¡®Misi¨®n imposible 3¡¯: tercer curso escolar pand¨¦mico superado

Se acaba un curso pand¨¦mico m¨¢s (y ya van tres) y para toda la comunidad educativa y paternal llega el momento de salvar la partida del videojuego escolar. Al menos hemos llegado hasta aqu¨ª, antes de que la viruela del mono nos convierta en simios y nos complique tener los colegios abiertos.

Si lo comparamos con la antigua normalidad, este curso podr¨ªa haber sido mucho m¨¢s c¨®modo, recuperando peque?os detalles a los que no d¨¢bamos valor, como que las clases de un mismo curso puedan jugar juntas en el recreo. Pero teniendo a¨²n fresco el recuerdo de las clases por Zoom, con esa explosi¨®n sonora en casa de un mercadillo ambulante, cualquier progenitor o tutor responsable firmar¨ªa para mantener este t¨¦rmino medio.

Este curso ha sido una especie de estriptis escolar: se han ido relajando las medidas anticovid, se han ido eliminando las mascarillas y se han revelado partes secretas de la anatom¨ªa, en este caso la nariz y la boca. Con algunos profesores a los que no hab¨ªamos visto antes de la pandemia a¨²n se produce un extra?o efecto ¨®ptico cuando los vemos. Las mitades de su cara siguen sin encajar en nuestro cerebro, pero la pausa veraniega nos dar¨¢ la tregua que necesitamos para procesarlo.

De cara a septiembre, creo que a¨²n est¨¢ en el aire si los colegios har¨¢n jornada intensiva o seguir¨¢n como hasta ahora, si las familias podremos conciliar, si los cambios ser¨¢n provechosos para los ni?os y no para los bur¨®cratas¡­ Sinceramente, yo me espero a recibir un email del centro la semana antes de empezar y all¨ª ya lo explicar¨¢n todo con cierta claridad.

Pero de momento, llega la hora de que las mochilas vuelvan a casa cargadas con los libros agotados de todo el curso y de que nos despidamos de profesores y personal docente con el t¨ªpico regalo medio feo que nos ha colapsado el chat de padres de WhatsApp durante las ¨²ltimas semanas y que obliga a todo el mundo a poner esa cara de p¨®quer, esa sonrisa de Harrison Ford de ¡°mira que es feo este regalo, pero al menos me he salvado de organizarlo yo y de perseguir a las familias que no pagan¡±.

Tambi¨¦n es el momento en que los ni?os se prometer¨¢n amistad eterna durante todo el verano y los padres nos obligaremos a soltar esas vagas promesas de ¡°ya quedaremos¡± frente a las invitaciones de ¡°a ver cu¨¢ndo nos ven¨ªs a ver, que tenemos piscina¡±, sabiendo que la invitaci¨®n no se concretar¨¢ y la visita quedar¨¢ en nada...

Sea como sea, conciliemos o no, los hagamos con tele, casales y campamentos o tirando de abuelos, y por corto o eterno que se nos haga este verano, al menos nos libramos durante unas cuantas semanas de hacer el mismo camino diario a contrarreloj.

Como Tom Cruise, pero sin correr con tanto estilo, sabemos que las nuevas misiones imposibles escolares ser¨¢n duras, pero al menos ya hemos completado esta. Celebr¨¦moslo.

Felices vacaciones escolares a todo el mundo.

*Mart¨ªn Pi?ol es autor de 33 libros, su serie infantil ¡®La cocina de los monstruos¡¯ se ha publicado en varios pa¨ªses. Su ¨²ltima novela es ¡®El club de las sombras¡¯.

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