¡®Qui¨¦n quiere ser millonario¡¯ | ?Te mereces un sueldo por tu dedicaci¨®n a la crianza?

Hace a?os, se volvi¨® viral un anuncio sobre una entrevista de trabajo con condiciones esclavistas: jefes temperamentales que cambiaban de ¨¢nimo a cada momento, horarios dur¨ªsimos, sin vacaciones, con demanda de altas calificaciones para tareas m¨²ltiples, y un sueldo de mierda. El giro de guion es que el trabajo consist¨ªa en ser madre.

Lo comento porque ha aparecido un estudio del sueldo orientativo, realizado por ...

Hace a?os, se volvi¨® viral un anuncio sobre una entrevista de trabajo con condiciones esclavistas: jefes temperamentales que cambiaban de ¨¢nimo a cada momento, horarios dur¨ªsimos, sin vacaciones, con demanda de altas calificaciones para tareas m¨²ltiples, y un sueldo de mierda. El giro de guion es que el trabajo consist¨ªa en ser madre.

Lo comento porque ha aparecido un estudio del sueldo orientativo, realizado por ProntoPro, el portal que re¨²ne la oferta y la demanda de trabajo profesional y artesanal, que tendr¨ªamos que cobrar los padres (y abuelos de rebote) por todas las tareas y horas que dedicamos a nuestros hijos. Unos 2.380 eurazos al mes.

Poco realista, pero so?ar es gratis.

Y una renta b¨¢sica paternal nos ir¨ªa de f¨¢bula, para impulsar la natalidad futura o la dedicaci¨®n a los hijos que ya tenemos.

Pensemos en nuestro precio/hora y en el coste de oportunidad, o sea, el dinero que no ganas porque est¨¢s dedic¨¢ndote a otra cosa. No podemos poner el tax¨ªmetro con nuestros hijos, pero en esta era de hiperpaternidad donde se lo dedicamos casi todo es ¨²til tener un n¨²mero aproximado de lo que gastar¨ªamos en ellos si tuvi¨¦ramos que pagar esos servicios.

Canguro, cocinero, profesor particular, asistente de limpieza, repartidor del s¨²per, taxista o paseador, m¨¦dico, consultor, gu¨ªa tur¨ªstico, animador, banquero, representante y secretario para llevar la agenda de los eventos, entrenador, core¨®grafo, programador audiovisual, DJ¡­ son solo algunos de los oficios que se me ocurren. Los hacemos con la mejor de las intenciones y, cada vez m¨¢s, con un ansia de superaci¨®n y perfecci¨®n, como si nos fuera la vida en ello.

Y muchas veces este esfuerzo ni se valora porque ¡°es lo que toca¡±.

Cuando teoriza sobre la crianza, la gente con pasta y followers (y con personal que le ayuda con los hijos en mil tareas) habla siempre del tiempo de calidad. Los que criamos d¨ªa a d¨ªa y hora a hora sin hacer fotos para que nos aplaudan ya les damos todo el cari?o¡­ pero nos toca hacer mil funciones m¨¢s a la vez. Y no est¨¢s del mismo humor y no tienes tiempo de calidad cuando te toca recoger constantemente los juguetes desperdigados por toda la casa o meterles prisa a los cr¨ªos para llegar a tiempo al cole.

Durante generaciones, la raza humana ha cuidado de los suyos... a su manera. Antes era previsible que los hijos se quedaran en tu ciudad, colaboraran en el negocio familiar, y te cuidaran en tu vejez. Ahora lo m¨¢s posible es que se pillen un Erasmus o una fuga de cerebros y, como le pasa a nuestro pa¨ªs, despu¨¦s de haber invertido durante a?os en formar buenos profesionales y mejores personas, se nos acaben yendo a la otra parte del mundo.

La pena de la distancia ser¨¢ la misma¡­ pero m¨¢s llevadera si hubi¨¦ramos cobrado un sueldecillo mensual por nuestros esfuerzos. O si entonces les pasamos un Excel con todos los gastos invertidos, igual deciden quedarse a nuestro lado, por amor¡­ y porque les saldr¨ªa m¨¢s barato que devolverlo.

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