Trump: ¡°Necesito el tipo de generales que tuvo Hitler¡±
La obsesi¨®n del candidato republicano con los dictadores y su desd¨¦n hacia los militares estadounidenses son cada vez mayores
Este art¨ªculo fue publicado originalmente por ¡®The Atlantic¡¯, lea aqu¨ª el texto (en ingl¨¦s).
En abril de 2020, Vanessa Guill¨¦n, una soldado rasa del ej¨¦rcito de 20 a?os, fue apaleada hasta la muerte por un compa?ero en Fort Hood, en Texas. El asesino, ayudado por su novia, quem¨® el cuerpo de Guill¨¦n. Los restos de Guill¨¦n fueron descubiertos dos meses despu¨¦s, enterrados en la orilla de un r¨ªo cercano a la base, tras una b¨²squeda masiva.
Guill¨¦n, hija de inmigrantes mexicanos, creci¨® en Houston, y su asesinato provoc¨® indignaci¨®n en todo Texas y m¨¢s all¨¢. Fort Hood se hab¨ªa dado a conocer como un destino especialmente peligroso para las mujeres soldados, y los miembros del Congreso se sumaron a la causa de la reforma. Poco despu¨¦s de que se descubrieran sus restos, el propio presidente Donald Trump invit¨® a la familia Guill¨¦n a la Casa Blanca. Con la madre de Guill¨¦n sentada a su lado, Trump pas¨® 25 minutos con la familia mientras las c¨¢maras de televisi¨®n grababan la escena.
En el encuentro, Trump mantuvo una postura digna y expres¨® sus condolencias a la madre de Guill¨¦n. ¡°He visto lo que le ha pasado a tu hija Vanessa, que era una persona espectacular, y respetada y querida por todo el mundo, incluso en el ej¨¦rcito¡±, dijo Trump. M¨¢s adelante en la conversaci¨®n, hizo una promesa: ¡°Si puedo ayudarte con el funeral, te ayudar¨¦, te ayudar¨¦ con eso¡±, dijo. ¡°Te ayudar¨¦. Te ayudar¨¦ econ¨®micamente¡±.
Natalie Khawam, la abogada de la familia, respondi¨®: ¡°Creo que los militares se encargar¨¢n de pagarlo¡±. Trump respondi¨®: ¡°Bien. Lo har¨¢n los militares. Muy bien. Si necesitan ayuda, les ayudar¨¦¡±. M¨¢s tarde, un reportero que asisti¨® la reuni¨®n le pregunt¨® a Trump: ¡°?Se ha ofrecido a hacer eso por otras familias antes?¡±. Trump respondi¨®: ¡°Lo he hecho. Lo he hecho. Personalmente. Tengo que hacerlo personalmente. No puedo hacerlo a trav¨¦s del gobierno¡±. El reportero pregunt¨® entonces: ¡°?As¨ª que ha escrito cheques para ayudar a otras familias antes de esto?¡±. Trump se volte¨® hacia la familia, todav¨ªa presente, y dijo: ¡°Lo he hecho, lo he hecho, porque algunas familias necesitan ayuda ... Tal vez ustedes no necesitan ayuda, desde un punto de vista financiero. No tengo ni idea de lo que... simplemente creo que lo que ha pasado es algo horrible. Y si necesitan ayuda, yo estar¨¦ ah¨ª para ayudarles¡±.
Dos semanas despu¨¦s de la reuni¨®n en la Casa Blanca se celebr¨® un funeral p¨²blico en Houston. Le sigui¨® un funeral privado y un entierro en un cementerio local, al que asistieron, entre otros, el alcalde de Houston y el jefe de polic¨ªa de la ciudad. Se cerraron las autopistas y los dolientes llenaron las calles.
Cinco meses despu¨¦s, el secretario del ej¨¦rcito, Ryan McCarthy, anunci¨® los resultados de una investigaci¨®n. McCarthy cit¨® numerosos ¡°fallos de liderazgo¡± en Fort Hood y relev¨® o suspendi¨® a varios oficiales, incluyendo al comandante general de la base. En una rueda de prensa, McCarthy dijo que el asesinato ¡°sacudi¨® nuestra conciencia¡± y ¡°nos oblig¨® a echar un vistazo cr¨ªtico a nuestros sistemas, nuestras pol¨ªticas y a nosotros mismos¡±.
Seg¨²n una persona cercana a Trump en ese momento, el presidente se agit¨® por los comentarios de McCarthy y plante¨® preguntas sobre la severidad de los castigos dispensados a los oficiales superiores y suboficiales.
En una reuni¨®n en el Despacho Oval el 4 de diciembre de 2020, los funcionarios se reunieron para discutir un asunto distinto de seguridad nacional. Hacia el final de la discusi¨®n, Trump pidi¨® una actualizaci¨®n sobre la investigaci¨®n McCarthy. Christopher Miller, el secretario de defensa interino (Trump hab¨ªa despedido a su predecesor, Mark Esper, tres semanas antes, escribiendo en un tuit: ¡°Mark Esper ha sido despedido¡±), estaba presente, junto con el jefe de gabinete de Miller, Kash Patel. En un momento dado, seg¨²n dos personas presentes en la reuni¨®n, Trump pregunt¨®: ¡°?Nos han facturado el funeral? ?Cu¨¢nto cost¨®?¡±.
Seg¨²n los asistentes y las notas contempor¨¢neas de la reuni¨®n tomadas por uno de los participantes, un ayudante respondi¨®: S¨ª, recibimos una factura; el funeral cost¨® 60.000 d¨®lares.
Trump se enfad¨®. ¡°?No cuesta 60.000 d¨®lares enterrar a una puta mexicana!¡±. Se volvi¨® hacia su jefe de gabinete, Mark Meadows, y emiti¨® una orden: ¡°?No lo pagues!¡±. M¨¢s tarde, ese mismo d¨ªa, segu¨ªa agitado. ¡°?Lo puedes creer?¡±, dijo, seg¨²n un testigo. ¡°Maldita gente, intentando estafarme¡±.
Khawam, la abogada de la familia, me dijo que envi¨® la factura a la Casa Blanca, pero que la familia nunca recibi¨® dinero de Trump. Algunos de los costos, dijo Khawam, fueron cubiertos por el ej¨¦rcito (que se ofreci¨®, dijo, a permitir que Guill¨¦n fuera enterrada en el Cementerio Nacional de Arlington) y otros fueron cubiertos por donaciones. Finalmente, Guill¨¦n fue enterrada en Houston.
Poco despu¨¦s de enviar por correo electr¨®nico una serie de preguntas a un portavoz de Trump, Alex Pfeiffer, recib¨ª un correo electr¨®nico de Khawam, quien me pidi¨® que publicara una declaraci¨®n de Mayra Guill¨¦n, la hermana de Vanessa. Pfeiffer luego me envi¨® por correo electr¨®nico la misma declaraci¨®n. ¡°Estoy m¨¢s que agradecida por todo el apoyo que el presidente Donald Trump mostr¨® a nuestra familia durante un momento dif¨ªcil¡±, dice la declaraci¨®n. ¡°Fui testigo de primera mano de c¨®mo el presidente Trump honra el servicio de los h¨¦roes de nuestra naci¨®n. Estamos agradecidos por todo lo que ha hecho y sigue haciendo para apoyar a nuestras tropas¡±.
Pfeiffer me dijo que ¨¦l no escribi¨® esa declaraci¨®n, y me envi¨® por correo electr¨®nico una serie de negaciones. En cuanto al comentario de Trump de puta mexicana, Pfeiffer escribi¨®: ¡°El presidente Donald Trump nunca dijo eso. Es una mentira escandalosa de The Atlantic dos semanas antes de las elecciones¡±. Aport¨® declaraciones de Patel y de un portavoz de Meadows, que negaron haber o¨ªdo a Trump hacer la declaraci¨®n. A trav¨¦s de Pfeiffer, el portavoz de Meadows tambi¨¦n neg¨® que Trump hubiera ordenado a Meadows que no pagara el funeral.
La declaraci¨®n de Patel que me envi¨® Pfeiffer dec¨ªa: ¡°Como alguien que estuvo presente en la sala con el presidente Trump, inst¨® en¨¦rgicamente a que la afligida familia de Vanessa Guillen no tuviera que asumir el costo de los arreglos funerarios, incluso ofreci¨¦ndose a pagar personalmente para honrar su vida y sacrificio¡±. Adem¨¢s, el presidente Trump consigui¨® que el Departamento de Defensa designara su muerte como ocurrida ¡°en acto de servicio¡±, lo que le otorg¨® todos los honores militares y proporcion¨® a su familia acceso a prestaciones, servicios y asistencia financiera completa¡±.
Las cualidades personales mostradas por Trump en su reacci¨®n al costo del funeral de Guill¨¦n ¡ªdesprecio, rabia, parsimonia, racismo¡ª no sorprendieron a su c¨ªrculo ¨ªntimo. Trump ha expresado con frecuencia su desprecio por quienes sirven en el ej¨¦rcito y por su devoci¨®n al deber, el honor y el sacrificio. Antiguos generales que han trabajado para Trump afirman que la ¨²nica virtud militar que valora es la obediencia. A medida que su presidencia se acercaba a su fin, y en los a?os posteriores, se ha ido interesando cada vez m¨¢s en las ventajas de la dictadura y en el control absoluto sobre el ej¨¦rcito que cree que proporcionar¨ªa. ¡°Necesito el tipo de generales que tuvo Hitler¡±, dijo Trump en una conversaci¨®n privada en la Casa Blanca, seg¨²n dos personas que le oyeron decir esto. ¡°Gente que le fuera totalmente leal, que siga ¨®rdenes¡±. (¡±Esto es absolutamente falso¡±, escribi¨® Pfeiffer en un correo electr¨®nico. ¡°El presidente Trump nunca dijo esto¡±).
El deseo de obligar a los l¨ªderes militares estadounidenses a obedecerle a ¨¦l y no a la Constituci¨®n es uno de los temas constantes del discurso de Trump relacionado con el ej¨¦rcito. Antiguos oficiales tambi¨¦n han citado otros temas recurrentes: su denigraci¨®n del servicio militar, su ignorancia de las disposiciones del C¨®digo Uniforme de Justicia Militar, su admiraci¨®n por la brutalidad y las normas antidemocr¨¢ticas de comportamiento, y su desprecio por los veteranos heridos y por los soldados ca¨ªdos en combate.
El general retirado Barry McCaffrey, un condecorado veterano de Vietnam, me dijo que Trump no comprende virtudes militares tan tradicionales como el honor y la abnegaci¨®n. ¡°El ej¨¦rcito es un pa¨ªs extranjero para ¨¦l. No entiende las costumbres ni los c¨®digos¡±, dijo McCaffrey. ¡°No penetra. Empieza por el hecho de que le parece una tonter¨ªa hacer algo que no le beneficie directamente a ¨¦l mismo¡±.
Llevo casi una d¨¦cada interes¨¢ndome por la comprensi¨®n de Trump de los asuntos militares. Al principio, fue la disonancia cognitiva lo que me atrajo al tema: seg¨²n mi comprensi¨®n previa de la f¨ªsica pol¨ªtica estadounidense, el menosprecio de Trump hacia el ej¨¦rcito, y en particular su cr¨ªtica obsesiva del historial b¨¦lico del difunto senador John McCain, deber¨ªa haber alienado profundamente a los votantes republicanos, si no a los estadounidenses en general. Y en parte mi inter¨¦s surgi¨® de la absoluta novedad del pensamiento de Trump. Este pa¨ªs nunca hab¨ªa visto, que yo sepa, una figura pol¨ªtica nacional que insultara a los veteranos, a los guerreros heridos y a los ca¨ªdos con regularidad metron¨®mica.
Hoy ¡ªdos semanas antes de unas elecciones en las que Trump podr¨ªa volver a la Casa Blanca¡ª lo que m¨¢s me interesa es su evidente deseo de ejercer el poder militar, y el poder sobre los militares, a la manera de Hitler y otros dictadores.
El enfoque singularmente corrosivo de Trump hacia la tradici¨®n militar se puso de manifiesto en agosto, cuando describi¨® la Medalla de Honor, el m¨¢ximo galard¨®n nacional al hero¨ªsmo y la abnegaci¨®n en combate, como inferior a la Medalla de la Libertad, que se concede a civiles por logros profesionales. Durante un discurso de campa?a, describi¨® a los galardonados con la Medalla de Honor como ¡°o en muy mal estado porque han sido alcanzados muchas veces por las balas o est¨¢n muertos¡±, lo que llev¨® a los Veteranos de Guerras Extranjeras a emitir una condena: ¡°Estos comentarios necios no s¨®lo disminuyen el significado de la m¨¢s alta condecoraci¨®n al valor de nuestra naci¨®n, sino que tambi¨¦n caracterizan burdamente los sacrificios de aquellos que han arriesgado sus vidas por encima y m¨¢s all¨¢ de la llamada del deber¡±. M¨¢s tarde, en agosto, Trump caus¨® controversia al violar las normas federales que proh¨ªben la politizaci¨®n de los cementerios militares, tras una visita de campa?a a Arlington en la que hizo un gesto sonriente con el pulgar hacia arriba mientras estaba de pie detr¨¢s de las l¨¢pidas de los soldados estadounidenses ca¨ªdos.
Sus comentarios sobre la Medalla de Honor no tienen nada que ver con su deseo expreso de recibir un Coraz¨®n P¨²rpura sin haber sido herido. Tambi¨¦n ha equiparado el ¨¦xito empresarial al hero¨ªsmo en el campo de batalla. En el verano de 2016, Khizr Khan, padre de un capit¨¢n del ej¨¦rcito de 27 a?os que hab¨ªa muerto en Irak, dijo en la Convenci¨®n Nacional Dem¨®crata que Trump no hab¨ªa ¡°sacrificado nada¡±. En respuesta, Trump menospreci¨® a la familia Khan y dijo: ¡°Creo que he hecho muchos sacrificios. Trabajo muy, muy duro. He creado miles y miles de empleos, decenas de miles de empleos, he construido grandes estructuras¡±.
Un antiguo secretario del gabinete de la administraci¨®n Trump me habl¨® de una conversaci¨®n que hab¨ªa mantenido con Trump durante su mandato sobre la guerra de Vietnam. Trump se libr¨® de la conscripci¨®n alegando que ten¨ªa espolones ¨®seos en los pies. (¡±Tuve un m¨¦dico que me dio una carta ¡ªuna carta muy fuerte en los talones¡±, dijo Trump a The New York Times en 2016). Una vez, cuando surgi¨® en la conversaci¨®n el tema de los veteranos de Vietnam que envejecen, Trump ofreci¨® esta observaci¨®n al funcionario del gabinete: ¡°Vietnam habr¨ªa sido una p¨¦rdida de tiempo para m¨ª. S¨®lo los tontos fueron a Vietnam¡±.
En 1997, Trump dijo al locutor de radio Howard Stern que evitar las enfermedades de transmisi¨®n sexual era ¡°mi Vietnam personal. Me siento como un gran y muy valiente soldado¡±. No ha sido la ¨²nica vez que Trump ha comparado sus haza?as sexuales y sus desaf¨ªos pol¨ªticos con el servicio militar. El a?o pasado, en un discurso ante un grupo de republicanos de Nueva York, mientras hablaba de las consecuencias de la publicaci¨®n de la cinta Access Hollywood, dijo: ¡°Sub¨ª al escenario (del debate) unos d¨ªas despu¨¦s y un general, que es un general fant¨¢stico, me dijo: ¡®Se?or, he estado en el campo de batalla. Han ca¨ªdo hombres a mi izquierda y a mi derecha. Estuve en colinas donde murieron soldados. Pero creo que lo m¨¢s valiente que he visto fue la noche en que usted subi¨® a ese escenario con Hillary Clinton despu¨¦s de lo ocurrido¡¯¡±. Ped¨ª a los responsables de la campa?a de Trump que facilitaran el nombre del general que supuestamente dijo esto. Pfeiffer, el portavoz de la campa?a, dijo: ¡°Es una historia real y no hay ninguna buena raz¨®n para dar el nombre de un hombre honorable a The Atlantic para poder desprestigiarlo¡±.
En su libro The Divider: Trump en la Casa Blanca, Peter Baker y Susan Glasser informaron de que Trump le pregunt¨® a John Kelly, su jefe de gabinete en ese momento: ¡°?Por qu¨¦ no puedes ser como los generales alemanes?¡±. Trump, en varios momentos, se hab¨ªa sentido frustrado con oficiales militares que consideraba desleales y desobedientes. (A lo largo de su presidencia, Trump se refiri¨® a los oficiales de bandera como ¡°mis generales¡±). Seg¨²n Baker y Glasser, Kelly explic¨® a Trump que los generales alemanes ¡°intentaron matar a Hitler tres veces y casi lo consiguieron¡±. Esta correcci¨®n no movi¨® a Trump a reconsiderar su opini¨®n: ¡°No, no, no, fueron totalmente leales a ¨¦l¡±, respondi¨® el presidente.
Esta semana, le pregunt¨¦ a Kelly sobre su intercambio. Me dijo que cuando Trump sac¨® el tema de los ¡°generales alemanes¡±, Kelly respondi¨® preguntando: ¡°¡¯?Te refieres a los generales de Bismarck?¡¯¡±. Continu¨®: ¡°Quiero decir, yo sab¨ªa que ¨¦l no sab¨ªa qui¨¦n era Bismarck, o sobre la Guerra Franco-Prusiana. Le dije: ¡®?Te refieres a los generales del Kaiser? ?No te referir¨¢s a los generales de Hitler?¡¯ Y ¨¦l respondi¨®: ¡®S¨ª, s¨ª, los generales de Hitler¡¯. Le expliqu¨¦ que Rommel tuvo que suicidarse tras participar en un complot contra Hitler¡±. Kelly me dijo que Trump no conoc¨ªa a Rommel.
Baker y Glasser tambi¨¦n informaron de que Mark Milley, ex jefe del Estado Mayor Conjunto, tem¨ªa que el hecho de que Trump ¡°abrazara la gran mentira sobre las elecciones ¡®como Hitler¡¯ llevara al presidente a buscar un ¡®momento Reichstag¡¯¡±.
Kelly ¡ªun general retirado de los Marines que, de joven, se hab¨ªa presentado voluntario para servir en Vietnam a pesar de padecer en realidad espolones ¨®seos¡ª dijo en una entrevista para el libro del periodista de CNN Jim Sciutto, The Return of Great Powers, que Trump elogi¨® aspectos del liderazgo de Hitler. ¡°Me dijo: ¡®Bueno, pero Hitler hizo algunas cosas buenas¡¯¡±, record¨® Kelly. ¡°Le dije: ¡®Bueno, ?qu¨¦?¡¯. Y ¨¦l respondi¨®: ¡®Bueno, (Hitler) reconstruy¨® la econom¨ªa¡¯. Pero, ?qu¨¦ hizo con esa econom¨ªa reconstruida? La volvi¨® contra su propio pueblo y contra el mundo¡±. Kelly amonest¨® a Trump: ¡°Le dije: ¡®Se?or, nunca podr¨¢ decir nada bueno de ese tipo. Nada¡¯¡±.
No fue la ¨²nica vez que Kelly se sinti¨® obligado a instruir a Trump sobre historia militar. En 2018, Trump le pidi¨® a Kelly que le explicara qui¨¦nes eran ¡°los buenos¡± en la Primera Guerra Mundial. Kelly respondi¨® explic¨¢ndole una sencilla regla: Los presidentes deben, por una cuesti¨®n de pol¨ªtica, recordar que los ¡°buenos¡± en cualquier conflicto son los pa¨ªses aliados de los Estados Unidos. A pesar de la falta de conocimiento hist¨®rico de Trump, ha sido grabado diciendo que sab¨ªa m¨¢s que sus generales sobre la guerra. Dijo a 60 Minutes en 2018 que sab¨ªa m¨¢s sobre la OTAN que James Mattis, su secretario de defensa en ese momento, un general retirado de cuatro estrellas de los Marines que hab¨ªa servido como funcionario de la OTAN. Trump tambi¨¦n dijo, en otra ocasi¨®n, que era ¨¦l, y no Mattis, quien hab¨ªa ¡°capturado¡± al Estado Isl¨¢mico.
Como presidente, Trump demostr¨® una sensibilidad extrema ante las cr¨ªticas de los oficiales de bandera retirados; en un momento dado, propuso volver a llamar al servicio activo al almirante William McRaven y al general Stanley McChrystal, dos l¨ªderes de Operaciones Especiales de gran prestigio que se hab¨ªan vuelto cr¨ªticos de Trump, para que fueran sometidos a un consejo de guerra. Esper, que entonces era secretario de defensa, escribi¨® en sus memorias que ¨¦l y Milley convencieron a Trump de que no siguiera adelante con el plan. (Preguntado por las cr¨ªticas de McRaven, que supervis¨® la incursi¨®n que acab¨® con la vida de Osama bin Laden, Trump respondi¨® llam¨¢ndole ¡°partidario de Hillary Clinton y de Obama¡± y dijo: ¡°?No habr¨ªa estado bien que hubi¨¦ramos atrapado a Osama bin Laden mucho antes?¡±).
Trump ha respondido con incredulidad cuando se le ha dicho que los militares estadounidenses prestan juramento a la Constituci¨®n, no al presidente. Seg¨²n el reciente libro del periodista del New York Times Michael S. Schmidt, Donald Trump v. the United States, Trump le pregunt¨® a Kelly: ¡°?De verdad cree que no me es leal?¡±. Kelly respondi¨®: ¡°Ciertamente soy parte de la administraci¨®n, pero mi lealtad ¨²ltima es al estado de derecho¡±. Trump tambi¨¦n flot¨® p¨²blicamente la idea de ¡°la terminaci¨®n de todas las normas, reglamentos y art¨ªculos, incluso los que se encuentran en la Constituci¨®n¡±, como parte del esfuerzo para anular las elecciones presidenciales de 2020 y mantenerse en el poder.
En distintas ocasiones en 2020, Trump mantuvo conversaciones privadas en la Casa Blanca con funcionarios de seguridad nacional sobre las protestas de George Floyd. ¡°Los generales chinos sabr¨ªan qu¨¦ hacer¡±, dijo, seg¨²n exfuncionarios que me describieron las conversaciones, refiri¨¦ndose a los l¨ªderes del Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n, que llev¨® a cabo la masacre de la Plaza de Tiananmen en 1989. (Pfeiffer neg¨® que Trump dijera esto). El deseo de Trump de desplegar tropas estadounidenses contra ciudadanos estadounidenses est¨¢ bien documentado. Durante el angustioso periodo de agitaci¨®n social que sigui¨® a la muerte de Floyd, Trump pregunt¨® a Milley y a Esper, graduado en West Point y exoficial de infanter¨ªa, si el ej¨¦rcito pod¨ªa disparar a los manifestantes. ¡°Trump parec¨ªa incapaz de pensar con claridad y serenidad¡±, escribi¨® Esper en sus memorias. ¡°Las protestas y la violencia le ten¨ªan tan enfurecido que estaba dispuesto a enviar fuerzas en servicio activo para acabar con los manifestantes. Peor a¨²n, sugiri¨® que les dispar¨¢ramos. Me pregunt¨¦ por su sentido de la historia, del decoro y de su juramento a la Constituci¨®n¡±. Esper dijo a la National Public Radio en 2022: ¡°Llegamos a ese punto en la conversaci¨®n en el que mir¨® francamente al general Milley, y dijo: ¡®?No puedes dispararles, dispararles en las piernas o algo as¨ª?¡¯¡±. Cuando los oficiales de defensa argumentaron en contra del deseo de Trump, el presidente grit¨®, seg¨²n los testigos: ¡°?Son unos putos perdedores!¡±.
Trump ha expresado a menudo su estima por el tipo de poder que ejercen aut¨®cratas como el l¨ªder chino Xi Jinping; es bien conocida su admiraci¨®n, incluso envidia, por Vladimir Putin. En los ¨²ltimos d¨ªas, ha se?alado que, si gana la reelecci¨®n en noviembre, le gustar¨ªa gobernar a la manera de estos dictadores ¡ªha dicho expl¨ªcitamente que le gustar¨ªa ser dictador por un d¨ªa en su primer d¨ªa de vuelta a la Casa Blanca¡ª y ha amenazado, entre otras cosas, con desatar al ej¨¦rcito contra los ¡°lun¨¢ticos de la izquierda radical¡±. (Uno de sus cuatro exasesores de seguridad nacional, John Bolton, escribi¨® en sus memorias: ¡°Est¨¢ re?ido entre Putin y Xi Jinping qui¨¦n estar¨ªa m¨¢s contento de ver a Trump de nuevo en el cargo¡±).
Los l¨ªderes militares han condenado a Trump por poseer tendencias autocr¨¢ticas. En su ceremonia de jubilaci¨®n el a?o pasado, Milley dijo: ¡°No prestamos juramento a un rey, ni a una reina, ni a un tirano o dictador, y no prestamos juramento a un aspirante a dictador... Prestamos juramento a la Constituci¨®n, y prestamos juramento a la idea que es los Estados Unidos, y estamos dispuestos a morir para protegerla¡±. En los ¨²ltimos a?os, Milley ha dicho en privado a varios interlocutores que cre¨ªa que Trump era un fascista. Muchos otros l¨ªderes tambi¨¦n se han escandalizado por el deseo de venganza de Trump contra sus cr¨ªticos internos. En el momento ¨¢lgido de las protestas contra Floyd, Mattis escribi¨®: ¡°Cuando me alist¨¦ en el ej¨¦rcito, hace unos 50 a?os, jur¨¦ apoyar y defender la Constituci¨®n. Nunca so?¨¦ que a las tropas que prestaran ese mismo juramento se les ordenar¨ªa, bajo ninguna circunstancia, violar los derechos constitucionales de sus conciudadanos¡±.
La frustraci¨®n de Trump con los l¨ªderes militares estadounidenses le llev¨® a menospreciarlos con regularidad. En su libro A Very Stable Genius, Carol Leonnig y Philip Rucker, ambos de The Washington Post, relataron que en 2017, durante una reuni¨®n en el Pent¨¢gono, Trump grit¨® a un grupo de generales: ¡°Yo no ir¨ªa a la guerra con ustedes. Son un grupo de imb¨¦ciles y beb¨¦s¡±. Y en su libro Rage, Bob Woodward relat¨® que Trump se quej¨® de que ¡°mis putos generales son un mont¨®n de cobardes. Se preocupan m¨¢s por sus alianzas que por los acuerdos comerciales¡±.
El desd¨¦n de Trump por los oficiales militares estadounidenses est¨¢ motivado en parte por su disposici¨®n a aceptar sueldos bajos. En una ocasi¨®n, tras una sesi¨®n informativa en la Casa Blanca ofrecida por el entonces jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Joseph Dunford, Trump dijo a sus ayudantes: ¡°Ese tipo es inteligente. ?Por qu¨¦ se alist¨® en el ej¨¦rcito?¡±. (En otra ocasi¨®n, John Kelly pidi¨® a Trump que adivinara el sueldo anual de Dunford. La respuesta del presidente: 5 millones de d¨®lares. El sueldo real de Dunford era de menos de 200.000 d¨®lares).
Trump ha expresado a menudo su amor por los adornos del poder marcial, exigiendo a sus ayudantes que organicen el tipo de desfiles cargados de armaduras ajenos a la tradici¨®n estadounidense. Tanto los ayudantes civiles como los generales se opusieron. En una ocasi¨®n, el general de las Fuerzas A¨¦reas, Paul Selva, entonces vicepresidente del Estado Mayor Conjunto, dijo al presidente que ¨¦l se hab¨ªa criado en parte en Portugal, que, seg¨²n explic¨®, ¡°era una dictadura, y los desfiles consist¨ªan en mostrar a la gente qui¨¦n ten¨ªa las armas. En los Estados Unidos no hacemos eso. No es lo que somos¡±.
Para los republicanos en 2012, fue John McCain quien sirvi¨® de modelo de ¡°qui¨¦nes somos¡±. Pero en 2015, el partido hab¨ªa cambiado. En julio de ese a?o, Trump, entonces uno de los varios candidatos a la nominaci¨®n presidencial republicana, hizo una declaraci¨®n que deber¨ªa haber puesto fin a su campa?a. En un foro para conservadores cristianos en Iowa, Trump dijo de McCain: ¡°No es un h¨¦roe de guerra. Es un h¨¦roe de guerra porque fue capturado. Me gusta la gente que no fue capturada¡±.
Fue una declaraci¨®n sorprendente, y una introducci¨®n al gran p¨²blico de la visi¨®n singularmente corrosiva de Trump sobre McCain, y de su aberrante comprensi¨®n de la naturaleza del hero¨ªsmo militar estadounidense. No era la primera vez que Trump insultaba el historial b¨¦lico de McCain. Ya en 1999 insultaba a McCain. En una entrevista con Dan Rather ese a?o, Trump pregunt¨®: ¡°?Ser capturado te convierte en un h¨¦roe? No lo s¨¦. No estoy seguro¡±. (Una breve introducci¨®n: McCain, que hab¨ªa volado en 22 misiones de combate antes de ser derribado sobre Hanoi, fue torturado casi continuamente por sus captores comunistas, y rechaz¨® repetidas ofertas de ser liberado anticipadamente, insistiendo en que los prisioneros fueran liberados en el orden en que hab¨ªan sido capturados. McCain sufri¨® f¨ªsicamente sus heridas hasta su muerte, en 2018). Los partidarios de McCain creen, con justificaci¨®n, que la aversi¨®n de Trump fue provocada en parte por la capacidad de McCain para ver a trav¨¦s de Trump. ¡°John no le respetaba, y Trump lo sab¨ªa¡±, me dijo Mark Salter, ayudante y coautor de McCain durante muchos a?os. ¡°John McCain ten¨ªa un c¨®digo. Trump s¨®lo tiene agravios, impulsos y apetitos. En lo m¨¢s profundo de su alma de hombre-ni?o, sab¨ªa que McCain y sus logros le hac¨ªan parecer un bobo¡±.
Trump, dicen quienes han trabajado para ¨¦l, es incapaz de entender la norma militar seg¨²n la cual no se abandona a los compa?eros en el campo de batalla. Siendo presidente, Trump dijo a altos asesores que no entend¨ªa por qu¨¦ el gobierno estadounidense daba tanto valor a la b¨²squeda de soldados desaparecidos en combate. Para ¨¦l, se les pod¨ªa dejar atr¨¢s porque hab¨ªan actuado mal al ser capturados.
Mis reportajes durante el mandato de Trump me llevaron a publicar en este sitio, en septiembre de 2020, un art¨ªculo sobre las actitudes de Trump hacia McCain y otros veteranos, y sus opiniones sobre el ideal del servicio nacional en s¨ª mismo. La historia se bas¨® en entrevistas con m¨²ltiples fuentes que tuvieron contacto de primera mano con Trump y sus puntos de vista. En ese art¨ªculo, detall¨¦ numerosos casos en los que Trump insultaba a soldados, oficiales de bandera y veteranos por igual. Escrib¨ª extensamente sobre la reacci¨®n de Trump a la muerte de McCain en agosto de 2018: El presidente dijo a sus ayudantes: ¡°No vamos a apoyar el funeral de ese perdedor¡±, y se enfureci¨® cuando vio las banderas en la Casa Blanca bajadas a media asta. ¡°?Por qu¨¦ co?o hacemos eso? El tipo fue un puto perdedor¡±, dijo enfadado. S¨®lo cuando Kelly le dijo a Trump que le ¡°matar¨ªan en la prensa¡± por mostrar tal falta de respeto, el presidente cedi¨®. En el art¨ªculo, tambi¨¦n inform¨¦ de que Trump hab¨ªa menospreciado al presidente George H. W. Bush, aviador naval en la Segunda Guerra Mundial, por haber sido derribado por los japoneses. Dos testigos me dijeron que Trump dijo: ¡°No lo entiendo. Ser derribado te convierte en un perdedor¡±. (Bush eludi¨® finalmente la captura, pero otros ocho aviadores fueron capturados y ejecutados por los japoneses).
Al a?o siguiente, funcionarios de la Casa Blanca exigieron a la Marina que mantuviera el U.S.S. John S. McCain, que lleva el nombre del padre y el abuelo de McCain ¡ªambos estimados almirantes¡ª fuera de la vista de Trump durante una visita a Jap¨®n. La Marina no accedi¨®.
La preocupaci¨®n de Trump por McCain no ha disminuido. En enero, Trump conden¨® a McCain ¡ªseis a?os despu¨¦s de su muerte¡ª por haber apoyado el plan de salud del presidente Barack Obama. ¡°Vamos a luchar por un sistema de salud mucho mejor que el Obamacare¡±, dijo Trump ante una multitud en Iowa. ¡°Obamacare es una cat¨¢strofe. Nadie habla de ello. Sin John McCain, lo habr¨ªamos conseguido. John McCain por alguna raz¨®n no pudo levantar el brazo ese d¨ªa. ?Recuerdan?¡± Al parecer, se trataba de una referencia malintencionada a las heridas de guerra de McCain ¡ªincluyendo aquellas sufridas durante torturas¡ª que limitaban la movilidad de la parte superior de su cuerpo.
Tambi¨¦n he escrito anteriormente sobre la visita de Trump en 2017 al Cementerio Nacional de Arlington con motivo del D¨ªa de los Ca¨ªdos. Kelly, que entonces era secretario de seguridad nacional, le acompa?¨®. Los dos hombres visitaron la Secci¨®n 60, la secci¨®n de 14 acres que es el lugar de enterramiento de los ca¨ªdos en las guerras m¨¢s recientes de los Estados Unidos (y el lugar de la pol¨¦mica de Trump en Arlington a principios de este a?o). El hijo de Kelly, Robert, un oficial de la Marina muerto en 2010 en Afganist¨¢n, est¨¢ enterrado en la Secci¨®n 60. Trump, de pie junto a la tumba de Robert Kelly, se volvi¨® hacia su padre y le dijo: ¡°No lo entiendo. ?Qu¨¦ ganaban con ello?¡±. Al principio, Kelly crey¨® que Trump se refer¨ªa a la abnegaci¨®n de las fuerzas voluntarias estadounidenses. Pero m¨¢s tarde se dio cuenta de que Trump simplemente no entiende las opciones de vida no transaccionales. Cit¨¦ a uno de los amigos de Kelly, un general de cuatro estrellas retirado, que dijo de Trump: ¡°No puede concebir la idea de hacer algo por alguien que no sea ¨¦l mismo. Simplemente piensa que cualquiera que haga algo cuando no hay un beneficio personal directo que obtener es un tonto¡±. En los momentos en que Kelly se sent¨ªa especialmente frustrado por Trump, abandonaba la Casa Blanca y cruzaba el Potomac para visitar la tumba de su hijo, en parte para recordarse a s¨ª mismo la naturaleza del sacrificio en toda regla.
El a?o pasado, Kelly me dijo, en referencia a los 44 a?os de uniforme de Mark Milley: ¡°El presidente no pod¨ªa comprender a las personas que sirvieron honorablemente a su naci¨®n¡±.
El incidente concreto del que inform¨¦ en el art¨ªculo de 2020 que m¨¢s atenci¨®n acapar¨® tambi¨¦n proporcion¨® a la historia su titular: Trump: Los estadounidenses que murieron en la guerra son ¡®perdedores¡¯ y ¡®tontos¡¯. La historia se refer¨ªa a una visita que Trump hizo a Francia en 2018, durante la cual el presidente llam¨® a los estadounidenses enterrados en un cementerio de la Primera Guerra Mundial ¡°perdedores¡±. Dijo, en presencia de ayudantes: ¡°?Por qu¨¦ deber¨ªa ir a ese cementerio? Est¨¢ lleno de perdedores¡±. En otro momento de ese viaje, se refiri¨® a los m¨¢s de 1.800 Marines que perdieron la vida en Belleau Wood como ¡°tontos¡± por morir por su pa¨ªs.
Trump ya ten¨ªa programada la visita a un cementerio, y no entend¨ªa por qu¨¦ su equipo programaba una segunda visita al camposanto, sobre todo teniendo en cuenta que la lluvia le iba a castigar el pelo. ¡°?Por qu¨¦ dos cementerios?¡± pregunt¨® Trump. ¡°?Qu¨¦ carajo?¡±. Kelly cancel¨® posteriormente la segunda visita, y asisti¨® ¨¦l mismo a una ceremonia all¨ª con el general Dunford y sus esposas.
El art¨ªculo desat¨® una gran controversia, y provoc¨® una airada reacci¨®n de la administraci¨®n Trump, y del propio Trump. En tuits, declaraciones y ruedas de prensa en los d¨ªas, semanas y a?os siguientes, Trump tach¨® a The Atlantic de ¡°revista de segunda¡±, ¡°revista fracasada¡±, ¡°revista terrible¡± y ¡°revista de tercera que no va a seguir en el negocio mucho m¨¢s tiempo¡±; tambi¨¦n se refiri¨® a m¨ª como ¡°estafador¡±, entre otras cosas. Trump ha continuado estos ataques recientemente, llam¨¢ndome ¡°horrible, lun¨¢tico de la izquierda radical llamado Goldberg¡± en un mitin este verano.
En los d¨ªas posteriores a la publicaci¨®n de mi art¨ªculo original, tanto Associated Press como, sobre todo, Fox News, confirmaron la historia, lo que provoc¨® que Trump exigiera a Fox que despidiera a Jennifer Griffin, su experimentada y bien considerada reportera de defensa. Poco despu¨¦s de la publicaci¨®n, Alyssa Farah, portavoz de la Casa Blanca, emiti¨® un comunicado en el que afirmaba: ¡°Este informe es falso. El presidente Trump tiene a los militares en la m¨¢s alta estima¡±.
Poco despu¨¦s de que apareciera el reportaje, Farah pregunt¨® a numerosos funcionarios de la Casa Blanca si hab¨ªan o¨ªdo a Trump referirse a los veteranos y a los ca¨ªdos en la guerra como tontos o perdedores. Inform¨® p¨²blicamente de que ninguno de los funcionarios a los que pregunt¨® le hab¨ªa o¨ªdo utilizar esos t¨¦rminos. Finalmente, Farah se opuso a Trump. Escribi¨® en X el a?o pasado que le hab¨ªa preguntado al presidente si mi historia era cierta. ¡°Trump me dijo que era falsa. Eso fue mentira¡±.
Cuando habl¨¦ con Farah, que ahora es conocida como Alyssa Farah Griffin, esta semana, dijo: ¡°Entend¨ª que la gente fuera esc¨¦ptica sobre la historia de ¡®tontos y perdedores¡¯, y yo estaba en la Casa Blanca presionando en contra de ella. Pero se lo dijo a John Kelly a la cara, y yo creo fundamental y absolutamente que John Kelly es un hombre honorable que sirvi¨® a nuestro pa¨ªs y que ama y respeta a nuestras tropas. He escuchado a Donald Trump hablar de una manera deshumanizante sobre tantos grupos. Despu¨¦s de trabajar para ¨¦l en 2020 y escuchar sus continuos ataques a los miembros del servicio desde entonces, incluyendo mi antiguo jefe, el general Mark Milley, creo firme e inequ¨ªvocamente en la versi¨®n del general Kelly¡±.
(Pfeiffer, el portavoz de Trump, dijo, en respuesta: ¡°Alyssa es una exempleada despechada que ahora miente en su af¨¢n de perseguir la adulaci¨®n liberal. El presidente Trump nunca insultar¨ªa a los h¨¦roes de nuestra naci¨®n¡±).
El a?o pasado, publiqu¨¦ en esta revista un art¨ªculo sobre Milley que coincidi¨® con el final de su mandato de cuatro a?os. En ¨¦l, detallaba su tumultuosa relaci¨®n con Trump. Milley se resisti¨® a los impulsos autocr¨¢ticos de Trump, y tambi¨¦n argument¨® en contra de sus muchos impulsos irreflexivos e impetuosos en materia de seguridad nacional. Poco despu¨¦s de que apareciera ese art¨ªculo, Trump sugiri¨® p¨²blicamente que Milley fuera ejecutado por traici¨®n. Esa sorprendente declaraci¨®n provoc¨® que John Kelly hablara p¨²blicamente sobre Trump y su relaci¨®n con los militares. Kelly, que anteriormente hab¨ªa calificado a Trump como ¡°la persona m¨¢s imperfecta que he conocido en mi vida¡±, dijo a Jake Tapper de CNN, que Trump se hab¨ªa referido a los prisioneros de guerra estadounidenses como ¡°tontos¡± y hab¨ªa calificado de ¡°perdedores¡± a los soldados que murieron luchando por su pa¨ªs.
¡°?Qu¨¦ puedo a?adir que no se haya dicho ya?¡±, pregunt¨® Kelly. ¡°Una persona que piensa que quienes defienden a su pa¨ªs de uniforme, o son derribados o gravemente heridos en combate, o pasan a?os siendo torturados como prisioneros de guerra, son todos unos ¡®tontos¡¯ porque ¡®no hay nada para ellos¡¯. Una persona que no quer¨ªa ser vista en presencia de militares amputados porque ¡®no me conviene¡¯. Una persona que demostr¨® un abierto desprecio por una familia Estrella de Oro ¡ªpor todas las familias Estrella de Oro¡ª en televisi¨®n durante la campa?a de 2016, y despotric¨® diciendo que nuestros h¨¦roes m¨¢s preciados que dieron su vida en defensa de los Estados Unidos son ¡®perdedores¡¯ y que no visitar¨ªa sus tumbas en Francia¡±.
Cuando hablamos esta semana, Kelly me dijo: ¡°El presidente Trump utiliz¨® los t¨¦rminos tontos y perdedores para describir a los soldados que dieron su vida en defensa de nuestro pa¨ªs. Hay mucha, mucha gente que le ha o¨ªdo decir esas cosas. La visita a Francia no fue la primera vez que dijo eso¡±.
Kelly y otros han tomado especial nota de la repulsi¨®n que siente Trump en presencia de veteranos heridos. Despu¨¦s de que Trump asistiera a un desfile del D¨ªa de la Bastilla en Francia, dijo a Kelly y a otros que le gustar¨ªa organizar su propio desfile en Washington, pero sin la presencia de veteranos heridos. ¡°No los quiero¡±, dijo Trump. ¡°No queda bien para m¨ª¡±.
Milley tambi¨¦n fue testigo del desd¨¦n de Trump por los heridos. Milley hab¨ªa elegido a un capit¨¢n del ej¨¦rcito gravemente herido, Luis Avila, para cantar God Bless America en su ceremonia de investidura en 2019. Avila, que hab¨ªa completado cinco misiones de combate, hab¨ªa perdido una pierna en un ataque con artefactos explosivos improvisados en Afganist¨¢n, y hab¨ªa sufrido dos ataques al coraz¨®n, dos derrames cerebrales y da?os cerebrales como resultado de sus lesiones. Avila es considerado un h¨¦roe en todos los rangos del ej¨¦rcito.
El d¨ªa de la ceremonia hab¨ªa llovido y el suelo estaba blando; en un momento dado, la silla de ruedas de Avila estuvo a punto de volcar. La esposa de Milley, Hollyanne, corri¨® a ayudar a Avila, al igual que el entonces vicepresidente Mike Pence. Tras la actuaci¨®n de Avila, Trump se acerc¨® para felicitarle, pero luego le dijo a Milley, al alcance del o¨ªdo de varios testigos: ¡°?Por qu¨¦ traes a gente as¨ª aqu¨ª? Nadie quiere ver eso, a los heridos¡±. Que Avila no vuelva a aparecer en p¨²blico, le dijo Trump a Milley.
Un desaf¨ªo igualmente serio al sentido del deber de Milley lleg¨® en forma de ignorancia de Trump de las reglas de la guerra. En noviembre de 2019, Trump intervino en tres casos diferentes de brutalidad que entonces estaban siendo juzgados por los militares. En el caso m¨¢s infame, el Navy SEAL Eddie Gallagher hab¨ªa sido declarado culpable de posar con el cad¨¢ver de un miembro del Estado Isl¨¢mico. Aunque Gallagher fue declarado inocente de asesinato, los testigos declararon que hab¨ªa apu?alado al prisionero en el cuello con un cuchillo de caza. En un movimiento muy inusual, Trump revoc¨® la decisi¨®n de la Marina de degradarlo. Un oficial subalterno del ej¨¦rcito llamado Clint Lorance tambi¨¦n fue objeto de la simpat¨ªa de Trump. Trump indult¨® a Lorance, que hab¨ªa sido condenado por ordenar disparar a tres afganos desarmados, dos de los cuales murieron. Y en un tercer caso, un boina verde llamado Mathew Golsteyn fue acusado de matar a un afgano desarmado que cre¨ªa que era un fabricante de bombas talib¨¢n. ¡°Di la cara por tres grandes guerreros contra el estado profundo¡±, dijo Trump en un mitin en Florida.
En el caso Gallagher, Trump intervino para permitir que Gallagher conservara su insignia Trident, una de las m¨¢s codiciadas de todo el ej¨¦rcito estadounidense. La c¨²pula de la Marina consider¨® esta intervenci¨®n especialmente ofensiva porque la tradici¨®n sosten¨ªa que s¨®lo un oficial al mando o un grupo SEAL en una junta del Tridente deb¨ªan decidir qui¨¦n merec¨ªa ser un SEAL. Milley intent¨® convencer a Trump de que su intromisi¨®n estaba da?ando la moral de la Marina. Volaban de Washington a la base a¨¦rea de Dover, en Delaware, para asistir a un ¡°traslado digno¡±, una ceremonia de repatriaci¨®n de miembros ca¨ªdos del servicio, cuando Milley trat¨® de explicar a Trump el da?o que estaban haciendo sus intervenciones.
En mi art¨ªculo, inform¨¦ de que Milley dijo: ¡°Se?or presidente, tiene que entender que los SEAL son una tribu dentro de una tribu m¨¢s grande, la Marina. Y depende de ellos decidir qu¨¦ hacer con Gallagher. Usted no quiere intervenir. Esto depende de la tribu. Tienen sus propias reglas que siguen¡±.
Trump calific¨® a Gallagher de h¨¦roe y dijo que no entend¨ªa por qu¨¦ se le castigaba.
¡°Porque degoll¨® a un prisionero herido¡±, dijo Milley.
¡°El tipo iba a morir de todos modos¡±, dijo Trump.
Milley respondi¨®: ¡°Se?or presidente, tenemos ¨¦tica militar y leyes sobre lo que ocurre en batalla. No podemos hacer ese tipo de cosas. Es un crimen de guerra¡±. Trump dijo que no entend¨ªa ¡°el gran problema¡±. Y continu¨®: ¡°Ustedes¡± ¡ªse refer¨ªa a los soldados de combate¡ª ¡°son todos unos asesinos. ?Cu¨¢l es la diferencia?¡±.
Milley llam¨® entonces a uno de sus ayudantes, un oficial SEAL veterano de combate, al despacho del presidente en el Air Force One. Milley cogi¨® el pin del Tridente en el pecho del SEAL y le pidi¨® que le describiera su importancia. El ayudante explic¨® a Trump que, por tradici¨®n, s¨®lo los SEAL pueden decidir, bas¨¢ndose en evaluaciones de competencia y car¨¢cter, si uno de los suyos debe perder su pin. Pero el presidente no cambi¨® de opini¨®n. Gallagher conserv¨® su pin.
Un d¨ªa, en el primer a?o de la presidencia de Trump, almorc¨¦ con Jared Kushner, el yerno de Trump, en su despacho de la Casa Blanca. Dirig¨ª la conversaci¨®n, en cuanto pude, al tema del car¨¢cter de su suegro. Mencion¨¦ uno de los recientes arrebatos de Trump y le dije a Kushner que, en mi opini¨®n, el comportamiento del presidente era perjudicial para el pa¨ªs. Cit¨¦, como suelo hacer, lo que en mi opini¨®n es el pecado original de Trump: su burla del hero¨ªsmo de John McCain.
Aqu¨ª es donde nuestra conversaci¨®n se volvi¨® extra?a, y digna de menci¨®n. Kushner respondi¨® de un modo que hizo parecer que estaba de acuerdo conmigo. ¡°Nadie puede caer tan bajo como el presidente¡±, dijo. ¡°Ni siquiera deber¨ªan intentarlo¡±.
Por un momento me pareci¨® desconcertante. Pero luego lo entend¨ª: Kushner no estaba insultando a su suegro. Le estaba haciendo un cumplido. En la mente de Trump, los valores tradicionales ¡ªincluyendo aquellos adoptados por las fuerzas armadas de los Estados Unidos que tienen que ver con el honor, la abnegaci¨®n y la integridad¡ª no tienen m¨¦rito, relevancia ni significado.
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