Kamala Harris apela a los votantes en la jornada electoral: ¡°Es hora de pasar p¨¢gina¡±
La vicepresidenta, que pasa la jornada electoral en la Casa Blanca, ha participado en una serie de entrevistas de radio antes del cierre de las urnas
La candidata dem¨®crata a la presidencia, Kamala Harris, ha apurado hasta el ¨²ltimo momento para ara?ar cualquier posible voto. A lo largo de la jornada electoral, y en un pa¨ªs donde no existe el d¨ªa de reflexi¨®n, la vicepresidenta de EE UU participaba en una serie de entrevistas de radio para animar a los ciudadanos a que fueran a las urnas. Tambi¨¦n acud¨ªa a la sede del Partido Dem¨®crata a saludar a voluntarios de su campa?a, a la espera del escrutinio. A la espera de saber si, tras la campa?a m¨¢s ins¨®lita de todos los tiempos en su pa¨ªs, acabar¨¢ convertida en una figura de la Historia: la primera mujer, y negra, presidenta de Estados Unidos.
Sus ¨²ltimos mensajes antes del cierre de las urnas eran de optimismo, el que ha querido remachar durante sus 100 d¨ªas de campa?a tras reemplazar abruptamente al presidente, Joe Biden, de 81 a?os, como candidata dem¨®crata en julio. ¡°Vemos a nuestros compatriotas estadounidenses como vecinos, no enemigos. Creemos en los dem¨¢s y en nuestro pa¨ªs¡ Juntos escribiremos el pr¨®ximo cap¨ªtulo de la Historia m¨¢s extraordinaria jam¨¢s contada. Es hora de pasar p¨¢gina y dejar atr¨¢s el drama, el conflicto, el miedo y las divisiones. Y es la hora de una nueva generaci¨®n de liderazgo en Estados Unidos¡±, escrib¨ªa en un correo electr¨®nico final a sus partidarios.
En su visita a la sede dem¨®crata, Harris aprovechaba para participar en las ¨²ltimas llamadas telef¨®nicas de los voluntarios para movilizar a los votantes. ¡°?Ha votado ya?¡±, le preguntaba a la persona al otro lado de la l¨ªnea. ¡°?S¨ª? ?Muchas gracias!¡± En otro telefonazo, le respond¨ªa un ni?o: ¡°hola, soy Kamala Harris. ?Estoy esperando que crezcas diez a?os m¨¢s!¡±
La vicepresidenta, de 60 a?os, ha basado su campa?a en el apoyo de los dem¨®cratas liberales, las mujeres, las minor¨ªas afroamericana y latina e incluso aquellos republicanos que se ven repelidos por la personalidad o los mensajes combativos del candidato de ese partido, Donald Trump. Su mensaje ha hecho hincapi¨¦ en llamamientos a la unidad, en favor de las clases medias y en defensa de la democracia y los derechos, muy especialmente el derecho al aborto en todo el pa¨ªs, que el Tribunal Supremo tumb¨® en 2022.
Harris, por otro lado, ha encarado la ira de los votantes propalestinos, que critican que no se desmarque del respaldo de la Administraci¨®n de Biden a la ayuda econ¨®mica y militar a Israel en la guerra en Gaza. La vicepresidenta promete hacer todo cuanto est¨¦ en su mano para poner fin al conflicto.
La candidata llegaba al d¨ªa D electoral con buenas noticias de su lado. Las jornadas de votaci¨®n anticipada ¨Den algunos Estados se pod¨ªa entregar el sufragio con antelaci¨®n desde mediados de septiembre¨D le adjudicaban en los sondeos una ventaja de casi ocho puntos. Algo que, en s¨ª, no sirve para predecir cu¨¢l ser¨¢ el resultado final, pero da una medida del entusiasmo de sus votantes, que encuestas como las elaboradas por Gallup ven¨ªan apuntando a que era superior al de los partidarios de su rival, Donald Trump.
Los agregadores de encuestas m¨¢s prestigiosos le adjudicaban una ligera ventaja, m¨ªnima, pero una distancia mayor que una semana atr¨¢s, y que confirmaba que los ¨²ltimos d¨ªas de campa?a ha cambiado la tendencia. La gran sorpresa, que precipitaba un cambio de tono, lleg¨® el pasado s¨¢bado: el sondeo considerado el m¨¢s prestigioso de todo Estados Unidos, el de la especialista Ann Selzer en Iowa, adjudicaba a la dem¨®crata una ventaja de tres puntos porcentuales en ese Estado, considerado hasta ese momento territorio seguro para los republicanos. En los ¨²ltimos 20 a?os, Selzer ha acertado sistem¨¢ticamente los ganadores en su Estado.
Si a mediados de octubre quien ten¨ªa el viento en las alas era Trump, ahora ha sido Harris la que ha disfrutado del ¨²ltimo impulso, en una campa?a que no ha podido estar m¨¢s igualada y en la que ambos candidatos, como en los mejores partidos de tenis, han ido alternando triunfos en los sets. Este martes, con la bola de partido en juego, el prestigioso analista de sondeos Nate Silver la declaraba favorita, aunque por la m¨¢s m¨ªnima de las m¨ªnimas: una ventaja de solo 17 simulaciones sobre Trump, en un total de 80.000 en ese modelo de pron¨®sticos.
Contribuy¨® a ello el desastroso mitin multitudinario del republicano en el Madison Square Garden hace diez d¨ªas, en el que sus teloneros multiplicaron los insultos. El de: ¡°en el Atl¨¢ntico hay una isla flotante de mierda. Se llama Puerto Rico¡± de Tony Hinchcliffe puede haberle costado al expresidente votos latinos fundamentales. O comentarios de Trump, que se proclam¨® ¡°protector de las mujeres, les guste a ellas o no¡±.
Pero tambi¨¦n las propias decisiones de campa?a de la dem¨®crata. Su mitin de respuesta al de Trump, dos d¨ªas m¨¢s tarde, reuni¨® a 75.000 personas en la Elipse, la explanada frente a la Casa Blanca donde el expresidente hab¨ªa arengado a sus partidarios inmediatamente antes de que una turba asaltase el Capitolio el 6 de enero de 2021. Aquel discurso, con la Casa Blanca de fondo, le permiti¨® dar una imagen presidencial ante quienes tuvieran dudas sobre su aptitud para ocupar el Despacho Oval. Y tambi¨¦n le sirvi¨® para recordar a los ciudadanos los hechos de aquel d¨ªa de insurrecci¨®n.
Harris ha culminado la semana con una serie de actos de campa?a dedicados a cultivar el voto latino, en busca de aprovechar el batacazo republicano en el Madison Square Garden. Pas¨® el ¨²ltimo d¨ªa de campa?a en Pensilvania, el Estado clave para los dem¨®cratas con sus 19 votos electorales (los otros Estados bisagra son M¨ªchigan, Wisconsin, Nevada, Arizona, Georgia y Carolina del Norte). All¨ª, dos de sus tres comparecencias tuvieron lugar en Allentown y Reading, ciudades de gran mayor¨ªa latina, especialmente puertorrique?a.
¡°El momentum [impulso] est¨¢ de nuestro lado¡±, clamaba la vicepresidenta a los miles de simpatizantes que se aglomeraban en la noche del lunes, ya casi en la medianoche, en Filadelfia. ¡°Ustedes son quienes van a decidir el resultado de estas elecciones¡±, dijo a los habitantes de Pensilvania, un Estado que la vicepresidenta ha visitado pr¨¢cticamente cada semana desde que asumi¨® la candidatura.
Harris celebrar¨¢ su fiesta electoral esta noche en la Universidad Howard, en la capital estadounidense. Un lugar simb¨®lico, por muchos motivos. Es su alma mater, donde ella estudi¨® antes de convertirse en abogada y empezar su carrera como fiscal en California. All¨ª lleg¨® a convertirse en fiscal general. Y Howard es una de las universidades hist¨®ricamente dedicadas a la comunidad afroamericana, a la que ella pertenece y que es uno de los pilares del voto dem¨®crata estadounidense. Si la vicepresidenta gana, le deber¨¢ buena parte de su triunfo a este electorado.
Atr¨¢s habr¨¢ quedado una campa?a sin precedentes, desarrollada en un plazo comprimido y marcada por hitos hist¨®ricos. De un lado, los dos intentos frustrados de asesinato contra el candidato republicano, en Butler (Pensilvania) en julio y en su campo de golf en septiembre en West Palm Beach, en Florida.
De otro, y sobre todo, el catastr¨®fico debate entre Biden y Trump en junio, que acab¨® precipitando la renuncia del presidente a la reelecci¨®n un mes despu¨¦s, tras fort¨ªsimas presiones de su partido. Harris heredaba un partido dividido y unos militantes desmoralizados. Las encuestas apuntaban a que el republicano ganar¨ªa en noviembre por una avalancha de votos.
Su candidatura dio la vuelta a la situaci¨®n. Los votantes dem¨®cratas recuperaron el entusiasmo. Y las encuestas pasaron de predecir una derrota sin paliativos a marcar un empate, o incluso una ligera ventaja de la vicepresidenta. Hab¨ªa partido. Y lo ha habido hasta el ¨²ltimo momento.
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