¡°Presidente Kamala, mucho gusto¡±: las postales de la primera visita oficial de Harris a M¨¦xico
Un fuerte dispositivo de seguridad, murales de Diego Rivera y un saludo sin cubrebocas: as¨ª ha sido el viaje de la ¡®n¨²mero dos¡¯ de la Administraci¨®n de Joe Biden
¡°Presidente Kamala, mucho gusto¡±. As¨ª recibi¨® el presidente mexicano, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, a la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris. El mandatario, que apareci¨® a las puertas del Palacio Nacional sin cubrebocas, se llev¨® la mano derecha al coraz¨®n para evitar el saludo de mano como medida precautoria por la pandemia de covid-19. ¡°Good morning, Mr. President¡±, respondi¨® la n¨²mero dos de la Casa Blanca, que replic¨® el gesto de L¨®pez Obrador y se anim¨® a pronunciar un par de palabras en espa?ol. ¡°Mucho gusto, it¡¯s very good to see you. I am very happy to be here¡±, contest¨® Harris, que lleg¨® al acto protocolario de su primera visita oficial a M¨¦xico con una mascarilla negra que cubr¨ªa su nariz y su boca.
Harris se traslad¨® desde el hotel que la hospeda hasta la puerta mariana de la sede oficial del Gobierno mexicano, en pleno Z¨®calo de la capital, la plaza m¨¢s grande de Latinoam¨¦rica, en medio de un fuerte operativo de seguridad. Se cerraron varias calles y un amplio convoy la acompa?¨® con varias patrullas, motocicletas y camionetas de la Polic¨ªa de Tr¨¢nsito que sortearon el tr¨¢fico del centro de Ciudad de M¨¦xico. Al frente, camionetas negras del servicio secreto con sirenas en la parrilla y banderitas de ambos pa¨ªses sobre el cap¨®. Algunos peatones sacaban sus tel¨¦fonos para captar el momento, otros apuraban el paso para llegar a sus trabajos e ignoraban la persecuci¨®n de varios camar¨®grafos que documentaban el trayecto. Un peque?o grupo colg¨® pancartas sobre las vallas de seguridad de la calle Pino Su¨¢rez que exig¨ªan la liberaci¨®n de Julian Assange: ¡°M¨¦xico est¨¢ con Julian Assange. No extradici¨®n a EE UU¡±. Otros manifestantes mostraban pancartas ¡°contra el imperialismo¡± y contra las detenciones de migrantes.
La vicepresidenta estadounidense lleg¨® puntual a la cita, minutos antes de las diez de la ma?ana, poco antes del desliz de L¨®pez Obrador en el saludo: ¡°Presidente Kabala¡±, seg¨²n se puede escuchar en la transmisi¨®n de presidencia, una frase que se ha hecho tendencia en las redes. Harris ten¨ªa prevista una estancia de menos de 24 horas en el pa¨ªs, pero el dispositivo de seguridad ha sido omnipresente. Desde el lunes, unas horas antes de aterrizar en el Aeropuerto Internacional Benito Ju¨¢rez, agentes del servicio secreto estadounidense, vestidos con gorras y gafas oscuras, inspeccionaron el primer cuadro de la capital, que qued¨® completamente blindado e inspeccionado por perros contra cualquier rastro sospechoso. El avi¨®n Air Force Two, que hab¨ªa tenido que volverse cuando parti¨® hacia Guatemala por un problema t¨¦cnico que no tuvo consecuencias, hizo el aterrizaje sin problemas. Marcelo Ebrard, el secretario mexicano de Relaciones Exteriores, le dio la bienvenida con un choque de antebrazos y mascarilla.
¡°Estados Unidos y M¨¦xico comparten historia y familia¡±, escribi¨® Harris poco antes de las nueve de la ma?ana. Es una peque?a referencia a su vida personal. Su padre, el economista jamaicano-estadounidense Donald Harris, fue becario Fullbright en M¨¦xico en 1992. Tiene adem¨¢s una prima del lado materno, la autora Sharada Balachandran Orihuela, que naci¨® en M¨¦xico y pas¨® buena parte de su juventud en el pa¨ªs y en India, antes de mudarse a Estados Unidos. Su t¨ªa, la madre de Balachandran, es la mexicana Rosa Mar¨ªa Orihuela.
¡°Soy Kamala Harris y apruebo este mensaje¡±, se le escucha decir en espa?ol en varios videos de su campa?a para el Senado en 2016. Exfiscal de California, donde casi el 40% de la poblaci¨®n es latina, Harris habla un poco de espa?ol, aunque ha sido criticada por sus rivales y medios estadounidenses por su falta de fluidez y errores de traducci¨®n en su p¨¢gina de campa?a: ¡°Ha gastado toda su vida defendiendo los valores de nuestro pa¨ªs¡±. En un video de Univisi¨®n previo a la elecci¨®n presidencial de 2020, la entonces aspirante repite con dificultad un trabalenguas (Tres tristes tigres) y dice ¡°pendejo¡± cuando le preguntan qu¨¦ sabe decir en espa?ol. En la escala que hizo en Guatemala, dijo ¡°gracias¡± al presidente Alejandro Giammattei. Pero la vicepresidenta ha limitado sus intervenciones fuera del ingl¨¦s a unas pocas palabras durante el viaje. Tiene eso en com¨²n con L¨®pez Obrador, que ha recibido cr¨ªticas similares pero por no hablar ingl¨¦s.
Tras entrar al Palacio Nacional este martes, Harris y L¨®pez Obrador caminaron unos metros antes de que un maestro de ceremonias anunciara su llegada en espa?ol e ingl¨¦s: ¡°Buenos d¨ªas, damos la bienvenida¡¡±. El protocolo fue para la firma de un memorando de entendimiento sobre cooperaci¨®n para el desarrollo, en una visita tuvo de tel¨®n la crisis migratoria y se produjo a dos d¨ªas de las elecciones m¨¢s grandes de la historia en el pa¨ªs latinoamericano. Un tema que no se discuti¨® en p¨²blico. El acto dur¨® muy poco. Harris se par¨® de un lado de la mesa de madera y L¨®pez Obrador del otro, como testigos de honor del documento que rubricaron la Secretar¨ªa de Relaciones Exteriores y la Agencia Estadounidense para la Cooperaci¨®n Internacional (USAID). Cumplido el tr¨¢mite se mostr¨® el documento para la foto oficial y los aplausos.
La vicepresidenta volvi¨® a caminar por el Palacio Nacional y se detuvo frente a la escalinata donde est¨¢ Epopeya del pueblo mexicano, el ic¨®nico mural que Diego Rivera tard¨® seis a?os en pintar, de 1929 a 1935. El fresco de 276 metros cuadrados hace un recorrido hist¨®rico desde la ¨¦poca prehisp¨¢nica hasta la primera mitad del siglo pasado, retratada desde la perspectiva marxista que caracteriz¨® la obra de Rivera y caus¨® disgustos a algunos de sus mecenas estadounidenses, como la familia Rockefeller. L¨®pez Obrador se?alaba con el dedo, mientras Harris levantaba la cabeza para apreciar las partes del mural, entablaba una breve conversaci¨®n y las traductoras se inclinaban para tratar de escuchar y explicar lo que cada uno hab¨ªa dicho. Una de las cosas que no se vieron es que poco despu¨¦s los periodistas que hicieron el viaje desde Estados Unidos pidieron ver el mural de m¨¢s cerca y algunos aprovecharon para tomarse la foto del recuerdo, que compartieron en sus redes sociales.
En el encuentro, la nube de fot¨®grafos hizo sonar los flashes frente a la escalera y despu¨¦s continuaron un peque?o tour centrado en otras obras de Rivera. M¨¢s tarde, dos charlas entre Harris y L¨®pez Obrador a puerta cerrada y una reuni¨®n de trabajo con siete miembros por delegaci¨®n. ¡°He disfrutado mucho nuestras muchas conversaciones, pero lo que m¨¢s he disfrutado es haber podido verle y hablar con usted en persona¡±, se escucha decir a la vicepresidenta en una de las frases que se colaron por el sonido ambiente que grabaron los periodistas. ¡°Tuvimos una reuni¨®n muy larga, uno a uno¡±, dijo despu¨¦s a la prensa.
Sobre el mediod¨ªa, el convoy de Harris volvi¨® a surcar el centro de la capital, pasando al lado del Palacio de Bellas Artes sobre el Eje Central y el Paseo de la Reforma hasta recalar de nuevo en un hotel, donde se reuni¨® con empresarias. Despu¨¦s, rueda de prensa y reuni¨®n virtual con el personal de la Embajada, tambi¨¦n desde el hotel, para finalmente irse al aeropuerto y tomar el vuelo de regreso a Washington. Respondi¨® a las cr¨ªticas por la crisis migratoria, habl¨® de empoderamiento femenino, violencia y 130 millones de d¨®lares que ir¨¢n a organizaciones sindicales de M¨¦xico y admiti¨® que los asuntos prioritarios ¡°no se resolver¨¢n en una visita de dos d¨ªas¡±.
¡°Las causas ra¨ªz [de la migraci¨®n] no se solucionar¨¢n de la noche a la ma?ana (...) pero estoy comprometida a hacer lo que sea necesario en el tiempo que tenemos¡±, dijo antes de despedirse, volverse a poner el cubrebocas y hacer una promesa de ir pronto a la frontera. Fue una visita corta y fren¨¦tica, que le quit¨® un poco de hielo a una relaci¨®n que surgi¨® en medio de la pandemia y que logr¨® escapar por primera vez de las llamadas telef¨®nicas y las videoconferencias.
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