Las elecciones tambi¨¦n se juegan en los casinos de Las Vegas
La ciudad del juego concentra el 70% de los sufragios de Nevada, uno de los siete Estados en los que se decidir¨¢ el pr¨®ximo inquilino de la Casa Blanca. El recuento puede alargarse durante d¨ªas
Es f¨¢cil reconocer la entrada a Nevada. El paisaje cambia con las indescriptibles construcciones que son sus casinos (castillos, monta?as rusas, explosiones de luz y de color), visibles desde la frontera del Estado. No es hasta llegar a Las Vegas cuando se empieza a ver que, por mucha fantas¨ªa y muchas fichas que muevan las salas de juego, aqu¨ª tambi¨¦n hay elecciones. Las vallas publicitarias no solo muestran conciertos y fiestas, como es habitual, sino tambi¨¦n anuncios de ambos candidatos a la presidencia. La ciudad del pecado se ha puesto seria, porque parte de los comicios se juegan aqu¨ª. La m¨¢s peque?a: son solo seis los votos electorales, pero pueden decidir qui¨¦n ocupa la Casa Blanca.
La mitad del electorado de Nevada ha votado por adelantado, de forma presencial o por correo, y los resultados tardar¨¢n probablemente d¨ªas en saberse. Pero este martes 5 de noviembre todav¨ªa hay ambiente electoral en algunos de puntos de Las Vegas ¨Dsu ciudad principal tiene 2,2 millones de habitantes; el resto del Estado un mill¨®n m¨¢s¨D. Especial juego ha dado el estadio Allegiant, el centro de votaci¨®n m¨¢s grande del territorio. All¨ª, donde en febrero los Kansas City Chiefs levantaron la Super Bowl en la pr¨®rroga, quiz¨¢ no se respirara tanta tensi¨®n como esa noche de hace nueve meses, pero s¨ª mucho movimiento de electores, voluntarios, personal administrativo de la ciudad y prensa. A las siete de la ma?ana abr¨ªan las puertas los centros, pero las primeras filas de su inmenso aparcamiento estaban llenas desde las 6.30. A media ma?ana ha votado all¨ª la senadora Jacky Rosen, dem¨®crata, que se juega la reelecci¨®n y parece tener la plaza asegurada.
Muchos quer¨ªan evitar las colas que preve¨ªan por la tarde, otros aprovechaban el poco tr¨¢fico de la ciudad a esa hora; algunos, simplemente, estaban emocionados y m¨¢s de votar en el Allegiant, que en apenas cuatro a?os se ha convertido en un lugar emblem¨¢tico de la ciudad. Ese era el caso de Juli¨¢n Gonz¨¢lez, nacido en Nueva York y que vive en Las Vegas desde hace unos meses. Con 18 a?os reci¨¦n cumplidos, el instituto terminado y empezando su carrera en el servicio militar, se mostraba amable y vergonzoso tras su primera experiencia electoral en el inmenso estadio, que ha elegido a prop¨®sito. ¡°Ten¨ªa otra opci¨®n, pero este me gustaba m¨¢s para votar, claro¡±, sonr¨ªe. ¡°Y lo har¨¦ cada cuatro a?os, sin duda. No s¨¦ qu¨¦ vota la gente, no tengo ni idea, pero yo ten¨ªa que hacerlo¡±. Y lo ha hecho por Donald Trump: ¡°Harris no me convence, me parece que no da respuestas a las preguntas, y creo que como vicepresidenta no ha hecho casi nada en cuatro a?os¡±.
Son solo seis electores, pero pueden marcar la diferencia. Los candidatos lo saben, por eso han pasado por aqu¨ª en campa?a. Los ciudadanos tambi¨¦n, y est¨¢n votando con ganas. En Nevada las urnas abrieron por anticipado el 19 de octubre y hasta el 1 de noviembre, y las cifras lo han dejado muy claro: m¨¢s de 1,1 millones, el 54%, hab¨ªa votado el 4 de noviembre. ?Por qui¨¦n? Esa es la gran duda. Ni las encuestas lo tienen claro, aunque los expertos y las proyecciones creen que unas pocas papeletas podr¨ªan darle el Estado a los dem¨®cratas. En 2020, Joe Biden se llev¨® el gato al agua por apenas 33.500 de los m¨¢s de 1.373.000 votos emitidos.
De ah¨ª que muchos voluntarios est¨¦n dispuestos a ir puerta por puerta hasta el ¨²ltimo d¨ªa. Es el caso de Blanca Mac¨ªas, mexicana de 34 a?os. Son sus primeras elecciones despu¨¦s de nacionalizarse estadounidense, en 2019, y tras no poder votar en pandemia, y tiene clara su elecci¨®n: Kamala Harris. ¡°Tenemos que votar por nuestros derechos femeninos, reproductivos. Lo hago como mexicana, como latina. En mi pa¨ªs [por M¨¦xico] ya hay una presidenta mujer, es esencial que tengamos un cambio¡±, asegura a las puertas del estadio Allegiant. Adem¨¢s de votante, Mac¨ªas es subdirectora de Make The Road: Action Nevada, una asociaci¨®n pol¨ªtica sin ¨¢nimo de lucro. Tras votar, acudir¨¢ junto a otros 200 voluntarios a centenares de casas de Las Vegas para tocar a sus puertas. Todo voto cuenta. Y en Nevada es posible inscribirse (paso previo obligatorio) para acceder a las urnas incluso el d¨ªa de las elecciones.
Al ser preguntadas, la mayor¨ªa de las mujeres que acuden al estadio hablan de la importancia de votar pensando en los derechos reproductivos. La otra gran batalla aqu¨ª es la econom¨ªa. Nevada lleg¨® a ser el Estado con mayor tasa de desempleo (m¨¢s del 20%) en pandemia. Con casinos, espect¨¢culos y restaurantes cerrados, la econom¨ªa local se hundi¨®. Y no termina de remontar: la gente se queja del precio de las casas, de la compra, de la gasolina. Muchos viven aqu¨ª, m¨¢s que de su sueldo, de las propinas, que no solo son parte de la cultura estadounidense y est¨¢n lejos de ser solo un agradecimiento, sino que, adem¨¢s, tributan. Trump anunci¨® hace unos meses que quer¨ªa eliminar ese impuesto; Harris se sum¨® poco despu¨¦s, pero prometi¨®, adem¨¢s, subir los sueldos.
Trump contra Harris, econom¨ªa y derechos sociales, mirar al pasado o buscar el futuro... Mundos opuestos que en Nevada suman el contraste entre la zona urbana y la rural. Por una parte, est¨¢ Las Vegas, o m¨¢s bien el condado donde se ubica, Clark County, con una mayor¨ªa urbana, latina, trabajadora de hosteler¨ªa y servicios y eminentemente dem¨®crata; ah¨ª est¨¢ tambi¨¦n Reno, la otra gran ciudad, al norte, y su condado, Washoe. Los otros 15 condados del Estado son completamente republicanos. Pero quien quiera ganar el Estado para su candidatura, deber¨¢ tener el apoyo de Clark County, con un 70% de la poblaci¨®n y el mismo porcentaje de votos. Nevada, con su ciudad m¨¢s conocida, Las Vegas, es uno de los Estados clave para llegar a la Casa Blanca. Esta vez, lo que pase en Las Vegas, no se queda en Las Vegas.
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