Joe Biden tilda a los asaltantes de ¡°terroristas nacionales¡±
La asonada ofrece al presidente un recordatorio del pa¨ªs que le espera, pero tambi¨¦n la esperanza de que su mensaje de unidad cuaje en una sociedad conmocionada
Amanec¨ªa un buen mi¨¦rcoles para Joe Biden, con la confirmaci¨®n de que los dem¨®cratas tendr¨¢n el control del Senado tras las victorias en las dos segundas vueltas de las elecciones a la C¨¢mara alta en Georgia celebradas el martes. Por la tarde, el Congreso se dispon¨ªa a despejar el camino definitivamente a su presidencia al certificar, acaso con alg¨²n espect¨¢culo menor de interesado servilismo a cargo de la claque habitual de aduladores, los resultados del Colegio Electoral.
En un nuevo signo del tono centrista y reconciliador que Biden quiere imprimir a su presidencia, anunciaba la elecci¨®n para fiscal general del juez Merrick Garland, cuya nominaci¨®n al Supremo fue bloqueada en 2016 por los republicanos. La opci¨®n de un jurista centrista como Garland no satisfizo al ala izquierda de los dem¨®cratas, pero supone toda una declaraci¨®n de sus intenciones respecto a un Departamento de Justicia cuya reputaci¨®n se ha visto arruinada por los manejos de Trump y William Barr.
Poco despu¨¦s del mediod¨ªa, sin embargo, la jornada se torn¨® s¨²bitamente en un amargo recordatorio del pa¨ªs que espera a Joe Biden cuando llegue a la Casa Blanca dentro de dos semanas. Justo cuando el l¨ªder de la mayor¨ªa republicana en el Senado, Mitch McConnell, encarnaci¨®n de la pol¨ªtica entendida como ejercicio partidista, rechazaba con dureza la delirante ofensiva del presidente Trump por revertir el resultado electoral, brindando a Biden un prematuro refuerzo a su prometida intenci¨®n de tender puentes entre los dos bandos, hordas de seguidores del presidente asaltaban el Congreso en un intento sin precedentes de interrumpir por la fuerza el curso de la democracia.
El mundo entero asist¨ªa conmocionado, en riguroso directo, a la escenificaci¨®n del deterioro democr¨¢tico de un pa¨ªs cuyo prestigio, mancillado por cuatro a?os de Trump, le corresponder¨¢ restaurar a un veterano pol¨ªtico de 78 a?os, con exiguas mayor¨ªas en ambas C¨¢maras legislativas, en medio de una feroz crisis sanitaria y econ¨®mica, y cuya presidencia es considerada ileg¨ªtima por cerca de la mitad del pa¨ªs.
La asonada, combinada con el lamentable silencio inicial de Trump desde el otro extremo de la avenida de Pensilvania, brindaba a Biden la oportunidad de probarse el traje de presidente 14 d¨ªas antes de su investidura. En un mensaje a la naci¨®n, urg¨ªa al republicano a acudir a la televisi¨®n nacional de inmediato para ¡°cumplir su juramento, defender la Constituci¨®n y exigir el fin de este sitio¡±. Habl¨® de ¡°insurrecci¨®n¡±. Y volvi¨® a insistir en un mensaje de unidad que sonaba a ciencia ficci¨®n por encima de las im¨¢genes de legisladores tirados en el suelo del Capitolio y sometidos por hordas de lun¨¢ticos disfrazados de guerreros.
Este jueves el veterano dem¨®crata fue m¨¢s all¨¢ y tild¨® a los asaltantes de ¡°terroristas nacionales¡±, comparando incluso la reacci¨®n policial del mi¨¦rcoles con la que habr¨ªa instrumentado si los manifestantes hubiesen sido partidarios del movimiento Black Lives Matter (BLM). La polic¨ªa, dijo el presidente electo, ¡°cometi¨® un claro fallo a la hora de aplicar justicia con el mismo rasero (...) De haber sido miembros de BLM, habr¨ªan sido tratados de manera muy, muy diferente a la turba de maleantes que irrumpieron en el Capitolio¡±.
Las victorias en Georgia, de las que los dem¨®cratas salen con la mayor¨ªa en las dos C¨¢maras por primera vez en m¨¢s de 10 a?os, ofrecen a Biden la oportunidad de tomar la iniciativa. Su equipo ya trabaja en propuestas para enviar al Congreso en las pr¨®ximas semanas, empezando por un nuevo paquete de est¨ªmulo a la econom¨ªa, que incluya un env¨ªo de cheques directos a los ciudadanos por valor de 2.000 d¨®lares, m¨¢s del triple de la cuant¨ªa aprobada hace apenas 10 d¨ªas. Tambi¨¦n se est¨¢n ultimando otras medidas, en energ¨ªas limpias, infraestructuras, sanidad y educaci¨®n, financiadas por subidas de impuestos a los m¨¢s ricos, que env¨ªen el mensaje de que la recuperaci¨®n ser¨¢ m¨¢s una transformaci¨®n que una mera vuelta al statu quo.
En estos d¨ªas vertiginosos, est¨¢ por ver el efecto de la algarada del mi¨¦rcoles en los planes de Biden. Como siempre, el futuro presidente habr¨¢ de mirar a derecha e izquierda. El ala izquierdista del Partido Dem¨®crata sale reforzada por los ¨¦xitos en Georgia, en la medida en que estos confirman cierta voluntad de reforma y eliminan las excusas para avanzar en una agenda progresista. Pero las im¨¢genes del asalto al Capitolio les mostraron tambi¨¦n las orejas del lobo.
A mano derecha, el amargo espect¨¢culo fue la constataci¨®n de hasta qu¨¦ punto considera ileg¨ªtima la presidencia de Biden buena parte del pa¨ªs. El 45% de los votantes republicanos, seg¨²n una encuesta de YouGov, aprueba el asalto al Congreso (frente al 43% que lo rechaza). ¡°Las escenas de caos en el coraz¨®n del Capitolio no reflejan los verdaderos Estados Unidos¡±, dijo Biden su discurso. Pero s¨ª constituyen una parte del pa¨ªs num¨¦ricamente importante, cuya fuerza qued¨® demostrada el mi¨¦rcoles.
Muchos congresistas republicanos, particularmente algunos radicales que se sientan ahora en la C¨¢mara baja, pero tambi¨¦n unos cuantos senadores empe?ados en demostrar que les mueve m¨¢s el inter¨¦s personal que el general, saben que es de esos extremistas de quienes dependen sus esca?os. La exhibici¨®n de fuerza de sus bases puede disuadir a esos legisladores de transitar por los puentes que Biden asegura que quiere tender. Pero tambi¨¦n es posible que el dantesco espect¨¢culo provoque una reacci¨®n de unidad que conceda al nuevo presidente una tregua para avanzar en una agenda legislativa en la que se acumulan las medidas urgentes. Todo depender¨¢ de la digesti¨®n que representantes y representados realicen de las im¨¢genes del cham¨¢n cornudo y compa?¨ªa.
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