Los cuatro pasos de la crianza respetuosa
Estos son las claves imprescindibles para dar respuesta a las necesidades de nuestros hijos, pero se deben hacer todas, no son suficientes por s¨ª solas, para conseguir el objetivo
Cada d¨ªa nacen en el mundo miles de ni?os y ni?as que copan de felicidad e ilusi¨®n a sus padres y familiares. Es justo en ese momento cuando comienza la vida...o quiz¨¢s no, porque como bien dice el psiquiatra franc¨¦s Boris Cyrulnik: ¡°Venimos a este mundo antes de nacer¡±. ?Cu¨¢nta raz¨®n! Lo que vivimos y experimentamos en el vientre materno tiene mucho que decir en la personalidad y el futuro del feto que est¨¢ en pleno crecimiento y desarrollo. Pero volvamos al neonato. Este cachorro de primate que acaba de salir al mundo exterior tiene una gran cantidad de necesidades que deben ser atendidas por sus padres. Un reci¨¦n nacido no las puede satisfacer por s¨ª mismo y, por lo tanto, son sus padres los llamados a hacerlo por ¨¦l.
A pesar de que uno de los mandatos sociales y familiares m¨¢s potentes y enraizados es aquel que dice que los padres debemos ejercer de superh¨¦roes en todos los ¨¢mbitos donde nos desarrollamos (en el trabajo, en las tareas de casa, con nuestros hijos, con los amigos, etc.), lo cierto es que la investigaci¨®n ha demostrado que nuestros hijos no necesitan progenitores que vayan con la capa de Superman ni que lancen telas de ara?a, sino que m¨¢s bien necesitan progenitores imperfectos que sean conscientes de sus limitaciones y errores y puedan reparar el da?o que hacen a sus hijos.
Dado que desde que nacemos precisamos de nuestras figuras de referencia para que cubran nuestras necesidades de una manera suficientemente buena, en este art¨ªculo me gustar¨ªa desarrollar brevemente cu¨¢les son los cuatro pasos imprescindibles para dar respuestas a las necesidades de nuestros hijos. Ve¨¢moslas de una manera breve:
- Disponibilidad: cuando hablamos de disponibilidad nos referimos a estar f¨ªsicamente con nuestros hijos. Cada vez que estamos trabajando no estamos disponibles para nuestros hijos y alg¨²n otro adulto se estar¨¢ haciendo cargo de ellos.
- Accesibilidad: sabemos que estar disponibles para nuestros hijos no es suficiente, ya que podemos estar sentados enfrente de ellos, pero mirando el m¨®vil, leyendo el peri¨®dico o estar pensando en la bronca que acabamos de tener con nuestra pareja. Por lo tanto, a la disponibilidad f¨ªsica le debe seguir la posibilidad de estar accesibles para nuestros hijos.
- Sintonizaci¨®n: una vez que estamos disponibles y accesibles, ya estamos en condiciones ¨®ptimas para poder conectar y empatizar con las necesidades que tienen nuestros hijos. En esta tercera fase podemos sintonizar y comprender que nuestro hijo est¨¢ llorando porque est¨¢ triste, que est¨¢ muy enfadado porque su hermana no quiere compartir con ¨¦l su juguete o que est¨¢ muy cansado y necesita dormir. Somos los adultos los responsables de conectar con sus necesidades y cubr¨ªrselas.
- Responsividad: decimos que un padre es responsivo cuando, una vez que ha sintonizado y empatizado con la necesidad de su hijo, da una respuesta contingente a su necesidad. Cuando los padres entendemos lo que verdaderamente necesitan nuestros hijos y se lo cubrimos, estamos siendo responsivos o dando una respuesta contingente. Si mi hijo tiene miedo y le doy un vaso de agua no estar¨¦ siendo responsivo. Solo seremos responsivos cuando podamos atender su necesidad real y le aportemos alg¨²n elemento que le devuelva al equilibrio.
Si las figuras adultas de referencia (madres, padres, profesores, terapeutas y cualquier otra persona que tenga contacto con menores) empatizamos con el d¨¦ficit fisiol¨®gico o afectivo que tienen nuestros hijos (sed, miedo, celos o cansancio) estaremos en disposici¨®n de ser responsivos (dar agua, calmar su miedo, legitimar los celos que siente hacia su hermana o permitirle descansar). Si hemos sido responsivos es que hemos transitado de manera correcta por las cuatro fases que acabamos de describir brevemente. Por lo tanto, cada una de las cuatro fases son necesarias para llevar a cabo una crianza respetuosa con nuestros hijos, pero no son suficientes por s¨ª solas para conseguir el objetivo de ser, como dec¨ªa Donald Winnicott: ¡°Padres suficientemente buenos¡±.
Y como conclusi¨®n a este art¨ªculo, solo recordar que los padres solo transitamos por estas cuatro fases de manera adecuada si tenemos las habilidades para hacerlo. Al igual que no podemos hacer un cesto sin mimbres, no podemos ser responsivos con los m¨¢s necesitados, nuestros hijos, si no tenemos las habilidades necesarias, o lo que es lo mismo, no podemos conectar emocionalmente ni ser responsivos con nuestros hijos si nuestros padres (los abuelos de nuestros hijos) no fueron sensibles, respetuosos y responsivos con nosotros. Como dec¨ªa Sigmund Freud hace m¨¢s de un siglo: ¡°Uno en esta vida hace solamente aquello que puede¡±. No es lo que queremos hacer sino lo que podemos hacer.
Rafa Guerrero es psic¨®logo y doctor en Educaci¨®n. Director de Darwin Psic¨®logos. Autor de los libros Educaci¨®n emocional y apego (2018) y Los 4 cerebros de Arantxa (2021).
Puedes seguir De mamas & de papas en Facebook, Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.