C¨®mo explicar la llegada de un segundo hijo al primero
La llegada de un nuevo beb¨¦ deber¨ªa ser una fiesta de serpentinas (una alegr¨ªa de colores), pero hay que preparar a nuestro ¨²nico hijo para ser el hermano o hermana mayor. Y esto requiere preparaci¨®n y adaptaci¨®n.
Los ni?os nos necesitan. Nos quieren a su lado cuando bailan, se ba?an, comen, tosen y duermen. Necesitan nuestro olor, las palabras, nuestras manos acarici¨¢ndoles y que le expliquemos el mundo. Precisan a sus padres como el aire, a todo gas, sin medias tintas, d¨¢ndolo todo y con los sentidos centrados en ¨¦l o ella. En las primeras fatigas de la madre, de ataques de sue?o descontrolado y de las faltas de la regla, hay que destronar al rey/reina para hacerle saber que a palacio vienen nuevos cortesanos. Que compartir a mam¨¢ y pap¨¢ va a ser como el ¡°cena, ba?o y sue?o¡±, de obligado cumplimiento. La llegada de un nuevo beb¨¦ deber¨ªa ser una fiesta de serpentinas (una alegr¨ªa de colores), pero hay que preparar a nuestro ¨²nico hijo para ser el hermano o hermana mayor. Y esto requiere preparaci¨®n y adaptaci¨®n.
Sobre c¨®mo comunic¨¢rselo (cada maestrillo tiene su librillo), lo que funciona en unos puede que en otros no. No existen f¨®rmulas m¨¢gicas pero, seg¨²n la psic¨®loga infantil Gema Benito, tenemos que buscar un momento adecuado, en el que todos estemos tranquilos, y con tiempo suficiente para que el ni?o/a pueda hacer las preguntas que le vayan surgiendo. La comunicaci¨®n tiene que ser clara y honesta, y sobre todo que sean los padres los primeros en hablarles del tema. Para Gema Benito ser¨ªa interesante incorporar al peque en el proceso, por ejemplo, acompa?ando a los padres a alguna ecograf¨ªa, ayudando a buscar un nombre para el beb¨¦ o echando una mano en los preparativos de la habitaci¨®n. Tiene que sentirse parte del equipo.
La psic¨®loga infantil Sara Tarr¨¦s considera esencial el manejo de las expectativas que generamos en los hijos mayores sobre el beb¨¦. ¡°En ocasiones los padres caemos en el error de explicarles que ser¨¢ un amigo con el que jugar, alguien con quien compartir. Y aunque esto ser¨¢ as¨ª en un futuro, la realidad es que cuando llega el beb¨¦ no hace nada. Entonces, para el ni?o, es como si le hubi¨¦ramos mentido. Su nuevo hermano no es divertido y no entiende por qu¨¦ no juega con ¨¦l. Sin embargo lo que ve, lo que experimenta y lo que siente es que le roba tiempo, juegos y atenciones de su mam¨¢. Y por tanto lo percibe como una competencia¡±. Cuando se les explica que van a tener un hermano es preferible mantener las expectativas adecuadas. Ser¨ªa adecuado contarle c¨®mo son los beb¨¦s (peque?os, delicados, ni hablan ni tienen dientes para comer), qu¨¦ es lo que hacen (principalmente duermen y comen), c¨®mo se comportan (no juegan hasta que son m¨¢s mayores), qu¨¦ es lo que necesitan (mimos, palabras suaves) y c¨®mo lo suelen pedir (como no saben hablar lloran a borbotones).
¡°En consulta siempre tengo preguntas del tipo ?qu¨¦ hago para que mi hijo no tenga celos? Yo les explico que los celos son algo normal, que no hay que evitarlos, solo hay que apoyar a los ni?os y guiarlos en el camino de transici¨®n¡±. Helena Soto es psic¨®loga especializada en salud femenina y maternidad. Afirma que cuando los ni?os sienten miedo o incertidumbre ante la nueva situaci¨®n no hay que ignorar el sentimiento, hay que validarlo y escucharles. ¡°Es posible que el peque se sienta perdido, no sepa cu¨¢l es su lugar y no sepa c¨®mo expresarse, por eso es importante que dentro de nuestras posibilidades sigamos manteniendo las rutinas y actividades que hac¨ªamos antes, esto le aportar¨¢ seguridad¡±.
Los celos son parte del repertorio emocional de las personas, sentirlos se considera dentro de la normalidad. Los celos infantiles se dan por la necesidad de atenci¨®n, amor y cuidados que necesitan a todas horas. ¡°Son por tanto una emoci¨®n que aparece como resultado de temor que se instala ante la idea de ser abandonado o sustituido por un tercero y de perder ese amor y atenci¨®n que hasta entonces le brindaban sin problemas sus padres¡±, a?ade la psic¨®loga Sara Tarr¨¦s. La intensidad con la que se manifiestan los celos tiene que ver con distintos factores: el temperamento del ni?o, el estilo educativo predominante en la familia y por supuesto la edad. Un ni?o o ni?a que todav¨ªa no tiene adquiridas unas buenas habilidades ling¨¹¨ªsticas para poder expresar su malestar emocional es m¨¢s probable que lo exprese mediante su conducta a modo de rabietas, regresiones, pesadillas, hiperactividad o irritabilidad.
Aunque los celos son inevitables, podemos no hacerlos m¨¢s grandes, as¨ª que, seg¨²n Sara Tarr¨¦s, debemos evitar: mostrarnos m¨¢s impacientes e intolerantes con las conductas del hijo mayor, dejarle al margen de los cuidados del beb¨¦, impedir que toque, coja o interact¨²e con su hermano por miedo a que le haga da?o. Evitar tambi¨¦n compararle con otros ni?os y con su hermano, no destacar sus errores, no intervenir en todas las peque?as rencillas que tienen entre ellos cuando ya son m¨¢s mayores, y sobre todo no fomentar los juegos competitivos.
Para ayudar a comprender la nueva situaci¨®n, las profesionales recomiendan los cuentos. La literatura infantil tiene un peso muy importante en la construcci¨®n psicoafectiva de los ni?os, les ayuda a poner orden en el caos interno ante sus sentimientos y emociones. Para de 0 a 3 a?os podr¨ªan ser: Hermanos de Roc¨ªo Bonilla o ?Qu¨¦ es esa barriga? De Patricia Martin. Para peque?os lectores de m¨¢s de 3 a?os: Dentro de nuestra mam¨¢ de Jo Wiket, La familia panda de Leire Salaberria, Conejos, conejos y m¨¢s conejos de Lorena Scobie o Todos sois mis favoritos de Sam Mcbratney. A partir de 5 o 6 a?os tendr¨ªamos Tambo de Stephanie Schneider o El ni?o nuevo de Laurend Child.
Gema Benito tambi¨¦n recomienda materiales no estructurados como las figuras t¨®tem. ¡°Juegos que les permitir¨¢n construir sus propias historias, proyectando aquello que les inquieta y poniendo en marcha su creatividad para inventar soluciones. Hay varios artesanos que las realizan, pero Joguines Grapat y Vetas y Virutas cuidan todos los detalles y me encantan¡±. Las figuras de madera representan personajes a los que podr¨¢n dar vida, permiti¨¦ndoles poner palabras a sus conflictos internos: ?Qu¨¦ hago ahora que pap¨¢ y mam¨¢ no tienen todo el tiempo para m¨ª?, ?me siguen queriendo?, ?puedo jugar con mi hermano/a?
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