Trump, en un gesto ag¨®nico, acude a Texas a visitar el muro

Silenciado y sin el altavoz de Twitter que le comunicaba con el mundo, el presidente Donald Trump tiene previsto viajar este martes a la frontera sur del pa¨ªs para visitar la que fuera su principal promesa de campa?a: los 640 kil¨®metros de muro construidos entre Estados Unidos y M¨¦xico. A Trump no se le ha visto en p¨²blico desde que el pasado mi¨¦rcoles alentara el asalto al Capitolio.

El que puede que pase a la historia como el peor presidente de la naci¨®n se resiste a dejar el poder sin una ¨²ltima muestra de fuerza, que necesariamente tiene que escenificar lejos de la Casa Blanca ya que en Washington es un cad¨¢ver pol¨ªtico. Tras el asalto violento de sus ultras al Capitolio, el mandatario hizo p¨²blicos dos v¨ªdeos, en uno de los cuales llegaba a claudicar, admitiendo la derrota, condenando la violencia y prometiendo facilitar la transici¨®n al presidente electo, Joe Biden, sin citarle por su nombre.

El presidente se resiste a abandonar el poder sin lo que, sin duda, ser¨¢ su canto del cisne, su ¨²ltima provocaci¨®n antes de que, como ya anunci¨®, no acuda a la ceremonia de jura del cargo del nuevo presidente e incluso abandone la Casa Blanca un d¨ªa antes de lo que dicta la tradici¨®n.

Las ¨²ltimas agendas de la Casa Blanca eran vanas, un indicador de que el presidente estaba sin rumbo, quiz¨¢ dando las brazadas que dan los ahogados antes de sucumbir a su suerte. ¡°Muchas llamadas, muchas reuniones¡±, se limitaban a informar desde el departamento de prensa. Sin embargo, el domingo por la noche, se rompi¨® esa tendencia y se dio una noticia que volv¨ªa a probar c¨®mo de ajeno vive el magnate a la realidad y c¨®mo de necesarios son para ¨¦l los gestos grandilocuentes, por muy vac¨ªos de contenido que vayan a estar.

¡°El presidente Trump viajar¨¢ a ?lamo, en Texas, el martes para rubricar el t¨¦rmino de m¨¢s de 400 millas (640 kil¨®metros) de muro fronterizo¡±, anunciaba Judd Deer, uno de los portavoces de la Casa Blanca en un breve comunicado en la que es la ¨²ltima semana de mandato de Trump. ¡°Una promesa hecha y una promesa cumplida¡±, se prosegu¨ªa en tono electoralista, aunque sonase a epitafio. Seg¨²n el portavoz, en el muro de Trump ¡°se concentran los esfuerzos de su Administraci¨®n para reformar el fallido sistema migratorio¡±.

Los 640 kil¨®metros de construcci¨®n quedan todav¨ªa lejos del ¡°gran, hermoso muro¡± que Trump prometi¨® durante la campa?a electoral de 2016, cuando sugiri¨® que pr¨¢cticamente las 1.954 millas (3.144 kil¨®metros) de frontera entre ambos pa¨ªses ser¨ªan selladas para que no entrara desde M¨¦xico ¡°gente con un mont¨®n de problemas, que traen drogas, crimen y son violadores¡±. A d¨ªa de hoy, cuatro a?os despu¨¦s de una Administraci¨®n err¨¢tica, Trump solo ha logrado un peque?o porcentaje de su sue?o megal¨®mano de sellar una frontera imposible de lacrar. El presidente electo, Joe Biden, se ha comprometido a frenar la construcci¨®n del muro, aunque no desmantelar¨¢ lo que Trump ha dejado en forma de 681.000 toneladas de acero y m¨¢s de 1.000 millones de metros c¨²bicos de hormig¨®n.

Mientras crecen las voces que piden su dimisi¨®n y los dem¨®cratas presentaban este lunes la acusaci¨®n en la C¨¢mara de Representantes para proceder al impeachment -con la previsi¨®n de votar a mediados de semana si el vicepresidente Pence no accede a destituir al presidente saliente-, otra prueba m¨¢s de la soledad del mandatario ser¨¢ que acudir¨¢ a Texas sin la compa?¨ªa de aquellos aliados que sol¨ªan jalear sus consignas antinmigraci¨®n. Ni el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbot, ni su n¨²mero dos estar¨¢n al pie de la escalerilla esperando a que descienda el todav¨ªa comandante en jefe de EE UU. Ambos pol¨ªticos han argumentado para justificar su ausencia que deben de estar en Austin para la apertura de la nueva legislatura.

Dem¨®cratas y muchos republicanos consideraron el muro un despilfarro, una construcci¨®n costos¨ªsima cuyo fin trataba de alimentar el deseo de Trump de un monumento para la posteridad construido con la excusa de la seguridad. Finalmente ser¨¢ una enorme cicatriz en un paisaje medioambientalmente muy delicado.

Tras gobernar durante cuatro a?os a golpe de Twitter, con 89 millones de seguidores y 55.000 mensajes en m¨¢s de una d¨¦cada, el presidente saliente viaja a Texas sin m¨¢s amplificador que un mermado departamento de comunicaci¨®n de la Casa Blanca y el pool de prensa que habitualmente le acompa?a. Si se atiende a las informaciones de los medios de comunicaci¨®n, es posible que en su tributo al muro haya m¨¢s detractores manifest¨¢ndose que la habitual corte del mandatario.

Habla Melania

Sin jefa de Gabinete (Stephanie Grisham) y sin jefa de prensa (Anna Cristina Niceta), ambas en plantilla para la primera dama de Estados Unidos hasta que presentaron su dimisi¨®n el pasado mi¨¦rcoles tras el asalto al Capitolio, Melania Trump ha expresado su sentir de los ¨²ltimos d¨ªas a trav¨¦s del medio que ha silenciado a su esposo, Twitter. La se?ora Trump se dijo ¡°decepcionada y desanimada con lo sucedido la semana pasada¡±.

Pero no quiso dejar pasar la oportunidad de criticar ¡°los chismes mentirosos y ataques personales injustificados¡± contra ella. Pese a que no aclara esos ataques personales, la cadena CNN ha asegurado que durante el asalto violento al Capitolio, Melania estaba realizando una sesi¨®n de fotos que se neg¨® a interrumpir para tratar de convencer a su esposo de que pidiera el fin de la violencia.

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