Adolescentes, rebeldes con causa
La etapa de la adolescencia resulta fascinante en cuanto a los cambios que implica en los j¨®venes, que se encuentran en plena b¨²squeda de la que ser¨¢ su identidad adulta.
La etapa de la adolescencia resulta fascinante en cuanto a los cambios que implica en los j¨®venes, que se encuentran en plena b¨²squeda de la que ser¨¢ su identidad adulta. Sin embargo, las conductas que implica esa transformaci¨®n se pueden traducir en incomprensi¨®n por parte de los adultos, que con los a?os, solemos olvidar nuestra vena rebelde de la juventud.
¡°Los adolescentes tienen fama de dormilones, rebeldes, ego¨ªstas, empanados, alocados, inconscientes o insolidarios. Pero, todo esto tiene su explicaci¨®n. La tarea fundamental del adolescente es despedirse de su etapa infantil para ir en busca de su identidad adulta. Todo un largo y complejo proceso que lleva a?os y en el que intervienen factores ps¨ªquicos, emocionales y fisiol¨®gicos, como dormir mucho, porque su organismo est¨¢ sufriendo una nueva explosi¨®n de crecimiento tan solo equiparable a la etapa de veloz cambio que se produce en los primeros a?os de vida¡±, explica Tristana Su¨¢rez, psic¨®loga y terapeuta Gestalt.
Ser adolescente no es f¨¢cil. Asumir e integrar los cambios que esta edad requiere es un reto que ¡°implica, muchas veces, esa actitud retra¨ªda, que con frecuencia se confunde con torpeza o distracci¨®n, porque suelen estar capturados por un sinf¨ªn de pensamientos y sensaciones internas que captan su atenci¨®n. Su centro de operaciones son sus propios cuerpos y mentes, y los de sus semejantes. El mundo adulto queda borroso y desdibujado, el infantil, a veces a?orado y otras rechazado y obsoleto¡±, a?ade Su¨¢rez.
Los adolescentes viven en un mundo fronterizo entre la infancia y la edad adulta. Su actitud ¡°no quiere decir que no les afecten o interesen los problemas del mundo, pero s¨ª que necesitan retirar gran parte de su atenci¨®n, e incluso de su empat¨ªa para poder dedicarse a lo principal, redefinir su mundo y su identidad. Los adultos lo solemos interpretar err¨®neamente y generar as¨ª muchos malentendidos y conflictos que no son producto de mala fe por parte del adolescente, aunque nos exasperen. Pero el trabajo que en la adolescencia conviene hacer para llegar a ser adultos sanos y capaces es lo que llamamos individuaci¨®n, convertirnos en personas aut¨®nomas y responsables de nosotros mismos¡±, comenta Tristana Su¨¢rez.
C¨®mo abordan los adolescentes la pandemia
La fama del adolescente pasota y rebelde suele tratarse de una percepci¨®n del adulto. ¡°No creo que los adolescentes pasen sobre lo que ocurre con la pandemia, pero para ellos es una necesidad vital no colocarlo en el centro de su experiencia. No se trata de dejadez, sino de autoprotecci¨®n. Por ello, necesitan muchas veces ese yo auxiliar m¨¢s reflexivo que les permite tener una mirada m¨¢s amplia y global de la realidad, labor que les corresponde cultivar a los padres. Los adolescentes necesitan reafirmar su yo y lo suelen hacer con sus iguales y enfrent¨¢ndose a los adultos, que cuanto m¨¢s reaccionen frente a su actitud, m¨¢s tensi¨®n crear¨¢n. Si mantenemos unos l¨ªmites y normas claros, pero flexibles; sin traicionar nuestros propios valores ni abandonar nuestro lugar de adultos al cargo, ser¨¢ m¨¢s llevadero. En este sentido, el confinamiento ha dado para mucha convivencia, que no es lo mismo que simple contacto¡±, explica Tristana Su¨¢rez.
?Qu¨¦ tienen los adolescentes en la cabeza?
Tener 15 a?os no implica estar exento de preocupaciones existenciales. ¡°En consulta, los adolescentes suelen traer mucha preocupaci¨®n por su futuro y por conflictos o desencuentros con amigos o parejas. Tambi¨¦n tienen problemas de inseguridad con sus cuerpos, exceso de exigencia y falta de rumbo o de objetivos vitales claros. En definitiva, todo lo que tiene que ver con lo que t¨ªpicamente se vive en esta etapa llena de preguntas y en la que encontrar respuestas inmediatas y reconfortantes no es f¨¢cil. En realidad, tras el aspecto de diversi¨®n o inconsciencia de los adolescentes hay mucha angustia existencial y sentimiento de soledad¡±, concluye la psic¨®loga Tristana Su¨¢rez.
Adolescentes, rebeldes con causa
El esp¨ªritu rebelde de un adolescente tiene su funci¨®n, porque ¡°para revelarse, se rebelan, como proceso de salir al mundo para estar y ser visibles a su modo. La infancia es la etapa en la que toca impregnarse de valores sociales y familiares, aprendiendo c¨®mo es la vida, el mundo, el colegio o el barrio y la adolescencia es la etapa en la que se puede aplicar todo lo adquirido de ni?os. Se criba y revisa lo que vale y lo que no sirve. Hasta el momento, a los adolescentes les han servido ciertos apoyos y ahora quieren explorar otros, y esto puede suponer un conflicto con los valores familiares. Es la edad de resolver pol¨¦micas pasadas sobre situaciones como siempre tengo que hacer lo que t¨² digas o no me vas a mandar m¨¢s. Por ello, los adolescentes pueden hacer frente a la autoridad y cuestionar lo que durante la infancia no pod¨ªan¡±, explica Ana Mu?oz Gundi¨¢n, psic¨®loga y terapeuta Gestalt, miembro de la Asociaci¨®n Espa?ola de Terapia Gestalt.
La adolescencia es un momento de la vida en que desde casa se puede acompa?ar a los j¨®venes para ¡°fomentar la madurez a la que se acercan, la capacidad de tomar decisiones y responsabilizarse de ellas, as¨ª como para que participen de forma activa en el hogar. Tambi¨¦n conviene recordar que sigue siendo tiempo de jugar. Compartir momentos l¨²dicos con los hijos adolescentes ayuda a crear un espacio de distensi¨®n y conexi¨®n donde poder dejar a un lado los asuntos de autoridad y poder¡±, comenta Mu?oz.
Las situaciones en las que conviene no caer con los hijos adolescentes son ¡°desde?ar sus inquietudes. A veces, se deja de ver a la persona de 14 a?os preocupada por sus relaciones de amistad, y se la etiqueta como adolescente y sus l¨ªos, lo que dificulta el acompa?ar sin juzgar al joven, que tiene inquietudes y maneras diferentes del adulto de entender la vida. Tampoco conviene presionar. Los adolescentes est¨¢n aprendiendo cual es su ritmo, c¨®mo pueden moverse entre los l¨ªmites o c¨®mo organizarse. Est¨¢n enfrent¨¢ndose a multitud de retos diarios, como enamoramientos, roles sociales, elecciones o tareas acad¨¦micas. Ya tienen mucha presi¨®n en su d¨ªa a d¨ªa, no necesitan m¨¢s en casa. Lo recomendable es una comunicaci¨®n clara acerca de l¨ªmites y normas, que en algunos casos, se puedan negociar desde la flexibilidad, porque tan poco recomendable puede ser el decir har¨¢s lo que yo te diga, como el haz lo que quieras. Se trata de acompa?ar y proteger sin juicios que fomentar¨¢n en el adolescente m¨¢s cuestionamientos sobre los planteamientos de los adultos¡±, concluye la psic¨®loga Ana Mu?oz.
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