?Tenemos en cuenta las necesidades de los ni?os?

Siempre se subraya que los ni?os son capaces de todo y de asumir cualquier cambio que les llegue. Sin embargo, lo han pasado muy mal a nivel emocional durante esta crisis sanitaria y pueden seguir necesitando ayuda profesional y mucho afecto en su entorno m¨¢s cercano. La pandemia ha modificado, y sigue haci¨¦ndolo, en gran medida, la vida y rutinas de las personas. Y una de ellas es la relaci¨®n de los padres con sus hijos. Una ...

Siempre se subraya que los ni?os son capaces de todo y de asumir cualquier cambio que les llegue. Sin embargo, lo han pasado muy mal a nivel emocional durante esta crisis sanitaria y pueden seguir necesitando ayuda profesional y mucho afecto en su entorno m¨¢s cercano. La pandemia ha modificado, y sigue haci¨¦ndolo, en gran medida, la vida y rutinas de las personas. Y una de ellas es la relaci¨®n de los padres con sus hijos. Una ¨²ltima encuesta, realizada por Lingokids, valora los distintos puntos referentes a este v¨ªnculo, sus perspectivas y las vivencias que han compartido durante este tiempo. Y han llegado a unas conclusiones que llaman la atenci¨®n. Entre ellas, cabe destacar la gran relevancia que se rescata de la figura de los abuelos y del deseo de los ni?os de pasar tiempo con ellos: estar con ellos se sit¨²a entre las tres cosas que m¨¢s felices les hacen.

Por otro lado, ante la noticia del fin de la pandemia y seg¨²n sus datos, lo primero que har¨ªa un tercio de las familias (33%) espa?olas ser¨ªa salir corriendo a abrazar y besar a sus mayores, seguida de organizar una gran reuni¨®n con todos sus familiares (22%) y organizar un viaje (15%). Un 60,83% de los progenitores declaran que sus hijos tienen un v¨ªnculo muy fuerte con sus abuelos. Seg¨²n el estudio, el 89% de los progenitores encuestados piensa que los cambios que la nueva realidad ha supuesto para la vida de sus hijos han afectado a su estado de ¨¢nimo: de ellos, un 51% les ha notado m¨¢s nerviosos y m¨¢s inquietos. Por otro lado, un 38% ha percibido en los ni?os m¨¢s cansancio, seriedad y menos energ¨ªa.

¡°Es curioso que el 79% de los padres que han respondido a la consulta, ha detectado que las restricciones impuestas por la pandemia han hecho que sus hijos valoren m¨¢s que antes peque?os placeres como las actividades en familia o los planes sencillos. De alguna manera, la covid tambi¨¦n ha ense?ado a los ni?os el valor de los peque?os detalles, frente a los planes, cada vez m¨¢s ins¨®litos que en circunstancias normales buscamos los padres para sorprender y entretener a nuestros hijos¡±, Kate Regan, directora de Experiencia de Aprendizaje de Lingokids.

Los ni?os necesitan ser escuchados y protegidos

Para Lola Pav¨®n, psic¨®loga general sanitaria, un aspecto positivo que se rescata del estudio, es que se haya querido conocer datos de boca de las familias, pero subraya que hubiese sido productivo preguntarles a los ni?os. ¡°Esto es un sesgo importante, porque en muchas ocasiones, padres y madres proyectan sobre los hijos sus propios aprendizajes o sensaciones. Resulta importante tenerlo en cuenta a la hora de interpretar los resultados, ya que los las cifran reflejan ¡°lo que piensan los progenitores acerca de sus hijos¡±. No obstante, no es lo que piensan o sienten los peque?os y, desde mi experiencia, no siempre coinciden¡±, manifiesta la profesional. Y a?ade que no debe promoverse el adultocentrismo (una sociedad donde se les pide a los ni?os que sean ellos quienes se adapten a las necesidades de las personas adultas, a las particularidades del mundo adulto: tiempos, estructura, horarios...). Hablar por los ni?os es un ejemplo de esto mismo¡±.

¡°No puede darse como una verdad absoluta que los ni?os se adaptan a todo. Desde el adultocentrismo se ejerce abuso de poder y los ni?os tienen en realidad pocas opciones para posicionarse de verdad. La adaptaci¨®n muchas veces enmascara mecanismos defensivos o protectores como la anestesia, la desconexi¨®n emocional, la sumisi¨®n, el desbordamiento emocional, el ensimismamiento, la rebeld¨ªa, el aislamiento, las somatizaciones...¡±, asevera Pav¨®n.

Por otro lado, la psic¨®loga asegura que los ni?os pueden generar estrategias adaptativas para sobrevivir emocionalmente, esto es, mecanismos protectores. Aunque para ella, no es adaptaci¨®n, sino supervivencia. ¡°Hacerlo durante un tiempo corto puede no ser muy nocivo, pero cuando la situaci¨®n estresante o traum¨¢tica se prolonga, cuando las necesidades infantiles son ninguneadas durante un tiempo prolongado, puede dar lugar a manifestaciones de sintomatolog¨ªa patol¨®gica cl¨ªnicamente significativa. Y esto se ha visto reflejado en el incremento tan grande que ha habido de trastornos de ansiedad, depresi¨®n, casos de autolesiones, suicidios, trastorno de la conducta alimentaria, adicciones a videojuegos y redes sociales...¡±, especifica Pav¨®n.

Los ni?os han vivido situaciones muy complicadas donde estaban privados de movimiento, aire libre y estar en contacto con personas importantes en sus vidas. ¡°Esto va en aumento cuando los ni?os viven una situaci¨®n de estr¨¦s, incertidumbre, angustia, miedo o estr¨¦s, causados por la pandemia. Solo debemos pensar en los ni?os hospitalizados, las familias separadas o los ni?os con necesidades espec¨ªficas¡±, subraya la especialista en psicolog¨ªa sanitaria.

Lola Pav¨®n deja claro que se necesitan pol¨ªticas que fomenten la conciliaci¨®n real, para que, en caso de necesitarlo, las familias puedan hacer uso de ello y atender a sus seres queridos. ¡°Puede entenderse como una oportunidad para revisar la estructura sociopol¨ªtica en la que se ven inmersas las familias para criar y, de una oportunidad para revisar como sociedad la importancia de escuchar y cuidar a nuestros ni?os como personas con necesidades y plenos derechos¡±, sostiene la psic¨®loga.

Las familias han podido pasar m¨¢s tiempo con sus hijos. ¡°Durante un tiempo se habl¨® de que era suficiente con que hubiera tiempo de calidad con los hijos, m¨¢s que la cantidad. Pero esto tambi¨¦n es otro mito adultocentrista que hay que ir deconstruyendo: la cantidad de tiempo tambi¨¦n es importante. Y las familias, l¨®gicamente, no son culpables de no tenerlo. Resulta m¨¢s una cuesti¨®n de estructura sociopol¨ªtica y empresarial donde la crianza y el cuidado de nuestros ni?os no ocupa el lugar que debiera¡±, aclara Pav¨®n. Del mismo modo, expresa que el teletrabajo simult¨¢neo a la escolarizaci¨®n en modalidad online, sumado a las situaciones de estr¨¦s y miedo que han pasado muchas familias, no ha generado siempre el contexto m¨¢s id¨®neo para que ese tiempo juntos haya sido calmado, de disfrute, y, en definitiva, de calidad.

Pav¨®n valora el aspecto del estudio, en el que muchas familias revelan haber recuperado el gusto por actividades que no requieren de grandes cuestiones organizativas como dar un paseo juntos o jugar a juegos de mesa en familia. ¡°Las familias han revisado las relaciones con sus seres queridos m¨¢s allegados y el valor de compartir momentos juntos. La imposibilidad de verse, tocarse o abrazarse, en muchos casos, ha hecho que ahora estos peque?os gestos en los encuentros y, que los encuentros en s¨ª mismos, se conviertan en algo preciado y valorado. Los abuelos, cuando la relaci¨®n es nutritiva, son una figura fundamental para muchos peque?os¡±, refiere la especialista en psicolog¨ªa.

La experta remata deseando que el fin de la crisis sanitaria llegue pronto: ¡°Creo que, para los ni?os, al igual que para las personas adultas, ser¨¢ muy importante poder vivir con mayor sensaci¨®n de seguridad, igualmente, recuperar los abrazos y el contacto con las personas a las que quieren. Asimismo, recobrar el tiempo al aire libre y en contacto con la naturaleza que tanto bien les hace¡±. Pav¨®n entiende que los ni?os necesitan que aquellas personas de las que depende su bienestar les tengan presentes como seres con necesidades y plenos derechos a las que hay que escuchar, acompa?ar y cuidar.

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