Trump redobla las denuncias infundadas de fraude electoral y pide ayuda al Tribunal Supremo

En un ins¨®lito v¨ªdeo de 46 minutos con el aviso inicial de ¡°este es quiz¨¢ el discurso m¨¢s importante que he dado jam¨¢s¡±, Donald Trump lanz¨® este mi¨¦rcoles por la tarde una nueva sarta de acusaciones infundadas de fraude electoral y lleg¨® a se?alar que el conjunto del sistema se encuentra bajo una ¡°agresi¨®n y asedio coordinado¡±. El a¨²n presidente republicano pidi¨® al Tribunal Supremo que tome cartas en el asunto y redobl¨® su apuesta por las teor¨ªas conspirativas al d¨ªa siguiente de que el fiscal general de Estados Unidos, su aliado William Barr, asegurase que no hab¨ªan hallado ninguna irregularidad a gran escala que pudiese cambiar el resultado de los comicios presidenciales, ganados por el dem¨®crata Joe Biden.

Ni los pleitos perdidos, ni la certificaci¨®n de validez de las autoridades republicanas ni tampoco la palabra de su propio Departamento de Justicia. Nada ha conseguido hasta ahora hacer cambiar de opini¨®n a Trump, enrocado en la idea de que le robaron las elecciones y agitando toda una serie de hip¨®tesis sin base ni pruebas: que en algunos Estados hubo m¨¢s votos que ciudadanos, que en los territorios clave que deb¨ªa ganar apenas se detectaron votos nulos, cuando lo normal es que haya m¨¢s... En el v¨ªdeo de este mi¨¦rcoles, va m¨¢s all¨¢ y pone en cuesti¨®n la democracia. El republicano sostiene que Joe Biden ha ganado de forma ilegal y, si los dem¨¢s no lo ven, es que son c¨®mplices.

En su relato resulta ¡°estad¨ªsticamente imposible¡± que ¨¦l haya perdido las elecciones, la empresa responsable de las m¨¢quinas de proceso y recuento, Dominion, es ¡°sospechosa¡± y hay una serie de ¡°fuerzas corruptas¡± que produjeron un ¡°fraude a gran escala¡±. As¨ª sostiene a lo largo de 46 minutos de v¨ªdeo, que la plataforma Twitter identific¨® como ¡°discutido¡±, la expresi¨®n con la que alerta de que la informaci¨®n recogida puede ser falsa. Facebook lo acompa?¨® con una nota recordando que Joe Biden es el presidente electo. ¡°Estoy decidido a proteger nuestro sistema electoral, que est¨¢ bajo asedio y un asalto coordinado¡±, insiste Trump, y apela al Tribunal Supremo a hacer ¡°lo que es correcto¡±.

El Supremo ser¨ªa el ¨¢rbitro ¨²ltimo de un caso de elecci¨®n disputada, como ocurri¨® en 2000 en la que enfrent¨® al republicano George W. Bush y el dem¨®crata Al Gore, pero entonces se produjo una incidencia clara e identificada en las papeletas de Florida que, en un escrutinio tan ajustado, pod¨ªa resultar clave. Hasta ahora, ninguna especulaci¨®n del equipo legal del presidente ha tenido base y jueces de los Estados clave con resultados de escaso margen, como Arizona, Pensilvania, Georgia, Michigan y Nevada, ya han fallado en su contra, lo que complica que el alto tribunal pueda llegar a escuchar sus quejas. El Tribunal Supremo de Wisconsin, otro de los territorios cruciales, comunic¨® este jueves que rechazaba o¨ªr el recurso del presidente.

El candidato dem¨®crata venci¨® al presidente republicano con amplio margen de votos populares o individuales: cerca de 81 millones frente a los 74 millones de Trump, lo que supone una brecha de cuatro puntos porcentuales. Traducido a votos electorales (que son los concluyentes, porque la designaci¨®n del presidente es indirecta), Biden ser¨¢ presidente son 306 (270 ya dan la victoria), frente a los 232 de Trump. La victoria, en resumen, resulta tan contundente que solo una gran operaci¨®n en la sombra, de la que ni autoridades republicanas ni dem¨®cratas han hallado rastro en todo el pa¨ªs, podr¨ªa haber manipulado el resultado.

¡°Sol¨ªamos tener un d¨ªa de las elecciones y ahora tenemos varios d¨ªas de elecciones, incluso semanas o meses, y muchas cosas malas han pasado durante este rid¨ªculo periodo de tiempo¡±, se queja tambi¨¦n. Como consecuencia de la pandemia, las presidenciales del primer martes de noviembre registraron un r¨¦cord del voto por correo que demor¨® el conteo y, el resultado en varios Estados decisivos se hizo de rogar varios d¨ªas, de modo que Biden no fue declarado ganador hasta el s¨¢bado siguiente. A partir de ah¨ª, el escrutinio sigui¨®, como ocurre siempre, pero esta vez el perdedor de las elecciones impuls¨® una batalla legal, hasta ahora infructuosa. Las acusaciones de Trump se ceban incluso en las autoridades de su propio partido, como en el caso de la hasta ahora republicana Georgia, que Biden ha ganado por apenas unos miles de votos.

¡°Se?or presidente, parece que usted ha perdido el Estado de Georgia. Estamos investigando, hay siempre una posibilidad, lo entiendo, usted tiene derecho a ir a los tribunales; lo que tiene usted es la capacidad de dejar de inspirar a la gente que comete actos potenciales de violencia¡±, espet¨® el pasado lunes Gabriel Sterling, un alto funcionario republicano de Georgia, en una airada intervenci¨®n ante la prensa por las amenazas lanzadas contra personas que han intervenido en el escrutinio. ¡°Alguien va a resultar herido¡±, advirti¨®, ¡°alguien va a recibir disparos, alguien va a ser asesinado¡±.

El 86% de los votantes de Trump respondieron en la semana posterior a las elecciones, en una encuesta de Yougov para The Economist, que cre¨ªan en la teor¨ªa del fraude de su candidato. Mientras, la campa?a de recaudaci¨®n para la ofensiva legal -una ristra de pleitos en todos los Estados clave perdidos: Wisconsin, Pensilvania, Georgia...- le han supuesto ya unos ingresos de 170 millones de d¨®lares. La campa?a de Trump sigue adelante.

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