El vals electoral de Harris y Walz: los dem¨®cratas entusiasman a sus votantes en su presentaci¨®n

El ambiente era festivo como el de una boda. La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, y el gobernador de Minnesota, Tim Walz, acababan de darse el ¡°s¨ª, quiero¡± que les ha convertido este martes en pareja pol¨ªtica para los pr¨®ximos tres meses¡­ o los pr¨®ximos cuatro u ocho a?os. Y, tras la ceremonia ¡ªel anuncio de que la vicepresidenta y candidata presidencial dem¨®crata seleccionaba al antiguo profesor como el n¨²mero dos de su f¨®rmula¡ª, el baile de celebraci¨®n: un ba?o de multitudes, un mitin ante m¨¢s de 14.000 personas seg¨²n los organizadores, entregadas al d¨²o en Filadelfia (Pensilvania). Al son, el lema de la campa?a: ¡°?Cuando luchamos, ganamos!¡±, el ¡°?vivan los novios!¡± de esta pareja electoral.

El p¨²blico, tan variado como diverso, hab¨ªa esperado durante horas para poder entrar en el pabell¨®n deportivo Liacouras, de la Universidad Temple, en Filadelfia. Madres con hijos adolescentes, j¨®venes afroamericanas, jubilados latinos. Todos ellos con carteles, en azul, rojo y blanco, con los nombres de sus candidatos, y luces en las mu?ecas con los colores de la bandera estadounidense que se iluminaban con m¨¢s intensidad cuanto m¨¢s sonoros eran los gritos y los aplausos. Un p¨²blico cargado de dinamismo, muy distinto en su energ¨ªa del que acud¨ªa a los actos electorales, de aforo mucho m¨¢s modesto y actitud casi resignada, del presidente Joe Biden antes de su renuncia.

A la ilusi¨®n contribu¨ªan unas encuestas que apuntan que la campa?a de Harris ha recuperado popularidad frente a la de Trump, y ya se encuentra en empate t¨¦cnico o incluso por delante ligeramente de sus rivales. ¡°No somos los favoritos¡±, declaraba la vicepresidenta en medio de ovaciones, ¡°pero tenemos el impulso. Y sabemos exactamente contra qui¨¦n nos enfrentamos¡±.

¡°?Gracias, vicepresidenta, por habernos devuelto la alegr¨ªa!¡±, abr¨ªa su discurso el flamante aspirante a vicepresidente. Walz derrochaba entusiasmo: ¡°?No puedo estar m¨¢s orgulloso de estar en este equipo, y de contribuir a convertir a Kamala Harris en la nueva presidenta de Estados Unidos!¡± El gobernador de Minnesota hac¨ªa gala tambi¨¦n de sus ra¨ªces en un peque?o pueblo de Nebraska, en pleno Medio Oeste, el coraz¨®n geogr¨¢fico y sentimental de Estados Unidos: ¡°Me crie en Butte, un pueblito de 400 habitantes donde la comunidad era un modo de vida. Crec¨ª trabajando en la granja familiar. Mis padres nos ense?aron a ser generosos con los vecinos y a trabajar por el bien com¨²n¡±.

En esta presentaci¨®n ante el p¨²blico, se trataba m¨¢s de establecer conexiones y dejar un buen sabor de boca que de meterse en honduras sobre programas de gobierno; quedan semanas por delante para eso. Y para conseguirlo, Walz recurri¨® a una combinaci¨®n marca de la casa: un contenido muy serio ¡ªen especial, a la hora de subrayar las diferencias entre la candidatura dem¨®crata y la de sus rivales republicanos¡ª trufado de bromas y socarroner¨ªa.

¡°No se equivoquen, con Trump la delincuencia creci¨®¡­ y eso sin contar los delitos que ¨¦l perpetr¨®¡±, soltaba en un momento dado. El expresidente, a?ad¨ªa el nuevo candidato, ¡°ve el mundo de una manera un poco distinta¡­ no sabe nada sobre el servicio p¨²blico, ya tiene bastante con servirse a s¨ª mismo. Nunca se ha tenido que sentar en la mesa de la cocina a hacer cuentas, se sienta en los clubes de campo para ver c¨®mo recorta impuestos a sus amigos millonarios¡±. Y repet¨ªa la frase que le ha hecho c¨¦lebre: ¡°Esa gente da repel¨²s. Son raros¡±.

En su intervenci¨®n, Harris incidi¨® tambi¨¦n en esa imagen de Walz de persona normal y corriente, pero llena de sentido com¨²n, ¡°un gran patriota¡± y veterano militar. Cuando comenz¨® su b¨²squeda de n¨²mero dos hace dos semanas, coment¨® que quer¨ªa a alguien que le ayudara a unir a un pa¨ªs polarizado, luchar por la clase media y defender los derechos. ¡°He encontrado a ese l¨ªder¡±, declaraba, al presentarlo.

¡°El entrenador Walz y yo procedemos de rincones distintos de este gran pa¨ªs nuestro, pero nuestros valores son los mismos¡±, sosten¨ªa. ¡°Ambos creemos en elevar a las personas, no en hundirlas¡±.

Si en este mitin era importante sembrar una imagen positiva y optimista de ellos mismos, y de su matrimonio pol¨ªtico, tambi¨¦n lo era lanzar un mensaje de unidad, en dos niveles. Por un lado, hacia un pa¨ªs polarizado. ¡°Nuestra campa?a ir¨¢ a todos. A los Estados dem¨®cratas y a los republicanos. A las costas y al interior. Nuestra campa?a representa a todos los estadounidenses¡±, apuntaba Harris. Por el otro, en clave interna al partido, tras un proceso expr¨¦s de selecci¨®n de acompa?ante de papeleta ¡ªen dos semanas desde que Harris asumi¨® la candidatura dem¨®crata, en lugar del plazo habitual de varios meses en los procesos electorales normales¡ª y en el que cada facci¨®n del partido hab¨ªa querido situar a su favorito.

El gran perdedor en ese proceso ha sido el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, de 51 a?os y considerado una de las grandes estrellas emergentes del partido. El antiguo fiscal general de su Estado, que hab¨ªa figurado como principal favorito en las quinielas, qued¨® descartado en el ¨²ltimo momento en favor de Walz, ausente de cualquier lista hasta hace dos semanas.

¡°Pensilvania, qu¨¦ suerte tienen de tener este gobernador¡±, comentaba en su discurso el antiguo profesor sobre el otro finalista. Shapiro les hab¨ªa precedido en el mitin con una presentaci¨®n evocadora de la ret¨®rica de Barack Obama en la que elogi¨® a ¡°mi amiga Kamala Harris, a la que conozco desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas¡± (ambos fueron fiscales generales de sus respectivos Estados) y a ¡°un gran hombre y un buen amigo¡±, Tim Walz, ¡°a los que agradecemos que hayan escogido nuestra ciudad de Filadelfia para ver nacer¡± su campa?a com¨²n.

Harris hab¨ªa seleccionado al gobernador de Minnesota y excongresista por su qu¨ªmica con ¨¦l, al menos en parte. Pero tambi¨¦n por lo que tienen de complementario. Ella, hija de acad¨¦micos, mitad negra y mitad india, criada en la progresista California y con una experiencia limitada en los pasillos del Capitolio. ?l, venido del mundo rural en la Am¨¦rica profunda, con una historia vital muy variada y aspecto de abuelo guas¨®n.

Le atrajo su excelente reputaci¨®n en el Congreso, donde fue legislador 12 a?os, su historial de logros y su capacidad de tender puentes. Pero tambi¨¦n su imagen de persona normal y corriente ¡ªes antiguo profesor de instituto y entrenador de f¨²tbol americano del equipo de la escuela¡ª y su habilidad para comunicar, con un discurso sencillo que recurre al humor para disparar con bala. El ¡°son raros¡± que improvis¨® en una entrevista televisiva hace dos semanas para describir a los candidatos republicanos y que se ha convertido en un meme dem¨®crata fue una frase recurrente entre toda la jerarqu¨ªa pol¨ªtica dem¨®crata de Pensilvania que hizo de telonera en el mitin.

La selecci¨®n de Walz ha sido recibida, al menos de cara al p¨²blico, con satisfacci¨®n en las filas dem¨®cratas, que han elogiado un¨¢nimemente el nombramiento. Las redes sociales tambi¨¦n desbordaban alabanzas de los simpatizantes de a pie del partido hacia su nuevo representante, en un momento dulce para la campa?a: tras meses de andar a la zaga de Donald Trump, las encuestas apuntan ahora a un empate t¨¦cnico, o incluso una peque?a ventaja de Harris.

Tras la celebraci¨®n en Filadelfia de su enlace electoral, la pareja pol¨ªtica del momento completar¨¢ en los pr¨®ximos cuatro d¨ªas una gira por los Estados bisagra, los que decidir¨¢n el resultado de las elecciones el pr¨®ximo 5 de noviembre: adem¨¢s de Pensilvania, Wisconsin, M¨ªchigan, Georgia, Arizona y Nevada. Una parada en Carolina del Norte el jueves ha quedado aplazada por la proximidad de los coletazos del hurac¨¢n Debby.

Con ella, el d¨²o busca consolidar la energ¨ªa generada desde la candidatura de Harris y ganarse votos entre los indecisos, un grupo cada vez m¨¢s peque?o, antes de la Convenci¨®n de Chicago que el Partido Dem¨®crata inaugurar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 19 de agosto. A partir de ah¨ª, ser¨¢n los votantes quienes decidan si contin¨²a la luna de miel entre la pareja dem¨®crata y su electorado.

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