Un astronauta, un profesor o un exfiscal: Kamala Harris apura las horas para elegir a su n¨²mero dos

?Un antiguo astronauta como el senador Mark Kelly o un exprofesor de instituto como el gobernador de Minnesota, Tim Walz? ?Un excelente comunicador como el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, o un experto en ganar en su Estado como el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro? La vicepresidenta de EE UU Kamala Harris est¨¢ a punto de anunciar qui¨¦n ser¨¢ su compa?ero de f¨®rmula en la candidatura dem¨®crata para las elecciones de noviembre. Una de las decisiones m¨¢s importantes en su campa?a: su selecci¨®n dir¨¢ mucho de cu¨¢l ser¨¢ su estrategia de gobierno, en caso de ganar; pero, sobre todo, dir¨¢ mucho sobre cu¨¢l ser¨¢ su estrategia para ganar.

Habitualmente, un candidato presidencial busca un compa?ero de f¨®rmula que le complemente. Bien porque pueda impulsarle en alg¨²n Estado bisagra necesario para ganar las elecciones, como Pensilvania; bien porque sus inclinaciones ideol¨®gicas equilibren posibles sesgos ¡ªreales o percibidos¡ª del n¨²mero uno de la f¨®rmula; bien porque goce de un tir¨®n especial en alg¨²n sector clave de la poblaci¨®n. O bien porque refuerce alguna de las fortalezas del candidato principal.

As¨ª, Barack Obama, entonces un senador reci¨¦n estrenado, seleccion¨® en 2008 a Joe Biden para aportarle experiencia en los pasillos de poder. El veterano John McCain se decidi¨® tambi¨¦n entonces por quien era la gobernadora de Alaska, Sarah Palin, con la idea de inyectar juventud y dinamismo a una campa?a percibida como excesivamente tradicional y r¨ªgida. En 2016, Donald Trump se inclin¨® por el muy religioso Michael Pence para atraerse los votos de la comunidad evang¨¦lica, entonces muy esc¨¦ptica hacia ¨¦l.

Este fin de semana, Harris da los ¨²ltimos toques a una decisi¨®n que ha tenido que tomar a toda prisa tras reemplazar al presidente Joe Biden como candidata dem¨®crata hace solo dos semanas. Siguiendo esa idea de b¨²squeda de equilibrio, todos los finalistas de la primera candidata presidencial negra son varones blancos.

El bufete de abogados Covington and Burling ¡ªcon el exsecretario de Justicia de los tiempos de Barack Obama, Eric Holder, al frente¡ª, que ha investigado contra el reloj a los finalistas para descartar posibles esqueletos en sus armarios, ha entregado ya sus informes. La vicepresidenta tiene prevista a¨²n una ¨²ltima ronda de entrevistas con los candidatos antes de anunciar su decisi¨®n definitiva en los pr¨®ximos d¨ªas.

El martes comparecer¨¢ con su seleccionado en Filadelfia (Pensilvania) para un mitin multitudinario, en el comienzo de una gira por cinco Estados clave con la que busca mantener el impulso a su campa?a hasta la convenci¨®n del Partido Dem¨®crata, que se inaugurar¨¢ el d¨ªa 19 en Chicago.

Las quinielas, que hace un par de semana barajaban una decena de nombres, han reducido sus apuestas a apenas un pu?ado de finalistas. En todas ellas aparece el gobernador de Pensilvania. El hecho de que la gira electoral comience en Filadelfia ha avivado los rumores sobre ¨¦l. Y en un paso que ha dado a¨²n m¨¢s p¨¢bulo a las conjeturas, Shapiro ha cancelado algunos de los actos que ten¨ªa previstos para este fin de semana. El viernes, en una firma de legislaci¨®n estatal, el pol¨ªtico evit¨® responder a la avalancha de preguntas de los periodistas sobre su posible selecci¨®n. ¡°No voy a contestar a ese tipo de preguntas hipot¨¦ticas¡±, insist¨ªa.

Como candidato, Shapiro, de 51 a?os, ofrece varias ventajas. Pensilvania es el Estado bisagra fundamental para los dem¨®cratas. En todas las sumas, sus 19 votos electorales son imprescindibles para continuar en la Casa Blanca. Y el gobernador puede contribuir a inclinarlo de su lado. Gan¨® su puesto por una clara mayor¨ªa en las elecciones de medio mandato de 2022, y las encuestas le adjudican una popularidad en torno al 60%. Un nivel casi ol¨ªmpico, dada la aguda polarizaci¨®n pol¨ªtica de Estados Unidos. De modo m¨¢s notable a¨²n, un 42% de los votantes republicanos en Pensilvania le dan su visto bueno.

Sus partidarios destacan sus logros como fiscal general del Estado, sus tendencias centristas y su efectividad en la promoci¨®n de la campa?a de Harris. Algunos, como un importante donante dem¨®crata que habl¨® con la cadena de televisi¨®n NBC, lo consideran un ¡°talento pol¨ªtico del nivel de Obama¡±, que puede volver a atraer a los votantes dem¨®cratas desencantados con el partido e interesar a los independientes.

En su lista de factores negativos, otros apuntan que el gobernador ¡ªjud¨ªo practicante¡ª puede enajenarse al ala progresista y propalestina de los dem¨®cratas por sus posiciones proisrael¨ªes en la guerra en Gaza: ha criticado las protestas universitarias para exigir un alto el fuego y desde el comienzo de la guerra ha sido uno de los pol¨ªticos que ha apoyado m¨¢s en p¨²blico a Israel, donde vivi¨® unos meses en sus a?os universitarios. Tambi¨¦n se le critica su gesti¨®n de las denuncias por abuso sexual contra uno de sus asesores legislativos.

Otro nombre que figura en todas las listas es el senador por Arizona Mark Kelly, de 60 a?os. Un hombre con una historia personal que parece un guion de Hollywood. No solo piloto y veterano de guerra. Tambi¨¦n astronauta. Entr¨® en pol¨ªtica casi por obligaci¨®n: su esposa, Gabby Giffords, era una destacada congresista de la que se rumoreaba que podr¨ªa incluso llegar a la Casa Blanca¡­ hasta que un tirador le dispar¨® a la cabeza mientras celebraba un mitin en 2011. Giffords sobrevivi¨®, aunque las graves secuelas del atentado le obligaron a dejar la pol¨ªtica. Su marido recogi¨® el testigo. Ambos son ahora destacados activistas contra las armas de fuego. ?l ha ganado elecciones dos veces en cuatro a?os en un Estado bisagra tambi¨¦n clave para las aspiraciones dem¨®cratas.

Como senador en un Estado fronterizo y halc¨®n en pol¨ªtica migratoria, Kelly, tambi¨¦n del ala moderada del partido, reforzar¨ªa a Harris frente a una de las grandes l¨ªneas de ataque republicanas. En su contra figura el que los estrategas del partido puedan no querer arriesgarse a dejar libre su esca?o en un Senado que los dem¨®cratas controlan por la m¨ªnima (aunque en caso de optar a la vicepresidencia, la gobernadora dem¨®crata de Arizona nombrar¨ªa un sustituto temporal, la legislaci¨®n local obligar¨ªa a celebrar elecciones especiales para cubrir la vacante en 2026).

Un candidato que no figuraba en las primeras listas

Alguien que no figuraba en las quinielas iniciales pero se ha impuesto a golpe de comentarios virales en la televisi¨®n y las redes sociales es el gobernador de Minnesota, Tim Walz, de 60 a?os. Suyo es el calificativo con el que la campa?a dem¨®crata define ahora a los candidatos republicanos: ¡°son raros¡±. Este antiguo profesor de instituto, tambi¨¦n muy popular en su Estado, podr¨ªa atraer votantes en el llamado ¡°Muro Azul¡± de Estados tirando a dem¨®crata en el norte industrial estadounidense: Wisconsin, M¨ªchigan y Pensilvania. M¨¢s progresista que Shapiro o Kelly, es el candidato con mayor experiencia legislativa. Cuenta con una larga agenda de contactos en el Congreso, donde ocup¨® un esca?o durante doce a?os. Es algo que podr¨ªa ayudar a Harris, cuya experiencia como senadora no fue larga.

Pero Walz es relativamente desconocido fuera de su Estado. Un Estado que los dem¨®cratas ya consideran de su lado y en el que no necesitan hacer esfuerzos para ganar. En su contra figura el mayor caso de fraude durante la pandemia, ocurrido en Minnesota con ¨¦l al cargo. O el retraso en enviar a la Guardia Nacional en las graves protestas en Minneapolis tras la muerte del ciudadano negro George Floyd a manos de polic¨ªas en mayo de 2020.

Las listas tambi¨¦n barajan los nombres del secretario de Transporte, Pete Buttigieg, a sus 42 a?os el vicepresidenciable m¨¢s joven de la lista. El antiguo alcalde de South Bend, en Indiana, que ser¨ªa el primer candidato a la vicepresidencia abiertamente gay, tiene en su haber su envidiable capacidad como comunicador: en los ¨²ltimos 15 d¨ªas ha multiplicado sus comparecencias en los medios como representante de la campa?a de Harris. En su contra, su relativa falta de experiencia en campa?as electorales: en el ¨¢mbito federal solo ha competido en las presidenciales de 2020.

En algunas quinielas figura tambi¨¦n J.B. Pritzker, el multimillonario gobernador de Illinois, aunque a mayor distancia del resto. Otros candidatos que figuraban en las listas iniciales, como el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, o la de M¨ªchigan, Gretchen Whitmer, se han descartado a s¨ª mismos.

Sea el que sea el elegido, tendr¨¢ que ponerse en marcha a toda prisa. Quedan poco m¨¢s de 90 d¨ªas por delante antes de las elecciones del 5 de noviembre. Es sabidur¨ªa popular que un vicepresidente no suele marcar la diferencia en unos comicios presidenciales en Estados Unidos. Pero esta campa?a de 2024 es de todo menos convencional. Y tan ajustada que cualquier factor puede marcar la diferencia.

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