Las actitudes machistas de madres y padres propician una crianza menos cercana y emp¨¢tica de los hijos

La mayor¨ªa de ciudadanos europeos (84%) aprueba la idea de que un hombre realice las tareas del hogar en igualdad con su pareja o que se coja el permiso de paternidad para cuidar de los hijos, seg¨²n datos del Eurobar¨®metro Especial 465 de Igualdad de G¨¦nero de 2017, los ¨²ltimos disponibles. Pero lo cierto es que...

La mayor¨ªa de ciudadanos europeos (84%) aprueba la idea de que un hombre realice las tareas del hogar en igualdad con su pareja o que se coja el permiso de paternidad para cuidar de los hijos, seg¨²n datos del Eurobar¨®metro Especial 465 de Igualdad de G¨¦nero de 2017, los ¨²ltimos disponibles. Pero lo cierto es que las actitudes machistas ¡ªcon diferencias claras entre pa¨ªses¡ª siguen muy vigentes. As¨ª, por ejemplo, un 43% de los europeos est¨¢ m¨¢s o menos de acuerdo con la afirmaci¨®n ¡°el rol principal de un hombre es llevar dinero a casa¡± y un 44% (m¨¢s mujeres que hombres) con la idea de que ¡°el papel m¨¢s importante de una mujer es cuidar del hogar y de su familia¡±.

?Pueden estas actitudes e ideas sexistas tan arraigadas en muchos hogares predecir c¨®mo ser¨¢ la crianza de los hijos? La respuesta es s¨ª. As¨ª al menos se desprende de los resultados de un estudio publicado en octubre de 2023, titulado Fathers¡¯ and Mothers¡¯ Sexism Predict Less Responsive Parenting Behavior During Family Interactions (El sexismo de padres y madres predice un comportamiento parental menos receptivo durante las interacciones familiares, en espa?ol). Llevado a cabo por investigadoras australianas, este estudio ha demostrado por primera vez que las actitudes sexistas y hostiles tienen consecuencias importantes para el desarrollo de los ni?os y las ni?as cuando estos comportamientos machistas se dan en el seno de parejas con hijos.

Para llegar a esta conclusi¨®n, las autoras grabaron en v¨ªdeo 627 interacciones de 95 familias formadas por un padre, una madre y un hijo de 5 a?os. Esas grabaciones (en las que se analiz¨® la calidez, la participaci¨®n y la capacidad de respuesta de los padres y las madres ante las necesidades de sus hijos) tuvieron lugar tras completar los progenitores un cuestionario para evaluar sus actitudes respecto a afirmaciones como: ¡°Las mujeres buscan ganar poder controlando a los hombres¡±, ¡°Las mujeres exageran los problemas que tienen en el trabajo¡±, ¡°Una vez que una mujer consigue que un hombre se comprometa con ella, por lo general intenta controlarlo¡± o ¡°La mayor¨ªa de las mujeres no aprecian plenamente todo lo que los hombres hacen por ellas¡±. El resultado: los padres y las madres que se mostraban m¨¢s de acuerdo con estas afirmaciones sexistas y machistas exhibieron un comportamiento parental menos receptivo durante las interacciones familiares, independientemente de si los hijos eran chicas o chicos.

¡°Este es el primer estudio que muestra que los padres que mantienen actitudes machistas se muestran menos receptivos en las interacciones reales con sus hijos. Si tenemos en cuenta que la capacidad de respuesta de los progenitores es la piedra angular de un desarrollo infantil saludable y desempe?a un papel fundamental en el funcionamiento socioemocional, cognitivo y conductual a largo plazo, seg¨²n estos resultados concluimos que el sexismo hostil probablemente da?ar¨¢ el desarrollo infantil¡±, explica a EL PA?S Nickola C. Overall, profesora de la Universidad de Aukland y autora principal del estudio. Overall agrega que tambi¨¦n observ¨® c¨®mo aquellas madres que consideran que los hombres deben desempe?ar roles sociales de poder y poseer la autoridad en la familia mostraban un menor compromiso y capacidad de respuesta hacia los ni?os. ¡°Estos hallazgos ilustran que tambi¨¦n el sexismo hostil de las madres puede desempe?ar un papel en las interacciones familiares y ser perjudicial para sus reto?os¡±, sentencia. Para la investigadora, una de las fortalezas principales del estudio ha sido mostrar que mejorar la salud y el bienestar infantil est¨¢ directamente relacionado con mejorar las actitudes que confinan a mujeres y hombres a roles espec¨ªficos.

El psic¨®logo perinatal M¨¢ximo Pe?a, tambi¨¦n autor de Paternidad aqu¨ª y ahora (Arpa), se?ala que los estudios pioneros llevados a cabo a finales de los a?os setenta del siglo XX por la psic¨®loga estadounidense Diana Baumrind ya mostraron el impacto negativo que un estilo de crianza autoritario podr¨ªa tener sobre los ni?os y las ni?as. ¡°Sin embargo, no ha sido sino con el auge del movimiento feminista que se ha reconocido la estrecha vinculaci¨®n entre autoritarismo y machismo¡±, subraya. Baumrind describi¨® la crianza autoritaria como aquella en la que la norma es la obediencia absoluta de los hijos a los padres, principalmente a la figura masculina, un modo de relacionarse con la infancia que se basa en el control estricto, una alta exigencia y una baja afectividad. ¡°Como se aprecia, el estilo autoritario no es otra cosa que la adaptaci¨®n de una idea machista y patriarcal del hombre a la crianza¡±, defiende el psic¨®logo. ¡°El impacto m¨¢s evidente de una crianza bajo el influjo de las ideas machistas¡±, prosigue, ¡°es la reproducci¨®n del modelo patriarcal en las generaciones siguientes, algo que se manifiesta, por ejemplo, en la anulaci¨®n del mundo emocional de los chicos o, en el caso de las chicas, en el reforzamiento de roles y estereotipos de g¨¦nero¡±.

Sobre este punto incide tambi¨¦n la educadora social y especialista en violencia de g¨¦nero Marina Marroqu¨ª, que se?ala otros estudios que han expuesto a parejas j¨®venes, en teor¨ªa ajenas a los ideales machistas, a jugar con ni?os y ni?as. Cuando lo hac¨ªan con ellas, la voz era m¨¢s dulce e interactuaban con peluches y mu?ecas. Cuando lo hac¨ªan con ellos, sin embargo, la voz era m¨¢s fuerte, hab¨ªa menos apego emocional y, en general, propiciaban juegos m¨¢s movidos. ¡°Esto viene a demostrar que esos sesgos ya desde la infancia hacen desarrollar inteligencias diferentes¡±, explica Marroqu¨ª. ¡°Al final, c¨®mo t¨² educas es c¨®mo t¨² construyes a tu hijo o hija, por eso son tan preocupantes estas conductas machistas a la hora de educar, porque si t¨² tienes un comportamiento machista ¡ªaunque sea indirectamente¡ª, los ni?os empiezan a interiorizar esos valores¡±, agrega. La educadora social apunta que, dado que la sociedad es machista, ¡°todas y todos deber¨ªamos revisar nuestros comportamientos a este respecto y educarnos a nosotros mismos para poder llegar a la verdadera igualdad¡±.

La autora de libros como Eso no es Amor: 30 retos para trabajar la igualdad (Destino), entre otros, resalta tambi¨¦n que machismo y agresividad van unidos y que, aunque no se habla de una violencia directa hacia los hijos, esta crianza bajo el modelo patriarcal s¨ª que implica inevitablemente una distancia emocional, un comportamiento seco y alejado con los hijos. ¡°En los primeros seis a?os de vida, no tener esas conexiones emocionales puede generar un apego inseguro, ambivalente, que tiene muchas consecuencias a largo plazo en el desarrollo del menor, en su autoconcepto y en sus relaciones sociales¡±, argumenta.

¡°La crianza autoritaria es, en definitiva, un factor de riesgo para la salud mental¡±, coincide M¨¢ximo Pe?a. Para este psic¨®logo perinatal las conclusiones de la nueva investigaci¨®n australiana ponen el foco en la importancia de dedicar todos los medios posibles a educar a la poblaci¨®n en la igualdad de g¨¦nero: ¡°Es una evidencia que, si la mayor¨ªa de los ni?os y de las ni?as crecen en un ambiente familiar democr¨¢tico en el que no haya una cabeza de familia, y el padre, al igual que la madre, se involucre en labores de cuidados y dom¨¦sticas, aumentar¨¢n las probabilidades de que este modelo igualitario se extienda a las generaciones futuras¡±.

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