Empezar las clases media hora m¨¢s tarde y otros ajustes para mejorar los resultados acad¨¦micos de los adolescentes
La falta de higiene de sue?o de los alumnos de secundaria supone un grave problema que afecta tanto a sus calificaciones como a su conducta
La relaci¨®n entre el sue?o y los resultados acad¨¦micos se ha hecho evidente en los ¨²ltimos a?os. Lo cuenta Gonzalo Pin, coordinador del Grupo de Sue?o y Cronobiolog¨ªa de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa (AEP): ¡°El sue?o es esencial para los procesos de consolidaci¨®n de la memoria, capacidad de aprendizaje y rendimiento acad¨¦mico. La privaci¨®n del sue?o conduce a una disminuci¨®n en la atenci¨®n¡±. Y a?ade: ¡°Los estudiantes con sue?o inadecuado o patrones de sue?o irregulares presentan peor rendimiento escolar¡±. Por ejemplo, cuando hay m¨¢s de dos horas de dif...
La relaci¨®n entre el sue?o y los resultados acad¨¦micos se ha hecho evidente en los ¨²ltimos a?os. Lo cuenta Gonzalo Pin, coordinador del Grupo de Sue?o y Cronobiolog¨ªa de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa (AEP): ¡°El sue?o es esencial para los procesos de consolidaci¨®n de la memoria, capacidad de aprendizaje y rendimiento acad¨¦mico. La privaci¨®n del sue?o conduce a una disminuci¨®n en la atenci¨®n¡±. Y a?ade: ¡°Los estudiantes con sue?o inadecuado o patrones de sue?o irregulares presentan peor rendimiento escolar¡±. Por ejemplo, cuando hay m¨¢s de dos horas de diferencia en la hora de acostarse respecto al fin de semana.
Pin lo dice bas¨¢ndose en diversos estudios, como H¨¢bitos y trastornos del sue?o durante la adolescencia: relaci¨®n con el rendimiento escolar, en el que intervinieron 1155 ni?os de una media de edad de 14 a?os que analizaba el sistema de ense?anza secundaria espa?ola, en el que se ¡°encontr¨® una correlaci¨®n significativa entre el fracaso de la clase y las quejas de sue?o y somnolencia matutina¡±. Esta relaci¨®n no implicar¨ªa mayor problema si no fuera porque los chavales espa?oles tienen una p¨¦sima higiene de sue?o. La Comunidad Valencia lo ha confirmado con un estudio realizado a m¨¢s de 600 alumnos, seg¨²n el cual uno de cada cinco estudiantes acud¨ªa a clase con signos de somnolencia. El 40% aseguraba tener dificultades para despertarse por las ma?anas y el 29% para mantenerse despierto durante las clases. Adem¨¢s, un alto porcentaje de los adolescentes encuestados afirmaba no dormir las 8 horas recomendadas. ?Un desastre!
?De qui¨¦n es la responsabilidad de que duerman tan poco? No es por echar balones fuera, pero puede que de Thomas Alva Edison. Despu¨¦s de todo fue el quien invent¨® la bombilla en 1879. ¡°Hace menos de 150 a?os que la humanidad ha cambiado su relaci¨®n con la luz natural y no solo con la intensidad de la luz, sino tambi¨¦n con el tipo de luz y los horarios a su exposici¨®n. Esto ha supuesto una disminuci¨®n del tiempo dedicado al descanso y a la oscuridad¡±, afirma Pin. En efecto, despu¨¦s de 10.000 a?os con un determinado tipo de vida ¡°nuestros relojes biol¨®gicos necesitan adaptaciones m¨¢s lentas a cambios tan importantes, y algo deber¨ªamos hacer para evitar sus consecuencias negativas, sabiendo que es imposible, adem¨¢s de inaceptable, volver a situaciones previas a 1879¡±. Eso est¨¢ claro.
Ese algo deber¨ªamos hacer del doctor Pin induce a pensar que, ene efecto, algo est¨¢ en nuestra mano para que los chavales est¨¦n m¨¢s descansados. ?l apunta a ¡°facilitar su exposici¨®n a la luz por las ma?anas, realizar actividad f¨ªsica a primera hora (ir al colegio andando o en bicicleta¡), utilizar luces de calidad en los dormitorios¡¡± Y algo m¨¢s: adaptar los horarios escolares al ritmo circadiano de los adolescentes, porque no todo vale en cualquier momento, como asegura el pediatra especialista en sue?o: ¡°La cronobiolog¨ªa y la cronopsicolog¨ªa son disciplinas que sit¨²an el tiempo como una constante biol¨®gica, no solo importan el c¨®mo se hacen las cosas, sino cu¨¢ndo¡±.
En este sentido Gonzalo Pin afirma que ¡°hemos aprendido que, a primera hora de la ma?ana nuestra capacidad de aprendizaje es m¨ªnima y va en aumento progresivamente hasta las once de la ma?ana que comienza decaer y vuelve a subir tras la comida. De este modo podemos saber que no es lo m¨¢s sensato poner matem¨¢ticas a primera hora o enviar a los ni?os a hacer actividad f¨ªsica tras la comida, que es cuando tienen m¨¢s capacidad de aprendizaje¡±. Claro que esta labor puede resultar harto complicada para quienes organizan los horarios escolares, a pesar de las ventajas que puede suponer.
Ventajas que vienen avaladas por el Proyecto SHASTU dentro del programa Erasmus + de la Uni¨®n Europea, en el que participaron Espa?a, Italia y Turqu¨ªa seg¨²n el cual, ¡°si el estudiante duerme mejor, mejorar¨¢ su conducta y sus resultados acad¨¦micos. Lo que, acompa?ado de una cuidada selecci¨®n de las asignaturas en funci¨®n de los ritmos biol¨®gicos, redundar¨¢ en una mejor calidad de vida, no solo del alumno, sino de todo su ambiente¡±.
Pues bien, este estudio y algunas experiencias puestas en marcha en California, Israel o Alemania apuntan a otra opci¨®n igualmente efectiva: retrasar la hora de arranque de las clases al menos 30 minutos, seg¨²n sea educaci¨®n primaria o secundaria, cuyo horario suele comenzar antes. ¡°Los resultados mostraron una reducci¨®n dr¨¢stica de los problemas para dormirse, se despertaban menos por las noches y no se levantaban tan cansados, tanto ni?os como adolescentes. Una curiosidad de este estudio es que los alumnos que obtuvieron mejor rendimiento escolar y mejor conducta fueron aquellos que previamente ten¨ªan peores calificaciones¡±, comenta Pin.
Muchos podr¨¢n pensar que tambi¨¦n se soluciona si se obliga a los chicos a acostarse media hora antes. Pero quienes lo afirman deben entender que el hecho de que se acuesten antes no implica que se duerman antes. ¡°Los datos indican que retrasando la hora de inicio del sue?o, m¨¢s del 80% del tiempo extra se dedica al sue?o¡±. Este porcentaje es a¨²n m¨¢s certero cuando se habla de adolescentes que de manera fisiol¨®gica sufre un retraso en la hora de inicio de sue?o de base biol¨®gica y no solo conductual. Explica el coordinador del Grupo de Sue?o y Cronobiolog¨ªa de la AEP: ¡°Los datos de la cronobiolog¨ªa, la cronopsicolog¨ªa y de la crononutrici¨®n (horarios de alimentaci¨®n) avalan las ventajas en salud y rendimiento de la jornada partida con un inicio alrededor de las 9 de la ma?ana, un final alrededor de las 16 horas y un almuerzo alrededor de las 13 horas¡±. Es decir, que no solo deber¨ªan empezar m¨¢s tarde, sino que los institutos deber¨ªan tener horario de ma?ana y tarde. No parece que sea una batalla sencilla de pelear.
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