C¨®mo gestionar los celos ante la llegada de un hermanito
Los padres pueden encargar a los ni?os tareas sencillas, sin sobrecarga de responsabilidad y respetando su disponibilidad para participar en el cuidado del reci¨¦n llegado
Cuando llega un beb¨¦ a casa y hay m¨¢s hermanos puede surgir lo que se conoce como pelusilla o celos por tener que compartir la atenci¨®n de los progenitores con un nuevo miembro en la familia. Pero si les ayudamos a gestionar la llegada del beb¨¦, podemos conseguir que se minimicen los celos y que participen con ilusi¨®n en los cuidados del hermano peque?o. No obstante, la rivalidad ¡°no tiene por qu¨¦ surgir, pero si es bastante frecuente, porque un beb¨¦ reci¨¦n nacido necesita mucha atenci¨®n para cuidarle y eso reduce el tiempo dedicado al resto de hermanos. Hay que hacer lo posible para qu...
Cuando llega un beb¨¦ a casa y hay m¨¢s hermanos puede surgir lo que se conoce como pelusilla o celos por tener que compartir la atenci¨®n de los progenitores con un nuevo miembro en la familia. Pero si les ayudamos a gestionar la llegada del beb¨¦, podemos conseguir que se minimicen los celos y que participen con ilusi¨®n en los cuidados del hermano peque?o. No obstante, la rivalidad ¡°no tiene por qu¨¦ surgir, pero si es bastante frecuente, porque un beb¨¦ reci¨¦n nacido necesita mucha atenci¨®n para cuidarle y eso reduce el tiempo dedicado al resto de hermanos. Hay que hacer lo posible para que los celos no generen un elevado malestar en el ni?o, pero no luchar contra ellos¡±, explica Cristina de la Rosa, psic¨®loga y miembro del centro de psicolog¨ªa Nudos.
Los ni?os mostrar¨¢n mejor disposici¨®n para participar en los cuidados del beb¨¦ si no le ven como una amenaza que restar¨¢ la atenci¨®n que sus padres le otorgaban antes de su llegada. Para conseguirlo, conviene hacerles entender que ¡°ellos tambi¨¦n fueron beb¨¦s. Ense?arles fotos, videos de cuando eran reci¨¦n nacidos, incluso de cuando llevaban el mismo pijama que ahora usa el hermano. Es una v¨ªa para que se identifiquen con el reci¨¦n llegado y les sea m¨¢s sencillo implicarse con sus necesidades con cuestiones b¨¢sicas, como sugerirle que le deje un mu?eco al beb¨¦ que ya no utiliza, porque juega con otras cosas de mayor y que a su hermano le puede gustar mucho¡±, comenta Cristina de la Rosa.
Algunos ni?os pueden negarse a participar en los cuidados del beb¨¦ y conviene ¡°no forzar la situaci¨®n, ya que puede resultar contraproducente. Hay que recordar que el cuidado de los hijos es responsabilidad de los padres y, aunque todos deben colaborar en casa, no es beneficioso que el ni?o sienta la responsabilidad de hacerse cargo de los hermanos. No obstante, resulta muy positivo que los hermanos mayores colaboren con el cuidado de los peque?os y tengan alguna tarea asignada en casa acorde a su edad y capacidad. Si el ni?o muestra inter¨¦s y disposici¨®n para hacerlo, el hecho de sentirse capaz de ayudar en el cuidado de alguien a quien quieren, puede ser muy gratificante para ¨¦l¡±, seg¨²n de la Rosa.
Motivar y supervisar la atenci¨®n de los hermanos a los beb¨¦s
El planteamiento de los padres para conseguir despertar la motivaci¨®n de sus hijos mayores para que formen parte de la atenci¨®n de un beb¨¦ en casa es fundamental. ¡°Se puede fomentar la idea de que el mayor es m¨¢s aut¨®nomo y puede ayudar porque sabe hacer muchas m¨¢s cosas que el peque?o. Pero, sin perder de vista la idea de que son personas diferentes y est¨¢n en etapas distintas. Cada uno llevar¨¢ su ritmo de aprendizaje y tendr¨¢ unas habilidades o destrezas. Si se fomenta la idea de que el hermano mayor lo sabe hacer todo mejor y m¨¢s r¨¢pido por haber nacido antes, puede que, en alg¨²n momento, si el peque?o destaca, se frustre mucho¡±, a?ade la psic¨®loga Cristina de la Rosa.
La participaci¨®n de los hermanos en el cuidado y atenci¨®n del beb¨¦ de la casa conviene que sea con ¡°tareas peque?as, sencillas y asumibles de forma positiva. De manera que se sientan valorados y reconocidos por llevarlas a cabo sin sobrecargarles y siempre con la supervisi¨®n de los adultos, con cosas como, dar la crema, el pa?al o las toallitas mientras se cambia al beb¨¦ y si no quieren, es mejor respetarlo. Hay que evitar delegar en los hermanos mayores el cuidado de los peque?os con tareas como vigila a tu hermano, oc¨²pate de que no desordene, hazle el biber¨®n cuando yo no estoy o c¨¢mbiale mientras me ausento. Este tipo de funciones sobrecargan al hermano mayor que se puede ver sobrepasado y puede contribuir en que se acrecienten los sentimientos de celos o rechazo hacia el reci¨¦n llegado¡±, aconseja Carla Valverde, psic¨®loga del Centro de Salud Mental de San Blas en Madrid.
Tras la negativa de un hermano a participar en alg¨²n cuidado sencillo de su hermano puede haber celos. En estos casos, conviene que los padres ¡°acepten lo que sienten y entenderlo como algo normal y saludable. No rega?arles, sino hacerles sentir comprendidos en lo dif¨ªcil que puede resultar, a veces, la llegada de un hermano. Trasmitirles que somos conscientes de que no podemos pasar el mismo tiempo que antes juntos, o dedicarles tanta atenci¨®n como nos gustar¨ªa. De ese modo, el ni?o se sentir¨¢ comprendido, reconocido y aliviado con esos sentimientos¡±, explica Carla Valverde.
Los hermanos mayores tambi¨¦n hacen un esfuerzo de adaptaci¨®n y aceptaci¨®n con la llegada de un beb¨¦ a casa y conviene valor¨¢rselo y darles su propio espacio con acciones como ¡°reservar un momento del d¨ªa en exclusiva para ellos y trasmitirles que ese ratito es para que nos cuenten lo que quieran, compartir alg¨²n juego que les guste o intercambiar sentimientos y emociones¡±, concluye Valverde.
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