El d¨ªa que el suelo se hundi¨® en Puebla: ¡°?Escuchamos un estruendo y salimos corriendo!¡±
Un enorme socav¨®n ha sorprendido a los habitantes de Santa Mar¨ªa Zacatepec, mientras las autoridades investigan el fen¨®meno, convertido en una laguna que maravilla a los cient¨ªficos
Sobre un mont¨ªculo localizado a unos metros del socav¨®n que desde el s¨¢bado mantiene angustiados a los pobladores de Santa Mar¨ªa Zacatepec, en el Estado de Puebla, Magdalena Xalamihua ve con tristeza c¨®mo el trabajo de varios a?os est¨¢ a punto de ser tragado por la tierra. Esta mujer, su esposo y dos hijos apenas hab¨ªan cumplido un a?o y dos semanas de mudarse a la casa que construyeron con mucho esfuerzo, cuando el s¨¢bado tuvieron que desalojarla: a las 6:30 de la tarde comenz¨® abrirse un extra?o hueco al lado de la vivienda, como si un monstruo de ficci¨®n succionara del fondo de la tierra. Comenz¨® como un hoyo de ocho metros, pero fue creciendo de manera desproporcionada hasta convertirse, horas despu¨¦s, en un c¨®ncavo gigantesco, del que brot¨® el agua como en un milagro b¨ªblico. ¡°Escuchamos como un estruendo¡±, dice Xalamihua. ¡°Pensamos que eran cohetes, pero nos asomamos a la calle y vimos c¨®mo se mov¨ªa la tierra y sal¨ªa agua, que hac¨ªa como olas. Salimos corriendo¡±. La mujer recuerda todav¨ªa con espanto lo ocurrido esa tarde. Ve con amargura su casa, una construcci¨®n de ladrillos que se asoma a un abismo. ¡°?Y ahora d¨®nde vamos a vivir?¡±, se pregunta. Sobre su cabeza, una enorme nube gris amenaza con desatar una tormenta, lo que da un panorama m¨¢s escalofriante al hueco de Zacatepec.
Las autoridades locales y federales han acudido extra?adas a este fen¨®meno poblano. La Guardia Nacional ha acordonado una amplia zona alrededor del socav¨®n y los militares vigilan que los curiosos no intenten cruzar el ¨¢rea prohibida. Porque curiosos hay y por decenas. Las personas acuden movidas por los informes de la prensa, que lo ha cubierto con el mismo espasmo que envuelve hasta los cient¨ªficos, que desde el fin de semana se devanan los sesos para explicar qu¨¦ ha ocurrido en esta peque?a comunidad de agricultores. Hasta el s¨¢bado, aqu¨ª la vida transcurr¨ªa sin mayores contratiempos m¨¢s que la preocupaci¨®n por las lluvias y el buen clima para garantizar las cosechas de ma¨ªz y legumbres.
Xalamihua explica que el 15 de mayo cumplieron un a?o de haberse mudado y al pasado 16 su hija, Mar¨ªa Lisbeth, cumpl¨ªa 13 a?os, por lo que decidieron hacer una doble celebraci¨®n con torta y una comida familiar. Era el logro de m¨¢s de una d¨¦cada de trabajo: la mujer y su esposo, Heriberto S¨¢nchez, hab¨ªan laborado duro, ¨¦l como ayudante de alba?iler¨ªa y ella en un comedor local, para comprar un terreno y construir el tan anhelado hogar. Migrante de una regi¨®n ind¨ªgena de Veracruz, Xalamihua esperaba comenzar en Puebla una nueva vida, en una tierra prometida, rica por su suelo volc¨¢nico f¨¦rtil y sin los problemas de violencia de su Estado natal. ¡°Junt¨¢bamos hasta 3.000 pesos mensuales para terminar de pagar el terreno¡±, explica Heriberto. Las privaciones eran muchas, porque casi todo el dinero iba para cumplir el sue?o poblano. Pero se trunc¨® en pesadilla por el socav¨®n y ahora la familia, angustiada, espera que las autoridades estatales les ayuden frente a su desgracia.
Hasta ahora el gobernador Miguel Barbosa no ha visitado la zona, pero ha admitido que se trata de ¡°un asunto de enorme riesgo¡±. El m¨¢ximo funcionario poblano ha prometido a sus gobernados que va a ¡°estar pendiente¡± de que no se produzca una tragedia humana. ¡°Es una falla geol¨®gica que hay que atender con mucho cuidado, con t¨¦cnica y con todas las prevenciones¡±, ha explicado Barbosa. Equipos de ge¨®logos de la Universidad Aut¨®noma de Puebla ya preparan un informe de lo ocurrido, con la experiencia que tienen por estudiar durante a?os los despertares sulf¨²ricos del volc¨¢n Popocat¨¦petl, el gigante que domina estas extensas llanuras. Las autoridades dicen que en 30 d¨ªas podr¨ªan estar listo un informe t¨¦cnico. Pero los cient¨ªficos poblanos no son los ¨²nicos expertos que han puesto sus ojos en el hoyo de Zacatepec.
Delfino Hern¨¢ndez es ingeniero ge¨®logo del Laboratorio de Riesgos Geol¨®gicos de la Universidad Aut¨®noma Metropolitana, UAM, en Ciudad de M¨¦xico. Hern¨¢ndez se prepara para viajar el fin de semana a Santa Mar¨ªa Zacatepec con su equipo y estudiar lo ocurrido, que ha seguido de cerca por las informaciones de la prensa mexicana. A espera de poder estudiarlo en Puebla, el cient¨ªfico explica que se trata de un fen¨®meno natural, una falla activa que estaba esperando un impulso de la naturaleza para mostrar su poder al exterior. ¡°Estas fallas ya existen en el interior del suelo. Pueden existir desde hace 5.000 o 10.000 a?os y luego se reactivan. Solo falta que la naturaleza le d¨¦ el impacto para que se descubra en la superficie. Este fen¨®meno, as¨ª como lo he visto, iba a pasar tarde o temprano¡±, explica el experto. Hern¨¢ndez dice este tipo de fen¨®menos ocurren porque en determinadas zonas el suelo registra ¡°debilidades¡±, ¨¢reas que est¨¢n en movimiento constante. Asegura que no se trata de algo que ocurre sin ¡°avisar¡±: los ge¨®logos pueden estar pendientes de fisuras o peque?as fracturas que pueden desencadenar luego eventos como el de Zacatepec. ¡°Una falla es una zona de fracturas a lo largo de la que ha habido desplazamiento de los bloques de corteza de roca. Es una discontinuidad que se forma debido a la fractura de grandes rocas en la tierra. Si se dice que esta falla tiene 20 metros, que es lo que se alcanza a ver, es probable que hacia abajo tenga una profundidad mayor¡±, agrega.
?Pero qu¨¦ pudo desencadenar lo ocurrido en Puebla? ¡°El Estado com¨²nmente tiene sismos que ocurren antes de que lleguen a la Ciudad de M¨¦xico. No sabemos con precisi¨®n si el terremoto de 2017 haya generado secuelas, pero tomando en cuenta el tama?o de la fractura puede ser que los suelos est¨¢n resentidos y solo se requiere humedad para que se puedan desprender¡±, explica. El hueco se ha llenado de agua, agrega, por filtraciones subterr¨¢neas. Este ge¨®logo afirma que en Puebla no se han hecho estudios de geot¨¦cnica ni mapas de riesgos geol¨®gicos, por lo que el socav¨®n ha sorprendido tanto. ¡°Lo que se tiene que hacer es ver no nada m¨¢s la abertura, se tiene que ver el entorno, buscar si hay otras fracturas similares o menores. Hacer un estudio inmediato, mapeo cartogr¨¢fico con fotograf¨ªas ¨¢reas y continuar monitoreando si se est¨¢ moviendo diariamente¡±, recomienda.
Mientras los cient¨ªficos investigan lo ocurrido, Santa Mar¨ªa Zacatepec se ha convertido en una atracci¨®n para los poblanos. La polic¨ªa ha tenido que cerrar la polvosa callejuela que conduce al socav¨®n para evitar que los autom¨®viles se aglutinen en una tierra que ya ha demostrado ser fr¨¢gil. La gente asiste en familia para presenciar el fen¨®meno. Muchos se desilusionan al llegar, porque el ¨¢rea ha sido acordonada y a la distancia solo puede verse una larga mancha negra.
Nicasio Torres tiene 62 a?os y ha vivido toda su vida en Zacatepec. Afirma que nunca hab¨ªa visto algo similar y comparte el temor de sus vecinos: ¡°Tememos que eso siga avanzando¡±, dice el anciano, que ha llegado en una vieja bicicleta. ¡°?Qu¨¦ va a pasar con nosotros? ?Que nos desalojen? ?No tenemos d¨®nde ir!¡±, se queja mientras una mujer con sus hijos ofrece golosinas a los curiosos. A su lado Jorge, un hombre corpulento que habita cerca de la zona, dice que hay una preocupaci¨®n general por el socav¨®n en los pobladores que lindan con Zacatepec. ¡°Donde yo vivo la gente se pregunta preocupada por qu¨¦ est¨¢ pasando esto. No sabemos qu¨¦ hacer. Solo nos queda esperar el reporte de las autoridades¡±, dice. Los visitantes tambi¨¦n siguen a los reporteros que cubren el fen¨®meno, anhelantes de obtener alg¨²n dato que satisfaga su curiosidad: ?Ustedes qu¨¦ saben? ?Ya hay alg¨²n estudio? ?Han hablado con expertos? ?Las autoridades har¨¢n algo? Una reportera vuela un dron y a su alrededor se apretujan mujeres, ni?os, ancianos y hombres desesperados por ver las im¨¢genes ¨¢reas del hueco gigante.
A Xalamihua tanto chismorreo la desespera. Pide a la gente que entienda su caso, porque est¨¢ cansada de que la agobien con preguntas por ser ella y su familia los m¨¢s afectados hasta el momento por lo ocurrido en Zacatepec. Sabe que ha perdido para siempre su casa, patrimonio de sus hijos, y su angustia ahora es saber d¨®nde vivir¨¢n. Quiere que el alcalde, el gobernador, el presidente hagan algo por ellos. ¡°Es muy fuerte y triste. Ah¨ª se qued¨® toda nuestra vida¡±, dice con los ojos enrojecidos. La nube negra sobre ella comienza a lanzar enormes y grandes gotas que forman peque?os c¨®ncavos en este suelo traicionero y a lo lejos, en el socav¨®n, el viento remueve con furia las aguas de la nueva laguna de Zacatepec.
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