El asesinato de un agente norteamericano en Mexico mueve a EE UU a reforzar la lucha antidroga
La guerra contra la droga, el primer problema sanitario de Estados Unidos y una de las prioridades de la Administraci¨®n Reagan, ser¨¢ reforzada tras el hallazgo en M¨¦xico del cad¨¢ver del agente norteamericano de la lucha contra los narc¨®ticos Enrique Camarena, secuestrado hace un mes. Sus restos, junto con los del piloto mexicano que sol¨ªa trabajar con ¨¦l, Alfredo Zavala, fueron hallados el martes en una cuneta de la localidad de Zamora, a 150 kil¨®metros al sur de Guadalajara, donde desaparecieron el pasado 7 de febrero. Los cuerpos, que fueron identificados definitivamente ayer, estaban en bolsas de pl¨¢stico, atados de pies y manos, y mostraban se?ales de haber sido maltratados. Uno de ellos ten¨ªa un tiro en la cabeza.
Estados Unidos est¨¢ perdiendo la batalla contra la droga. Cuando Ronald Reagan lleg¨® a la Casa Blanca, en enero de 1981, 25 toneladas de coca¨ªna entraban anualmente en el pa¨ªs. Hoy ya son 85 toneladas. Pero ¨¦sta es s¨®lo una cara del problema, y la droga seguir¨¢ llegando por tierra mar y aire, fundamentalmente desde Colombia, Bolivia, Per¨², M¨¦xico y Pakist¨¢n, mientras los norteamericanos est¨¦n dispuestos a gastarse, como hicieron en 1984, 110.000 millones de d¨®lares para adquirir drogas. Esta cifra, revelada ayer por un comit¨¦ del Congreso, es la tercera parte del presupuesto del Pent¨¢gono para el a?o que viene. El informe parlamentario revela que los costes econ¨®micos y sociales del consumo masivo de drogas ascienden a otros 100.000 millones de d¨®lares anuales, 19 billones de pesetas.El informe, elaborado por el comit¨¦ del Congreso sobre abuso y control de drogas, asegura que el uso de estupefacientes se est¨¢ convirtiendo "en el principal problema de salud de Estados Unidos y que el nivel de consumo de drogas en el pa¨ªs es superior al de cualquier otra naci¨®n industrializada". M¨¢s de 20 millones de norteamericanos consumen regularmente marihuana, que se cultiva en 48 Estados del pa¨ªs y pr¨¢cticamente no necesita ya ser importada (de ocho a 20 millones usan regularmente coca¨ªna), medio mill¨®n es adicto a la hero¨ªna, un mill¨®n consume alucin¨®genos con regularidad y seis mi llones se drogan con estimulan tes y tranquilizantes.
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Reagan ha reconocido que, a pesar de los esfuerzos por interceptar la droga antes de que cruce las fronteras de EE UU, "la verdadera victoria en esta guerra no se producir¨¢ cuando pongamosla droga fuera del alcance de los consumidores, sino cuando apartemos a ¨¦stos de las drogas". Lo ¨²ltimos ¨¦xitos obtenidos por las autoridades norteamericanas en esta lucha en los pa¨ªses latinoamericanos han provocado una declaraci¨®n de guerra de los reyes de la coca¨ªna, que han amenazado con matar a cinco norteamericanos por cada traficante que sea entregado a EE UU, y han puesto un precio de 350.000 d¨®lares -m¨¢s de 66 millones de pesetas- por las cabezas de las autoridades estadounidenses que luchan contra el tr¨¢fico de narc¨®ticos.
Washington teme que casos como el de Camarena vuelvan a repetirse, y la Drug Enforcement Agency (DEA), la agencia gubernamental que lucha contra ladroga, ha reforzado sus precauciones. La puerta principal de su oficina de Miami, est¨¢ protegida por una furgoneta para evitar ataques con veh¨ªculos bomba.
El caso de Camarena, de 37 a?os, que trabajaba desde 1974 en la operaci¨®n padrino para detener el tr¨¢fico de coca¨ªna desde M¨¦xico hasta Estados Unidos, ha provocado un deterioro de las, relaciones entre los dos pa¨ªses. Washington acus¨® ayer a las autoridades mexicanas de no haber hecho lo suficiente para asegurar la liberaci¨®n de su agente, nacido en M¨¦xico, pero nacionalizado norteamericano.
Las aduanas norteamericanas reforzaron en las ¨²ltimas semanas los controles en los pasos fronterizos con M¨¦xico, lo que provoc¨® una congesti¨®n en la circulaci¨®n y una protesta del Gobierno mexicano. Cuando la operaci¨®n amenaz¨® con convertirse en una crisis ,pol¨ªtica, los controles fueron le vantados despu¨¦s de que el secretario del Tesoro, James Haker, le dijera al jefe de aduanas: "Por fa vor, av¨ªseme la pr¨®xima vez que proyecte declarar la guerra a un pa¨ªs extrarijero".
Sin embargo, la polic¨ªa norteamericana afirma que el caso Camarena no est¨¢ cerrado y asegura que las explicaciones de las autoridades mexicanas tienen muchas lagunas. El cad¨¢ver del agente estadounidense fue hallado en la parte trasera de una casa propiedad de Manuel Blanco Cervantes, que el pasado s¨¢bado fue abatido a tiros, junto con su mujer y dos hijos, por la polic¨ªa mexicana, que buscaba droga en su vivienda. Un polic¨ªa muri¨® tambi¨¦n en el tiroteo.
Otras dos personas detenidas en el incidente fueron puestas posteriormente en libertad, tras corriunic¨¢rseles "que todo hab¨ªa sido un error". Vecinos y autoridades de Michoac¨¢n dudan de la versi¨®n oficial, afirmando que se trat¨® de una matanza y que Manuel Blanco no era un traficante conocido. Un avi¨®n norteamericano llevar¨¢ a EE UU el cad¨¢ver de Camarena.
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