¡°Y ma?ana, ?qu¨¦?¡±: m¨¢s tiempo en familia para combatir la sobreestimulaci¨®n de actividades en Navidad
Antes de llenar las vacaciones de ocio estructurado y excesivo, hay que pensar en organizar m¨¢s planes en los que los ni?os sean part¨ªcipes, dejarles espacio para el juego libre y m¨¢s momentos con ellos
La jornada diaria de un ni?o, a partir de los cuatro a?os, consiste en levantarse, desayunar, ir al colegio, comer, asistir a clases extraescolares, merendar, hacer los deberes, cenar y acostarse. Todo estructurado. Casi no hay tiempo para la improvisaci¨®n o el juego libre. ¡°Los ni?os son v¨ªctimas de esa estructura que necesitamos los adultos¡±, explica el psic¨®logo infantojuvenil Jonatan Molina Torres. Y, el fin de se...
La jornada diaria de un ni?o, a partir de los cuatro a?os, consiste en levantarse, desayunar, ir al colegio, comer, asistir a clases extraescolares, merendar, hacer los deberes, cenar y acostarse. Todo estructurado. Casi no hay tiempo para la improvisaci¨®n o el juego libre. ¡°Los ni?os son v¨ªctimas de esa estructura que necesitamos los adultos¡±, explica el psic¨®logo infantojuvenil Jonatan Molina Torres. Y, el fin de semana, las agendas de las familias siguen repletas de eventos y actividades. Algo que se intensifica en ¨¦pocas como la Navidad, cuando los padres sincronizan sus vacaciones con las de sus hijos y buscan planes y cosas que hacer para llenar las horas del d¨ªa.
Escrib¨ªa Rosa Montero en su columna en El Pa¨ªs Semanal, el pasado domingo 27 de noviembre, sobre la necesidad de estar siempre haciendo algo. ¡°No nos damos ni un momento de respiro¡±, dec¨ªa. Y esa es la sensaci¨®n de muchas familias. Sobre todo durante las vacaciones navide?as. Dieciocho d¨ªas sin colegio que necesitan ser llenados de actividades en familia que, en muchas ocasiones, vienen marcadas por lo que nos recomiendan otros progenitores en los grupos de WhatsApp o lo que vemos en las redes sociales. ¡°Tenemos que tener un autocontrol en decidir qu¨¦ experiencias nos pueden gustar. Si sometemos a los menores a esa exposici¨®n continuamente creamos algo que les puede da?ar¡±, aclara Alicia Banderas, psic¨®loga y autora del libro Ni?os sobreestimulados, c¨®mo educarlos con calma y protegerlos de los peligros que esconden las tecnolog¨ªas (Libros C¨²pula de Planeta, 2017).
Pero, ?d¨®nde est¨¢ la l¨ªnea que separa el ocio excesivo de un ocio moderado? ¡°Cuando tu hijo te dice: ¡®Y ma?ana, ?qu¨¦?¡¯, ah¨ª ya nos hemos pasado. La vivencia tiene una vida muy corta si solo se nutre de cantidad y no de calidad¡±, explica Banderas. Tal cantidad de actividades en poco tiempo puede llevar a la sobreestimulaci¨®n, lo que conlleva a exponerlos a m¨¢s actividades de las que pueden asumir. ¡°El problema no es estimular, sino d¨®nde est¨¢ ese l¨ªmite que separa la estimulaci¨®n de la sobreestimulaci¨®n¡±, a?ade el psic¨®logo Jonatan Molina.
El algoritmo del ocio
Cada vez se buscan m¨¢s informaci¨®n y actividades de ocio a trav¨¦s de las redes sociales, aunque Banderas matiza que no hay que culpar a la informaci¨®n de la sobreestimulaci¨®n: ¡°Gracias a ella hemos mejorado much¨ªsimo¡±. Ella intenta hacer ver a las familias que se acercan a su consulta las consecuencias del FOMO, acr¨®nimo de la expresi¨®n inglesa Fear Of Missing Out (miedo a perderse algo, en espa?ol). ¡°Cuando les explicas que est¨¢n viviendo ese estr¨¦s, esa ansia porque se pierden algo o esa merma de la creatividad si solo son experiencias estructuradas, empiezan a cambiarlo¡±, a?ade.
Los expertos en comunicaci¨®n consideran que aunque se consuma m¨¢s oferta de ocio a trav¨¦s de lo que vemos en las redes, la sobreestimulaci¨®n no es solo culpa del algoritmo ¡ªel conjunto de normas de programaci¨®n que har¨¢ que una publicaci¨®n se muestre mucho o, en cambio, la plataforma casi no la muestre a ning¨²n usuario¡ª. ¡°Hace falta una reflexi¨®n m¨¢s profunda sobre qu¨¦ tipo de ocio queremos para nuestros hijos. Qu¨¦ concepto tenemos del tiempo libre¡±, sostiene la experta en redes sociales y marketing digital Mar¨ªa L¨¢zaro ?vila. Pero lo que es cierto es que cada vez nos informamos m¨¢s a trav¨¦s de las redes sociales. Seg¨²n el estudio Digital News Report, publicado por Reuters Institute el pasado mes de junio, el consumo de noticias a trav¨¦s de la televisi¨®n y la radio ha deca¨ªdo un a?o m¨¢s en detrimento de estas plataformas.
El algoritmo en las redes sociales, explica Patricia Chica, de la agencia de comunicaci¨®n especializada en servicios culturales Culturina Comunicaci¨®n, son unos par¨¢metros internos que marcan el funcionamiento de cada perfil con actividad en su plataforma: ¡°Es decir, que seg¨²n interactuamos nos mostrar¨¢ preferencias. Y lo comprobamos cada d¨ªa cuando revisamos nuestros perfiles¡±. Por eso, L¨¢zaro advierte: ¡°Si buscamos informaci¨®n debemos pensar para qu¨¦ la buscamos. Que no sea la informaci¨®n la que nos planifique la vida¡±.
Juego libre y ocio de calidad
El juego libre es necesario para el desarrollo de los menores. Activa la creatividad, su capacidad resolutiva y su tolerancia a la frustraci¨®n. ¡°Pero si no se les deja que experimenten, si les damos todo tan hecho y tan seguido, matamos las ganas de inventar¡±, explica Lorena Oliver, profesora de Educaci¨®n Infantil en un colegio p¨²blico de Alicante. ¡°Desde las aulas intentamos tambi¨¦n ense?ar que en las vacaciones de Navidad el mejor regalo que podemos dedicar a nuestros hijos es tiempo con ellos y no actividad por actividad¡±, a?ade.
Los psic¨®logos recomiendan usar el sentido cr¨ªtico a la hora de elegir qu¨¦ se hace con los menores durante estas fiestas. Dejar que experimenten con el juego libre. Que se aburran. Que no haya presi¨®n. ¡°Pasar m¨¢s tiempo de calidad y con est¨ªmulos que favorezcan el desarrollo de una relaci¨®n afectiva positiva entre los padres y los ni?os¡±, incide Molina. Disfrutar en familia del tiempo juntos. Buscar actividades o juegos donde ellos puedan participar. ¡°Los ni?os recuerdan experiencias cuando son part¨ªcipes, no cuando son meros espectadores¡±, a?ade Banderas.
Puedes seguir Mamas & Papas en Facebook, Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter quincenal.