Por qu¨¦ es importante poner l¨ªmites a los ni?os
Los menores necesitan reglas para controlarse y regularse, de forma que puedan desarrollar comportamientos que fomenten su aprendizaje, su autonom¨ªa y su autoestima
Igual que una c¨¦lula necesita una membrana que la recoja y proteja para vivir, los ni?os y las ni?as necesitan l¨ªmites para controlarse y regularse, de manera que puedan desarrollar comportamientos que fomenten su aprendizaje, su autonom¨ªa y su autoestima. Para la maestra de educaci¨®n infantil en Escola Poliny¨¤, M¨ªriam Campoy, las reglas no tienen por qu¨¦ tener una connotaci¨®n negativa. ¡°Necesitamos reglas en cualquier ¨¢mbito de la vida: para jugar, para conducir, para trabajar, para relacionarnos¡±, dice.
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Igual que una c¨¦lula necesita una membrana que la recoja y proteja para vivir, los ni?os y las ni?as necesitan l¨ªmites para controlarse y regularse, de manera que puedan desarrollar comportamientos que fomenten su aprendizaje, su autonom¨ªa y su autoestima. Para la maestra de educaci¨®n infantil en Escola Poliny¨¤, M¨ªriam Campoy, las reglas no tienen por qu¨¦ tener una connotaci¨®n negativa. ¡°Necesitamos reglas en cualquier ¨¢mbito de la vida: para jugar, para conducir, para trabajar, para relacionarnos¡±, dice.
Para la psic¨®loga Sara Tarr¨¦s, los l¨ªmites no son solo necesarios para los ni?os y ni?as, son esenciales porque es cuando somos m¨¢s vulnerables y cuando a¨²n estamos aprendiendo c¨®mo funciona el mundo. Afirma: ¡°Aportan estabilidad y seguridad. Protegen a los ni?os m¨¢s peque?os de posibles da?os de los que todav¨ªa no son conscientes. Ayudan a integrarse en la sociedad ofreci¨¦ndoles unas gu¨ªas para que aprendan un repertorio conductual socialmente admitido¡±. Los l¨ªmites permiten comprender y predecir su entorno social, adem¨¢s de facilitar la convivencia (no se debe empujar, gritar, tirar de las coletas o hablamos en un tono de voz tranquilo).
En la infancia es cuando es m¨¢s f¨¢cil establecerlos y que los cumplan, as¨ª considera la psic¨®loga y orientadora de colegios de Segovia Natalia Redondo. ¡°No hay un momento concreto en el que comenzar a ser estrictos con el cumplimiento de las normas¡±, y considera que lo realmente importante es que los adultos pacten entre ellos cu¨¢les son los l¨ªmites y las normas que se tienen que cumplir para que no haya incoherencias. ¡°La constancia y el respeto hacia la norma establecida no puede depender de otros factores como el cansancio o el estado de ¨¢nimo del progenitor o adulto responsable de su cuidado¡±, asegura. Para Redondo hacer la vista gorda ante la transgresi¨®n les lanza un mensaje claro: la norma es arbitraria, luego no debe ser algo tan relevante.
Las reglas hay que explicarlas con paciencia, afecto y amor incondicional, dice Sara Tarr¨¦s. ¡°Si algo necesita un ni?o m¨¢s all¨¢ del amor de sus padres es saber hasta d¨®nde puede llegar¡±. La psic¨®loga catalana considera que poner l¨ªmites y hacerlos cumplir es, tambi¨¦n, una manera de decirles a nuestros hijos lo mucho que los queremos y cu¨¢nto nos importan. ¡°La adquisici¨®n de l¨ªmites y normas les entrenan en el desarrollo de su inteligencia emocional poniendo en marcha una habilidad muy necesaria en etapas venideras: la tolerancia a la frustraci¨®n. Aprender a que no todo es posible¡±. Recomiendo seguir la m¨¢xima de menos es m¨¢s para establecerlas, ¡°de modo que mejor no excedernos y no tener m¨¢s de cuatro o cinco normas¡±. Estas deben ser claras y coherentes con la edad de nuestros hijos.
Natalia Redondo tambi¨¦n nos puntualiza que hay que tener en cuenta la edad cronol¨®gica para adaptar los l¨ªmites a cada etapa del desarrollo. ¡°Cuando establecemos muchas normas, podemos tener la sensaci¨®n de que no hacen caso a ninguna¡±, as¨ª que hay que valorar cu¨¢les son las normas m¨¢s importantes para nosotros, las que queremos que cumplan e interioricen e ir marc¨¢ndolas de forma progresiva. ¡°Algunas normas y l¨ªmites deben ser prioritarios, especialmente los relativos a su propia seguridad y al respeto de los dem¨¢s¡±, asegura. Tambi¨¦n apuesta por hablar y negociar: ¡°Algunas se pueden consensuar con los propios ni?os y ni?as, siendo ellos mismos los encargados de proponerlas¡±.
¡°Hay cosas que s¨ª que pueden elegir, como la ropa que se pondr¨¢n, pero otras que no, como si se va al m¨¦dico cuando est¨¢ enfermo¡±, cuenta la maestra M¨ªriam Campoy. As¨ª que ¡°podemos ofrecer una cierta libertad y tener en cuenta su opini¨®n, pero como adultos tenemos que tomar la decisi¨®n de poner el l¨ªmite¡±. La maestra asegura que, aunque parezca una contradicci¨®n, gracias al ambiente relajado que crean los l¨ªmites, podemos vivir m¨¢s experiencias que ayuden a desarrollar el aprendizaje. ¡°Los l¨ªmites ayudan al bien com¨²n, pero adem¨¢s fomentan una autoestima y una autonom¨ªa que potencian la libertad de la persona para ser, para hacer y para moverse con seguridad¡±. Por lo tanto, los l¨ªmites son compatibles con una educaci¨®n respetuosa, viva y activa.
La orientadora Natalia Redondo lanza unas ideas frente al incumplimiento de las normas: ¡°Cuando esto suceda, es bueno esperar a que se tranquilice y luego reflexionar sobre las consecuencias de su comportamiento¡±. Para Redondo hay que evitar hablar de castigos, y centrarnos en las consecuencias de la conducta que haya realizado. ¡°No tenemos que olvidar que es un periodo de aprendizaje en el que van a transgredir los l¨ªmites y que los errores y la propia experiencia le har¨¢n aprender¡±. A veces es suficiente con se?alar y/o registrar el hecho para hacer consciente al ni?o o ni?a de que esa conducta es inapropiada y ofrecer una alternativa en positivo.
La evidencia m¨¦dica se?ala que aquellos ni?os a los que no se les da puntos de referencia, l¨ªmites o normas acaban siendo ni?os que se sienten perdidos, con una alta inestabilidad y confusi¨®n. La psic¨®loga Sarra Tarr¨¦s se lo encuentra en consulta: ¡°En las consultas y fuera de ellas vemos como aquellos ni?os m¨¢s inseguros e indecisos son aquellos que han sido educados sin ninguna norma ni disciplina o en entornos donde los principios educativos han sido muy laxos o variables en funci¨®n del humor de quienes les educan¡±. Pero tambi¨¦n nos habla de la otra cara de la moneda: ¡°Es cierto que el exceso de rigidez en los l¨ªmites o el abuso de normas produce otro tipo de des¨®rdenes conductuales y emocionales, como rebeld¨ªa, miedo, baja autoestima, sentimientos de impotencia, frustraci¨®n, angustia y mucho malestar¡±. As¨ª que, como afirmaba el fil¨®sofo griego Arist¨®teles, la virtud est¨¢ en el punto medio.
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