Amor adolescente: una gu¨ªa para los padres

Hubo una ¨¦poca en la que los bancos de las calles, las plazas o los parques de las ciudades o los pueblos serv¨ªan para gritar a los cuatro vientos lo que ¡°se sent¨ªa¡± por otra persona. Grandes corazones atravesados por una flecha, con el nombre de los ¡°enamorados¡± a cada lado, mostraban, y sobre todo demostraban, el ¡°amor¡± que David sent¨ªa por Susana. Dibujos de l¨¢grimas derramadas en el tronco de un ¨¢rbol exhib¨ªan la profunda tristeza que Elena sent¨ªa al no ser correspondida por Javier. O los ...

Hubo una ¨¦poca en la que los bancos de las calles, las plazas o los parques de las ciudades o los pueblos serv¨ªan para gritar a los cuatro vientos lo que ¡°se sent¨ªa¡± por otra persona. Grandes corazones atravesados por una flecha, con el nombre de los ¡°enamorados¡± a cada lado, mostraban, y sobre todo demostraban, el ¡°amor¡± que David sent¨ªa por Susana. Dibujos de l¨¢grimas derramadas en el tronco de un ¨¢rbol exhib¨ªan la profunda tristeza que Elena sent¨ªa al no ser correspondida por Javier. O los interiores de las puertas de los lavabos de los colegios o bibliotecas sorprend¨ªan con la realizaci¨®n de verdaderas obras de arte, y no tanto, con tal de exhibir que Juan estaba ¡°colado¡± por Esther. Y adem¨¢s rubricaba la fecha en la que ¡°hab¨ªan empezado a salir¡± para darle un car¨¢cter oficial y fuera recordado siempre. Con la aparici¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas, los chicos y las chicas de la actual generaci¨®n Z y Alpha han encontrado en los dispositivos m¨®viles otra manera de acercarse a la persona de la que se sienten atra¨ªdos y por quien aseguran ¡°estar enamorados¡±. Ahora los mensajes a trav¨¦s de WhatsApp, Instagram, Facebook permiten la conexi¨®n permanente de las j¨®venes parejas.

Ondina V¨¦lez Fraga, profesora en la Universidad CEU San Pablo de Fundamentos de Neurociencia, M¨¦dico de Familia y Experta en Educaci¨®n afectivo-sexual, afirma que ¡°la adolescencia es una etapa que se caracteriza por el descubrimiento del entorno y la b¨²squeda de uno mismo y de los otros. El entorno familiar y cercano ya no es suficiente, y los amigos juegan un papel fundamental¡±. En esa b¨²squeda de ser felices, se?ala esta profesora, ¡°nace el deseo de querer y ser queridos, y aparecen los primeros amores. Ese primer ¡°amor rom¨¢ntico¡± que en ocasiones ocupa todo su pensamiento. En lenguaje adolescente hablar¨ªamos de ¡°un crush¡±, ese amor imposible, pero que te ocupa todo el pensamiento¡±.

Los expertos consideran que el amor adolescente difiere del que siente un adulto debido, principalmente, a las circunstancias que rodean a cada uno de ellos. Vicente Prieto Cabras, psic¨®logo, se?ala que ¡°un adulto valora aspectos como la atracci¨®n f¨ªsica, proyecto de vida en com¨²n, nivel econ¨®mico, compatibilidad o incompatibilidad en la convivencia, toma de decisiones sobre si tendremos hijos o no, o d¨®nde vivir. En definitiva, hay m¨¢s exigencia. Viven de otra manera la comunicaci¨®n, el intercambio afectivo y la realizaci¨®n de actividades gratificantes de manera conjunta¡±. Mientras en el adolescente los criterios a valorar son diferentes porque se encuentran en un momento evolutivo y con unas necesidades distintas a las del adulto. ¡°Para ellos, el enamoramiento es un descubrimiento extraordinario. Al mismo tiempo que tienen que aprender a relacionarse con sus iguales de otra manera, aparecen los primeros complejos por los cambios f¨ªsicos, intentan asumir las nuevas responsabilidades y dan mucha importancia al sentimiento de pertenencia al grupo, con sus decepciones y frustraciones provocadas por c¨®mo se relacionan. El amor es fundamentalmente pasional, de fuerte atracci¨®n f¨ªsica¡±, sostiene este psic¨®logo.

Pero, el amor adolescente o juvenil va m¨¢s all¨¢ del puro encuentro sexual, aunque indudablemente juega tambi¨¦n un papel importante. La experta en Educaci¨®n afectivo-sexual sostiene que ¡°el cerebro adolescente se caracteriza por estar en una etapa intensa de maduraci¨®n, en parte provocado por la influencia hormonal sobre las distintas ¨¢reas cerebrales. En esta etapa hay un desequilibrio entre la zona l¨ªmbica, responsable de las emociones, y la zona prefrontal, responsable del ¡°control¡±. Por eso, los adolescentes muchas veces parecen descontrolados y acelerados¡­ Est¨¢n aprendiendo (y muchas veces, no saben parar)¡±. En ocasiones, contin¨²a esta especialista, ¡°la raz¨®n de tener una pareja a estas edades tiene como objetivo la aceptaci¨®n por parte del grupo, ya que se considera un signo de ¨¦xito o, simplemente, se hace para probar nuevas experiencias¡±.

Durante la adolescencia y la juventud, el acompa?amiento de los padres y las madres en los ¡°enamoramientos¡± de sus hijos es una labor necesaria. Una comunicaci¨®n que suele debilitarse conforme los hijos maduran, dado que empiezan a ganar peso la relaciones e influencias de los iguales. Para facilitar el di¨¢logo entre padres e hijos en este tema, y mejorar la comunicaci¨®n entre ambos para conseguir que los adolescentes compartan sus experiencias -la consecuencia de no hacerlo no tiene que ser negativa-, es imprescindible, seg¨²n Vicente Prieto Cabras, ¡°escuchar sin juzgar, no prohibir, respetar y acercarse a ellos y ellas desde el entendimiento. La escucha activa y la empat¨ªa son las dos grandes habilidades que los padres tienen que desarrollar para abordar los temas que les pueden preocupar y ocupar a sus hijos e hijas. Escuchar mucho y hablar poco¡±. Adem¨¢s, Ondina V¨¦lez Fraga apunta que, en ese acompa?amiento de los progenitores a sus hijos e hijas, ¡°es fundamental tratar estos temas de una manera abierta en las casas. La cuesti¨®n del amor, la amistad y la sexualidad, as¨ª como ense?ar a relacionarse sin ser coaccionado, se debe ense?ar de una manera paulatina y desde que los ni?os son peque?os. El lugar por excelencia para aprender es la propia familia, y sobre todo se aprende por ¡°¨®smosis¡±, observando las relaciones que establecen los padres¡±. E insiste en que ¡°a partir de los 10 a?os este tipo de conversaciones deben ser m¨¢s expl¨ªcitas y atendiendo m¨¢s a las preguntas que ya empiezan a surgir. Es importante dejar espacios para que puedan preguntar¡±.

El papel del adulto es esencial para evaluar los posibles riesgos a los que sus hijos pueden verse avocados porque, a veces, ¡°el aspecto sexual se les presenta solo como parte de un juego, sin ninguna consecuencia¡±, afirma Ondina V¨¦lez Fraga. Sin embargo, continua esta profesora en la Universidad CEU San Pablo de Fundamentos de Neurociencia, ¡°las experiencias sexuales s¨ª que tiene consecuencias. La vivencia positiva de la sexualidad es muy satisfactoria y hace crecer a las personas; sin embargo, una sexualidad mal planteada hace polvo. Las recomendaciones internacionales de ONUSIDA para los j¨®venes consideran conveniente retrasar el inicio de las relaciones sexuales. Un inicio precoz, as¨ª como un mayor n¨²mero de parejas, incrementa el riesgo de infecciones de transmisi¨®n sexual, as¨ª como de embarazo en la adolescencia y juventud¡±, asegura esta experta.

Los expertos tambi¨¦n valoran la utilizaci¨®n de los dispositivos y el uso de las distintas aplicaciones como herramientas que facilitan el inicio de contactos y relaciones ¨ªntimas. Para Vicente Prieto Cabras ¡°es inevitable que no sea de esta manera¡±. Pero, esto, en su opini¨®n, supone ¡°contactar con un n¨²mero mayor de personas. Eso, en algunos casos, puede facilitar ampliar el c¨ªrculo social y encontrar personas afines. Pero tambi¨¦n conlleva muchos riesgos, ya que a trav¨¦s de las redes sociales se pierde mucha informaci¨®n importante sobre la persona, c¨®mo se relaciona con el entorno, el lenguaje corporal, la comunicaci¨®n no verbal. Y, por otra, se desaprovecha la posibilidad de desarrollar habilidades sociales a la hora de relacionarse con una persona que les atrae. Por no hablar de la inseguridad que siempre existe de si realmente la persona con la que has conectado o lo que ves en sus redes sociales se ajusta a como es en realidad¡±.

Puedes seguir De mamas & de papas en Facebook, Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter quincenal.