Identidad, voto y futuro: el coraz¨®n pol¨ªtico latino despu¨¦s de Trump
Tras una elecci¨®n que ha revelado la enorme pluralidad de las actitudes pol¨ªticas de los hispanos, un recorrido por los datos en las comunidades latinas de Estados Unidos revela que el reto electoral de 2022 ser¨¢ conquistar a las clases trabajadoras
En 1980, el entonces candidato republicano Ronald Reagan contact¨® al empresario latino Lionel Sosa, due?o de una de las agencias de publicidad hispanas m¨¢s grandes de Estados Unidos, y le dijo una frase que es f¨¢cil de imaginar en la boca de alg¨²n caudillo pol¨ªtico de Am¨¦rica Latina: ¡°Todos los latinos son republicanos¡±, le dijo Reagan a Sosa, ¡°solo que a¨²n no lo saben¡±. Durante casi toda la d¨¦cada de los ochenta, el presidente conservador que lider¨® una fuerte campa?a anticomunista antes del final de la Guerra Fr¨ªa perfeccion¨® la estrategia republicana con un discurso que, 40 a?os despu¨¦s, volver¨ªa a surgir en la campa?a de Trump.
¡°Ten¨ªa un atractivo ideol¨®gico enorme que sedujo a los latinos conservadores: hablaba de valores de la familia, del anticomunismo, de la ¨¦tica de de trabajar duramente¡±, cuenta Geraldo Cadava, historiador en la universidad de Northwestern y autor del libro The Hispanic Republican (El hispano republicano). El discurso de Reagan atrajo a los cubanos en contra de Castro, a los centroamericanos en contra del r¨¦gimen sandinista en Nicaragua, y a los dem¨¢s latinos que durante la Guerra Fr¨ªa ten¨ªan su propia versi¨®n de Castro o una guerrilla. ¡°Ese discurso es consistente con lo que repiti¨® Trump durante esta campa?a¡±, explica Cadava. Aunque Reagan nunca habl¨® de construir un muro, su apelaci¨®n a la tr¨ªada patriotismo, familia y libertad religiosa hizo que el 34% del voto hispano ¡ªque era predominantemente dem¨®crata¡ª se moviera hacia su partido.
La flecha de tiempo que va desde Reagan a Trump no es lineal: est¨¢ poblada de avances y retrocesos que responden a las t¨¢cticas electorales utilizadas por cada partido y a la cambiante mezcla de identidades que se produce en una naci¨®n que a¨²n no termina de entender qu¨¦ es ser latino. Durante a?os, los medios estadounidenses hablaron del voto latino como ¡°el gigante dormido¡± que pod¨ªa definir una elecci¨®n. Este a?o, cuando pareci¨® despertar, muchos se sorprendieron al ver que el gigante no era como lo imaginaban; o, m¨¢s bien, descubrieron que era en realidad un mont¨®n de individuos distintos amontonados que aparentaban ser uno solo bajo el abrigo de una categor¨ªa impuesta en el censo.
¡°Necesitamos enterrar la falsa creencia de que el voto latino es monol¨ªtico¡±, escribi¨® en un editorial en The Washington Post la excongresista dem¨®crata Debbie Mucarsel-Powell, luego de haber perdido su esca?o en el Congreso por el avance republicano en el sur de Florida. Al mirar los resultados del 2020 est¨¢ claro que Biden se llev¨® las mayor¨ªas, pero tambi¨¦n que Trump aument¨® el n¨²mero de votos conservadores en zonas con grandes poblaciones latinas. Un an¨¢lisis detallado de c¨®mo se comportaron estos votantes muestra al menos tres lecciones fundamentales para quienes aspiren a conquistar a los 32 millones de electores latinos que podr¨ªan ser determinantes en las elecciones del 2022 y 2024: ning¨²n partido lograr¨¢ seducirlos sin campa?as diferenciadas en funci¨®n de su origen, su experiencia con la migraci¨®n, o su clase social.
Qu¨¦ significa "votar latino"
En 2004, cuando George W. Bush se acerc¨® como nadie antes al sue?o reaganiano y obtuvo casi la mitad de los votos latinos en juego, el Partido Republicano se vio a s¨ª mismo como la casa de todos los que ¡ªindependientemente de su origen¡ª prefer¨ªan poco gobierno, mucha empresa y mano dura contra el terrorismo. Solo ocho a?os despu¨¦s, la aplastante derrota que sufri¨® el morm¨®n Mitt Romney entre los votantes hispanos llev¨® a los conservadores a cuestionarse su plataforma ideol¨®gica, consider¨¢ndola excesivamente cerrada y ¡°blanca¡±. Pero, tras otros dos ciclos electorales, Trump logr¨® recuperar el apoyo de muchos latinos, y con ¨¦l la reconsideraci¨®n identitaria se vuelve a abrir: ?qu¨¦ significa ¡°votar latino¡±, si es que significa algo?
Despu¨¦s de ver el creciente apoyo para el presidente saliente en Texas o Florida, el voto latino ahora parece m¨¢s un mosaico multicolor que un bloque de cemento. ¡°No tengo idea si existe algo que realmente podamos llamar ¡®un voto latino¡¯, pero millones de ellos votaron, representan al menos 13% de los votantes, as¨ª que tenemos que hacer un esfuerzo por entender a esa multitud¡±, dijo a El PA?S Cadava, el autor de The Hispanic Republican. Antes de los a?os 30, explica el profesor, la mayor¨ªa de los hispanos se identificaban como republicanos, y fueron en gran parte las pol¨ªticas sociales del ex presidente dem¨®crata Franklyn Delano Roosvelt las que empezaron a mover a los latinos hacia el partido liberal, hasta el d¨ªa de hoy.
Aunque desde 2016 el rechazo a Trump gener¨® una movilizaci¨®n latina sin precedentes en algunas zonas como Arizona o Nevada, en otras el republicano ha ganado terreno, como el sur y el centro de Florida, el sur de Texas o ciudades como Milwaukee (Wisconsin). All¨ª, apel¨® exitosamente a la clase trabajadora y aprovech¨® un vac¨ªo generado por el abandono de los dem¨®cratas, que no han invertido lo suficiente en entender la complejidad de un grupo con muchas diferencias.
Joe Biden obtuvo m¨¢s votos entre los hispanos que Trump, pero esta palanca tuvo un accionar muy distinto seg¨²n d¨®nde: est¨¢n los Estados n¨ªtidamente ¡®azules¡¯ del noreste, como Nueva York, Nueva Jersey o Virginia, donde la presencia de latinos en determinados condados impuls¨® el margen de la victoria del ex vicepresidente. Lo mismo sucedi¨® en territorios m¨¢s re?idos como Nevada o Pensilvania. En Estados fronterizos con fuerte presencia hispana, como California, Nuevo M¨¦xico o Arizona, la relaci¨®n entre n¨²mero de hispanos y voto dem¨®crata es menos clara, pero seguramente el resultado no habr¨ªa sido el mismo sin la movilizaci¨®n latina.
El resultado de cruzar voto y presencia de hispanos es una correlaci¨®n d¨¦bil, no lineal, entre el margen de votos para los dem¨®cratas y la presencia de latinos en cada zona. Solo los condados con muy poca poblaci¨®n latina son n¨ªtidamente trumpistas, es cierto, y tambi¨¦n lo es que el efecto latino se desdibuja por encima del 10%, desaparece e incluso se da la vuelta a partir del 15%.
Hay infinidad de condados fuertemente ¡®rojos¡¯ con m¨¢s de la mitad de su poblaci¨®n autodefinida como hispana. Algunos condados, como Los Angeles o las zonas rurales de Kentucky, encajan con sus respectivos estereotipos. Otros, como el interior de Texas, de California, o sobre todo ciertas zonas de Florida, los resquebrajan.
¡°La lecci¨®n principal de todo esto es que hay que llegar y hay que hablarle al votante y Trump lo hizo en Estados como Florida. En Arizona, Nevada o Colorado, no lo hizo tanto el Partido Dem¨®crata pero lo hicieron varios grupos comunitarios y sindicatos de trabajadores¡±, afirma Jos¨¦ Parra, director de la consultora Prospero Latino, quien fue asesor de comunicaci¨®n hispana de la campa?a de Barack Obama en 2012. Los datos muestran que el presidente logr¨® avanzar en condados con una poblaci¨®n significativa de origen latino de clase trabajadora: hasta 12 puntos porcentuales de media en zonas fuertemente latinas y con bajos ingresos medios por hogar.
En lugares como Florida, adem¨¢s de agitar el fantasma del socialismo para apelar a los latinoamericanos que huyeron de reg¨ªmenes de izquierdas, Trump lanz¨® estrategias diferenciadas en funci¨®n de la nacionalidad de origen y las caracter¨ªsticas de los grupos de votantes que intentaba conquistar. Ese plan funcion¨® en lugares como Miami-Dade, el condado m¨¢s latino del Estado, que el presidente perdi¨® por 30 puntos en 2016 y por solo siete en 2020.
¡°Desarrollamos un programa de mensajes sofisticados dise?ado para cada comunidad e incluso dentro de las comunidades eran distintos, dependiendo de la generaci¨®n¡± a la que se dirig¨ªan, afirma Giancarlo Sopo, uno de los estrategas hispanos de la campa?a de Trump.
Por ejemplo, para atraer a los cubanoamericanos llegados a Miami en las ¨²ltimas d¨¦cadas, los republicanos lanzaron un anuncio con Susana P¨¦rez, una actriz muy reconocida entre los cubanos de esa generaci¨®n. En la publicidad sal¨ªan im¨¢genes de los representantes del ala m¨¢s progresista del partido, como Bernie Sanders, mezcladas con otras del presidente venezolano Nicol¨¢s Maduro o del Che Guevara. Para dirigirse a la comunidad colombiana del sur de Florida, los republicanos prefer¨ªan usar la palabra ¡°castrochavismo¡±, un t¨¦rmino popularizado por el expresidente colombiano ?lvaro Uribe y que lleg¨® a emplear el propio Trump en sus tuits.
¡°Todas las ganancias pol¨ªticas que tuvieron los dem¨®cratas con los cubanoamericanos en los ¨²ltimos 16 a?os las borraron en una elecci¨®n. Cometieron un gran error al permitir que los progresistas se apoderen del partido¡±, opina Sopo, el estratega republicano. De 37 a?os e hijo de un cubano nacido en Miami, lleg¨® a ser uno de los rostros de lo que se vendi¨® como un cambio generacional de los j¨®venes cubanoamericanos que durante la era Obama apoyaron a los dem¨®cratas. Pero en 2018 dej¨® el partido por el surgimiento de ese ala progresista que considera m¨¢s radical, una tendencia que han seguido muchos cubanos.
¡°El problema no es de pol¨ªticas p¨²blicas, sino que es un problema de mensaje¡±, apunta el dem¨®crata Jos¨¦ Parra, de Prospero Latino. Y da como ejemplo que en Florida, pese a que Trump gan¨® el Estado, se aprob¨® una medida considerada progresista como aumentar el salario m¨ªnimo a 15 d¨®lares la hora. ¡°En realidad no hay una brecha ni una discrepancia entre los dem¨®cratas y el voto latino. La pregunta es c¨®mo puedes comunicar eso y c¨®mo le haces contrapeso a lo que hizo el otro lado, porque lo que hicieron fue igualar la definici¨®n de izquierdista de Am¨¦rica Latina con izquierda en Estados Unidos, cuando sabemos que son dos cosas completamente diferentes. En Am¨¦rica Latina estamos hablando de reg¨ªmenes totalitarios. Ese mensaje cal¨® y los dem¨®cratas no llegaron a tiempo para salir al paso¡±.
Mucarsel Powell, la congresista de origen ecuatoriano que perdi¨® su esca?o en Florida en noviembre, considera que para analizar el avance republicano en algunas zonas con gran poblaci¨®n hispana hay que tener en cuenta m¨¢s elementos. ¡°Hay una buena parte del electorado latino de clase trabajadora que estaba desesperado por reabrir la econom¨ªa, un partido que a nivel nacional no habl¨® suficientemente de la econom¨ªa y que piensa que la identidad racial es lo ¨²nico que lleva a las comunidades de color a votar y una firme campa?a de desinformaci¨®n antidem¨®crata que estaba enfocada en los latinos¡±, desde Florida hasta el Valle del R¨ªo Grande, escribi¨® en su art¨ªculo de The Washington Post.
Trump consigui¨® m¨¢s apoyo que en 2016 en zonas rurales en las que no hizo mucha campa?a y con gran poblaci¨®n latina. Aunque a Biden le fue bien en ¨¢reas metropolitanas (n¨²cleo y periferia) como San Antonio, Dallas o Houston, el presidente saliente gan¨® terreno en algunas zonas fronterizas de mayor¨ªa latina en el Valle del R¨ªo Grande, mucho menos pobladas. All¨ª, si bien no hubo inversi¨®n de la campa?a nacional, los mensajes de los candidatos de su partido que hac¨ªan referencia a los trabajos relacionados con la industria petrolera o a favor de las agencias de seguridad y protecci¨®n fronteriza ¡ªuno de los grandes empleadores de la zona¡ª les funcionaron a los republicanos. Los condados texanos de Zapata, Cameron o Starr, por ejemplo, vieron algunos de los mayores aumentos para Trump en todo el pa¨ªs entre las elecciones pasadas y las de este a?o.
Pintando en un mapa los extremos resultantes del cruce entre la cantidad de hispanos en un condado y si se trata de un lugar m¨¢s bien urbano (poblaci¨®n de 50.000 habitantes o m¨¢s) o rural (poca poblaci¨®n, bajas densidades), la divisi¨®n habitual de suroeste+Florida latinos y noreste blanco se vuelve m¨¢s compleja: las manchas oscuras son las islas urbanas, y los colores intermedios corresponden con la interfaz suburbana en la que cada vez cabe m¨¢s diversidad.
Efectivamente, los condados m¨¢s latinos suelen votar por Biden, pero esta tendencia se emborrona y llega a desaparecer cuando se subdividen seg¨²n el grado de urbanizaci¨®n, hasta el punto de que cuando el condado es de baja densidad, ruralizado, los republicanos mantienen su ventaja, y no es peque?a. Es cuando el condado es a la vez densamente poblado y con alta presencia hispana que la victoria ¡®roja¡¯ se vuelve casi imposible (s¨®lo lo lograron en Galveston, en el golfo de M¨¦xico).
El futuro
Para Antonio Arellano, director de JOLT, una organizaci¨®n no gubernamental creada en 2016 en Texas tras la llegada de Trump al poder para promover el voto latino, los hispanos, que ser¨¢n mayor¨ªa en ese Estado en 2022 cuando se celebren las pr¨®ximas elecciones de mitad de periodo, son ¡°una mina sin explotar¡±. ¡°Nadie los ha podido capturar. Necesitan representaci¨®n que entienda sus necesidades y que ofrezca verdaderas soluciones a sus problemas¡±.
Por su parte, Giancarlo Sopo cree que el reto de los republicanos para las pr¨®ximas citas electorales ser¨¢ consolidar el apoyo de las minor¨ªas que este a?o se han sentido atra¨ªdas por el mensaje de Trump, que logr¨® captar la atenci¨®n de algunas clases trabajadoras latinas, pese a que el presidente es un hombre de la ¨¦lite neoyorquina que durante su Gobierno le baj¨® los impuestos a los m¨¢s ricos. ¡°Hist¨®ricamente, los republicanos eran el partido de los grandes negocios y lo que ha pasado ahora es que casi se han invertido los papeles: los dem¨®cratas son el partido de la ¨¦lite, de las grandes corporaciones de tecnolog¨ªa de San Francisco, de Nueva York, y los republicanos somos el partido de los trabajadores y de la clase media¡±.
Curiosamente, fue la clase social, m¨¢s que las pol¨ªticas migratorias, las que movieron hace d¨¦cadas al electorado hacia los dem¨®cratas. Geraldo Cadava, el historiador y autor de The Hispanic Republicans, explica que la profunda crisis econ¨®mica de los a?os 30 hizo que los hispanos se empezaran a mover mayoritariamente hacia ese partido. ¡°Herbert Hoover y el Partido Republicano representaban a los americanos ricos en la mente de muchos hispanos¡±, escribe Cadava. En cambio, las pol¨ªticas sociales del dem¨®crata Franklin Delano Roosevelt durante la Gran Depresi¨®n movieron al electorado, que en su mayor¨ªa eran clases trabajadoras, hacia el partido m¨¢s liberal. ¡°Los latinos le dieron cr¨¦dito por volver a poner comida en la mesa¡±, dijo Cadava. Esto, a pesar de que el dem¨®crata Roosevelt continu¨® con la deportaci¨®n masiva de 1,8 millones de mexicano-americanos que hab¨ªa comenzado Hoover.
EfectivamenteEn las ¨²ltimas d¨¦cadas, la comunidad latina en EEUU se ha consolidado la misma brecha de desigualdad que afecta al resto de comunidades en un pa¨ªs hecho de olas de migrantes, muchas veces siguiendo un patr¨®n similar: llegada en b¨²squeda de un futuro mejor que s¨®lo logran algunas familias, normalmente despu¨¦s de varias generaciones, mientras otras muchas quedan encalladas en la falta de oportunidades.
Esta divisi¨®n, parad¨®jicamente, podr¨ªa alimentar la capacidad competitiva que ha mostrado el republicanismo trumpista en ciertas ¨¢reas desaventajadas. El mensaje anti-elitista, enfocado a la promesa de un futuro mejor a trav¨¦s del esfuerzo (como el que, seg¨²n el retrato de los propios republicanos, habr¨ªa conseguido otro segmento de las familias de origen hispano) combinado con la defensa de los valores tradicionales, muestra potencial. La prueba: apenas queda ya diferencia en el margen pro-Biden entre condados latinos, seg¨²n nivel de pobreza.
El discurso conservador que Trump supo capitalizar ha sido, a juicio de Sopo, m¨¢s efectivo que el ¡°elitista¡± de los dem¨®cratas. ¡°Nuestra cultura no es pol¨ªticamente correcta. Nadie que se ha pasado 8 o 10 horas trabajando quiere llegar a la casa y ver que han cambiado su etiqueta ¨¦tnica, que ahora le llaman ¡®Latinx¡¯, ni que le hagan sentir mal si apoyan a los polic¨ªas y quieren seguridad fronteriza¡±.
Para la congresista Mucarsel Powell, los dem¨®cratas deber¨¢n redefinir para las pr¨®ximas citas electorales de 2022 y 2024 c¨®mo se lanzan los mensajes a los latinos de clase obrera, en conjunto con las organizaciones comunitarias y ¡°reclutar a candidatos que reflejen las experiencias diversas de la comunidad latina¡±. Por su parte, el analista Jos¨¦ Parra cree que los dem¨®cratas deber¨ªan haber empezado ya su inversi¨®n en las comunidades latinas. ¡°Cuando hay que empezar a trabajar para la elecci¨®n de 2022 fue el 4 de noviembre de este a?o y hay que hacerlo de manera consistente y estar buscando a los votantes desde ya, toc¨¢ndolos, que se sientan que les est¨¢n pidiendo su voto porque el problema es que si no, el otro partido viene y lo pide en lugar tuyo y se lo llevan¡±.
La categor¨ªa inc¨®moda de Hispanos en el censo naci¨® en los a?os sesenta con la intenci¨®n de hacerla abiertamente ambigua, y por eso los latinos siempre ser¨¢n enormemente heterog¨¦neos a la hora de votar. Se impuls¨® cuando grupos de activistas chicanos y puertorrique?os exig¨ªan al Gobierno que se creara esta en el censo para que los grupos latinos pudieran tener acceso a mayor asistencia p¨²blica como otras minor¨ªas discriminadas. Si no hab¨ªa datos de ellos como una poblaci¨®n racializada de forma diferencial, no pod¨ªan exigir derechos espec¨ªficos.
¡°Pero los dem¨®grafos sab¨ªan que necesitaban una categor¨ªa lo suficientemente amplia para tener poder estad¨ªstico'', explic¨® Cristina Mora, soci¨®loga de la universidad de Berkeley que ha estudiado el censo. ¡°Algunas personas propusieron ser catalogados como marrones, pero eso era complicado porque qui¨¦n dice que ah¨ª no caben los filipinos o los del Sudeste asiatico¡±. La categor¨ªa de hispano no era perfecta, pero fue un compromiso pol¨ªtico para obtener datos, y logr¨® con el tiempo que muchos mexicanos, cubanos o puertorrique?os se identificaran en el censo como hispanos a pesar de que manten¨ªan diferencias por su pa¨ªs de origen o su clase social. ¡°Fue un cambio cultural fundamental, porque luego los medios de comunicaci¨®n como Univision, y tambi¨¦n el mercado, empezaron a popularizar esa categor¨ªa de latino¡±.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter sobre las elecciones en Estados Unidos