¡°La DEA tambi¨¦n manipula testigos¡±
El procurador de Carlos Salinas recuerda como agencias estadounidenses pagaron a testigos para extraditar a pol¨ªticos y militares por el asesinato del agente Enrique Camarena
Ignacio Morales Lechuga, procurador general en la Administraci¨®n del presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), jam¨¢s protagonizar¨¢ la serie Narcos, pero su presencia sobrevuela silenciosamente por algunos cap¨ªtulos de la serie de Netflix, sobre todo aquellos que se centran en los a?os m¨¢s convulsos de la relaci¨®n entre M¨¦xico y Estados Unidos. Durante su etapa al frente de la PGR, entre 1991 y 1993, le toc¨® lidiar intensamente en Estados Unidos con dos viejos conocidos: la DEA, la omnipresente oficina antinarc¨®ticos, y el actual fiscal general William Barr. Ambos encabezan la ...
Ignacio Morales Lechuga, procurador general en la Administraci¨®n del presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), jam¨¢s protagonizar¨¢ la serie Narcos, pero su presencia sobrevuela silenciosamente por algunos cap¨ªtulos de la serie de Netflix, sobre todo aquellos que se centran en los a?os m¨¢s convulsos de la relaci¨®n entre M¨¦xico y Estados Unidos. Durante su etapa al frente de la PGR, entre 1991 y 1993, le toc¨® lidiar intensamente en Estados Unidos con dos viejos conocidos: la DEA, la omnipresente oficina antinarc¨®ticos, y el actual fiscal general William Barr. Ambos encabezan la persecuci¨®n contra el general Salvador Cienfuegos, el secretario de Defensa durante el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto.
Morales Lechuga se neg¨® en 1992 a entregar a EE UU a tres altos cargos del Gobierno acusados de ser los ¡°autores intelectuales¡± del asesinato en 1985 del agente encubierto de la DEA, Enrique Kiki Camarena. Adem¨¢s, protest¨® en¨¦rgicamente por el secuestro cometido por la DEA del doctor Humberto ?lvarez Macha¨ªn, el supuesto m¨¦dico del c¨¢rtel de Guadalajara, a quien se llevaron de Jalisco con una bolsa negra en la cabeza para sentarlo ante un tribunal de Nueva York. El exprocurador recuerda en una entrevista que desde aquello la DEA quiso vengarse del Ej¨¦rcito y comenz¨® a trabajar con la Marina. ¡°Las cosas han seguido muy tirantes porque la DEA acusaba al Ej¨¦rcito de haber estado cuidando El B¨²falo, el rancho donde se estaban sembrando toneladas de mariguana¡±, que descubri¨® Camarena.
Por aquel entonces, Morales Lechuga, nacido en Veracruz hace 73 a?os, trataba estos asuntos con su contraparte, William Barr, quien ocupa el mismo cargo en la actualidad y a quien describe como un hombre con ganas de popularidad y ¡°muy dado a armar expedientes con indicios, ni siquiera con pruebas y evidencias, sino con indicios¡±. Tres a?os despu¨¦s, un juez de Nueva York concluy¨® que el supuesto m¨¦dico torturador era inocente.
En diciembre de 2018 durante el juicio a Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n, un exnarcotraficante colombiano dijo que soborn¨® a Morales Lechuga para obtener protecci¨®n policial en sus operaciones de tr¨¢fico de drogas. Morales Lechuga neg¨® la acusaci¨®n y anunci¨® acciones legales contra el testigo.
Pregunta. ?La DEA tambi¨¦n se equivoca?
Respuesta. S¨ª y manipulan testigos. Y le pongo un ejemplo. En 1992 durante una cena en San Antonio (Texas) me reun¨ª con el procurador americano, William Barr, con el jefe del FBI, William Sessions y con el director de la DEA, Robert Bonner. Dijeron que ten¨ªan pruebas contra tres altos secretarios de Estado de los gobiernos de [Miguel] De la Madrid (1984-1988) y de Carlos Salinas (1988-1994). Les dijimos que conoc¨ªamos a esos testigos y sab¨ªamos que les estaban pagando 5.000 d¨®lares a cada uno y que no pasaban el examen m¨ªnimo para ser testigos. Pero les dijimos que si ten¨ªan m¨¢s pruebas nosotros actuar¨ªamos contra esas personas si encontr¨¢bamos elementos sospechosos pero contestamos que no entregar¨ªamos as¨ª nom¨¢s a quienes dec¨ªan porque son mexicanos y porque sus pruebas eran solo p¨¢lidos indicios que no reun¨ªan los requisitos para un juicio.
P. ?Sobre qui¨¦nes hab¨ªa sospechas?
R. Me solicitaron que M¨¦xico extraditara al exsecretario de Gobernaci¨®n Manuel Bartlett, al secretario de la Defensa Juan Ar¨¦valo y al exsubprocurador Enrique ?lvarez del Castillo, a quienes culparon de ser los autores intelectuales del asesinato de Camarena, pero no ten¨ªan pruebas.
P: ?Cu¨¢ndo conoci¨® al fiscal William Barr?
R. ?l era procurador general de Estados Unidos en 1992, cuando se present¨® un caso muy controvertido sobre el doctor ?lvarez Macha¨ªn (supuesto m¨¦dico del c¨¢rtel de Guadalajara) que fue acusado de coparticipar en el asesinato del agente Camarena. La DEA lo secuestr¨® en M¨¦xico y lo traslad¨® a Estados Unidos y all¨ª durante tres a?os estuvo detenido esperando el juicio. La Corte de EE UU resolvi¨® tras una reclamaci¨®n de M¨¦xico que Estados Unidos podr¨ªa hacer esas extradiciones porque el tratado no imped¨ªa secuestrar a gente y llevarla fuera del pa¨ªs. Esa incre¨ªble resoluci¨®n dio pie a que se revisara el tratado de extradici¨®n, para que la DEA no actuara en el pa¨ªs como una agencia de colaboraci¨®n y no una polic¨ªa local. Cuando el juez revis¨® los testigos que se presentaron contra ?lvarez Macha¨ªn desestim¨® inmediatamente el caso porque los testigos no eran id¨®neos.
P. ?C¨®mo recuerda a Barr?
R. Una persona ambiciosa y deseosa de destacar. Quer¨ªa llevar a cabo acciones que le permitieran satisfacer la muerte de Camarena con la detenci¨®n de tres personas del Gobierno. Se caracteriza por realizar investigaciones basadas en indicios y no en pruebas contundentes.
P. ?Actu¨® en venganza?
R. Buscaba pruebas para satisfacer a la opini¨®n p¨²blica estadounidense
P. ?C¨®mo tendr¨ªa que haber actuado la DEA en el caso de Cienfuegos?
R. La DEA tendr¨ªa que haber avisado al Gobierno mexicano, notificado los datos que ten¨ªa durante la fase de colaboraci¨®n y de buena fe y abstenerse de conversaciones telef¨®nicas o de BlackBerry. La DEA act¨²a en M¨¦xico como si fuera una polic¨ªa violando la soberan¨ªa y las competencias. Este sistema de ¡®colaboraci¨®n¡¯ no se ve ni en Europa a pesar de que hay Uni¨®n Europea.
P. Pero as¨ª ha hecho siempre la DEA
R. Porque los ¨²ltimos gobiernos se lo han permitido. Es una renuncia del Gobierno mexicano a ejercer y defender su soberan¨ªa.
P. Pero fue el general quien lleg¨® a Los ?ngeles...
R. Pero invaden competencias de las autoridades mexicanas, que son las ¨²nicas autorizadas para perseguir delitos e interceptan tel¨¦fonos y mensajes. El acuerdo de 1992 habla de ¡°cooperaci¨®n e informaci¨®n¡± pero no de ¡°operaci¨®n¡±. Cada operaci¨®n debe ser informada.
P. ?Podr¨ªa hacer m¨¢s el Gobierno de M¨¦xico por Cienfuegos?
R. Cabe una protesta de L¨®pez Obrador por la violaci¨®n del tratado de extradici¨®n y cooperaci¨®n entre M¨¦xico y Estados Unidos y una llamada de atenci¨®n porque la DEA est¨¢ operando como polic¨ªa. Esto es una costumbre del pasado pero nunca es tarde para reclamar que se opera fuera de la ley.
P. ?Ha sido tibia la Administraci¨®n?
R. S¨ª, ha cambiado tres veces de posici¨®n en este tema. L¨®pez Obrador, que presume de ser el hombre m¨¢s informado de M¨¦xico, se hace el desinformado como actitud pol¨ªtica.
P. ?C¨®mo ser¨¢ el juicio de Cienfuegos?
R. No sabemos que pruebas tiene la Fiscal¨ªa. La defensa buscar¨¢ invalidar las pruebas y esto depender¨¢ de la investigaci¨®n que hagan. En un sistema oral la defensa se tendr¨¢ que convertir casi en investigador para revisar punto por punto.
P. Si fuera un exceso de la DEA y es inocente. ?Cu¨¢nto tiempo estar¨¢ encarcelado Cienfuegos?
R. El plazo previo para la radicaci¨®n del juicio pude durar unos cuatro meses. La apertura del proceso un tiempo similar y el juicio que podr¨ªa ser de un a?o. Calculo que unos dos a?os.