Maneras de sobrevivir a una madre o padre autoritario (o a los dos)

Nacer y venir a este mundo significa crecer bajo el abrigo, los cuidados, la atenci¨®n y el aprendizaje que nos den nuestros padres en casa. Bajo estas premisas, existen muchos estilos de crianza que los progenitores pueden adoptar con sus hijos y que lo hacen porque entienden que es lo m¨¢s conveniente y adecuado para ellos.

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La American Psycological Association (APA) distingue entre cuatro formas de crianza como las m¨¢s comunes, que son: los padres autoritarios, padres con autoridad, padres permisivos y padres pasivos; unos modelos de crianza que fueron desarrollados por la psic¨®loga cl¨ªnica Diana Baumrind en 1983, quien hizo un especial an¨¢lisis entre dos de ellas; hablamos de la crianza con autoridad y la crianza autoritaria, aparentemente muy parecidas, pero que no tienen mucho que ver, y cuyas diferencias se basan en las creencias de los padres, y las demandas hacia los hijos.

Seg¨²n la investigaci¨®n de Baumrind, los padres con autoridad son cari?osos y receptivos, pero, al mismo tiempo, establecen reglas y l¨ªmites, y hacen que se cumplan. La ense?anza se realiza mediante valores y metas establecidas, y por encima de todo, fomentan la independencia de sus hijos, preocup¨¢ndose por su conducta. La teor¨ªa de esta psic¨®loga supuso la base de numerosos estudios posteriores, en los cuales se refuerza como ideal este tipo de crianza, en contra del tipo de crianza autoritaria.

¡°Las madres o padres partidarios del ¡°guantazo a tiempo¡±, son frases de las madres o padres autoritarios. Y abundan. Son propias de las mentes r¨ªgidas e inflexibles, y en estos casos, el impacto emocional puede ser m¨¢s lesivo y dejar una huella muy profunda en el ni?o. La falta de empat¨ªa, la frustraci¨®n existencial y la necesidad de tenerlo todo bajo control demuestran casi siempre inseguridad y una autoestima d¨¦bil¡±, declara Valeria Sabater, psic¨®loga cl¨ªnica y t¨¦cnico en psiquiatr¨ªa por la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC).

?Qu¨¦ caracteriza la crianza autoritaria?

Basada en las altas exigencias, la capacidad de respuesta por parte de los ni?os en este tipo de crianza es muy baja. Si bien, los padres con autoridad son exigentes, los autoritarios van un poco m¨¢s all¨¢, y exigen obediencia ciega mediante razones como ¡°Lo haces porque lo digo yo¡±. De esta forma, la comunicaci¨®n es solo unidireccional a trav¨¦s de reglas y ¨®rdenes y, si los ni?os rechistan, los padres lo ven como una amenaza y contrariedad.

Estos progenitores utilizan una disciplina severa y, a menudo, emplean tambi¨¦n los castigos severos y los m¨¦todos coercitivos o el cl¨¢sico ¡°tortazo a tiempo¡±, como modo de controlar el comportamiento de los ni?os. ?El resultado? Pues tal y como recogen las teor¨ªas de Baumrind, descritas en la revista de ciencia y psicolog¨ªa Parenting for Brain, los autoritarios, al final, no responden bien a las necesidades de sus hijos y, por lo general, no los nutren, y justifican el trato mezquino que dan a los ni?os como un amor ciego. ¡°La maternidad autoritaria no permite errores ni de s¨ª misma ni de los propios hijos. Adem¨¢s, deciden por ellos, qui¨¦n s¨ª y qui¨¦nes no pueden ser sus amigos, lo que les gusta y lo que no y, en cualquier conversaci¨®n, llegan a silenciarlos y responden en su lugar¡±, agrega Sabater.

Al final, todo esto acarrea que estos menores sean menos independientes, m¨¢s inseguros, tengan una baja autoestima y problemas de comportamiento, rindan peor en el colegio, tengan una mayor predisposici¨®n al consumo de drogas y a los problemas mentales.

?C¨®mo pueden sobrevivir los ni?os a una madre o padre autoritario?

El libro del psicoterapeuta y conferenciante Eric Maisel, Helping Survivors of Authoritarian Parents (Ayudando a supervivientes de los padres autoritarios, por su traducci¨®n al espa?ol) analiza casos de ni?os que han pasado por su consulta, y que le han ayudado a dilucidar cu¨¢les pueden ser los mejores recursos para que los ni?os encaren este tipo de crianza.

Y uno de ellos es poner a prueba la compasi¨®n. ¡°Muchos de mis pacientes sent¨ªan compasi¨®n por el dolor en la ni?ez de su padre o madre, as¨ª que se acercaban de nuevo con la esperanza de volver a conectar con ellos, pero sin ¨¦xito, m¨¢s que en contad¨ªsimos casos, ya que el tutor normalmente, lo reconoce como una oportunidad de volver a castigar¡±, dice Maisel. Otro de los recursos es contestar a los padres sin miedo. El experto destaca la idea de reprender a los padres por sus actitudes mediante f¨®rmulas como: ?Por qu¨¦ me gritas?; ¡°Deja de gritarme¡±, para que, a menos, el padre o la madre se d¨¦ cuenta de su comportamiento exagerado y alterado.

La separaci¨®n f¨ªsica y psicol¨®gica un tiempo hasta sanar es, aunque lo m¨¢s complicado, es otro de los recursos principales. ¡°Casi todos los ni?os me explicaron que solo la separaci¨®n f¨ªsica, en un campamento de verano o alguna estancia con abuelos u otros familiares en ambientes saludables, les permiti¨® sentirse m¨¢s seguros y les brind¨® la oportunidad de sanar, sobre todo psicol¨®gica y emocionalmente¡±, explica el experto.

¡°Una vez que se ha producido una distancia, mantenerse alerta a los factores desencadenantes es crucial para no volver a recaer en las din¨¢micas autoritarias. Se?ales como los gritos, las cr¨ªticas constantes, los portazos o los castigos sin control hacen que el ni?o pueda sentirse avergonzado y abrumado, por lo que lo mejor que el ni?o acuda a un familiar de confianza y le explique la situaci¨®n. Este siempre ser¨¢ un gran paso hacia delante¡±, termina.

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