¡®Dopesick¡¯: los dilemas paternales de vacunar a los ni?os contra la covid-19

Cuando se abri¨® la veda de vacunar a los ni?os contra la covid, hubo quien se lanz¨® a internet cu¨¢l comprador de entradas de concierto emblem¨¢tico. Otros se planteaban si era necesario vacunar a una poblaci¨®n casi asintom¨¢tica, argumentando que a ver si va a ser peor el remedio que la enfermedad. Tambi¨¦n hab¨ªa quien prefer¨ªa que vacunen primero a otros ni?os, a ver si hay sorpresas o si acaban sacando una...

Cuando se abri¨® la veda de vacunar a los ni?os contra la covid, hubo quien se lanz¨® a internet cu¨¢l comprador de entradas de concierto emblem¨¢tico. Otros se planteaban si era necesario vacunar a una poblaci¨®n casi asintom¨¢tica, argumentando que a ver si va a ser peor el remedio que la enfermedad. Tambi¨¦n hab¨ªa quien prefer¨ªa que vacunen primero a otros ni?os, a ver si hay sorpresas o si acaban sacando una actualizaci¨®n dentro de unos meses con m¨¢s megap¨ªxeles. Y por supuesto no pod¨ªan faltar los que no los vacunar¨¢n jam¨¢s, porque sus hijos no tienen que ir al bar.

Vale que la vacuna es muy nueva, pero es que la necesidad es muy nueva. Si nos tenemos que creer teor¨ªas conspiranoicas, recordemos que hay much¨ªsimas m¨¢s vacunas obligatorias que ya les estamos poniendo sin plantearnos nada. Si desconfiamos de las megacorporaciones, deber¨ªamos desconfiar de cualquier medicamento o alimento que consumamos. Porque no tenemos ni idea de la mitad de los ingredientes y compuestos que nos metemos en el cuerpo, incluidos los productos infantiles.

S¨ª, hay gente capaz de todo por ganar dinero. En la serie Dopesick, una empresa farmac¨¦utica sin escr¨²pulos convence a muchos m¨¦dicos para que recomienden de buena fe a sus pacientes un medicamento que los volver¨¢ adictos. Pero si nos ponemos a desconfiar de todo y de todos, la ¨²nica opci¨®n es vivir aislados en el campo, produciendo nuestros propios alimentos y habiendo estudiado medicina para curarnos sin someternos a las farmac¨¦uticas. Muy estresante todo.

Claro que todos nos hemos topado con m¨¦dicos in¨²tiles, inhumanos, negligentes¡­ o los demasiado interesados en recomendar medicamentos concreto o totalmente obsesionados por querer operar cualquier cosa. Pero pensad en todas las pediatras que conoc¨¦is, en su vocaci¨®n y en su cari?o.

En lo tocante a la salud de nuestros hijos, prefiero confiar en una profesional de solvencia contrastada durante a?os que quiere lo mejor para mis hijos que en un video reenviado por WhatsApp.

Nuestra pediatra es la persona con experiencia, formaci¨®n e intuici¨®n a la que le hemos confiado la salud de nuestros hijos. Y ella nos dice que vacunemos, que es necesario y ¨²til vacunar a todos.

Y le hacemos caso porque para eso es ella la que sabe de medicina pedi¨¢trica y no Google. (Eso no quita que las farmac¨¦uticas quieran lucrarse mucho con las vacunas, pero tambi¨¦n con las cremas antigranos o los sobrecitos para adelgazar).

Habr¨¢ padres que vacunen por la comodidad de no tener a los ni?os confinados cuando haya un positivo en clase. Otros vacunar¨¢n porque es mejor estar protegido contra una enfermedad, tenga efectos letales o m¨¢s llevaderos entre los cr¨ªos, que no estarlo. Y tambi¨¦n habr¨¢ algunos que simplemente vacunen porque es gratis.

Sea como sea, si existe esa oportunidad, aprovech¨¦mosla.

Y adem¨¢s, entre las ondas del wifi, el cambio clim¨¢tico y los meteoritos que vendr¨¢n¡­ de lo que menos nos tenemos que preocupar es del chip de la vacuna.

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