Ocho estrategias que permiten establecer l¨ªmites respetuosos a nuestros hijos

Sin duda una de las tareas m¨¢s complicadas a la hora de educar a nuestros hijos es aprender a establecer l¨ªmites de manera correcta. A menudo, dudamos si al ponerlos estamos actuando de una forma demasiado permisiva o por el contrario, excedi¨¦ndonos con el control. Sabemos que debemos poner l¨ªmites a nuestros hijos, pero no sabemos muy bien ni cu¨¢les ni c¨®mo hacerlo.

En ocasiones poner estos l¨ªmites nos genera sentimientos de culpabilidad o ansiedad porque los asociamos de forma err¨®nea a poner restricciones o a no complacer los deseos de nuestros peque?os. Ser conscientes que ponemos l¨ªmites para educar y proteger a nuestros hijos nos ayudar¨¢ a obtener m¨¢s seguridad y ser contundentes con las pautas que queremos transmitir.

Conseguir una din¨¢mica sana en nuestra familia parte, en gran medida, de unos l¨ªmites claros y respetuosos que permitan establecer unas relaciones arm¨®nicas y adecuadas basadas en el respeto y el amor incondicional. Estos l¨ªmites permiten a nuestros hijos crecer con conciencia asumiendo sus responsabilidades, haci¨¦ndose cargo de sus decisiones y desarrollando habilidades sociales y emocionales imprescindibles para la vida.

Los l¨ªmites no son normas r¨ªgidas, inflexibles y prohibitivas que tienen la intenci¨®n de controlar, cohibir o sancionar. Son l¨ªneas invisibles que nos ayudan a estructurar la convivencia desde el respeto y la empat¨ªa. Nada tienen que ver con el abuso de poder que en ocasiones ejercemos los adultos para conseguir que nuestros hijos nos obedezcan o para solucionar conflictos.

En ocasiones confundimos los l¨ªmites con prohibiciones o castigos que limitan el comportamiento del ni?o. Unas sanciones que carecen de aprendizaje y llenan a nuestros hijos de impotencia e incomprensi¨®n.

Los l¨ªmites claros se usan con el objetivo de proteger, favorecer el desarrollo del v¨ªnculo y generar serenidad en nuestro acompa?amiento. Crean un entorno de seguridad emocional necesario para el desarrollo integral de nuestros hijos que les hace sentir que sus necesidades est¨¢n cubiertas.

Garantizan la pertenencia, favorecen el proceso de socializaci¨®n y permiten al ni?o diferenciar entre lo correcto y lo incorrecto. Aportan valores tan importantes como el respeto, la coherencia y el compromiso. A trav¨¦s de ellos nuestros hijos aprenden c¨®mo deben comportarse y relacionarse sanamente con otras personas para ser felices.

Los l¨ªmites evitan la sobreprotecci¨®n, fomentan la autonom¨ªa y ayudan a nuestros peque?os a conocer las conductas adecuadas. Consiguen que nuestros hijos se sientan escuchados y valorados y les ayudan a entender los c¨®digos de convivencia que existen en la sociedad.

Los ni?os que viven en un hogar donde los l¨ªmites son claros tienen m¨¢s capacidad de identificar y gestionar las emociones, autorregularse y tomar la iniciativa. Son m¨¢s valientes y seguros de s¨ª mismos.

Si un ni?o crece en un entorno donde los l¨ªmites no est¨¢n bien establecidos mostrar¨¢ dificultades para entender el mundo que le rodea, tolerar la frustraci¨®n y relacionarse con los dem¨¢s. Ser¨¢n ni?os que se irritan con facilidad y gestionan mal las emociones cuando no consiguen aquello que se proponen.

Los l¨ªmites deben establecerse desde la calma sin necesidad de recurrir a los premios o castigos. La rutina y la paciencia ser¨¢n nuestros grandes aliados a la hora de establecerlos. Poner l¨ªmites de manera adecuada ayudar¨¢ a nuestros hijos a integrarlos como propios.

Los l¨ªmites deben convertirse en una herramienta imprescindible para conseguir un ambiente de confianza en casa donde todos los miembros de la familia se sientan valorados y queridos.

Educar a nuestros hijos con unos l¨ªmites claros desde la primera infancia equivaldr¨¢ a ofrecerles herramientas emocionales para toda la vida, ya que les ayudar¨¢ a formarse como personas respetuosas y emp¨¢ticas.

?C¨®mo podemos establecer l¨ªmites de manera respetuosa?

1. Estableci¨¦ndolos siempre desde el respeto, la empat¨ªa y la amabilidad. Eliminando los gritos, las amenazas y las represalias que da?an la autoestima de nuestros hijos y debilitan nuestro v¨ªnculo.
2. Involucrando a nuestros hijos en la elaboraci¨®n de los l¨ªmites familiares. Participar activamente en la redacci¨®n les har¨¢ sentirse protagonistas de su propio aprendizaje.
3. Explic¨¢ndolos con claridad y consistencia a trav¨¦s de una firmeza amorosa. Asegur¨¢ndonos que nuestros hijos entienden el l¨ªmite y pueden expresar con libertad las emociones que estos les despiertan.
4. Adaptando los l¨ªmites a la edad, caracter¨ªsticas y necesidades de nuestros hijos. Cada fase evolutiva exigir¨¢ una reformulaci¨®n.
5. Convirti¨¦ndonos en el mejor ejemplo que puedan tener respetando nuestros propios l¨ªmites y el de los dem¨¢s.
6. Entendiendo que es muy normal que nuestros hijos intenten saltarse los l¨ªmites que hemos establecido. La curiosidad y el car¨¢cter explorador propio de la infancia les hacen intentar salt¨¢rselos. Deberemos mostrarnos firmes y coherentes para evitar crear dudas o inseguridades.
7. Estableciendo consecuencias naturales y l¨®gicas cuando nuestros hijos no respeten un l¨ªmite. Unas consecuencias que nada que tienen que ver con los castigos carentes de aprendizaje y reflexi¨®n.
8. Consiguiendo que todos los adultos establezcan y respeten los mismos l¨ªmites para conseguir ser coherentes ante nuestros hijos. Si hay divergencia de opiniones entre los adultos los ni?os recibir¨¢n un mensaje ambivalente.

Para que nuestros hijos crezcan sanos, responsables, independientes y aut¨®nomos debemos establecer l¨ªmites claros y simples que les ayuden a entender el mundo que les rodea y las relaciones que se establecen. Estos l¨ªmites les har¨¢n sentir que estamos a su lado apoy¨¢ndolos sin condici¨®n.

Como dec¨ªa Henry Cloud: ¡°Los l¨ªmites nos definen. Definen lo que somos y lo que no somos. Un l¨ªmite nos muestra d¨®nde termina y donde comienza la otra persona¡±.

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