La lucha contra el tiempo de Joe Biden

A Joe Biden, de 81 a?os, le gusta recurrir al sentido del humor para restar importancia a su edad. El mi¨¦rcoles recibi¨® en la Casa Blanca a gobernadores dem¨®cratas, en una reuni¨®n a puerta cerrada, y les dijo que de salud estaba bien antes de a?adir: ¡°Es solo mi cerebro¡±. Es un chiste arriesgado para un presidente al que tres de cada cuatro estadounidenses consideran demasiado mayor para la reelecci¨®n y al que millones de televidentes vieron sufrir para hilar su discurso en el debate contra Donald Trump de la semana pasada. Biden est¨¢ dispuesto a desafiar a su reloj biol¨®gico y pol¨ªtico. La cuenta atr¨¢s de su carrera est¨¢ en marcha, pero ¨¦l cree que a¨²n tiene cuerda para volver a ganar las elecciones y ocupar la presidencia hasta que tenga 86 a?os.

Desde la fat¨ªdica noche del debate, Biden ha recibido el apoyo de la primera dama, Jill Biden; del resto de su familia, y de las principales figuras del Partido Dem¨®crata, incluida su vicepresidenta, Kamala Harris, principal alternativa para sustituirle si diese un paso a un lado. Al tiempo, sin embargo, ha recibido una fuerte presi¨®n medi¨¢tica (con el diario The New York Times al frente), pol¨ªtica (algunos congresistas, asesores y estrategas dem¨®cratas) y financiera (donantes) para retirarse.

En la celebraci¨®n del D¨ªa de la Independencia en la Casa Blanca el jueves, ya dijo: ¡°No me voy a ninguna parte¡±. Este viernes se mostr¨® desafiante en Madison (Wisconsin), donde dio un mitin, concedi¨® una entrevista a la cadena ABC News y atendi¨® a los periodistas en el aeropuerto. ¡°Me presento y voy a ganar otra vez¡±, grit¨® ante unos cientos de simpatizantes reunidos en el polideportivo de un colegio. ¡°Sigo en la carrera, voy a derrotar a Trump¡±, a?adi¨®. ¡°Soy el candidato del Partido Dem¨®crata. Vosotros votasteis por m¨ª para que fuera vuestro nominado, por nadie m¨¢s¡±, insisti¨®.

A Biden le preguntaron despu¨¦s en el aeropuerto sobre si dejaba la puerta abierta a retirarse o lo descartaba. ¡°Lo descarto por completo¡±, contest¨®, reprochando a los periodistas que ya hubieran mostrado poca fe en sus posibilidades electorales en 2020 y 2022. La Casa Blanca reaccion¨® a toda prisa el mi¨¦rcoles para desmentir tajantemente un titular de The New York Times en el que se dec¨ªa que Biden sopesaba retirarse de la carrera de la reelecci¨®n, ante lo que el peri¨®dico neoyorquino cambi¨® su informaci¨®n.

El presidente es consciente de que se juega mucho en sus intervenciones p¨²blicas de estos d¨ªas. Tan mal est¨¢ la imagen de Biden que su campa?a hab¨ªa presentado como un gran desaf¨ªo conceder una entrevista. El presidente se enroc¨® en que lo ocurrido en el debate fue solo ¡°una mala noche¡± debida a que estaba ¡°agotado¡± y ¡°enfermo¡±. En lo que los cr¨ªticos describen como una actitud de negaci¨®n, rest¨® credibilidad a las encuestas que le conceden una baja popularidad y le sit¨²an claramente por detr¨¢s de Donald Trump en intenci¨®n de voto: ¡°No creo que haya nadie m¨¢s cualificado que yo para ser presidente o ganar esta carrera¡±, afirm¨®.

El entrevistador, George Stephanopoulos, un antiguo asesor destacado de Bill Clinton reconvertido en presentador estrella de ABC News, le pregunt¨® al presidente si estar¨ªa dispuesto a someterse a pruebas neurol¨®gicas independientes para certificar su agudeza mental. ¡°Tengo una prueba cognitiva cada d¨ªa¡±, contest¨®, en referencia a sus tareas como presidente. ¡°Todos los d¨ªas tengo pruebas. Todo lo que hago. No solo estoy haciendo campa?a, sino que estoy dirigiendo el mundo¡±, a?adi¨®.

En el relato del presidente, todo va ¡ªrazonablemente¡ª bien. Si el debate solo fue una mala noche, si su cabeza est¨¢ perfectamente, si las encuestas est¨¢n equivocadas y si sus compa?eros de partido le apoyan, ?qu¨¦ posibilidad hay de que ceda el testigo? ¡°Si el Se?or Todopoderoso bajara y dijera: ¡®Joe, sal de la carrera¡¯, yo saldr¨ªa de la carrera. El Se?or Todopoderoso no va a bajar¡±, afirm¨® Biden en la entrevista cuando Stephanopoulos intent¨® llevarle al terreno de las hip¨®tesis.

Biden, cat¨®lico practicante, tambi¨¦n recurre a la met¨¢fora divina cuando pide el voto: ¡°No me compar¨¦is con el Todopoderoso. Comparadme con la alternativa¡±, es uno de sus latiguillos. La alternativa es Donald Trump, un delincuente convicto imputado por decenas de delitos al que Biden define como ¡°mentiroso cong¨¦nito¡± y del que dice que tiene la ¡°moral de un gato callejero¡±, un candidato que no acept¨® su derrota electoral en 2020 y que concurre a las elecciones con mensajes autoritarios, xen¨®fobos y racistas. Y que, aun as¨ª, es el favorito para ganar las presidenciales del 5 de noviembre. El republicano se ha dado el lujo de desaparecer de la escena toda la semana.

Por ahora, la ofensiva de comunicaci¨®n de Biden ha dejado una mejor impresi¨®n que la del debate ¡ªel list¨®n no estaba muy alto¡ª, pero el presidente ha seguido incurriendo en errores en sus entrevistas y m¨ªtines. Las frases en que dice que ¨¦l fue la primera vicepresidenta negra de Estados Unidos o que volver¨¢ a ganar a Trump en 2020 enseguida se hacen virales y arruinan toda la operaci¨®n de lavado de imagen. De hecho, en la propia entrevista de ABC News hubo algunas pausas inc¨®modas, palabras confusas y momentos en los que el presidente divagaba sin terminar un argumento.

El problema de Biden no se reduce al debate de Atlanta. Los votantes ya pensaban que era demasiado mayor para ser reelegido. Es el primer presidente octogenario en la historia de Estados Unidos. El informe del fiscal especial que le describ¨ªa en febrero como ¡°un simp¨¢tico anciano bienintencionado con mala memoria¡± exoner¨® penalmente al presidente por su manejo de papeles clasificados, pero al precio de poner en cuesti¨®n su capacidad. Y ya antes se miraban con lupa los lapsus, tropezones y errores de la persona sometida al mayor escrutinio p¨²blico del mundo.

Biden lleva m¨¢s de 50 a?os ganando elecciones, desde que fue elegido senador por Delaware en 1972, poco antes de cumplir los 30 a?os de edad que se exigen para jurar el cargo. Se present¨® por primera vez a las primarias presidenciales hace 35 a?os, en 1988. Fracas¨® ese a?o y tambi¨¦n en 2008, cuando Barack Obama lo rescat¨® para la vicepresidencia. Cuando Obama se inclin¨® por Hillary Clinton como sucesora, se mantuvo leal y no plante¨® batalla. Aguard¨® su oportunidad en 2020, remont¨® en las primarias cuando muchos le daban por perdido y derrot¨® a Trump en noviembre.

Por lo que dice, cree que puede volver a remontar. Tal vez teme que el Partido Dem¨®crata entre en una lucha fratricida si renuncia. Quiz¨¢ no conf¨ªa en que Kamala Harris sea capaz de batir a Trump. Lo mismo solo quiere reafirmarse para marcar los tiempos antes de un ¨²ltimo giro de guion. Biden tiene cita para un segundo debate con Trump el 10 de septiembre. Antes de eso, la convenci¨®n dem¨®crata, del 19 al 22 de agosto, debe proclamar formalmente a sus candidatos a presidente y vicepresidente. La cuenta atr¨¢s est¨¢ en marcha. ¡°Queda mucho tiempo en esta campa?a. Faltan m¨¢s de 125 d¨ªas¡±, dijo Biden el viernes, cuando quedaban en realidad 123. Tambi¨¦n en esto se muestra optimista.

El republicano Ronald Reagan se enfrent¨® a dudas similares antes de ser elegido como el presidente de mayor edad hasta entonces. En 1980, a los 69 a?os, se comprometi¨® a dimitir si percib¨ªa un deterioro cognitivo grave durante su mandato. ¡±Si yo fuera presidente y tuviera la m¨¢s m¨ªnima sensaci¨®n de que mis capacidades se hab¨ªan reducido antes de que llegara un segundo mandato, me marchar¨ªa¡±, declar¨® a The New York Times el 10 de junio de 1980. ¡°Por la misma raz¨®n, tambi¨¦n dimitir¨ªa¡±. En 1984, en la campa?a de su reelecci¨®n, con 73 a?os, tuvo un mal primer debate contra el candidato dem¨®crata, Walter Mondale, de 56 a?os. En el segundo, en Kansas City, uno de los moderadores le pregunt¨® por su edad. ¡°Quiero que sepa que no voy a utilizar la cuesti¨®n de la edad en esta campa?a. No voy a explotar, con fines pol¨ªticos, la juventud e inexperiencia de mi oponente¡±, contest¨® Reagan, provocando risas ¡ªincluida la de Mondale¡ª y aplausos. Arras¨® en la reelecci¨®n.

Siga toda la informaci¨®n de las elecciones en Estados Unidos en nuestra newsletter semanal.