Biden naufraga en una marejada de lapsus, titubeos y frases perdidas

Joe Biden empez¨® a perder el debate contra Donald Trump en el primer minuto. La voz no flu¨ªa, la ten¨ªa tomada. Tosi¨® para aclarar la garganta, pero no funcion¨®. Emprendi¨® una respuesta a toda velocidad sobre la econom¨ªa que parec¨ªa ensayada, pero que no ten¨ªa nervio ni claridad. Luego vinieron los lapsus, las frases sin terminar, un momento en que pareci¨® quedarse en blanco... La peor pesadilla de los dem¨®cratas se hizo realidad. Si lo que pretend¨ªa Biden es mostrarse como un pol¨ªtico en forma, capaz de abordar una segunda presidencia que culminar¨ªa con 86 a?os, fracas¨® en el intento.

Biden fall¨® en la forma y en el fondo. En el debate todo fueron debilidades. Fue incapaz de rebatir los bulos y mentiras con que Trump le bombardeaba. Sus intentos de mostrarse agresivo tampoco funcionaron. Llam¨® a Trump ¡°idiota¡± y ¡°perdedor¡±, por supuesto le ech¨® en cara ser un ¡°delincuente convicto¡± y le acus¨® de tener ¡°la moral de un gato callejero¡±. A Trump, sin embargo, le resbalaban esos ataques y respond¨ªa con sus mensajes apocal¨ªpticos cargados de mentiras.

Incluso en la entrada en el escenario se vio a Biden llegar con paso inseguro y con un saludo perdido en el vac¨ªo. El presidente siempre ha combatido contra la tartamudez y con frecuencia lo ha logrado con ¨¦xito. El primer debate presidencial no fue una de esas ocasiones. La tos, el tartamudeo y las frases perdidas arruinaron su actuaci¨®n. Fuentes de la Casa Blanca hicieron circular entre medios estadounidenses que el presidente hab¨ªa tenido un resfriado y hasta se hab¨ªa hecho la prueba de la covid.

Biden ha estado encerrado con sus asesores en la residencia veraniega de Camp David desde el jueves de la semana pasada. All¨ª ha estado practicando contra rivales que simulaban ser Trump, preparando respuestas sobre temas variados y preparando sus ataques al rival. Nada de eso ha funcionado bien. Por momentos, el presidente trataba de colocar a toda prisa su mensaje, en detrimento de la claridad. Otras veces su discurso parec¨ªa demasiado artificial. En el peor de los casos, hasta perd¨ªa un poco el hilo de sus respuestas.

En una pregunta sobre la deuda p¨²blica desbarr¨®. ¡°Somos capaces de hacer que cada persona solitaria... elegible para lo que he sido capaz de hacer con la, eh, con, con la covid, o perd¨®n, con, tratar con, todo lo que tenemos que hacer con, eh...¡±, dijo, cuando pareci¨® por un momento quedarse en blanco y remat¨® sin sentido: ¡°Mira, si... finalmente derrotamos a Medicare¡±, la pol¨ªtica sanitaria de la que se enorgullecen los dem¨®cratas, cuando seguramente quer¨ªa decir que derrotaron a la covid. Trump se ensa?¨®: ¡°Pues tiene raz¨®n. Derrot¨® a Medicare. La golpe¨® hasta la muerte¡±, diciendo que atender a los inmigrantes est¨¢ acabando con el sistema, un nuevo bulo que coloc¨® sin respuesta de Biden.

Biden, de 81 a?os, no hab¨ªa debatido desde sus enfrentamientos con Trump de 2020, en los que sali¨® victorioso. Los cuatro a?os transcurridos han dejado a un candidato claramente envejecido, con menos capacidad dial¨¦ctica y m¨¢s d¨¦bil f¨ªsicamente.

La actuaci¨®n de Biden ha hecho saltar las alarmas en el Partido Dem¨®crata. El presidente tiene una segunda oportunidad el 10 de septiembre, pero los dos meses y medio que faltan para el segundo debate presidencial se van a hacer muy largos. En agosto, los dem¨®cratas celebran la convenci¨®n en que nominar¨¢n formalmente a Biden como candidato a presidente, pero las voces que ped¨ªan pensar en una alternativa vuelven a hacerse o¨ªr con m¨¢s fuerza tras su actuaci¨®n de este jueves en Atlanta.

¡°Mira, debat¨ª con Joe 7 veces en 2020. Es un tipo diferente en 2024¡å, tuite¨® Andrew Yang, candidato dem¨®crata en las primarias de 2020, a?adiendo el hashtag #swapJoeout, algo as¨ª como ¡°reemplacemos a Joe¡±.

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