Lawrence Wright, escritor y periodista: ¡°Votar por Trump para que las cosas cambien es como pedir que llueva y recibir a cambio un hurac¨¢n¡±
El periodista de ¡®The New Yorker¡¯, radicado en Texas, critica la gesti¨®n de los dem¨®cratas de la crisis migratoria, pero advierte que un nuevo Gobierno del republicano ser¨ªa catastr¨®fico
La polarizaci¨®n de la pol¨ªtica estadounidense ha tocado casi todos los rincones de la sociedad estadounidense. Se ha colado incluso al interior de WhoDo, la banda de blues de Texas y Luisiana donde Lawrence Wright toca los teclados. ¡°Tengo amigos que son trumpistas y toco en un grupo que es una organizaci¨®n pol¨ªtica mixta, as¨ª que tratamos de ser cautelosos¡±, cuenta el escritor, ganador del Pulitzer de 2006 por La torre elevada, la investigaci¨®n sobre el auge del fundamentalismo isl¨¢mico.
Wright (Oklahoma, 77 a?os) se conecta desde su casa en Austin, la capital de Texas, para hablar de la campa?a que llega a su fin. Ha sido un extra?o e inusual viaje que ha llevado a los estadounidenses por una monta?a rusa que incluy¨® la renuncia de un candidato a la presidencia, dos intentos de magnicidio y una contienda sin claro favorito a escasos d¨ªas de los comicios, lo que llena de incertidumbre el futuro. El dramaturgo y periodista de The New Yorker, quien public¨® El a?o de la peste en 2021, asegura que todav¨ªa vivimos las secuelas de la pandemia. Siendo una de estas el empuje de Donald Trump, quien puede volver a la Casa Blanca en 2025.
Pregunta. ?Recuerda otra campa?a como esta?
Respuesta. En t¨¦rminos de tumulto, dir¨ªa 1968. Fue un a?o loco y horrible de nuestra historia. Est¨¢bamos en medio de la Guerra de Vietnam, se llev¨® a cabo el tiroteo en la Universidad Kent State, fueron asesinados Martin Luther King y a Robert F. Kennedy. Me pregunto en qu¨¦ pa¨ªs vivimos ahora, pero as¨ª me sent¨ª en 1968, que considero uno de los peores a?os de nuestra historia pol¨ªtica excepto que lo sobrevivimos. No estaba claro entonces c¨®mo ¨ªbamos a salir de ¨¦l.
P. En las elecciones de 2020 tambi¨¦n estuvieron marcadas por un malestar social. ?C¨®mo percibe el ambiente ahora?
R. Estuvo marcado por las protestas por la muerte de George Floyd, pero creo que la pandemia apag¨® la situaci¨®n. Mucha actividad fue suprimida porque la gente ten¨ªa miedo de salir. Las consecuencias de 2020 fueron la pandemia y Trump. Trump tuvo la oportunidad de convertirse en un h¨¦roe en la pandemia, pero en lugar de eso permiti¨® que se saliera de control. Estados Unidos registr¨® m¨¢s muertes y a un mayor ritmo que ning¨²n otro pa¨ªs occidental. Hoy todav¨ªa seguimos en una situaci¨®n donde los ciudadanos desconf¨ªan del Gobierno, las instituciones, la pol¨ªtica y la prensa. Son cosas que siguen bajo un gran escrutinio y que han provocado un gran resentimiento.
P. El curso de la pandemia pareci¨® cambiar cuando Biden lleg¨® a la Casa Blanca. ?Qu¨¦ opina del legado del presidente?
R. Creo que apenas comenzamos a notarlo. No recuerdo a un presidente que haya dejado la Econom¨ªa en mejor forma a pesar de haberla recibido en una terrible situaci¨®n. Al final de la Administraci¨®n Trump, el Congreso aprob¨® una inmensa ley para fomentar el empleo. Nos sac¨® de la zanja, pero tambi¨¦n sent¨® el escenario para la inflaci¨®n que volvi¨® loco al Gobierno de Biden. Tambi¨¦n enmarco las presidencias por si nos meten o no en una guerra. Jimmy Carter lo evit¨®, uno de los hechos menospreciados de su Administraci¨®n. Donald Trump tampoco lo hizo. Hered¨® un par de conflictos, pero no inici¨® otro por su cuenta. Creo que Biden ha hecho bien al respecto. Tanto Trump como Biden guardan cierta cautela por involucrar a Estados Unidos con otras naciones. Es dif¨ªcil mantenerse entre el aislacionismo o ser el polic¨ªa del mundo. Ambos guardan riesgos terribles.
P. Ahora hay dos grandes conflictos, el de Gaza y Ucrania. ?Qu¨¦ opina de un retorno de Trump a la Casa Blanca con estas crisis?
R. Una segunda presidencia de Trump ser¨ªa una cat¨¢strofe en muchos niveles. Algunos argumentan que sin la pandemia su primer Gobierno hubiera sido relativamente exitoso. Pero no creo que tan exitoso como ha sido el de Biden. Trump est¨¢ decr¨¦pito y no tiene control de s¨ª mismo. Est¨¢ lleno de furia. Muchas de sus pol¨ªticas son solo de venganza, lo que terminar¨¢ dividiendo a¨²n m¨¢s a un pa¨ªs terriblemente dividido. En materia de Pol¨ªtica Exterior, creo que es claro que apostar¨¢ hasta el final por Israel y que no le importar¨ªa que Rusia se apodere de Ucrania. Con ¨¦l en la Casa Blanca y Netanyahu en el poder, Israel se sentir¨ªa libre de obst¨¢culos para llegar hasta el final. Trump tiene una fascinaci¨®n por los aut¨®cratas y aspira a ser uno. Pens¨¦ por mucho tiempo que nuestro sistema es lo suficientemente fuerte para resistir el narcisismo de un poderoso, pero mi fe en ese sistema ha sido sacudida.
P. ?Le sorprende lo cerrado de la contienda?
R. Es parte del fen¨®meno de Trump que es tan dif¨ªcil de comprender. Cada semana hay algo que ser¨ªa suficiente para destruir a cualquier candidato ordinario. Ahora es predecible y hasta se normaliza. La gente espera ya que haga locuras y diga cosas terribles. Simplemente no importa. Compara el tema de la edad de Biden con lo que pasa con Trump ahora, que dice incoherencias y no tiene todos los tornillos apretados. Me preocupa que una persona as¨ª sea la m¨¢s poderosa del mundo.
P. ?Qu¨¦ le parece de la irrupci¨®n de Elon Musk en la campa?a?
R. De alguna forma ¨¦l es la persona m¨¢s poderosa del mundo, pero ahora parece haber hecho una alianza con Trump. Hay muchas cosas que apruebo de ¨¦l: haber creado un coche el¨¦ctrico que se convirti¨® en un fen¨®meno mundial, que la humanidad vaya a Marte, los chips en humanos para que los ciegos vuelvan a ver y los lisiados caminen y Starlink, sin el cual Ucrania hubiese perdido la guerra en pocas semanas. Creo que Musk ha sustituido al Gobierno en algunas cosas, pero solo Dios sabe lo que sucede entre ¨¦l y Trump. Creo que comparten la misma visi¨®n de que solo los hombres fuertes pueden liderar el mundo. Existe cierto apoyo de Silicon Valley, que parece estar factorizando el hecho de que en alg¨²n punto J. D. Vance puede convertirse en presidente si Trump es elegido, y ¨¦l es uno de ellos. Quiz¨¢ es lo que est¨¢ pasando. De otra forma, es dif¨ªcil de entender. Siempre hay gente que se beneficia del caos y esa ha sido siempre la ruta de Trump al poder.
P. Ha formado parte del s¨¦quito rebosante en testosterona del candidato. ?Le parece que el g¨¦nero entre los candidatos est¨¢ jugando un papel en la elecci¨®n?
R. Creo que lo est¨¢ jugando, pero no en un rol tan importante. Especialmente tras la derogaci¨®n del Supremo de Roe contra Wade, que ha movilizado a las mujeres a votar por el tema del aborto, pero no parece ser lo que ganar¨¢ la elecci¨®n. Las mujeres votar¨¢n por g¨¦nero en este tema y por la hist¨®rica posibilidad de convertir a Kamala Harris en presidenta, pero no importa. Las mujeres tampoco votaron por Hillary. Asumimos cosas basadas en la identidad, pero no siempre es el caso. Siempre hay que mirar un poco m¨¢s profundo para saber por qu¨¦ vota la gente.
P. ?Qu¨¦ cree entonces que gu¨ªa esta elecci¨®n?
R. Creo que la desigualdad econ¨®mica que ha caracterizado a Estados Unidos en las ¨²ltimas d¨¦cadas ha creado un tremendo resentimiento. Este es una fuerza extremadamente poderosa en la pol¨ªtica. Es tambi¨¦n irracional porque este resentimiento contra las ¨¦lites impedir¨ªa votar por alguien como Donald Trump, quien ejemplifica las peores cualidades. Hay un sentimiento desenfrenado de que las cosas deben cambiar, pero elegirlo es como pedir que llueva y recibir a cambio un hurac¨¢n. Trump es el hurac¨¢n. La gente lo pide a pesar de que los salarios han subido y nuestra econom¨ªa est¨¢ viviendo b¨¢sicamente el pleno empleo.
P. Usted vive en un Estado fronterizo. ?C¨®mo ha cambiado Texas en estos tres a?os por la inmigraci¨®n irregular?
R. La gente sinti¨® que el Gobierno no hizo su trabajo. Sin importar lo que pienses de la migraci¨®n, un pa¨ªs debe poder controlar sus fronteras. Los dem¨®cratas trataron esto de forma incompetente. Cuando hablas de problemas con la inmigraci¨®n, una cosa es que se trate de cientos y otra cuando se habla de millones, lo que genera una gran carga para los Estados fronterizos. Yo apoy¨¦ la idea de que se enviara a migrantes a las grandes ciudades del norte. Este no deber¨ªa ser solo un problema de los Estados de la frontera, sino nacional. Fue una gran maniobra pol¨ªtica, justificada en mi opini¨®n. Los dem¨®cratas no pudieron pelear electoralmente por Texas porque no pelearon contra la inmigraci¨®n como debieron. Debemos respetar las solicitudes de asilo, pero para ello necesitas miles de jueces que las analicen. Ahora tenemos algo as¨ª como el 20% de la poblaci¨®n de Venezuela en Estados Unidos. No digo que esto da?e a la econom¨ªa, pero hay una sensaci¨®n de que no sabemos qui¨¦nes son, lo que permite a Trump inventar historias sobre ellos.
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