La guerra en Gaza desgasta el tradicional voto dem¨®crata de los j¨®venes: ¡°No puedo apoyar a Kamala¡±
La candidata dem¨®crata tiene una clara ventaja entre los menores de 34 a?os, pero el apoyo a la ofensiva israel¨ª y la gesti¨®n de la migraci¨®n y el medio ambiente amenazan con reducirla
¡°Kamala Harris ha dejado muy claro que no valora mi voto¡±. Maryam Iqbal ve inconcebible votar por la candidata dem¨®crata a presidir Estados Unidos. Esta es la primera elecci¨®n presidencial en la que esta joven de 19 a?os podr¨ªa participar, pero se est¨¢ planteando no hacerlo. Iqbal fue una de los miles de estudiantes detenidos en la ola de protestas propalestinas que se extendi¨® por las universidades del pa¨ªs la primavera pasada. En su caso, fue ar...
¡°Kamala Harris ha dejado muy claro que no valora mi voto¡±. Maryam Iqbal ve inconcebible votar por la candidata dem¨®crata a presidir Estados Unidos. Esta es la primera elecci¨®n presidencial en la que esta joven de 19 a?os podr¨ªa participar, pero se est¨¢ planteando no hacerlo. Iqbal fue una de los miles de estudiantes detenidos en la ola de protestas propalestinas que se extendi¨® por las universidades del pa¨ªs la primavera pasada. En su caso, fue arrestada dos veces, una de ellas en abril, cuando la polic¨ªa de Nueva York irrumpi¨® en el campamento estudiantil levantado en el coraz¨®n del campus de la Universidad de Columbia. Esa misma noche fue suspendida de la universidad y no podr¨¢ volver hasta enero de 2025.
La represi¨®n que sufrieron tantos estudiantes puede pasarle factura al Partido Dem¨®crata en las elecciones del pr¨®ximo 5 de noviembre. J¨®venes como Iqbal ni olvidan ni perdonan que Harris contin¨²e defendiendo la ofensiva israel¨ª en Gaza y que EE UU no haya frenado sus env¨ªos de armas al Gobierno de Benjam¨ªn Netanyahu. ¡°No tenemos ninguna obligaci¨®n de votar por ella¡±, asegura Iqbal. ¡°De hecho, tenemos la obligaci¨®n de no votar para no recompensar al Partido Dem¨®crata por su financiaci¨®n de este genocidio¡±, a?ade la joven nacida en Luisiana, cuya familia es originaria de Cachemira.
Es dif¨ªcil predecir cu¨¢ntos j¨®venes de izquierdas como Iqbal castigar¨¢n a Harris no votando u optando por un candidato de un tercer partido. Solo se sabr¨¢ con certeza despu¨¦s del 5 de noviembre. Lo que s¨ª se sabe es que las ¨²ltimas encuestas apuntan a que la candidata dem¨®crata tiene una clara ventaja entre los j¨®venes de 18 a 34 a?os ¡ªuna fuerza de unos 40 millones de votantes en una campa?a extremadamente re?ida¡ª sobre su contrincante, el republicano Donald Trump. En esa franja de edad, el centro de estudios Pew sit¨²a a Harris por delante del expresidente republicano por 57% a 34%, cifras muy parecidas a las que maneja The New York Times: 58% a 37%, para la dem¨®crata. En la misma l¨ªnea, el Instituto de Pol¨ªtica de la Harvard Kennedy School, que lleva dos d¨¦cadas encuestando a votantes j¨®venes, da el 61% del voto joven a Harris y el 30% a Trump.
Esa ventaja se debe en gran parte a la estrategia que la campa?a de Harris ha desplegado para llegar a los votantes j¨®venes. Su equipo ha memeficado a la candidata: ha usado las redes sociales, sobre todo TikTok, para hacerla ver joven, divertida, cercana, accesible... todo aquello que el presidente Joe Biden no era. En solo unos meses, innumerables memes sobre ella se han hecho virales, desde la Kamala cocotera hasta el verano Brat. Adem¨¢s, la vicepresidenta ha conseguido el respaldo de iconos como la cantante Taylor Swift o la rapera Megan Thee Stallion.
En general, la t¨¢ctica ha funcionado: los sondeos muestran que el Partido Dem¨®crata ha ganado terreno entre los j¨®venes desde que la vicepresidenta tom¨® la batuta de la candidatura, el pasado julio.
No obstante, las encuestas tambi¨¦n ponen de manifiesto que su equipo no est¨¢ llegando a todos los j¨®venes. Harris lidera entre las mujeres j¨®venes, pero los hombres se decantan cada vez m¨¢s por Trump. Y aunque la vicepresidenta goza de ventaja entre los j¨®venes de color, su equipo considera que esta deber¨ªa ser m¨¢s amplia.
Dentro de ese grupo hay votantes como Iqbal, que ya han decidido que no votar¨¢n por ella, y otros ¡ªincluyendo el 16% de los j¨®venes negros, el 13% de los hispanos y el 14% de los asi¨¢tico-americanos e isle?os del Pac¨ªfico, seg¨²n el sondeo de Harvard¡ª que siguen indecisos acerca de a qui¨¦n votar o incluso si lo har¨¢n. Adem¨¢s de Harris y Trump, hay otros tres candidatos a la presidencia por los que podr¨ªan optar: el profesor Cornel West, que se presenta como independiente; Jill Stein, del Partido Verde, quien se postula por tercera vez; y Chase Oliver, del Partido Libertario.
A este panorama se le suma la gran pregunta de cada cuatro a?os: ?acudir¨¢n realmente los j¨®venes a las urnas? La participaci¨®n electoral de este electorado ha aumentado en la ¨²ltima d¨¦cada, pero sigue siendo baja en comparaci¨®n con otros grupos de edad. Es un factor que ahora se agrava por la oposici¨®n de los j¨®venes m¨¢s progresistas a la pol¨ªtica de los dem¨®cratas en Oriente Pr¨®ximo, s¨ª, pero tambi¨¦n sobre cuestiones como la inmigraci¨®n, el medio ambiente y la emergencia clim¨¢tica o el sistema de justicia penal y la polic¨ªa.
Los que castigar¨¢n a Harris con su abstenci¨®n o voto a otros candidatos saben que corren el riesgo de que Trump gane la presidencia con posturas mucho m¨¢s duras sobre los asuntos que defienden. Pero consideran que es el momento de criticar un sistema bipartidista en el que no creen. ¡°Todos estos pol¨ªticos forman parte del mismo sistema¡±, apunta Iqbal. ¡°Hay algo profundamente err¨®neo en una democracia en la que las dos ¨²nicas opciones son criminales de guerra genocidas que se niegan a representar los intereses de su propio pueblo¡±.
El historial de Harris, bajo la lupa
Maraky Alemseged organiza en Los ?ngeles la Alianza Negra para una Inmigraci¨®n Justa (BAJI, por sus siglas en ingl¨¦s). Nacida y criada en la metr¨®polis californiana, la joven de 29 a?os est¨¢ registrada como dem¨®crata, pero no votar¨¢ por Harris. Llegar a esa decisi¨®n fue algo ¡°natural, f¨¢cil¡±, cuenta. ¡°No fue un gran proceso. Fue m¨¢s un instinto¡±, asegura. Dar¨¢ su voto a un tercer partido, pero a¨²n no sabe a cu¨¢l.
Si se le pregunta qu¨¦ es lo m¨¢s que ha influido en su decisi¨®n, Alemseged responde contundentemente. ¡°Como abolicionista, de ninguna manera votar¨¦ por una polic¨ªa¡±, dice, en referencia a que Harris se haya autodenominado la ¡°top cop¡± (jefa de la polic¨ªa) de California durante su etapa como fiscal. Alemseged lucha activamente por la abolici¨®n de las c¨¢rceles y la polic¨ªa, un movimiento que se elev¨® a la conversaci¨®n nacional en 2020 durante el movimiento Black Lives Matter y las protestas contra la brutalidad policial. Y en Harris ve la personificaci¨®n de un sistema carcelario que ha desgarrado a familias durante d¨¦cadas, especialmente en California, segundo Estado con mayor n¨²mero de presos y el territorio con m¨¢s personas en el corredor de la muerte.
Harris se ha presentado a menudo como una ¡°fiscal progresista¡±, pero activistas de izquierda como Alemseged la critican por su historial de condenas err¨®neas, su tendencia a encarcelar a hombres negros y su oposici¨®n a investigar tiroteos en los que estuviesen implicados polic¨ªas. ¡°No puedo votar por alguien que caus¨® tal da?o a nuestras comunidades que nunca ser¨¢ remediado, especialmente si llega a ser presidenta¡±, se?ala la joven.
Adem¨¢s, Alemseged apunta a las pol¨ªticas migratorias de la Administraci¨®n Biden-Harris como otra cuesti¨®n que le hizo dar la espalda a los dem¨®cratas. Recuerda que, como vicepresidenta, Harris ha pedido a los inmigrantes que no viajen a Estados Unidos y ha respaldado las restricciones en la frontera impulsadas por Biden estos meses. ¡°En conciencia, no puedo votar por alguien con ese tipo de ¨¦tica¡±, insiste.
¡°Y ya el clavo en el ata¨²d¡±, contin¨²a Alemseged, ¡°es su apoyo inquebrantable a entidades genocidas¡±, como Israel en Palestina. ¡°Harris quiere expandir la m¨¢quina de guerra de Estados Unidos y yo no puedo apoyar a alguien que es belicista y que est¨¢ orgullosa de serlo¡±, sostiene. Durante su discurso en la Convenci¨®n Nacional Dem¨®crata, Harris afirm¨® que como presidenta ¡°garantizar¨¢ que Estados Unidos tenga la fuerza de combate m¨¢s fuerte y letal del mundo¡±, una promesa que ha repetido en m¨²ltiples ocasiones.
Jordan Caroompas coincide con todo lo que expone Alemseged, pero destaca otra cuesti¨®n importante para j¨®venes como elle (el pronombre que prefiere) que han decidido no votar por Harris: el medio ambiente. ¡°Durante mucho tiempo me sent¨ª una persona apol¨ªtica, pero lo que realmente me llev¨® a implicarme fue la crisis clim¨¢tica. Siendo del norte del Estado de Nueva York, en la frontera con Pensilvania, la fractura hidr¨¢ulica siempre ha sido algo que me ha preocupado mucho¡±, cuenta.
Caroompas, de 32 a?os, recuerda que en las elecciones del 2020, Biden prometi¨® acabar con esta pr¨¢ctica, conocida en ingl¨¦s como fracking, en tierras y aguas p¨²blicas. Cuatro a?os despu¨¦s, no solo no la ha prohibido, sino que bajo su mandato se han concedido m¨¢s permisos de perforaci¨®n que durante el Gobierno de su predecesor, Trump. Harris, por su parte, tambi¨¦n estaba a favor de vetar la pr¨¢ctica como candidata en 2020, pero desde entonces ha dado un giro de 180 grados y ahora se compromete a respetarla si es elegida presidenta.
¡°Es interesante que Harris ha revertido b¨¢sicamente todo lo que ha dicho sobre la prohibici¨®n de la fractura hidr¨¢ulica. Para m¨ª, eso es una muy mala se?al¡±, opina Caroompas. ¡°Me resulta dif¨ªcil aceptar que algo que hace cuatro a?os se consideraba un valor democr¨¢tico haya sido borrado y olvidado¡±.
Por ello, no votar¨¢ en noviembre, ni por Harris ni por ning¨²n otro candidato. ¡°No tiene sentido que me tome la molestia de votar. No conf¨ªo en estos partidos y Harris es solo una parte de un problema mayor¡±, asegura Caroompas.
Hartos del bipartidismo
Ese problema mayor al que se refiere tiene que ver con el hartazgo que sienten los votantes j¨®venes con la pol¨ªtica. Son varias las investigaciones que apuntan a que est¨¢n desilusionados con el status quo. Una de ellas, publicada este verano por el Instituto Berkeley para J¨®venes Estadounidenses en la Universidad de California, demuestra que los votantes j¨®venes ¡ªdesde la generaci¨®n Z hasta los millenials¡ª creen que el sistema pol¨ªtico actual es incapaz de abordar los retos a los que se enfrentan sus generaciones. Muchos, independiente de su afiliaci¨®n pol¨ªtica, comparten una sensaci¨®n de fatalismo.
Esto se traduce en un mayor n¨²mero de votantes j¨®venes que optan por desertar de los dos principales partidos pol¨ªticos, mientras otros renuncian por completo al compromiso pol¨ªtico, seg¨²n los investigadores de Berkeley.
Desde CIRCLE, un centro de la Universidad de Tufts que investiga la participaci¨®n de los j¨®venes en la pol¨ªtica, Alberto Medina explica que esto se debe a que existe entre ellos un descontento con el bipartidismo que domina la pol¨ªtica estadounidense. ¡°Los datos demuestran que los j¨®venes no conf¨ªan en los partidos pol¨ªticos y en otras instituciones. Tienen un nivel de confianza bajo tanto del Partido Dem¨®crata como el Partido Republicano y son menos propensos a afiliarse o a identificarse con ellos¡±, comenta el responsable de comunicaci¨®n del centro de investigaci¨®n.
¡°Ellos lo que quieren es acci¨®n, que se resuelvan las cosas que ellos creen que son problemas en sus comunidades. Ven la pol¨ªtica desde esa perspectiva, no desde la perspectiva de, ¡®yo soy un dem¨®crata¡¯ o ¡®yo soy un republicano y voto por lealtad a mi partido¡¯¡±, asegura Medina.
Kaitlyn Wong se identifica con ese pesimismo. La joven de 26 a?os, originaria de California y que ahora vive en Nueva York, no votar¨¢ por Harris, pero todav¨ªa no ha decidido si respaldar¨¢ un tercer partido o simplemente no participar¨¢ en las elecciones. ¡°He estado d¨¢ndole vueltas a la idea de no votar. Estoy segura de que no voy a votar a Harris ni a Trump, pero no votar me parece un poco mal. Todav¨ªa no s¨¦ por qu¨¦, porque no creo en nuestro sistema y no es algo que sienta que refleje ninguno de mis valores y lo que nuestro pa¨ªs merece. Pero es algo con lo que he estado luchando¡±, admite.
Sus amistades le han dicho que votar por un tercer partido equivaldr¨ªa a un voto por Trump, pero ella no lo ve as¨ª. ¡°Porque no apoyo a ninguno de los dos bandos. Para m¨ª, en este momento, ambos partidos est¨¢n en el mismo plano. As¨ª que, ?por qu¨¦ votar¨ªa por ellos?¡±, se cuestiona.
¡°Estoy tan hastiada que siento que lo que merecemos est¨¢ tan lejos de nuestro alcance. Desear¨ªa tener una visi¨®n m¨¢s esperanzadora, pero lo m¨¢s real que puedo decir es que me siento realmente desolada¡±, lamenta Wong. ¡°No creo en que mi voto importe porque lo cre¨ª durante ocho a?os y nada sali¨® de ello. Las cosas no han hecho m¨¢s que empeorar¡±.
Alemseged, la joven activista de Los ?ngeles, considera que Estados Unidos ¡°ha superado el bipartidismo¡±. ¡°Con millones de personas que tienen tantas ideas y opiniones, ?realmente creemos que podemos reducirnos a dos partidos? No es un sistema moderno, no encaja con nosotros. Hace tiempo que necesitamos un nuevo sistema¡±, opina.
Caroompas est¨¢ de acuerdo. Y afirma que un sistema bipartidista no es democr¨¢tico. ¡°Es una opci¨®n falsa. No conduce a que realmente se le d¨¦ voz a los votantes¡±, se?ala.
Para Iqbal, la estudiante de la Universidad de Columbia, esto se traduce a que cada cuatro a?os se tenga que votar por el ¡°menos malo¡±. ¡°Rendirse constantemente a esta ret¨®rica del ¡®menor de dos males¡¯ es exactamente la forma en que el est¨¢ndar del mal sigue aumentando en cada ciclo electoral¡±, asegura la activista propalestina.