¡®Milton¡¯, el arma secreta dem¨®crata para ganar las elecciones, y otros bulos que han irrumpido en la campa?a estadounidense
La desinformaci¨®n que trajo el hurac¨¢n ¡®Helene¡¯ y que contin¨²a tras el paso de la tormenta que asol¨® esta semana Florida abre un nuevo frente en la batalla partidista a menos de un mes de la cita con las urnas
El ide¨®logo del trumpismo Steve Bannon, hoy en la c¨¢rcel por desacato el Congreso, tiene enmarcada en su despacho una de sus frases favoritas. Dice: ¡°No existen las conspiraciones, pero tampoco las coincidencias¡±. Es a partir de esa l¨®gica perversa que la fecunda y t¨®xica imaginaci¨®n de ciertos sectores de la extrema derecha en Estados Unidos ...
El ide¨®logo del trumpismo Steve Bannon, hoy en la c¨¢rcel por desacato el Congreso, tiene enmarcada en su despacho una de sus frases favoritas. Dice: ¡°No existen las conspiraciones, pero tampoco las coincidencias¡±. Es a partir de esa l¨®gica perversa que la fecunda y t¨®xica imaginaci¨®n de ciertos sectores de la extrema derecha en Estados Unidos ha acabado difundiendo que Milton no ha sido solo uno de los mayores huracanes de la historia en formarse en el Golfo de M¨¦xico sino ¨Djunto a otra tormenta previa, Helene, que dej¨® a su paso al menos 225 muertos en el sudeste del pa¨ªs¨D una maniobra de Kamala Harris para ganar las elecciones de noviembre.
Este y otros bulos ¨Dcomo que los dem¨®cratas controlan el clima o que todo esconde en realidad un complot para hacerse con tierras en Carolina del Norte (donde m¨¢s duro golpe¨® Helene) y as¨ª darle un empuj¨®n a la miner¨ªa de litio¨D han surgido estos d¨ªas en rincones oscuros de internet, su h¨¢bitat tradicional. La diferencia entre este octubre preelectoral y otros ¨Dmes que, ya lo dice el t¨®pico, siempre guarda su propia ¡°sorpresa¡±¨D es que el candidato de uno de los dos partidos, el republicano Donald Trump, no ha dudado en difundir algunas de esas falsedades con el sensacional meg¨¢fono de las redes sociales y de sus m¨ªtines. Tampoco ha querido perderse la oportunidad de contribuir a la ceremonia de la confusi¨®n Elon Musk, el hombre m¨¢s rico del mundo.
Ante tal potencia de amplificaci¨®n, cabe preguntarse si estos desastres naturales tendr¨¢n alg¨²n efecto en el voto el 5 de noviembre, o si, por el contrario, esta campa?a es ¨Dtras los intentos de asesinato, las guerras y la retirada de uno de los dos candidatos¨D oficialmente inmune a cualquier influencia exterior.
En el recuerdo est¨¢ la gesti¨®n de la tormenta Sandy, que azot¨® Nueva Jersey y Nueva York en octubre de 2012, a solo una semana de la cita con las urnas en la que Barack Obama result¨® reelegido. La temporada de huracanes y la electoral siempre coinciden en Estados Unidos, pero aquella ocasi¨®n fue especial: las encuestas indicaron que un 15% del electorado se?al¨® la eficaz respuesta del dem¨®crata al hurac¨¢n como el factor que m¨¢s contribuy¨® a decidir sus votos. Tambi¨¦n ayud¨® que su rival, Mitt Romney, hubiera dicho en un debate durante las primarias, que, como presidente, apoyar¨ªa el cierre de la agencia federal que gestiona las emergencias (FEMA son sus siglas en ingl¨¦s), porque consideraba mejor dejar la gesti¨®n de sus fondos en manos de los estados. Cuando quiso desdecirse, ya era demasiado tarde.
FEMA tambi¨¦n ha estado estos d¨ªas en el punto de mira de Trump y los suyos, que han hecho de la promesa de desmontar el aparato federal una de sus bazas para seducir a un creciente n¨²mero de ciudadanos desencantados con el sistema. El candidato republicano ha acusado al presidente Joe Biden de desviar mil millones de d¨®lares del presupuesto de la agencia para destinarlos a programas de apoyo a los ¡°inmigrantes ilegales¡±. Tambi¨¦n ha dicho que FEMA se limita a dar 750 d¨®lares a los afectados (cantidad que en realidad es el primer pago para cubrir las necesidades b¨¢sicas, antes de recibir prestaciones de hasta 42.000 d¨®lares) o que el dinero no llega a las zonas republicanas en Carolina del Norte, uno de los siete estados decisivos, para entorpecer la log¨ªstica de su voto el d¨ªa de las elecciones.
En las tres comparecencias que ha ofrecido Biden desde el mi¨¦rcoles, cuando Milton se acercaba a la costa occidental de Florida con un poder de devastaci¨®n que, por fortuna, toc¨® tierra algo disminuido (en la noche del jueves, los muertos ascend¨ªan a 13), el presidente estadounidense se refiri¨® a esas falsedades, que fue tachando de rid¨ªculas una por una. ¡° [Difundirlas] Es perjudicial para quienes necesitan ayuda¡±.
Deanne Criswell, administradora de FEMA, un trabajo que en otro tiempo se entend¨ªa alejado de la primera l¨ªnea de fuego partidista, dijo el martes en una llamada con reporteros que nunca hab¨ªa visto tantos bulos como esta vez. ¡°Es absolutamente lo peor que he contemplado en mi vida¡±, sentenci¨®. Por su parte, a Cruz Roja emiti¨® un comunicado la semana anterior en el que advert¨ªa del peligro de la desinformaci¨®n en escenarios como estos. ¡°[Contribuye a que] Los afectados ya no sepan a qui¨¦n acudir en busca de ayuda [...]. Tambi¨¦n afecta a nuestra capacidad de prestar apoyo fundamental y a los trabajadores de emergencias que han puesto sus propias vidas en suspenso para socorrer a los necesitados¡±.
M¨¢s que una comparecencia, la primera de las intervenciones de Biden fue en realidad la retransmisi¨®n en directo por las principales cadenas de noticias de la televisi¨®n por cable de la reuni¨®n de un gabinete de crisis celebrada el mi¨¦rcoles para preparar la llegada de Milton. La inusual puesta en escena, en la que tambi¨¦n particip¨® Harris, hizo pensar en una doble estrategia: despejar las dudas vertidas por el Partido Republicano sobre la presunta desidia de la Administraci¨®n al gestionar la tragedia y amplificar los mensajes de precauci¨®n a los vecinos de Florida.
La gran evacuaci¨®n
El segundo objetivo pareci¨® logrado en la ma?ana del jueves, cuando el Estado del Sol se levant¨® tras la tormenta y los funcionarios locales y estatales ¨Dcon el gobernador republicano Ron DeSantis en cabeza¨D se felicitaron porque las llamadas de alerta hubieran surtido su efecto. Biden dijo despu¨¦s que m¨¢s de 80.000 personas se hab¨ªan movido de sus casas para refugiarse de Milton, en una de las mayores evacuaciones de la historia del Estado.
No es la primera vez que DeSantis se desmarca de su partido cuando se trata de gestionar una cat¨¢strofe como Milton o Helene, tormenta que tambi¨¦n asol¨® Florida, antes de cebarse con otras zonas m¨¢s al norte. Durante el hurac¨¢n Ian, un monstruo de viento y agua que se llev¨® por delante en 2022 barrios enteros y la vida de 125 personas, inspeccion¨® junto a Biden la zona m¨¢s afectada, en la costa de Fort Myers, un mes antes de otras elecciones, en las que el gobernador arras¨® en las urnas. El mi¨¦rcoles, este confirm¨® que hab¨ªa hablado varias veces con el presidente, mientras por la otra l¨ªnea se enredaba en una pol¨¦mica por no haber respondido a una llamada de Harris para tratar el tema. ¡°Ella no tiene ning¨²n papel en esto¡±, dijo.
En su comparecencia del jueves, Biden consider¨® que el Congreso, cuyos miembros est¨¢n ahora mismo en receso hasta despu¨¦s de las elecciones, deber¨ªa reunirse excepcionalmente para aprobar partidas de ayuda suplementaria tras el paso de Milton. El presidente de la C¨¢mara de Representantes, Mike Johnson, neg¨® esa posibilidad en un comunicado difundido a Politico. Pese a haber recibido tambi¨¦n las presiones de un grupo de congresistas, Johnson, que estuvo esta semana en Carolina del Norte evaluando los da?os de Helene, prefiere esperar a tener un an¨¢lisis de los da?os causados por la hist¨®rica sucesi¨®n de dos huracanes brutales antes de hacer la excepci¨®n.