¢ haciendo¡±, a?adi¨®, lamentando ¡°los mensajes da?inos que est¨¢n enviando al resto del mundo sobre c¨®mo funciona la democracia¡±.

Otra maniobra que puede influir en el proceso ser¨ªa que la campa?a de Trump pidiera un tercer recuento manual, antes del pr¨®ximo martes, lo que obligar¨ªa a volver a escanear todas las papeletas. El abogado de Trump, Rudy Giuliani, en una disparatada conferencia de prensa el jueves, afirm¨® que se disponen a presentar demandas judiciales en Georgia y en otros Estados, sin explicar en qu¨¦ se sustentar¨ªan. Habl¨® de ¡°fraude masivo¡±, sin pruebas, y acus¨® a los dem¨®cratas de ¡°robar las elecciones al pueblo estadounidense¡±, pese a que, cuando d¨ªas antes compareci¨® en los tribunales, bajo juramento, dijo expresamente que no estaba ah¨ª para denunciar ning¨²n fraude.

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